Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14: Cuestión de actitud

Bakugo suspiró sentado en el sofá frente al escenario del karaoke donde él estuvo trabajando los últimos años. Estando los dos solos en aquel lugar, Bakugo se maravillaba una vez más de ese don que Shoto tenía. Su voz al cantar era literalmente única. Nunca antes había escuchado una voz como aquella y le obsesionaba a la vez que le irritaba saber que los representantes de la banda no eran capaces de conformarse con ese talento innato y le forzaban todavía más a cambiar su actitud.

El carácter de Shoto era demasiado introvertido para su gusto. Le desesperaba ese chico. Sus silencios, su forma cortés de hablar siempre, esa inocencia que tenía y él no saber distinguir bromas de sarcasmos o las segundas intenciones de las frases, sin embargo, había otra parte de él que le atraía demasiado. Su talento, sus escasas sonrisas, su tranquilidad que provocaba que incluso él con su carácter explosivo acabase relajándose... era un chico muy raro pero... atrayente de una forma que Bakugo no podía entender del todo.

— Está muy mal, ¿verdad? – preguntó Shoto.

— ¿Eso es todo lo rockero que puedes ser? – preguntó Bakugo en cuanto acabó la actuación de Shoto en respuesta a su pregunta.

Shoto le miró como un niño pequeño que no termina de entender la pregunta, pero al ver cómo Bakugo resoplaba, se hizo a la idea de que había sido un gran desastre.

— ¿Sinceramente? No he visto nada en tu actitud, absolutamente nada rockero. Ellos quieren que seas explosivo, esporádico... pero lo que veo frente a mí es a un chico recatado y educado, un chico que no quiere importunar a nadie. Tu actitud es de total tranquilidad y ellos quieren algo mucho más...

— Mucho más tú – dijo Shoto dejando caer su cuerpo y sentándose en la tarima de madera con las piernas colgando y la guitarra apoyada en su pecho. Miraba su mano sobre las cuerdas del instrumento con desánimo.

¡Como un niño! Así era como lo veía Bakugo. Era un gran chico que se sentía totalmente perdido sin saber cómo debía comportarse en la banda para que todo funcionase, para que los representantes dejasen de pedirle cosas.

— No te desanimes. Lo arreglaremos. Es cuestión de actitud y si sólo te piden que seas así en los conciertos, puedes tomártelo como... no sé, una actuación, como si fueras un actor. Haces tu papel y luego, en casa con nosotros puedes seguir siendo el mismo de siempre.

— Supongo.

— ¿Supones? Claro que es así. ¿Qué es lo que te preocupa?

— En realidad, sólo pienso que quizá... tú eres en realidad lo que ellos están buscando. Tú ya tienes esa actitud de la que hablas y tienes un don genial, sabes cantar, tocas varios instrumentos y...

— La imagen que quieren para líder de la banda es la tuya, no la mía.

— Eso es lo que no termino de entender. Yo no tengo nada especial en realidad, sólo sé tocar la guitarra.

— Y componer – sonrió Bakugo – y tienes una voz única y muy característica. Además, tu físico es... digamos que es exótico. Están utilizando tu físico y tu talento pero quieren sacar tu máximo rendimiento. Por ese motivo te están forzando tanto.

Shoto sonrió con tristeza. Por una parte, le habría encantado decirle que ya daba igual cualquier esfuerzo pero... al ver a Bakugo tan motivado y sabiendo que no conocía nada de lo que ocurriría en el futuro, prefirió callarse. Ahora mismo, lo único que le importaba a Shoto era una cosa: preparar a Bakugo para sustituirle en cuanto fuera necesario. Él no estaría demasiado tiempo en la banda, o ése era su pensamiento al menos. Los representantes pronto se cansarían de él y de esa actitud que querían hacerle sacar y no era capaz.

— Probemos algunas cosillas a ver. Voy a enseñarte algunas actuaciones que puedes hacer.

— ¿Me vas a hacer saltar sobre el público?

— ¡Ni de coña! – sonrió Bakugo – no hace falta llegar a tanto, pero, podemos hacer otras cosillas. Te enseñaré la mano rockera, a sacar la lengua de vez en cuando y esas cosas, a ser un poco más agresivo o explosivo en ciertos aspectos.

— De acuerdo. Pues... tú dirás.

Bakugo se puso en pie para poder acercarse a Shoto y explicarle la estrategia que llevarían. Tomando su mano, colocó los dedos del chico formando la posición de la mano cornuta tan propia del rock antes de explicarle algunas cosas.

— Puedes elevar la mano así cuando acabes de tocar, o incluso dar un raspado a la guitarra como final y sacar la lengua.

— ¿Tú crees?

— Es sólo cuestión de actitud, Shoto. Son un par de gestos y quizá si los representantes ven que empiezas a hacerlos durante los conciertos, se relajen un poco en pedirte cosas. Ya llegaremos a eso de saltar sobre el público bastante más adelante – sonrió Bakugo – por ahora con algo así creo que debería bastar para que se relajen un poco contigo.

¡Muy cerca! Así fue como sintió Shoto que se encontraba el rostro de Bakugo del suyo. Se sonrojó al instante. Nunca antes había tenido esa cercanía con nadie, ni con Izuku que era su mejor amigo y desde luego, mucho menos, había sentido algo semejante. Su estómago pesaba y notaba un pequeño hormigueo en él. Por alguna razón que no entendía, cuando estaba cerca de Bakugo, todo su mundo parecía congelarse y sus problemas desaparecían. Con Bakugo no tenía que hablar de nada de su vida, ni de sus problemas. Era casi como un bálsamo para todas sus preocupaciones.

Por alguna razón, al estar tan cerca el uno del otro, Bakugo fue capaz de sentir algo diferente, una conexión que no tenía con nadie más. Kirishima había sido su mejor amigo durante muchos años y quería creer que lo que tenía ahora mismo con Shoto era el inicio de una amistad pero... en parte, sentía algo diferente, era mucho más que eso. Supo al instante que estaba empezando a sentir algo por él y por eso mismo, se alejó un poco.

— Creo que es suficiente por hoy. Seguro que estás cansado. Volvamos a casa – sugirió Bakugo.

— Sí. Voy a recoger las cosas – susurró Shoto al sentir que los latidos de su corazón aminoraban a medida que Bakugo se alejaba de él. Su sonrojo también disminuyó.

***

Frente a la puerta de Izuku, Shoto dudó si golpear la puerta o no. Era demasiado tarde y debería estar durmiendo a menos que lo hubiera pillado absorto en alguna tarea pendiente o viendo alguna película. A Izuku le gustaba mucho trasnochar viendo la televisión.

Tocó a la puerta con suavidad en un intento por no despertar a los compañeros. Todos debían estar ya durmiendo, incluido Bakugo que siempre se iba temprano a dormir. Cuando la puerta se abrió, Izuku se sorprendió al ver a su mejor amigo todavía vestido frente a su puerta.

— ¿Shoto? ¿Necesitas algo? ¿Es por la partitura? Porque si es así...

— No, no vengo por nada de trabajo, es algo más... personal. ¿Puedo pasar?

— Sí, claro.

Izuku siempre había sido más que un amigo, de hecho, fue su primer y único amigo durante muchos años y ahora, era el único en el que confiaba tanto como para contarle sus problemas y pese a ello, muchas veces trataba de no cargarle demasiado por evitar que él se sintiera mal o se preocupase en exceso, pero hoy... Shoto sentía que necesitaba desahogarse y sacar un poco el pesar que llevaba encima y sus preocupaciones. Izuku cerró la puerta tras él y le ofreció asiento en una de las sillas mientras él, volvía a subirse a la cama y se sentaba sobre el colchón con las piernas cruzadas.

— ¿Qué ocurre, Shoto? ¿Es por tu hermano? ¿Ha empeorado?

— No, no. Él sigue igual que siempre. Por ahora no hay mejoría.

— Tú dirás entonces.

— Quería ser el primero en decírtelo. No lo sabe nadie aún y quería que siguiera siendo un secreto pero... quise reclutar a Bakugo para la banda para que me sustituya en breve. Sé que el cambio de voz afectará al grupo quizá pero... me gustaría pedirte que le apoyases en todo lo necesario y...

— ¿Vas a dejar la banda? – preguntó Izuku alarmado de aquello.

— Es posible, Izuku – susurró Shoto.

— No puedes dejarlo. Amas la música y tienes un talento innato para ella. ¿Por qué vas a dejarlo entonces? Si es por los representantes y la presión que ejercen, puedo intentar hablar con ellos y...

— Izuku... tengo un problema, uno muy serio que me va a apartar de la música para siempre – dijo de forma abrupta paralizando completamente a su mejor amigo – y no hay solución para ello. Es cuestión de tiempo que los representantes acaben enterándose y tenga que abandonar el grupo. Por eso te pido que ayudes en todo lo posible a Bakugo para que se integre. Él será el nuevo vocalista cuando yo falte.

— Sabes que yo siempre haría lo que sea por ti pero...

Al ver el rostro afligido de Shoto, Izuku dejó su frase a mitad. No quería presionarle en esos momentos, pero a la vez, necesitaba saber más detalles.

— ¿Lo sabe Kacchan? – susurró Izuku.

— No se lo he dicho. Seguramente se enfadaría conmigo – sonrió con melancolía – y por alguna razón, no quiero que se enfade.

— Shoto... ¿Te gusta Kacchan? – preguntó abiertamente Izuku al ver el pequeño sonrojo que había aparecido en sus mejillas.

— ¿Por qué crees eso?

— No lo sé. Por la forma en que hablas de él, porque pasas mucho tiempo a su lado últimamente, por cómo dices que no quieres que él se enfade contigo cuando nunca te ha importado ese tipo de cosas.

— ¿Sinceramente? No tengo ni idea. Yo nunca he sentido una atracción hacia nadie y... es raro. Con Bakugo me siento muy extraño. Es diferente a como me siento con otras personas, pero a la vez... no quiero cargarle con todo esto y desde luego, no quiero que se enfade conmigo. Verle en ese estado no me gustaría.

— Shoto...te gusta Kacchan – sonrió Izuku como si fuera lo más maravilloso del mundo –. Es genial. Que te guste alguien es un buen sentimiento que...

— Yo no puedo enamorarme de nadie, Izuku – susurró Shoto todavía más melancólico.

— Eso no es cierto. Tú puedes enamorarte de quien quieras, y si encima en algún momento él te correspondiera...

— Él tampoco puede ni debe corresponderme.

— ¿Por qué, Shoto? Enamorarse es maravilloso y...

— Porque tengo cáncer, Izuku – se le escapó a Shoto antes de que éste se levantase del asiento y mirase hacia la ventana dejando a Izuku helado en el sitio –. Nadie debería enamorarse de mí, Izuku. Dejo la banda porque quizá no sobreviva a esto y estas últimas semanas que estaré aquí, en estos últimos conciertos... sólo quiero dejar todo bien atado y disfrutar al máximo los días que me quedan con vosotros.

— No vas a decirlo a los demás, ¿verdad? – susurró Izuku dándose cuenta de las intenciones de Shoto.

— ¿Para qué? Sólo crearía una atmósfera de tristeza y melancolía, me tendrían lástima y yo sólo quiero que todo acabe tal y como es siempre, entre risas, siendo nosotros mismos.

— Pero me lo has dicho a mí y yo no sé si seré capaz de seguir igual sabiendo esto.

— Lo sé y lo siento. Pero eres mi mejor amigo y no quería que acabases enterándote por médicos o por la prensa. Pero... me gustaría que no dijeras nada de estos a nadie.

— Si Bakugo va a sustituirte como vocalista, deberías contárselo.

— Lo sé. Solamente... necesito allanar un poco el terreno antes de explicarle todo esto. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro