Héroe
Título: Héroe
Historia corta #02
Sinopsis: AeCha es víctima del bullying en su escuela y el chico nuevo será su salvación.
El empujón hizo que su espalda se golpeara con la pared lastimándola, eran tres chicas contra una, AeCha hizo una mueca de dolor sin poder defenderse, desde que llegó a esa escuela esas tres estudiantes se habían empeñado con ella y nunca supo por qué. La líder que era la más alta volvió a empujarla al suelo.
—Te dije que debías traer dinero para mi almuerzo de la cafetería—advirtió no muy contenta. Una de ellas estaba grabando como si fuera digno de recordar.
—Lo siento, yo...no pude conseguirlo—la grandulona tomó un puñado de su cabello lastimándola—Lo siento, por favor no me golpees—suplicó.
Dicha suplica no sirvió de mucho, una bofetada impactó en su mejilla seguida de una patada en su abdomen que le hizo abrazarse a sí misma. Escuchó sus risas haciéndola sentir peor de lo que ya estaba. Miró a quien la había golpeado agacharse para poder verla mejor.
—Si mañana no traes dinero para mi comida no querrás saber lo que pasará—dio un golpe con sus dedos en su frente—No seas tan llorona, ni siquiera te golpeé tan fuerte.
Las otras dos rieron disfrutando la escena.
AeCha las observó irse esperando que el dolor pasara, tocó su abdomen con una mueca de dolor e intentó levantarse quejándose, subió un poco la camisa de la escuela notando la zona roja que seguramente se convertiría en un hematoma al final del día, cada día en la escuela estaba siendo una tortura para ella. Cuando le pidió cambiarse de escuela a su madre ésta respondió que no sería buena idea hacer ese cambio a mitad del curso.
Sólo debía esperar que acabara el año escolar y entonces estaría tranquila.
—¿Por qué nunca te defiendes? —esa voz le hizo dar un respingo. Tenía el uniforme escolar como ella y sus manos en los bolsillos de su pantalón oscuro. No reconocía al chico.
—¿Escuchaste todo?
—Desde el inicio hasta el fin, te he dado tres oportunidades esperando que hicieras algo, mañana no te prometo nada.
AeCha se apresuró a decir.
—No necesito ayuda.
—¿Los profesores no lo saben?
—No debo decirte nada.
—Ese mismo tono debes usarlo con ellas—señaló recostándose de la pared—Si no levantas tu voz terminará peor.
—¿Quién eres tú?
—Jeon JungKook, la semana pasada ingresé a esta escuela. Estoy en el último año—AeCha lo recordó. Había escuchado que un nuevo alumno se integraría, al parecer el chico había cursado el primer año en esa institución, pero debió irse al extranjero con sus padres y nuevamente volvió. Su cabello oscuro caía de forma pareja sobre sus cejas, se notaba que le gustaba el deporte, daba esa sensación—Y por lo que he escuchado de esas abusivas, tú eres Kim AeCha del penúltimo año.
—No digas nada de esto a nadie.
—¿Por qué?, ¿Te gusta ser golpeada? —frunció el ceño.
—No tiene sentido hacer nada, sólo debo aguantar un poco más y me iré de este infierno.
—¿Te cambiarás de escuela?
—Sí—AeCha pasó a su lado sintiendo el dolor en sus costillas. JungKook tomó su muñeca deteniéndola, no había mucha diferencia de altura entre ambos, tenía unos bonitos ojos grandes.
—Este tipo de personas están en todos lados, si no aprendes a defenderte los abusos seguirán.
—Es mi problema—intentó soltarse, pero el chico aferró su agarre.
—No seas testaruda, intento ayudarte.
—Ya te lo dije—apartó su brazo—No necesito ayuda. Mantén la boca cerrada—se apresuró a alejarse.
Al día siguiente, exactamente a la misma hora cuando las campanas sonaron indicando el receso, AeCha fue arrastrada a la misma esquina de siempre, era un pequeño callejón a un costado de la escuela que siempre estaba solitario. Chun volvió a dejarla en el mismo lugar exigiendo lo mismo de ayer.
—¿Dónde está mi dinero? —la corbata de su camisa iba algo floja, la camisa fuera de su lugar dándole un aspecto desaliñado. Era muy buena en el Taekwondo, pero los conocimientos que tenía de esas clases los estaba usando para cosas malas.
—No pude conseguirlo, mi madre no tenía...—el golpe en su estómago le quitó el aliento haciendo que se inclinara hacia adelante.
—¿Por qué siempre pones excusas, AeCha?, es algo simple, quitarle el dinero a tu patética madre y traérmelo. ¿Te gusta que te golpee?
—Parece que alguien tiene extraños fetiches—se burló una de ellas causando la risa de la otra.
—Está enamorada de ti, Chun.
—¿Es eso?, ¿Te gustan las chicas, AeCha? —la pobre no podía responder intentando conseguir oxígeno—Me das asco—se acercó a un palo de madera sobre unas bolsas de basura—Hay que eliminar a las escorias como tú—y cuando iba a golpearla con él, una persona más apareció con el teléfono en alto.
—Y aquí tenemos la escena del crimen—narró. JungKook estaba grabando todo—Tres abusivas con aspiraciones a ser unas matonas más en este país.
—¿Qué estás haciendo?
—¿No es obvio?, hago lo mismo que ustedes, grabo la escena.
AeCha intentó escabullirse, Chun la jaló de su bolso obligándola a permanecer ahí.
—Vete de aquí, este no es el problema tuyo, niño bonito.
—¿Sabes?, es irónico—mantuvo el teléfono en su mano—Chun significa justicia, no creo que estés siendo muy justa, me parece que tus padres se equivocaron—su sonrisa falsa se borró dejando una expresión seria. Incluso su voz se endureció—Suéltala.
—Quítenle el teléfono.
—¿Por qué no hacemos las cosas sencillas?, dejas ir a AeCha, nos vamos en calma y pienso si borrar el vídeo o no.
Chun bufó haciendo oídos sordos manteniendo a la chica en la esquina sin escape. JungKook no iba a golpear a las chicas, a diferencia de esa grandulona, los conocimientos que él tenía del Taekwondo si los usaba para una buena causa, con ágiles movimientos fue sencillo hacer que las dos chicas se golpearan así mismas. Chun intentó alcanzarlo con el palo de madera y retrocedió.
AeCha tomó una de las bolsas de basura arrojándola a Chun quien acabó llena de ésta, JungKook no perdió tiempo en tomar de la mano a la chica saliendo corriendo de allí hacia el instituto donde no podían hacerles nada. Se detuvieron en uno de los pasillos con la respiración agitada en compañía de algunas risas.
—¿No está siguiéndonos? —AeCha miró a ambos lados del pasillo.
—No es tonta, sabe que no puede hacer nada aquí—volteó a verla—Te luciste arrojándole esa bolsa de basura.
AeCha sonrió un poco admitiendo que se había sentido bien.
—Es tu culpa, me obligaste a hacerlo.
—Lo siento, pero tú sola tomaste esa decisión.
Ambos notaron sus manos juntas todavía, con cierta vergüenza se soltaron retrocediendo un poco.
—Chun querrá matarme mucho más que antes.
—Ella no te hará nada porque entregaré el vídeo a la directora.
—¿Qué? —la joven se aterró—¿No deberíamos esperar...?
—¿Esperar a qué?, ¿Esperamos que te dejen peor?
—Las personas pueden cambiar...
—¿Enserio crees eso? —bufó—Iremos ahora.
—No lo haré.
—AeCha—reprochó—Iré contigo o sin ti—se cruzó de brazos—Y sabes que si voy solo me encargaré de que las expulsen.
—¿Eres un guardaespaldas o ángel guardián acaso?
—Ni una cosa ni la otra, soy un chico que si intervendría en estas cosas. Nadie merece ser tratado así—tomó una bocanada de aire—Decide, ¿Quieres seguir viviendo de esta manera o quieres justica verdadera?
—¿Y si no está bien?
—Lo que no estaría bien es responderles con violencia...
—Eso hiciste.
—No, lo que viste fue usar defensa personal, ni siquiera las golpeé, ellas mismas lo hicieron—le ofreció su mano—Olvida el miedo, te prometo que no te arrepentirás y prometo no dejarte sola en todo esto.
La chica se sintió extraña, era primera vez que escuchaba eso. Miró su mano decidiendo apoyar la suya en él, JungKook sonrió satisfecho.
—Quiero detener esto.
—Así se habla, vamos entonces—jaló de su mano dirigiéndose a la dirección.
Este es corto ya que sólo fue una escena que se me ocurrió al ver un vídeo en Youtube sobre un experimento social relacionado a este tema.
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