Altocalcifilia +18
Título: Altocalcifilia
Historia corta #07
Sinopsis: JungKook y su esposa están de aniversario, tienen una familia estable además de ser una pareja unida. Cuando su esposa decide sorprenderlo en el trabajo las cosas subirán de intensidad.
Este one shot fue parte del libro de one shots que tenía otra autora en donde formé parte por corto tiempo. Decidí subir aquí este one shot el cual está un poco intenso (quizás algunas lo recuerden)
Dicen que los polos opuestos se atraen, que las mejores parejas son las que son opuestas entre ellos. En este caso aplica, Jeon JungKook y Yoo HanSul se habían casado hace cuatro años exactamente sin importar lo que dijeran los demás. Sin importar lo que el resto opinara de ello, todo había iniciado por un simple tatuaje, JungKook era un tatuador reconocido por su impecable trabajo con la tinta, HanSul se había animado a hacerse un pequeño tatuaje en su antebrazo con el símbolo del infinito y una flecha delgada con la punta de diamante apuntándolo. Para el chico era algo simple, para ella fue jodidamente doloroso. Nadie se imaginaría que de allí iniciaría una relación romántica.
HanSul venía de una familia donde la reputación lo era todo, cuando supieron que se había comprometido con un tatuador intentaron de muchas maneras romper ese compromiso, incluso amenazaron a JungKook, dos días después del compromiso, HanSul descubrió que estaba embarazada, cuatro años después tenía dos hijos hermosos del hombre que amaba. Habían hablado sobre tener otro bebé, pero las dudas seguían.
La parte favorita era hacerlos.
— ¿JungKook? —el pelinegro de cabello corto y piercing en su ceja más en su labio inferior volteó a ver quién lo llamaba. El local estaba vacío, él era su propio dueño, pues él había construido ese local con esfuerzo. Su brazo derecho estaba totalmente lleno de tatuajes, era alto, musculoso, de cabello azabache y ojos oscuros. Era muy dedicado a lo que hacía.
— ¿Sí? —miró a la chica de recepción. Jessi tenía diversos tatuajes por su cuerpo, quería convertirse en tatuadora, hasta que no tuviera un certificado no tocaría nada y se dedicaría a la recepción.
—Ya guardé todo, ¿Te dejo la llave o también te irás?
Aquel pequeño cuarto estaba lleno de diseños de tatuajes, tenía luces de neón por doquier, estaba la máquina de tatuar y tinta de diversos colores. Todo muy organizado además de limpio, él también había sido rechazado por su familia todo debido al que dirían. De alguna manera HanSul y él habían conseguido un verdadero hogar en el otro.
—Puedes dejármela en recepción. Estoy revisando algunos diseños viejos.
— ¿Vas a echarlos a la basura?
—Pienso mejorarlos.
Jessi era una mujer de labios carnosos, cuerpo lleno de curvas, trasero grande al igual que sus senos. Su cabello rubio caía largo y liso tocando su cintura, nunca había coqueteado a su jefe (JungKook), lo veía más como un hermano.
— ¿No dijiste que HanSul y tú estaban cumpliendo cuatro años de matrimonio el día de hoy? —se cruzó de brazos apoyándose del marco—Deberías ir con ella, esa chica te ama.
—Le estuve escribiendo toda la tarde, pero no me respondió, incluso no responde mis llamadas, en el tiempo que llevo conociéndola significa que está molesta—JungKook dejó los diseños en la mesa respirando profundo. La camisa de mangas cortas que llevaba dejaba ver parte de su brazo tatuado.
—O...puede estar tramando algo para celebrarlo—intentó animarlo— ¿Tienen a alguien que cuide a los niños? Es su noche, deberían salir, comer algo y disfrutar. De hecho, ni siquiera debiste abrir el local hoy.
JungKook sonrió ladinamente.
—Estoy acostumbrado al trabajo, cuando tienes dos hijos no puedes detenerte a descansar.
—Bueno, está bien—movió su mano—Hasta mañana.
—Hasta mañana.
Jessi salió del cuarto dejando la llave sobre recepción. Saliendo por la puerta chocó con HanSul, tenía un abrigo cubriendo su ropa, llevaba unas medias transparentes cubriendo sus piernas junto a unos tacones negros. Su cabello castaño iba en rulos por su espalda.
—HanSul.
—Jessi—la menor se sonrojó un poco. No esperaba encontrarla allí— ¿JungKook sigue adentro?
—Sí, así es. Acabo de dejarle las llaves.
—Oh.
— ¿Estás bien? Luces nerviosa.
La joven castaña se apresuró a responder.
—Quería hablar con él sobre algo, vine personalmente, ¿Está solo?
—Sí. En su área de trabajo, debo irme, cuídate.
HanSul sonrió un poco deseándole lo mismo. La castaña entró tomando las llaves de recepción para asegurar la entrada de modo que nadie podía salir ni entrar, echó un vistazo a las cámaras del lugar decidiendo apagarlas. No quería testigos de su regalo, a diferencia de Jessi, HanSul era unos centímetros más baja que JungKook, su cuerpo era delgado sin curvas extravagantes, tenía las tallas justas llegando a tener un cuerpo simple pero bonito. Sus labios eran rosados y delgados, tenía ojos un poco pequeños por lo cual al reírse desaparecían. Se deshizo de su abrigo dejándolo sobre una silla, acomodó su cabello asegurándose de estar bien, los tacones eran altos y de punta delgada.
Se asomó colocándose bajo el marco de la puerta con sus manos en su cintura, JungKook sintió que no estaba solo y al mirar a la puerta no esperaba encontrar a su esposa con un Babydoll puesto. Era totalmente negro y un poco transparente dejando mucho a la imaginación, aquellas medias transparentes las imaginó arrancándolas con sus dientes y cuando llegó a los tacones tragó en seco. JungKook tenía una obsesión con los tacones a la hora del sexo.
Y HanSul lo sabía.
—Vaya—el chico pelinegro parpadeó varias veces dejándose caer en la silla. Eso no era común—Tú...estás...
El vestido transparente que llevaba dejaba ver parte de su lindo trasero, la parte inferior de la ropa interior era muy delgada, el brasier que llevaba era transparente dejando ver sus pezones rosados debajo de la tela. HanSul sonrió con inocencia acercándose a su esposo, sus ojos iban a los tacones cada segundo.
Había una regla que ella nunca rompía: No quitarse los tacones en cada momento íntimo, a JungKook le excitaba verla usar tacones y era más excitante para él que los usara durante el sexo.
—Yo pensaba que te gustaría la sorpresa, amor—hizo un puchero sentándose en la silla donde hacía los tatuajes. Cruzó sus piernas dejándole ver sus tacones negros.
Para tener dos hijos, HanSul seguía conservando su figura como cuando conoció a JungKook.
—Pensaba que estabas molesta—dijo dejando de lado los diseños, la silla en la que estaba tenía ruedas por lo cual se deslizó hacia ella.
—Estaba ocupándome de que todo saliera bien—se encogió de hombros.
— ¿Los niños están...?
—La niñera los está cuidando en casa—acarició una de sus piernas con su pie— ¿Recuerdas que hablamos sobre ser creativos en la intimidad? Bueno...sorpresa.
JungKook mordió su labio inferior jugando con el piercing que tenía en la comisura. Tomó su tobillo colocándolo en su cintura de modo que abriera sus piernas para él, acarició aquel tacón alto mirándola como un cazador a su presa. HanSul sonrió divertida cuando su esposo depositó pequeños besos por la parte interna de su muslo, inclinó su cabeza hacia atrás disfrutando aquella sensación.
—Me gusta esta sorpresa—susurró con voz profunda.
HanSul rió por lo bajo dejando que su esposo siguiera besándola allí abajo, suspiró cuando bajó un poco la tela que la cubría mordiendo su vientre mientras con la otra mano acariciaba su pierna llegando hasta sus tacones.
Colocó una de sus manos sobre el cabello oscuro de su esposo, lo acarició y jugó con su melena sintiendo sus labios depositar besos delicados, dichos labios fueron a su abdomen plano al subir un poco la tela del babydoll, JungKook succionó un poco parte de su piel expuesta subiendo peligrosamente causándole pequeñas corrientes eléctricas a su chica. HanSul sonrío con picardía cuando llegó a su boca, JungKook no la besó, sonrió del mismo modo teniendo algo en mente.
—Necesitamos algo de música. ¿Bailarías por mí, querida?
Ella lo vio alejarse hasta la radio que tenía, una canción suave pero un tanto sensual comenzó a sonar. JungKook sentado en su silla vio atentamente a su esposa, HanSul se levantó un tanto sonrojada, estaba jugando con fuego. Comenzó a bailar al ritmo de la canción haciendo movimientos sensuales que sólo despertarían su imaginación, el pelinegro mordía de vez en cuando el piercing de su labio acariciándolo con la yema de sus dedos. HanSul sabía lo que provocaba y le encantaba, al chico le encantaba como se veía en esos tacones altos. La hacía ver tan...poderosa además de sexy.
Se acercó peligrosamente a él colocando sus manos en sus hombros, acarició y apretó suavemente depositando uno que otro beso en su cuello, tomó el atrevimiento de deslizar sus manos por su pecho, su abdomen hasta llegar abajo. A esa parte que brindaba placer para ella, brindó caricias que hicieron a JungKook suspirar, no la detuvo inclinando su cabeza hacia atrás en el respaldar. HanSul rozó sus labios sin llegar a besarlo, ella también podía torturarlo. Volvió a situarse frente a su silla quitándole aquella camisa exponiendo así su torso desnudo y bien formado, él subió una de sus piernas a la silla situando su pie en medio de sus piernas, acarició su tobillo mordiendo con suavidad su muslo deslizando una de las medias transparentes. HanSul sonrío mirando aquella escena, JungKook volvió a colocársela brindando un suave apretón, la chica tomó asiento en sus piernas al darle la espalda, podía sentir un bulto rozar su trasero y no pensó dos veces en moverse sobre dicho bulto.
Los suspiros y algunos jadeos se escucharon, JungKook aferró sus manos a la cintura de ella dándole firmeza, HanSul apoyó sus manos de la mesa moviéndose en un vaivén sobre él soltando algunos gemidos al imaginarse ser follada por ese hombre. Recostó su espalda del torso desnudo del tatuador, él llevó sus manos grandes a esa parte íntima de su cuerpo, JungKook la acarició sobre la tela y ella jugó con su cabello cerrando sus piernas por instinto.
—No, no, ábrelas—ordenó en su oreja y ella obedeció. Ambos respiraban agitados—Sigue moviéndote.
—Sigue tocándome—pidió sin pudor. Inclinó su cabeza hacia atrás dejando que besara su cuello entre suaves mordidas. HanSul gimió un tanto desesperada, estaban provocándose mutuamente. Estuvieron así unos minutos muy cortos, HanSul se levantó cuando JungKook la hizo detenerse. Él la llevó a la silla donde muchas personas iban a pintar su piel, la hizo acostarse en esa silla al inclinar el respaldar por completo sirviendo como cama. Deslizó por sus piernas sus bragas bajo su atenta mirada, colocó sus piernas sobre sus hombros teniendo HanSul sus tacones todavía, la chica gimió alto sintiendo la lengua de su esposo ser un gran estimulante allá abajo.
Estaba más que húmeda y él lo había comprobado. HanSul pasó su mano por su propio cabello tragando con dificultad, su corazón latía rápidamente, estaba disfrutándolo por supuesto, pero también la estaba torturando. Su vientre bajo tuvo una ligera explosión permitiendo que el bebiera sus fluidos como si fuera agua, incluso ella lo vio retroceder con una sonrisa maliciosa relamiendo su labio inferior. Cambiaron de posición siendo el turno de ella, HanSul seguía con la tela transparente en la parte superior de su cuerpo, desabrochó el pantalón exponiendo su miembro erecto y un poco lubricado.
—Alguien está ansioso—comenzó a acariciarlo con sus manos. JungKook la vio dirigir su cabeza allá abajo comenzando a succionar. Gimió respirando fuerte empujando la cabeza de ella para indicarle cuanto tomar de él.
—Siempre eres buena en esto, bebé.
HanSul siguió con lo suyo complaciendo a su esposo, se deleitó escuchando sus gemidos, fue profundizando la succión y al separarse dejó un pequeño hilo de saliva. Ella prefería sentirlo correrse en su interior. Se acomodó sobre él apoyando sus manos en su pecho, JungKook se apoyó en sus codos probando finalmente los labios de su esposa, HanSul jadeó al sentir como su miembro llenaba ese espacio en su intimidad después de algunas torturas, inició un suave vaivén abrazando su cuello, algunos gemidos se escucharon entre los besos subidos de tonos, sus lenguas tenían una lucha o una danza, el chico acarició el trasero de ella con una de sus manos. HanSul se movió más sintiendo el apretón de su esposo en una de sus nalgas.
JungKook se enderezó quedando sentado mejor, repartió besos por sus senos saboreando sus pezones rosados además de erectos. HanSul que todavía solía amamantar al más pequeño de sus dos hijos expulsó unas gotitas de leche cerca de la boca de su esposo, él dirigió sus movimientos penetrándola con más insistencia al quedar sobre su cuerpo cambiando de posición. HanSul enredó sus piernas en la cintura del pelinegro permitiendo que la embistiera con fuerza. Gimió alto en aquella habitación sintiendo una presión en su vientre bajo, JungKook respiraba en su oreja acariciando una de sus piernas subiéndola más permitiendo una penetración más profunda.
—Sigue, no pares—ella gimió—Estoy cerca—avisó.
—Voy a terminar—lo escuchó decir con voz ronca. Dicho y hecho ambos alcanzaron la cima juntos deteniendo los movimientos dejando dos cuerpos agotados además de sudorosos. HanSul besó los labios de su esposo dulcemente para luego susurrar agitada.
—Feliz aniversario, amor.
JungKook sonrió divertido depositando cortos besos.
—Deberíamos celebrar todos los días.
Ambos rieron divertidos compartiendo un par de besos dulces por más tiempo sellando así aquella sorpresa.
Intento de lemon xD Ya saben.
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