13: Something about you
—La casa rota.
Kevin y Karla salían con cuidado de aquella casa llena de prácticamente todo el tipo de calaña en Santo Grial; ambos buscaban llevar un par de mochilas hacia la camioneta de Kevin, mientras que Elias los seguía con calma debido a su brazo roto, pero aún y con todo eso trataba de ayudarlos a todas sus capacidades de momento. Aquella pareja no lograba evitar ver hacia los lados, expectantes con temor hacia su alrededor, esperando el momento en que finalmente Javi o el resto de Dreamers decidieran venir a terminar el trabajo o como mínimo a reafirmar que su mensaje fuera transmitido; Kevin sabía en el fondo que Javi, con o sin poderes, no era del tipo de persona que vendría después de una situación así para terminar con ellos o volver a golpearles, pero aún así no podía confiarse, pues en cuanto al resto no tenía nada más que un par de candidatos a sus peores pensamientos.
—¿Y a donde nos vamos?— pregunto Elias, mientras dejaba con dificultad la mochila en la parte trasera de la camioneta
—¿Nos?— pregunto entre una sarcástica risa Karla, mientras veía a su alrededor, aún temerosa
—El, nos vamos a ir ella y yo un rato, solo un tiempo y pensaremos bien las cosas— confesó Kevin, mientras se acercaba a Elias y tomaba fraternalmente su brazo
—Así que si se van a ir corriendo ¿Eh?— se escucho desde la oscuridad del bosque, obligandoles a ver hacia el origen de la voz, terminando por ver todos a la dueña de dicha voz, era Dalia, portando un saco afelpado de color negro mientras daba fuertes pisadas sobre el pasto con sus botas de alto tacón —. Vaya, solo les tomo poco más de un mes...
—¿Qué quieres aquí?— pregunto Karla con molestia y tras cerrar la puerta de la camioneta y avanzar lentamente hacia Dalia
—Vaya, creo que les fue muy mal— susurró Dalia, mientras se llevaba las manos hacia la espalda, intentando lucir inocente
—Pues tu nos entregaste en bandeja de plata, tu dime, chingada madre— contestó con molestia Kevin, mientras veía a Karla de reojo —, sino tuvieras todavía poderes, te diera que un tiro entre Karla y tu, pero seguro también harías trampa ahora...
—¿Perdona?— rápidamente, Dalia acogió una postura más a la defensiva —¿Me hechas la culpa por...?
—¿Por haberles dicho a esos weyes donde estábamos y que vinieran a partirnos la madre?— contestó tajante Karla, en un fingido tono de inocencia
—O quitarles los anillos— añadió Elias, ganándose una sonrisa de parte de Kevin y el señalar de Karla, dándole un buen visto a su acción
—¿Qué más podía hacer?— expresó de golpe Dalia, dejando atrás su calmada "forma de ser" —Me arrincono y...
—Dalia hablaron en el entierro de Elvis, no mames— contestó con rabia Elias, evitando ver directo al rostro de Dalia, quien rápidamente se mostró molesto
—Y tú, puto, no te estés metiendo más en mis asuntos— contestó Dalia, avanzando al frente pero, para sorpresa suya y de Elias, tanto Kevin como Karla se interpusieron entre ella y Elias —¿Ahora tu también lo defiendes?
—Bueno, el no nos entregó ni aunque se hubiera ganado su boleto para cogerse a su crush— contestó Karla en su típico desplante de altanería —, al cesar lo que es suyo.
—Al cesar lo que es del cesar— susurró Elias para si mismo —. Gracias, K-K...
—Entonces así es esto ¿no?— contestó Dalia, claramente molesta —. Todavía de que vine a ayudarlos, a ver si estaban bien o necesitaban algo y...
—Tardaste una puta semana en venir a vernos después de la madriza que nos dieron— contestó Kevin, poco antes de darle una fuerte patada a su camioneta —¿Eres o te haces? Pendeja...
—Mira, no me estés faltando al respeto por que si no...— decía Dalia mientras bajaba lentamente sus manos y movía los dedos como antes de lanzar un hechizo
—Te traiste como pendejo al Javier desde que te conoce, y a nosotros a la primera te vas— contestó Kevin, mientras se llevaba ambas manos a la cabeza
—Es trajiste— corrigió Dalia, intentando no bajar la cabeza
—¡Ahi está!— contestó de un grito Karla —. Te cercan con algo y en chinga buscas lo más pendejo para librarte o huir, sin importarte que...— Karla se vio interrumpida apenas vio las manos de Dalia iluminarse con energía púrpura —. Y lo primero que haces, si no puedes mandar todo a la verga, destruyes.— añadió con firmeza Karla, mirando fijamente a Dalia, al menos hasta que algo los distrajo, un rugido.
—¿Eso fue un perro?— preguntó con temor Elias, mientras intentaba ver hacia las profundidades del bosque
—No lo creo— contestó entre un suspiro de molestia Dalia, generando dos orbes de magia en sus manos y mientras su cabello cambiaba lentamente de su oscuro tono al platinado cabello blanco de la Hechicera —, todos prepárense para...
—No tenemos poderes— respondió Kevin mientras miraba preocupado a su alrededor —, no podemos...— pero el cargar de una escopeta le mando a callar
—Qué fido venga— contestó Karla, mientras apuntaba con su escopeta hacia las entrañas del bosque
Las ramas crugian, las hojas se sangoloteaban mientras esté se habría paso hasta quedar al borde entre el bosque, y el patio trasero de la casa rota. En un ágil uso de sus habilidades, Dalia disparo una pequeña bola de fuego rosado hacia el bosque, justo en donde presentía estaba el lobo, topandose únicamente con que la flama rosa se torno ámbar una vez se estrelló contra un árbol y empezó a avivarse la flama, dejando finalmente ver el aspecto de la criatura que había aterrorizado a Santo Grial desde hace casi un año.
Era aquel lobo que los Dreamers habían bautizado como lobo simbionte, gruñienfoles a sus presas los Anti-Dreamers. El lobo daba pasos lentos hacia el frente dejando que, a medida que se alejaba del fuego y la oscuridad del bosque, la luz de la luna y la casa rota lo iluminarán, dejando a la vista su feroz y viscoso aspecto, además de una mirada carente de iris o pupilas.
—Es ese lobo...— susurro Elias, mientras buscaba su arco por instinto, pero hoy no estaba más ahí
—Carajo, es real— susurro Karla, mientras apuntaba temblorosa con su arma hacia el lobo
—Voy a suponer que será una noche larga— declaró para si misma Dalia, tras rodearse de aquella aura magenta y elevarse en vuelo; el lobo soltó un rugido y el combate inició.
—Residencia Delgadillo.
Naty despertó en medio de la noche, viendo a su alrededor en su oscura habitación, notando que, además de no tener ropa puesta, tampoco estaba su acompañante, Bruno, que se había "quedado" esa noche en su casa como muchas otras; la castaña se cubrió el pecho con la cobija, más por frío que por pudor pues estaba sola; rápidamente se paro desnuda en el medio de su habitación, casi deslumbrando con el choque del faro blanco por fuera de la ventana; con rapidez Naty vio la hora: Eran las dos de la mañana. Naty suspiro y miro a su alrededor, tomó un pantalón y suéter de pijama, de distinto juego cada uno, y se los puso, solo para después tomar su teléfono y salir de su habitación en búsqueda de que su pareja estuviera fuera de la misma. Salió al largo y frío pasillo hacia el que daban las puertas de cada habitación, logrando ver que la puerta al frente suyo, perteneciente a Diego y ahora también a Javi, estaba abierta y sin ambos dentro; por puro instinto Naty estiro la mano hacia el interior de su habitación y miró hacia el exterior por la enorme ventana que se encontraba al extremo final más cercano del pasillo a ella, logrando ver una larga calle que partía desde su casa, o lo que era el exterior de la misma. Su anillo, cual acto de magia, se rodeo de un aura blanca y voló por si solo hasta su dedo, colocandosele por si solo y tomando al fin la decisión de ir hacia las escaleras, al otro extremo final del pasillo; bajo con cuidado las escaleras, escuchando un extraño sonido que provenía desde la sala, como si se harán caer piezas de construcción y sonarán disparos lasers.
—¡Puta madre!— escucho el grito de su hermano menor desde la sala, causándole una carcajada que se vio obligada a guardar; el grito de Diego no era de temor o de sorpresa, era de una rabia casi infantil.
—Yo también tuve pedos con Geonosis cuando lo jugué, tranquilo we— se escucho la gruesa voz de Bruno
Naty entonces apresuró su paso al oír también la voz de su novio, sintiendo una calidez interior al saber que su novio, hermano y mejor amigo ahora estaban ahí, de madrugada y conviviendo de manera orgánica. Al salir de las escaleras, pudo ver aquel suceso; Javi y Diego en el sillón, pegados a los mandos de la consola mientras morían nuevamente, y a Bruno en la cocina mientras se preparaba un café y le sonreía con una sonrisa que Naty noto amarga por unos segundos, hasta que se volvió más calida.
—Cálmate wey, te va a dar más coraje otra misión, como la de mustafar— dijo Javi tras bostezar, poco antes de tomar su taza de café y beber de ella
—¿No le bajaron la dificultad para el que es la saga completa?— preguntó intrigado Bruno, saliendo de la cocina y dirigiéndose hacia la sala —. Hola amor, no te queríamos despertar...
—Nah, los ogetes creo la pero era más fácil o algo así— decía Javi, mientras se movía frenéticamente y le daba una sonrisa a su mejor amiga —, pinche Geonosis— contestó entre dientes Javi, dando una patada al suelo; había perdido nuevamente —, con lo que me encanta este juego...
—Es fácil decirlo para ti, a mi nomas me da coraje— confesó con una enorme sonrisa Diego, aun apretando de manera frenética los botes de su control —¡Esta es la única manera con la que tolero Star Wars!
—No te encontré en la cama y bueno, estaba lista pata salir a buscarte y...— trataba de decir Naty mientras se alejaba de Bruno para tomar una silla y jalarla
—Ya somos tres, hace rato que se salio— intervino Diego, logrando hacer que tanto Bruno, como Javi, suspiran con algo de molestia
—¿Hace rato?— pregunto Naty, extrañada y mientras dejaba la silla junto al sofá, de lado de Javi
—S-Si— contestó Bruno, logrando que Javi le mirara se reojo, expectante a cual fuera su respuesta —, no quise despertarte así que salí por unos cigarros, pero no encontré en ningún lado y pues aquí estoy y sin cigarros— confesó en una burlona molestia Bruno
—Me hubieras dicho y hubiera ido contigo— dijo Naty, mientras se acercaba a la silla para sentarse, haciéndolo con lentitud y algo de molestia, hasta que vio una almohada a un lado de Javi —Ja. ¿Me pasas esa almohada?
—¿Te duele sentarte?— pregunto Javi con una sonrisa maliciosa y mientras tomaba la almohada; Naty, sin muestra de rubor o pena alguna, asintió repetidamente y con una sonrisa de orgullo —Nada mal, señorita bandera de Japón— añadió Javi, tras darle la almohada a Naty, quien la puso con cuidado bajo ella y se sentó con calma
—Cállate pendejo— contestó con una sonrisa Naty, una vez ya sentada en la silla y viendo a su novio tras echar hacia atrás la cabeza; Bruno si estaba ruborizado —Entonces los tres dijeron... ¿Qué? ¡Oh, tres de la mañana, debo pendejear! ¿No?
—De hecho nosotros no hemos dormido, desde hace rato que andamos jugando Lego Star Wars— contestó con una sonrisa Javi, dando un gran salto al aire tras ver la misión pasada —¡Si! ¡Puta madre, si!
—Ya era pinche hora, no mames— contestó Diego, con un suspiro que libero una gran y contenida molestia
—Odia a la inteligencia artificial, no al juego— respondió más amable Javi, tras quitarse el sudor de la frente y estirar la mano
—Mañana tenemos escuela weyes— confesó Naty, buscando la mano de Bruno; este último, a pesar de ver el esfuerzo de Naty en tomar su mano sin ver, tardo unos segundos pero luego de un momento de la dio; Naty sintió nuevamente una frialdad no física de parte de Bruno
—Ya nomas terminamos el episodio dos y a chingar a su madre, ya nos dormimos— decía suplicante Javi, mientras veía la pantalla de juego y esperaba a la respuesta de Naty para continuar
—No mames ¿¡Pues cuanto nos falta!?— pregunto Diego, con una mezcla de fastidio y expectativa
—Ya nomas lo del Conde Dooku— inicio Bruno, mientras se alejaba de Naty para ir por su taza de café en la barra —¿No?
—S-Si, nomas eso— contestó Javi, mientras veía con sospecha a Bruno y luego a Naty, sabiendo que algo andaba mal
—Y-Yo me voy a dormir— contestó Naty, poniéndose de pie con rapidez mientras se dirigía a las escaleras, girandose una vez más hacia los chicos
—Descansa carnala— se despidió Diego, mientras veía la pantalla de carga —. A huevo, si tuvimos el jedi verdadero...
—"¿Estas bien?"— pregunto Javi sin decir palabra alguna, únicamente Naty le asintió entre un susurro un tajante "Si" —Descansa Naty— declaró finalmente Javi, mientras la veía mandar un beso a los tres y darse la vuelta
—Hasta mañana weyes— contestó Naty al aire, mientras que subía las escaleras, siendo rápidamente alcanzada por Bruno
—Naty espérame, nomas me acabo mi café y...— decía Bruno, poco antes de ser frenado por el violento giro y miradas de Naty
—¿¡Qué chingados te pasa!?— le regaño entre un susurro; Bruno quiso no entender, pero lo hacía, sabía a que se refería —Te he preguntado que si quieres terminar conmigo de una vez, y me dijiste muchas veces que no, pero sigues actuando raro, cortante y, bueno ¡Así!
—Natalia es solo que he estado cansado ¿okey?— le dijo Bruno, logrando ver callada a Naty —. Mira, es complicado lo se, pero trato de no hacerte sentir mal o algo com...— mas no pudo parar, un serio actuar de Naty acabó con sus palabras —¿Natalia?
—Cogimos. Me diste por detrás.— inició tajante y haciendo uso de que para ella, era un acto de mutua intimidad y lívido más resultado de lujuria y ello, sino una comunión con alguien que amaba —. Y luego tú solo, sin razón actúas como si yo te hubiera hecho algo culero, o fuera una pinche vieja que te cobro o algo así...— Naty solo se calló al ahogar y contener unas fuertes ganas de estallar en llanto. Ella era fuerte, incluso ahora —¿¡Tú como crees que me siento con eso exactamente!?— exclamó, esta vez de un grito que, aunque Javi y Diego no querían escuchar, sus oídos se vieron obligados a hacerlo
—Naty, yo, mira lo siento amor— decía Bruno, mientras trataba de sacar las palabras, pero no había alguna cosa que pudiera decir para calmarla o hacerla sentir mejor —. Es solo que... es complicado, pero Natalia yo...
—Tú vas a dormir en la sala— conteyso Naty, mientras sus ojos se tornaban llorosos —. Ojalá y acaben rápido con su juego, sino no dormirás bien...— finalizó tras darse la vuelta y subir las escaleras a pasos pesados, dejando solo ahí a Bruno
Naty subió las escaleras y antes de llegar a su habitación, paro a mitad del pasillo, esperando que este fuera tras de ella como algunas veces en sus peleas anteriores o un mal momento; pero esto no pasó, Bruno sólo suspiro pesadamente y se dirigió de vuelta a la sala. Naty ahogo su llanto nuevamente y se dejó caer contra la pared, deslizándose hasta llegar al nivel del suelo, y por primera vez en bastante tiempo, empezó a llorar.
—Preparatoria Moctezuma.
Tras tal madrugada, el día siguió su paso hasta terminar todos por amanecer, vestirse y salir hacia su día a día en la escuela. Javi y su entorno en general, Naty y su situación con su novio, incluso Neri y su luto, todas esas cosas parecían irse de sus mentes cuando se apagaban y se enfocaban únicamente en anotar o copiar lo que sea que fuera que los maestros apuntaban en sus pizarras o cuando les tocaba hacer un resumen de sus libros a sus cuadernos, incluso dejando de sentirse invencibles para ser solo lo que en mucho tiempo no habían podido ser, simples estudiantes en un monótono día de escuela. La última hora llegó, y como si fuera una cereza para el pastel que había sido la racha de hoy, a los jóvenes les había tocado de última clase aquel maestro que ponía tanto empeño en dar su clase, como lo haría un cantante de reggaeton buscando tener una letra culta o como mínimo entendible. Su dictado era lento y sin ganas, su tema era incomprendido incluso por él, dejando solo una lectura en voz alta, en automático y sin la más mínima búsqueda por dar a entender el tema. Mientras que Naty, como era su habitual actuar, busco disimular su sueño y cansancio, cruzo sus brazos sobre la paleta de su banca y sostuvo el lapiz en la mano, reposando la cabeza en sus brazos y durmiendo, pensando que como siempre, la estatura y postura de Javi lograría incubrir su hora de sueño, terminando por ser inútil, pues al igual que muchos de los estudiantes, Javi dormía descaradamente, recargado sobre su silla y logrando cubrir a Naty.
—¿Qué dijo luego de "composición mitocondrial"?— preguntaba Andra a Leslie, quien parecía solo mantener la mirada al vacío, incluso apartando un poco la mano de la de Johan al sentir el llamado de Andra
—¿M-Mande?— preguntó Leslie, volviendo en si
—¿Estabas dormida también tú?— preguntó Andra con una sonrisa, tras ver a su alrededor y notar que, en efecto, prácticamente todos estaban dormidos a excepción de algunos
—S-Si— mintió
—Pinche clase aburrida— dijo Andrea a su gemela, entre un bostezo; al girarse hacia atrás, notaron con cierta ternura el como Javi y Naty dormían con cierta "clase", muy al contrario de Diego, quien se había cubierto los ojos con su gorro y dejaba correr un hilo de saliva, similar a lo que hacía Neri, pero esta dormía recargada en Diego —. Lo que es poder dormir de día...
—Con este profe, no lo veo tan difícil— confesó sonriente Leslie, mientras parecía volver a su calmada forma de ser
—Callense a la chingada y dejen dormir— contestó con molestia Johan, girando se hacía otro lado y alejándose un poco de sus amigas y novia, intentando conciliar el sueño
—Ese si es un hombre— Andrea se mostraba sarcástica, mientras miraba había David y Narci, ambos compartiendo audífonos e igual de dormidos que casi todos los presentes —. Ows que bonito.
—Alguien escogió mal— declaró bromista Andra, mientras tocaba el hombro de Leslie y le señalaba hacia David
—Callate Andrea— contestó con una adormilada molestia Johan, mientras alzaba sin ganas su brazo, con su dedo medio en alto
—Fue Andra, pendejo— respondió molesta Andrea, dejando de lado su escritura, había perdido el hilo
—Y estoy acá— añadió Andra, con una sonrisa justo antes de dar un pequeño brinco al oír la canción Army Dreamers en las altavoces, marcando el término de clases —. Pff menos mal, ya no me perdí mucho dictado...
—Uuuu— inicio Leslie con una sonrisa emocionada que mezclaba ternura y expectación, todo esto tras ver como Elias se paraba rápidamente desde el otro lado del salón y veía con rapidez hacia ellos —, iren quien viene.— llamó mientras le daba suaves codazos a las gemelas —. Javi, wey ¡Javi!— exclamó entre susurros mientras se estiraba para despertar a Javi, logrando así despertarlo
—¿Eh?— pregunto Javi, aún somnoliento y mientras abría los ojos como platos al ver a Elias venir, limpiándose la saliva del labio y despertando en el proceso, por accidente, a Naty, quien despertó igual de somnolienta —¡El! ¿Qué pasó?
—No mames que ya acabó la clase— decía Naty, mientras se tallaba los ojos y bostezaba, dando una patada hacia atrás para despertar a Diego, quien dejó de roncar apenas sintió el golpe de su hermana
—Ya que estamos en equipo pensé en que podríamos hacer esta tarde el trabajo para ver cuanto le avanzamos, en mi casa o en la tuy...
—Puede hacerlo en la tuya— clamó Naty con emoción, y tras dejar caer sus palmas sobre los hombros de Javi, con una gran sonrisa —. Háganlo en tu casa Eli.
—Y también el trabajo— añadió en broma Diego, aun sin ver pero mientras Neri se quitaba de encima de él; todos rieron, incluso Elias y Javi, aunque más sonrojados que nada
—Oye deberás Natalia— decía Neri mientras guardaba sus útiles, mismos que no había usado, en su mochila —. No voy a estar en casa esta semana así que ¿hacemos el trabajo de una vez?
—Simon— contestó Naty, mientras se ponía de pie y miraba hacia la puerta del salón, topandose con Bruno en esta —Y-Yo em... ¿Nos vemos en la salida?— le pregunto a su compañera, terminando por esta asentir con entendimiento, reconocía aquella mirada y tensión
—¿Segura que no quieres que te espere?— pregunto Javi a su mejor amiga, quien incluso se giro hacia su hermano, este también le asintió, esperando su respuesta
—P-Podemos hacerlo, si— añadió Elias, mientras se sonreía a Naty, compasivamente
—No se preocupen, vayanse y ya ahorita me voy con Neri— respondió finalmente Naty, con una sonrisa mientras guardaba sus útiles y se llevaba la mochila a la espalda —, traten de poder caminar mushashos— les dijo finalmente a Javi y Elias, mientras abrazaba al primero y hacia ruborizarse al segundo
—Ja, ja, ja chistosa— confesó sarcástico Javi, tras separar el abrazo y verla avanzar hacia su novio —. Nos mandas mensaje cuando lleguen a casa de Neri
—¡Y cuando vengas de regreso!— añadió Diego, cual hermano protector
—Yo creo que mejor...— pero Neri fue interrumpida
—Si, esperala de cerca, por fa— finalizó Javi, antes de ver a Neri siguiendo a Naty
—¿Todo esta bien?— pregunto Elias, tras notar aquella situación y la preocupación en el rostro de Javi
—¿Te lo dijo tu intuición femenina o que, sherlock?— preguntó Johan, finalmente levantándose y tomando su mochila; aquel comentario logró un par de sonrisas, pero quizás ninguna sincera a excepción de Diego —¿Estas enojada o que show?— pregunto Johan a Leslie, con una genuina preocupación al ver a su pareja algo cabizbaja
—No, solo tengo algo de sueño— añadió Leslie, mientras se daba la vuelta y se adelantaba
—Tamadre, ahora que hice— declaró al aire para si mismo, más como preocupación que como pregunto
—De verdad ¿Ahora lo preguntas?— dijo al aire David, mientras se ponía de pie y ayudaba a Narci a ponerse de pie
Naty y Bruno caminaban sin freno, o velocidad, hacia los baños de la escuela, en aras de hablar. Sin percatarse de nada, al estar en sus propios pensamientos cada uno de ellos, ninguno noto la presencia de Neri, quien iba tras ellos con cuidado y cautela; Bruno finalmente paro al frente de ella, y tras ver que no hubiera nadie con ellos en el lugar, finalmente se giro hacia ella. Naty finalmente vio al rsorro de su novio, notando una punzada al corazón apenas lo vio con tal frío semblante; Neri, simplemente espero antes de entrar a los mismos.
—Si derepente se ponen a coger, me largo de aquí— susurro para misma Neri, mientras sacaba su teléfono y esperaba afuera
—Aún estoy molesta contigo— Naty fue la primera en hablar, y con una voz que ocultaba exitosamente su dolor gracias a su firmeza y molestia —. Pero eso no significa que me vaya a cerrar y no quiera hablar contigo, así que quiero que de huevos me digas que esta pasando Brun...
—Creo que debemos terminar— intervino Bruno, entre palabras que requirieron un gran esfuerzo —. Antes de que todo...
—Verga...— susurro Neri, dejando de prestarle atención a su teléfono y simplemente buscando agudizar su oír
—¿D-De que estas hablando?— contestó Naty, casi rompiendo su postura tras oír dichas palabras —. Osea, podemos todavía hablarlo o...
—Natalia lo que quiero que dejemos de alargar esto y...— Bruno no pudo terminar su frase, la expresión de Naty había cambiado a una que a diferencia de su común fortaleza, reflejaba tenue dolor, para Naty, eso era una gran muestra de dolor —, mira, solo creo que ya no, ya no fun...
—Te dije mil veces, que si querías dejar lo nuestro, que si querías que terminaríamos— trataba de decir Naty, mientras sus manos temblaban por el coraje —¿¡Por qué esperas a que todo este en calma para terminarme!?
—Natalia escucha, yo no quería que fuera así, solo...
—¿Solo que?— pregunto Naty, tras calmar su tono a uno más sereno que estaba al borde de estallar, aquello hizo callar a Bruno —¿Sólo no querías sentir que yo te termine? Por que eso es lo que parece, te dije un chingo de veces que podíamos dejarla de momento o de plano y estar en paz, pero no, quisiste que esperarte a que todo estuviera bien para hacerlo.
—Solo no quería que tuvieras la culpa en los hombros ¿¡Bien!?— exclamó Bruno, mientras trataba de evitar la mirada de Naty —No quería que pensaras que nosotros terminamos por que tu lo dijiste y...
—Y era más fácil tratarme mal por un tiempo hasta que decidiste dejarla— tras aquella declaración de la castaña, todo quedó en silencio por unos segundos, hasta que terminó por volver a hablar —. Bueno, dejemosla— contestó de nuevo —Gracias por el periodo de espera, pero no voy a seguir con esta platica...
—Natalia...— trato de decir Bruno, pero no hubo más que decir; Naty solo pudo respirar con molestia mientras que veía a Bruno con rabia y dolor, notando solo que su mano le temblaba un poco y, quizas por el enojo, ella noto sus pupilas cambiar momentáneamente de color blanco
—No, Bruno, ya estoy hasta ¡La madre! De tratar de hacer que esto funcione— exclamó Naty, notoriamente molesta —. Quieres que terminemos ¿¡No!?— Bruno, aunque con dolor, asintió luego de unos segundos —. Bien, terminamos Bruno, espero sea un pedo menos para ti.
Sin decir más, Naty se dio la vuelta con molestia, saliendo de los baños a pasos que hicieron eco en todo el lugar al ya estar vacío. Naty simplemente salió y vio de lleno a Neri, quien veía con la cabeza levemente alzada para poder ver a sus ojos, al ser más bajita; Naty quiso hacerse la fuerte, pero cuando Neri la abrazo, no hubo más que poder ocultar en tal momento, sólo una agitada respiración que salía de su nariz al contestar el abrazo de Neri; aquel largo abrazo fue similar al que le había dado a Javi hace tanto, largo e íntimo, mostrando una cara de Naty que Neri no creyó ver nunca, pero ahora le dolía verla.
—¿Quieres que hagamos el trabajo otro día y te deje ir a tu casa?— pregunto Neri una vez rompieron el abrazo, esta solo negó con la cabeza —¿O que vayamos con Javi y Elias? P-Puedo hablarle y...
—N-No no quiero arruinarle esto con Elias, lo necesita y...— confesó Naty, mientras ambas empezaban a avanzar
—Tú también lo necesitas, Naty— habló Neri, mientras buscaba en su celular el número de Javi
—No— pidió tajante Naty —Solo hagamos ese pinche trabajo ¿si?— pregunto Naty, mientras se limpiaba las lágrimas, no dejándolas ir más allá de sus ojos; Neri solo asintió —. Ahora solo no quiero estar sola...— pedía finalmente Naty, mientras veía de reojo hacia el baño, con una furia que buscaba esconder su tristeza
—Vamos a hacer ese pinche trabajo— declaró con una sonrisa Neri, entrelazando compasiva su brazo con el de la castaña —, y vemos alguna película de Adam Sandler.
—Eso sería una buena idea— finalizó Naty, con una sonrisa que, aunque auténtica, se mostraba aún dolida
—Residencia Diaz.
David, como casi todos los días cuando no salía con sus amigos o salía a hacer su deber como Black Lantern, atendía el puesto de tacos de su padre, como cada vez que él se iba a beber con sus amigos. El día de hoy era un día calmado en cuanto a la situación de clientela, no había venido nadie en un par de horas más allá de Narci, quien ya tenía como rutina llegar a casa de David, su ahora pareja. Música sonaba desde una que, por cinco pesos, podría reproducir alguna canción que el cliente escogiera.
—¿Y entonces la nena está viendo los jóvenes titanes en acción? Mames...— decía Narci, mientras comía un taco que David le había preparado; este solo dejó salir una risa por su nariz
—Ya no es una niña Narci, ya tiene como unos dos o tres meses que le puse los Jóvenes Titanes buenos— contestó David, mientras preparaba todo para hacer un taco o dos más, dejando papas a freír en el aceite
—¿Los del 2003?— pregunto Narci con gusto, antes de ponerle un poco más de salsa a su taco
—Sip— contestó tajante David, intentando alcanzar su refresco en botella de vidrio
—Su mirinda con popte, guapo chef—contestó alegre Narci, mientras le acercaba su refresco a David y este bebía por el popote —. Eres todo un pedogago— continuó, logrando sacarle una gran sonrisa —¿Qué sigue? ¿Titans a los quince?
—En primera, linda, es pedagogo, y en segunda, esa es a los diecisiete o dieciocho, a los quince será Young Justice— corrigió David, mientras echaba un par de tortillas a la plancha, a la par que cocía la carne
—Un día serás un gran padre, tenlo por seguro— confesó Narci, mientras mordía su taco y le guiñaba coqueta
—Llevo cinco años siéndolo amor, créeme, lo sé— respondió con una sonrisa y tras acercarse a la ventana, viendo que todo estuviera en orden con su hermana menor; fue entonces cuando, gracias a su super oído, supo de la pronta llegada de Javi antes de que esto sucediera, tan solo unos segundos después —. Menos mal, ya casi tengo tu taco
—¿Cómo sabías que venía?— preguntó Javi, tratando de disimular al ver a Narci en la barra del lado de clientes
—Escuché los relámpagos hasta acá— confesó David con una sonrisa, mientras noto como Narci se asomaba por un lado de la lona, buscando nubes de tormenta —. Ten, pechuga con papas a la francesa encima.
—Gracias caballero— señaló con alegría Javi, mientras tomaba el plato y sonreía al ver a Narci ahí —. ¿Llevan mucho aquí?
—Nah, llegué hace un rato— Narci solo sonrió tras hablar y mordió su taco —. Se ve muy feliz ¿No, Dave?
—Bastante— continuó David, con una sonrisa de sospecha hacia su amigo —¿Pichaste o cachaste?
—¿Qué?— preguntó Javi, mientras comenzaba a preparar su taco con una enorme sonrisa; la pareja sólo le vio con una sonrisa complicidad —N-No se de que estas hablando.— contestó con una sonrisa
—Trabajo escolar— inició David mientras fingía acomodar limones de manera desganada —. Tú y Elias...
—Su casa— completo Narci mientras tomaba de su jugo
—¿Cogieron o que?— pregunto finalmente David, prestando total atención a Javi; Narci solo soltó una risa curiosa
—No, no cogimos ¿de acuerdo?— contestó Javi mientras veía el refrigerador —¿Me das un senzao?— pregunto Javi, tras señalar hacia una botella con un rojizo líquido ámbar y una etiqueta amarilla
—¿Y por qué no?— pregunto David, con ciertos aires de decepción —¿Qué es el activo o qué?
—Mira la pasamos bien, oímos música, platicamos e hicimos el trabajo— explicó Javi, mientras tomaba su botella y la abría —. Pero sentí que hacer algo tan pronto seria como, no se, usarlo...
—Vamos, el quiere que lo uses en muchos modos, y ninguno del negativo— contestó incrédulo David mientras movía las manos en las cuales tenía un par de platos de salsa
—Y seguro por largo tiempo— añadió Narci alargando la palabra "largo", justo antes de morder su taco
—No es eso, aún estoy...— Javi hizo una pequeña pausa antes de dar un trago a su botella y seguir —enamorado de ella— añadió esta vez para ambos, quienes sólo dieron un gesto de molestia y entendimiento, sentimientos totalmente encontrados —, sería cruel para Elias que hiciera, o empezará algo, con él, cuando Dalia aún está...
—¿Aquí?— pregunto una femenina voz, que hizo a los tres girarse hacia la fuente de la misma
Dalia estaba ahí entre las mesas, con las manos unidas al frente, reposando ambas sobre su vientre. Usando una sudadera púrpura con capucha negra, Dalia ocultaba levemente su rostro, mientras lucía una falda negra y unas largas medias, logrando llamar efectivamente la atencion del velocista; una mezcla de pena, nerviosismo y expectación se hizo presente con rapidez entre Dalia y Javi al cruzar fugazmente las miradas. El corazón de Javi se aceleró a desmanera, incluso sin estar a máxima velocidad o en uso de sus poderes.
—Hablando de los siete malvados ex en una...— susurro David, intentando fallidamente ocultar su molestia —¿Quieres una rola o algo?
—La que me gusta que sale en "Te presento a Laura"— podio Javi, mientras se daba la vuelta para tomar su taco y avanzaba hasta Dalia, viendo a la misma tomar una de las sillas para sentarse —. Me vino a la mente...
—¿La que es de Songs for Eleonor?— Javi chasqueo los dedos en confirmación ante la pregunta de Narci —. Soy buena.— contestó para si misma Narci, terminando su refresco
Javi suspiro y finalmente dejó su plato y bebida sobre la mesa que Dalia había escogido para dicha comunión; con lentitud este se sentó mientras que el sonido de unas trompetas, sonando a través de una especie de sintetizador, sonaba desde las bocinas, mostrando que dicha canción había iniciado su reproducción. Javi suspiro mientras veía a Dalia, buscando evitar un cruce de miradas ante la vergüenza, obligándole a él a iniciar la charla.
—Así que... aquí estas ¿no?— pregunto Javi, con semblante que buscaba ser serio y ocultar aquella mezcla de emoción y amor que le provocaba el verla después de tanto
—Sep— inicio apenada —, vine a verte Ja-Ja— confesó Dalia, esperando una especie de respuesta positiva de parte de Javi, pero esto no fue así
—Puedes mirarme, Dalia— pidió tajante Javi, logrando hacer que esta suspirara y lo hiciera, viéndose obligada a quitarse la capucha
—¿Feliz?— contestó Dalia, mostrando que, bajo aquella capucha, su piel blanca mostraba un par de arañós ya cicatrizados
—¿Qué chingados te paso?— preguntó de lleno Javi, tras ver a Dalia ya curada; tenía un largo corte en la mejilla izquierda, y otro par más en frente y su ceja, quizás solo una garra la había alcanzado —¿Fue lo del lobo de ayer? Pinche Elias, me dijo que no les había pasado nada— la expresión de preocupación de Javi, se vio atenuada por la expresión sería de Dalia ante la mención del joven
—Elias, wow...— contestó desganada, y notoriamente molesta Dalia, en un radical cambio de actitud —. Lovely.
—No te pongas a la Skins conmigo— contestó Javi en referencia al personaje programa juvenil que ambos adoraban —Te sorprende de verdad que no me dijera— retomo, mientras bebía de su botella —¿O que halla ido a su casa a hacer una tarea con él?
—Me sorprenden varias cosas— decía Dalia, mientras miraba de reojo y se mostraba incomoda, al ver que David y Narci los miraban expectantes —. Qué Elias me hiciera caso de no decirte que paso, que se te lanzará en chinga apenas tuvimos nuestra pausa, y que tu lo escogieras para hacer ese "trabajo"— continuó Dalia con una sonrisa fría y algo apagada
—Me confundes un chingo— intervino Javi —. ¿Qué mierda significa todo est...?— pero él no pudo seguir, pues muy en contra de lo que él quería hacer a continuación, Dalia tomó su taco y se lo llevó con rapidez a la boca, dándole una mordida y disfrutándolo cual niña
—Significa que te extraño— contestó tras pasar el bocado y agachar un poco la cabeza, haciendo círculos sobre la mesa con su dedo índice —. Y mucho, Ja-Ja...
—Mira, yo creo que todo lo que estamos pasando es más que señal de que...— trató de decir Javi, pero siendo nuevamente interrumpido
—¿De que debemos seguir juntos?— inició con una sonrisa auténtica —. Tu héroe, yo antiheroina, ambos enamorados...
—Por culpa tuya y de los Anti-Dreamers, Elvis esta muerto, Dalia— señaló de tajo Javi, tomando de nuevo su taco —. Hay un clon aún más mierda de Johan oír ahí y, oh, es cierto ¿olvidaste la parte donde quizás seguirías ocultandome esto, de no haber ido a la excursión?
—Javier cometí errores, okey, yo no pedí estos poderes ni que las personas equivocadas me encontrarán— contestó Dalia, con una clara culpa y arrepentimiento visibles —. Lo único que he pedido en mucho tiempo, es a ti, y no quiero regarla lastimandote, solo quiero que tu estés bien, conmigo, como antes...
—¿Cómo cuando debíamos ocultar nuestra puta relación a todos los que claramente ya sabían que éramos novios?— preguntó Javi, mientras que un destello de relámpagos negros corría entre sus dedos
—No era por que me dieras pena o así, era más por mi y por mi mamá, ya sabes como se pone cuando tengo novio— excusó Dalia, mientras veía a su alrededor, tratando de no prestar atención a las miradas de Narci y Diego
—A decir verdad no lo se, porque solo fingí ser tu amigo cuando iba a tu casa— contestó desganado Javi, mientras aquellos destellos negros a su alrededor aparecían e incluso dejaban leves marcas de quemadura en su uniforme
—Sabes de lo que hablo Ja-Ja, mamá nunca acepto a ninguno de mis novios, si se enteraba de ti, no me dejaría salir más— añadió Dalia, tras posar su mano sobre la de Javi; este entonces sintió su ira descender de intensidad —, estoy perdidamente enamorada de ti, y lo único que quiero es que tu y yo funcionemos, como antes, tu y yo, ya no solo Dalia y Javi, sino la Hechicera y Rojo...— termino, mientras parecía levantarse de su asiento
—No se que tan buena idea sea— contestó Javi, buscando ver hacia otro lado pero no pudiendo evitar ver de reojo a Dalia, quien ahora se había levantado de su asiento y se mantenia recargada sobre la mesa
—¿Por que no dejamos que algo más hable por nosotros?— insistió; Javi esta vez si se giro hacia ella, pues su corazón iba a mil por hora
—¿De que hablas?— pregunto, buscando evitar lo inevitable para ambos después de tanto tiempo de estar tal estado de relación comatosa
—Bobo, no te estoy diciendo que si quiero ser tu novia, te estoy diciendo que si quieres ser mi novio— Dalia se había levantado de su silla completamente y ahora se inclinaba mientras acercaba su rostro al de Javi suspirando y jadeante a tenuidad —...otra vez. Aunque esta ve, Rojo, hazme tuya, esta noche...— termino Dalia, dando un último suspiro que termino por romper los escasos centímetros que les quedaban entre sí, fundiendo sus labios en un beso pasional y profundo, producto del anhelo y deseo que habían estado viviendo hace ya tiempo. Una liberadora recaída en lívido y corazón
—Eso fue un golpe bajo— inicio Narci, mientras se giraba hacia su plato, ignorando aquella platica —. Puta.
—Puta madre— finalizó David, tras echar la cabeza hacia atrás con pesar
Pocos minutos pasaron hasta que una intensa y violenta estela de relámpagos negros llegó hasta el ahora nuevo hogar de Javi, siendo este con Dalia en brazos, quienes fueron con gran premura hasta su ahora nueva habitación, dejando que nada más que su deseo y desespero hablaran por ellos. Había pasado tanto entre ambos, y aún con todo ambos aún se deseaban como cuando se vieron mutuamente con las prendas que el contrario encontraba enormemente afrodisíaca. En un parpadeo la luz del sol entraba por la habitación de Diego, que ahora compartía con él, sentía un peso en el pecho y sentía el rozar de otra piel contra la suya bajo las sábanas. Poco tardo en darse cuenta que ya había amanecido, y había despertado en la cama junto a Dalia.
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