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11: Razor

El día que Elvis Perez fue enterrado, fue ante todo antagónico a los Dreamers y aquellos más que sufrían la pérdida del joven; era un día soleado desde primera hora de la mañana, fuera de la fúnebre ceremonia se veía a la gente vivir su día a día con tranquilidad y hasta felicidad. Cerca de Neri se encontraban los padres y el resto de la familia de Elvis, sollozando y sufriendo bajo el potente rayo del sol; al otro lado del ataúd y frente a ellos, se encontraban en fila Javi, Naty, Bruno, Diego, David, Andra, Andrea e incluso Leslie, todos cabizbajos con su fúnebre vestimenta, trajes y camisas de vestir color negro y, en el caso de todas menos Andra, vestidos negros. Johan y Leslie brillaban por su ausencia del evento, ni siquiera en la lejanía como Javi y los demás pensaron que los verían pero, como podrían después de lo sucedido. A un par de personas, y saludando a Javi con una sonrisa amiga, estaba Elias, cuyo brazo aún seguía enyesado, logrando hacer que Javi sonreirá vagamente mientras le miraba. Naty, quien sujetaba la mano de Javi a la vez que la abrazaba Bruno, veía hacia Neri con un empatico y melancólico semblante, justo antes de que, ante el desenfoque de sus ojos, pudiera divisar una mujer vestida con una falda negra que le dejaba a la vista unas largas medias a rallas blancas y negras, eso y una larga camiseta con, como no, el símbolo de los Red Lantern Corps en ella, aunque hecho a partir de pintura en aerosol. Obviamente su primer reacción tras llegar finalmente el ataud a la tierra, fue dar un par de codazos a Javi, quien rápidamente se giro hacia la mujer, claramente notando no sólo su presencia, sino también su identidad, por lo que este decidió irse hacia ella apenas todos empezaron a irse de a poco de aquella ceremonia fúnebre por dos razones; una, la presencia de Neri y el hecho de que sin duda no se la pensaría para ir por ella hasta donde sus puños le dijeran que parara, y dos, que quería hablar con ella en persona.

—¿Tratas de hacer puntos con tu outfit hoy, eh?— pregunto Javi, con manos en sus bolsillos y llegando justo frente a ella —Hechicera...

—Ja-Ja, por favor escucha— Dalia intento acercarsele, pero noto un hueco en el estómago apenas Javi dio un paso hacia atrás —, lo arreglaría si pudiera— susurro mientras adoptaba una falsa pose de alteneria —, podría b-borrar las mentes de todos con el hechizo correcto— pero la inreaccion de Javi fue una respuesta para callar —Javier, te hablo...

—Tú solución para haberme mentido y luego crear algo que mato al único de nosotros que todo esto le valía verga ¿¡Es borrar la memoria de que existió!?— temerosa, Dalia asintio al ver un relámpagueo en los ojos de Javi, nada raro, salvo por que estos no eran más amarillos —¿¡Y que pasaría cuando lo buscarán!? ¿¡Eh!?

—B-Borraría que existió para todos menos nosotros— explicó Dalia, mirando fijamente a Javi con aquella mirada enamorada que siempre lograba derretir a Javi; esta vez no tuvo éxito —Ja-Ja... te extraño, han sido un par de semanas duras y...

—Imagínate para Neri— contestó tajante Javi, con tenue dolor en su voz y mientras se giraba hacia la tumba de Elvis, donde estaba Neri aún, pero acompañada —. Lloraría por un amor que existe, solo con nosotros...

—También le borraría la memoria a ella, Javi— añadió Dalia, mientras bajaba su paraguas y buscaba el abrazo de Javi —. Sólo, déjame volver, arreglemos esto, lo que menos quiero

—Vuelves como si nada después de que nos enteramos que eres la Hechicera y nos traicionaste— susurro Javi, alzando los brazos en búsqueda del cuerpo de Dalia —, y ¿quieres ayudarnos a lidiar con esto?— el semblante de Javi se vio calmado y hasta reconfortado; Dalia asintio —. Pero aún así tu solución es simplemente borrar memorias y decir que nada de esto pasó ¿¡No!?— Dalia dio un paso hacia atrás tras notar la furia en Javi, una furia que ella no sabía ocultaba dolor —¿¡Quieres hacer algo que ayude de verdad!? ¡Dinos donde se esconden Kevin, Karla y el resto de los Anti Dreamers!

—Ja-Ja, yo solo quiero arreglar las cosas, entre tú y yo— pedía Dalia, con un tono de voz apagado y semblante triste, acercándose para tomar cariñosa las manos de Javi

—Donde se esconden, Dalia— pidió con calma Javi, muy a pesar de que su anillo se mantenía brillante —¿Donde se esconden? Es todo lo que quiero saber y así, poder empezar a arreglar las cosas— ella se creyó victoriosa; Javi miro a los ojos de la su, hasta donde tenía entendido, novia

—Casi a las afueras de Santo Grial, por el norte, hay una casa que parece de puros vándalos— decía Dalia con una sonrisa hacia Javi al ver que él, aún con una furia que sabía bien ocultaba, aún tenía ese brillo y dilatación de pupilas cuando la miraba —, siempre es "privada", solo algunos se acercan y muy pocos tienen llave, es como un punto de reunión o así, Kevin y yo a veces íbamos a...— aunque ella sintió que reaccióno rápido al dejar de hablar, la super velocidad de Javi le jugo en contra, pues este pudo ver una expresión que solo hizo una cosa, romperle el corazón —, solo digo, que ahí es donde se deben de ocultar, Elias nunca iba, así que el no sabe de...— de golpe, Javi soltó las manos de Dalia y dio varios pasos fuertes hacia atrás, con un notable sentir que literalmente le brotaba por el cuerpo, pues relámpagos negros se hacían presentes a su alrededor por unos segundos, alertando un poco a Dalia —Ja...

—Por favor, solo, no...— decía Javi, evitando que hablara o el siquiera hablar de lo que parecía quiso decir o evitar decir —, ya no digas más, o tendré que dejar que Pink Troy se haga cargo o peor, que Naty lo haga...

—¿Osea que ni unos segundos de que crees que te dije lo que crees que dije y ya iras de chismoso con tu mejor amiga?— pregunto Dalia, ahora en una postura más defensiva, avanzando hacia Javi a la par que este retrocedía buscando alejarse de ella

—Quieres hacer borrón y cuenta nueva, Dalia— contestó tajante Javi, tras llevarse con furia las manos hacia la cabeza y meter los dedos entre su cabello —¿¡Crees que es tan fácil!? ¡Cada vez que parece que haces una maldita cosa bien, es como si fuera un aviso antes de darme una puta puñalada que ni siquiera es a traición!— exclamó furioso Javi, logrando hacer retroceder de golpe a Dalia gracias a un par de largos relámpagos negros emergieron de su pecho e incluso dejaron una marca de quemadura en el suelo bajo él —Pff... relájate— susurro para si mismo, buscando atenuar aquel sentir —. Las cosas no funcionan así, Hechicera— algo dentro de Dalia pareció ser golpeado, por lo que ni siquiera pudo hablar, solo su triste semblante respondió por ella, una respuesta que Javi no estaba en momento ni de percatarse de ella —, si no están ahí, no voy a decirte cuando los encontremos, hasta que...— pero nuevamente su teléfono sonó, seguramente sus padres; no respondió —, hasta que ya hayamos decidido el castigo...

—Ja-Ja se que estas enojado con ellos y...— aunque el hablar calmado de Dalia no surtio efecto, aquel chantaje no podía seguir

—No solo con ellos— finalizó tajante Javi, dándole una mirada tal a Dalia, que casi pudo ver la forma de la furia salir de sus ojos

De golpe, y para la impresión no sólo de Dalia que salto casi un metro hacia atrás, sino también de Naty, que veía desde lejos; Javi salió disparado con su ahora un poco más violenta estela de relámpagos detrás, pero ya no eran más amarillos o rojos, ahora eran relampagos negros que incluso parecían tener un aura borrosa a su alrededor, como si tomarán la luz a su alrededor. Javi salió disparado con violencia hacia un destino incierto, dejando impresionada tanto a Dalia como a Naty, quienes tras esto desviar sus miradas hasta cruzarlas, topandose Dalia con una furica mirada de parte de Naty.

—Residencia De Armas.

Un rato más tarde, Javi se paseaba por la cocina de su casa, sirviendo cereal en un tazón y a su vez sirviendo leche en un vaso, mismo vaso al que después le añadiría chocolate en polvo; muy a pesar de que tenía sus poderes hace ya mucho, jamás había pensado en mover o vibrar su dedo, o cuchara, en el vaso para así diluir más rápidamente el chocolate en polvo. Tras hacerlo, soltó una risotada al ver como por primera vez en toda su vida, y sin hacer uso de la licuadora, su leche chocolatada estaba lista al instante; Javi la sujeto y como si hubiera pasado una vida entera sin relajarse, dio un largo trago a la misma, disfrutando cada mililitro de esta pasando de su boca hacia su garganta, como si con cada uno de estos, un peso más de todos los recientes se fuera. Cuando terminó, su vaso estaba ya a la mitad, por lo que en un fugaz uso de sus poderes, lo relleno y completo con más chocolate en polvo. Pronto, Javi vio a su padre bajar las escaleras y cuando cruzaron miradas, su padre sólo le sonrió y lo abrazo con fuerza.

—Lamento mucho lo de tu amigo mijo, a veces, la vida solo, es injusta, sobretodo en un mundo tan mierda como el nuestro— dejó salir su padre; aunque la única respuesta de Javi fue una apagada sonrisa, su padre entendió su melancolía —, trata de no dejar que esto te de en la madre, no creo que él querría eso.

—Gracias papá— contestó Javi, sonriente y viendo atento a su padre, justo antes de sonreirle —Oye por cierto, llegarán Naty y los demás, vamos a ir...

—¿Chocomilk con cereal? ¿En serio?— pregunto su padre, tras ver atento —¿Qué quieres enfermarte?

—No, ya no, solo iba a dejarlo enfriar un rato en el refri, pa— contestó finalmente, mientras guardaba se daba la vuelta hacia el refrigerador y metía en este su vaso —Tengo que salir papá, los demás y...

—¿No acabas de llegar?— contestó en un gradual cambio de sentir; Javi quería pensar que era por todo lo que estaba pasando, pero el mero hecho de ya llegar a dudar, incluso en estos momentos, del porqué de la pregunta de su padre, le destrozaba por dentro —, todos los pinches días fuera, convive un poco con nosotros pues.— su padre hizo una pequeña pausa —Además ya va a ser de noche— contestó su padre justo antes de que Javi contestara, pero cuál competencia, algo lo interrumpio también a él, la puerta fue tocada

Javi suspiro en una mezcla de alivio y molestia, alivio por que seguramente eran sus amigos en un tiempo preciso de llegar a salvarle, y molestia por que sabía que solo por haber salido hoy, seguramente salir al día siguiente sería como si cometiera alguna fuerte ofensa para sus padres, no quería ni imaginarse el hacerlo ese mismo día. Ambos, padre e hijo, se dirigieron hacia la puerta en búsqueda de abrirla, siendo Javi quien llegó primero a la misma y la abrió, viendo de primeras no sólo a su mejor amiga, sino también a un par más de amigos.

—Hola chumachos— la ya de por sí apagara sonrisa de Naty se extinguió al Javi abrirle la puerta; Javi guardo la mano en la que poseía su anillo, el cual brillaba, y choco los cinco con quienes habían llegado —¿Cómo están?

—¿Listo?— pregunto Naty, quien estaba en compañía de su hermano Diego, David y Andrea —¡Hola Señor!— exclamó con una sonrisa Naty, quien al igual que Diego se acercaron a abrazar al padre de Javi

—Hola hijos ¿Cómo están?— pregunto su padre a los chicos, quienes saludaron y respondieron entusiastas, pero quienes también cambiaron de expresión al ver la forma en la que padre e hijo se miraban —, estense truchas, ya nos veremos alrato...— contestó tras darle una firme palmada a Javi, misma que denoto la tensión creciente en todos —. ¿A donde irán?

—Por hay, haber que se hace, no tenemos plan como tal apa, pero queremos despejar un poco la mente— decía Javi, mientras salía de la casa y se posaba junto a Naty, viendo a su padre aún en el interior de la casa —. Llegó cómo a las ocho apa, dile a mamá que no se preocupe mucho ¿Si?

—Con cuidado, se divierten— añadió el padre de Javi, justo antes de despedirse de los chicos y cerrar de golpe la puerta

—¿No fue algo seco?— le preguntó extrañada Andrea, mientras jugaba con el anillo de Volthom entre sus dedos dentro de su bolsillo

—¿Cómo está Andra?— contestó Javi con una pregunta más, evitando responder

—Te marcaban mucho en la tarde ¿Qué pasó?— pregunto Naty, mientras se giraba hacia la casa, justo antes de mirar de nuevo hacia Javi quién iba a la cabeza

—Querían saber donde estaba— contestó tajante Javi

—¿No les dijiste que estabas en el entierro?— insistió Naty; Javi asintió —¿Tons que pedo?

—Si, supongo se les olvido por que se sorprendieron un poco cuando les dije, pero no lo suficiente como para que no se los haya dicho— añadió desganado Javi, incluso alentando su avance

—¿Qué hay de la Hechicera?— intervino Diego, haciendo que todos se desviaran a verle —¿Qué? Mis amigos son super héroes, como no prestar atención...

—Me dio buena información que créeme, vamos a aprovechar— contestó con una sonrisa maliciosa Javi, mientras todos aceleraban la caminata a la par que iban sacando sus anillos, alistandose todos para usarlos

—¿Y como?— añadió intrigada Andrea, mientras que se colocaba con dolor su anillo

—Sabias que una persona puede levantar a otra del suelo ¿con dos patadas seguidas?— pregunto tajante Javi con una expresión seria que no hizo más que preocupar todavía más a Naty y Diego, era habitual en Javi aquella frase, pero hoy se sentía distinto

—La casa rota - alguna parte de Santo Grial.

El vecindario aledaño a la casa, si es que se le podía decir, era de un aspecto meramente tan lúgubre como inseguro; cada casa estaba cada vez más distante de la anterior, teniendo un terreno baldío lleno de pasto crecido o solamente árboles para llenar el espacio, y la casa mencionada por Dalia, era la última de la "cuadra", estando incluso su "estacionamiento" con el concreto del suelo ya empezando a romperse por las raíces de los árboles. Aquella casa, bautizada por los mismos que la visitaban o ya residian directamente en ella como la "Casa Rota"; una casa que estaba en el medio perfecto entre una casa algo descuidada y una que se caía a pedazos. Kevin y Karla salieron por las puertas traseras hacia su "estacionamiento", que, al no tener luz o foco alguno para iluminar, estaba totalmente en oscuridad, únicamente viéndose bañado por la luz de luna; ambos llevaban mochilas y un par de maletas mientras avanzaban rápidamente hacia la camioneta de Kevin, una Toyota Pick up del noventa y cuatro en color, como no, naranja y con el símbolo del Orange Lantern Corps pintado con pintura negra en aerosol.

—¿Por que chingados no solo nos vamos volando?— pregunto molesta Karla, tras lanzar su maleta y mochila a la parte trasera de la camioneta

—Esperan que hagamos algo así, nos vamos con mis familiares en El Paso y listo— decía Kevin, tras lanzar con cuidado su maleta al camper

—Eso sí tu amiga no les ha dicho donde encontrarnos— contestó con molestia Karla, pasando por detrás de Kevin y mirando hacia la cabina de la misma

—¿¡Podrías dejarlo en paz!?— contestó con molestia Kevin, girandose hacia ella con una mirada acusatoria—. Con una perra chingada, solo lo molestas y él con pedos te habla— pero Karla simplemente movió la boca, imitandole de manera exagerada en su hablar

—Él solo nos retrasa, incluso antes de los anillos, es una carga, igual y ya hasta se lo cogio el Javier y le saco el jugo, o el a Javier— confesó de nuevo Karla, poco antes de mirar hacia el cofre de la camioneta, mostrando cierto asco al ver el símbolo en él —¿De verdad tenias que ponerle tu pinche símbolo ese a tú troca?

—¿Cuál es tu pinche pedo con Elias? Es bueno y su culo no lo traiciona— contestó mientras se giraba hacia a ella, viendo con un creciente temor el símbolo pintado en su cofre; rápidamente miró a su alrededor y busco el anillo de en su bolsillo —No mames, yo no se lo pinte...

Repentinamente, una enorme mano de luz blanca choco su palma contra Karla hasta estrellarla contra un costado de la camioneta, impidiéndole tomar su anillo amarillo, el cuál llevaba en su cuello; Kevin busco reaccionar y defender pronto a su amada, pero esto le fue imposible pues antes de llegar a ponérselo, fue golpeado por un intenso y violento relámpago negro que casi destrozo la parte trasera de la camioneta, terminando por dejar a la vista a su dueño, el propio Javi, que tenía su brazo contra el pecho de Kevin;apenas Kevin y Karla pudieron ver más allá de la mano que la sostenía y de Javi, respectivamente, notaron con temor como de entre los arbustos, emergian lentamente David, Naty y Andrea, todos con sus anillos resplandecientes y una fiera mirada en sus ojos; entre estos estaba un apenado Diego, quien miraba incrédulo a Kevin y Karla, pero con una notable rabia al saber que por ellos Elvis había muerto. Ambos forcejearon para soltarse de sus agarres, pero ninguno podía hacer nada contra los constructos de Naty o la fuerza de Javi.

—¡Presta!— exclamó Andrea, tras haber creado una serpiente con su anillo, misma que le arrebato el anillo del cuello a Karla

—¿Buscas esto?— pregunto Javi, alzando ya en su mano el anillo naranja de Kevin; Kevin vio con temor el como los ojos de Javi, además de mostrar una rabia y melancolía puras, habían cambiado el café de sus iris, a un eléctrico negro casi imposible de diferenciar de la pupila —. No vaya a ser que traten de matar a alguno de nosotros otra vez...

—Oigan, bueno— inicio Diego, dando un par de pasos hacia el frente y dejando la punta de su bate sobre el suelo —, creo que sin sus monedas de poder ya no harán daño, ¿podríamos aflojar un poco los agarres?

—Mataron a Elvis— contestó con molestia Naty, presionando un poco más a Karla

—N-No fuimos nosotros, fue ese estúpido de Nahoj— declaró de golpe Kevin, luchando por soltarse mientras veía el aura roja del Javi gracias a su anillo de Red Lantern —¿por que no lo buscan en la casa o en casa de Emmet?

—¿Emmet?— pregunto Andrea, extrañada mientras miraba fijamente a Kevin —¿Grey Lantern se llama Emmet?— Karla asintió con molestia y dolor

—¿Y ustedes hacia a donde iban?— pregunto Javi, mientras que los relámpagos negros en Javi se volvían a hacer presentes; aunque todos se extrañaron por unos momentos, aquel que se preocupó más fue David —¿Hicieron su pinche desmadre y se van a la verga? ¿¡No!?— pregunto de un grito Javi, justo antes de soltar a Kevin y colocarse su anillo de terranita azul, perdiendo momentáneamente todos sus poderes

—Sólo puedes con tus poderes ¿no, culero?— pregunto Kevin tras deslizarse aún recargado sobre la camioneta, poco antes de intentar ponerse de pie; sin que Kevin pudiese ponerse de pie finalmente, un fuerte puñetazo descendente de parte de Javi no sólo lo regreso al suelo, sino que incluso hizo que Kevin escupiera sangre se su boca, salpicando el suelo —¡Hijo de tu puta madre!— grito mientras se llevaba las manos a la boca

—Ese fue sin poderes, pinche puto— declaró Javier, resaltando la última palabra y poco antes de dar una fuerte patada a las costillas de Kevin, causándole un fuerte dolor —, y también esa...— mas repentinamente Javi dejó de sentir dicha furia inicial, aun se sentía triste y furioso con ellos, pero ya no con la intensidad que tenía hace días, pues hace días que no se ponía su anillo de terranita

—Y sólo fue él, espera a que sea yo— añadió Naty, soltando finalmente a Karla y rápidamente quitándose su anillo para así dar un fuerte golpe a la boca del estómago de Karla —Ahora si ¿No, pinche vieja?— pregunto furica Naty, poco antes de sujetar a Karla de la cabeza y obligarla a mirarla; Karla no dijo nada

—Natalia dejala— pidió tajante Diego, avanzando hacia su hermana en búsqueda de traqulizarla; el simple hecho de posar su mano en el hombro de su hermana la detuvo, mas verlo con resentimiento no pudo evitar —. Yo creo que ya— pero un grito al aire de parte de Andrea le interrumpió; Andrea corrió hacia Karla y la tomó de la cabeza con una mano, solo para así estampar su cabeza contra el auto —...entendió...

—¿Tú crees?— pregunto Andrea, viendo fijamente hacia Diego, con una mueca molesta

—¡Tal vez luego del sermón!— grito David, tras encarrerarse y dar una parada al pecho de Kevin, quien se mantenía aún en el suelo —. Qué raro, de repente se les bajo lo verguero— añadió David, viendo a Kevin en el piso; Kevin, en su dolor, miró hacia los rostros de sus atacantes. Los ojos de Javi eran de nuevo cafés

—¿¡Qué putas quieren!?— pregunto Kevin, buscando escupir la sangre que se acumulaba en su boca, justo antes de que Javi lo sujetará de la camisa y obligará a ponerse de pie —¿¡Por qué no buscan a esos tres ojetes que faltan!? ¡Les diré donde pueden estar!— exclamó casi a gritos Kevin, escupiendo un poco en el proceso y manchando la camisa y parte del cuello de Javi

—Dos de ellos están aun escondidos— confesó Javi, logrando alzar a Kevin solo con sus manos, pues el anillo rojo aún le daba poder

—¿Quién es el tercero?— pregunto Diego al fondo entre ellos

—¡La puta de la Hechicera!— exclamó Karla, aun tomándose con dolor del estómago; su rabia por un momento pareció ser más por la mención de la Hechicera

—¿Quién creen que nos dijo donde estaban?— respondió con orgullo Javi, finalmente soltando a Kevin y dejando que se deslizará de nuevo hasta el suelo sobre su camioneta; Javi deslizó de sus dedos el anillo de terranita con disimulo

—¿Algo más antes de que se vayan y los busquemos para darles en su madre otra vez?— susurro Karla, aún en el suelo; Javi rodeo de relámpagos negros su mano y la puso a vibrar, alzandola

—¡El valor verdadero no es saber como quitar una vida!— interrumpió Andrea, tomando con fuerza la muñeca de Javi tras este alzar la mano amenazante

—Sino cuando perdonarla...— susurro Javi, calmandose lentamente y dejando de mover su mano —Agradezcan que no dejamos venir a Neri, a ella no la habrian detenido unas palabras inspiradoras— finalizó Javi, justo antes de darles la espalda a la pareja

—¡Nuestros anillos! ¡P-Pinches ratas!— reclamo Karla, intentando ponerse de pie y alcanzar a los Dreamers

—Estaremos pendejos para dárselos después de todo esto— contestó Naty, mientras creaba dos orbes blancos en donde contenía ambos anillos —, jodanse solos...

—Una cosa más que no sea usual en ustedes pre-anillos y venimos en términos más edgys— advirtió Javi, sin voltear a ver a ambos —, si saben algo de Grey Lantern o del otro Johan, digannos, o la putiza no habrá sido de a gratis...— finalizó Javi mientras se retiraban lentamente, dejando ahí a los heridos Kevin y Karla, lamiendose sus heridas.

Por varios minutos ellos caminaron a paso lento por las calles de Santo Grial; al frente del grupo venían a la par Naty y Javi, mientras que a sus espaldas venían David y Diego, con Andrea en medio; ocasionalmente se oía el lejano aullido del ya bautizado "Lobo de Santo Grial", en parte se sentían tentados de colocarse sus anillos y acudir a aquel feral rugido, buscando evitar que este hiciera de las suyas, pero por más que trataban, ni con la velocidad de Javi, la super audición de David, o el vuelo del resto del equipo, podían dar con la guarida o ubicación del lobo simbionte, pero por más que lo habían buscado noches anteriores, jamás daban con su ubicación, o llegaban tarde a su encuentro, dejando detrás a sus víctimas.

—¿Estas seguro de que no quieres quedarte en casa?— decía Naty, mientras veía cercana su casa —. Mis papás podrían marcarle a los tuyos y decir que te quedaste bien dormido o algo así y se te olvidó mensajear a los tuyos...

—Estaré bien Naty, ya lidiare con mis jefes, parece que cada vez más esta por estallar la puta olla— confesó Javi, con una sonrisa llena de melancolía —, si lo hace, que ya pase— mas Naty no se quedó conforme con aquella respuesta

—Vamos Ja, hasta Andrea se quedará en nuestra casa— contestó Naty, pidiendo por que el joven se quedara en su casa

—Estaré bien Naty, además, creo que tu mamá se espantara de más cuando me vea con sangre en la camisa— declaró Javi con una sonrisa apagada y mientras veía el cielo nocturno

—A chinga ¿Y tus papás no, wey?— contestó David desde el fondo, con una sonrisa en su rostro; él no se quedaría tampoco con Diego y Naty, pero quería que su amigo estuviera en compañía

—Entraré rápido y no se darán cuenta, ya les diré en la mañana que llegue más temprano pero se me acabo la pila del teléfono— confesó Javi, Diego y Andrea hicieron gestos que confirmaban la credibilidad de ese argumento

—Me preocupas Ja, y no solo por lo de hoy— Javi miro extrañado a Naty —, y no solo por lo de estos días, hoy cuando te pusiste el anillo que te quito tus poderes, te veías de nuevo bien, y por favor ¿¡Me vas a decir que los relámpagos negros no son para preocuparse!?— Naty realmente se veía preocupada, y Javi no quería mentirle, pero tampoco decirle la verdad; aunque David sabía realmente el significado de estos relámpagos, él calló, no quería aumentarle su inquietud —. Vamos Ja, hasta yo se la escala de color en películas y todas esas cosas...

—Naty— Javi empezaba su mentira —, los relámpagos tienen que ver también con como nos sintamos, y con todo esto de Elvis, bueno...— aunque en parte era cierto, Javi noto de reojo la mirada de David —, te prometo que solo es una especie de auto-actualización, como...

—Lucifer— confesó Naty con una sonrisa; ambos adoran esa serie

—¿Ves?— pregunto Javi, tras acercarse a abrazar a Naty en inicio de su despedida —Avisen cuando lleguen a casa, incluso tu, David— añadió tras chasquear los dedos y apuntar hacia David

—No me digas que hacer— añadió David, con un dedo medio bien alzado —, bye, bye...— finalizó antes de desparecer entre su característica nube negra

—Nos vemos mañana en la escuela ¿Vale?— se despidió Javi tras chocar los cinco con Diego y Andrea, poco antes de correr con su ahora negra estela de relámpagos detrás, dejando tras de él una fuerte ráfaga de viento mientras se alejaba en su característico y eléctrico sonido

—Residencia De Armas

Era la una de la mañana cuando Javi llegó a casa. Venía con los audífonos puestos mientras la canción "Razor" de los Foo Fighters era reproducida, como si su propia reproducción de música en aleatorio le fuera una especie de aviso de lo que se venía. Javi entró tan silencioso como pudo, sintiéndose medianamente aliviado al ver su entorno a oscuras. Pero su alivio no duró ni un par de segundos apenas vio las luces de la cocina encenderse, sus padres estaban ahí, esperándolo a brazos cruzados; Javi solo suspiro y agacho la mirada delicadamente, notando como el símbolo de Superman que llevaba en su camisa se había manchado con sangre, la de Kevin, por lo que rápidamente tomó ambos bordes de esta y cerró un poco más su chamarra, avanzando hacia sus padres con el seguro regaño que se venía; pensó cientas de excusas o explicaciones que darles, pero ninguna salió, o al menos el no dejó salir alguna, solo suspiro con fastidio mientras se quitaba los audífonos, dejando de escuchar a los Foo Fighters.

—Lamento llegar tan tard...— pero Javi no pudo terminar de hablar pues su madre soltó de un grito

—¿¡Qué chingada madre te pasa, Javier!?— grito con fuerza su madre, mientras que Javi, con disimulo, se puso el anillo de terranita —. ¿¡Ya viste la puta hora de llegar!?

—Y dijo que llegaría a las ocho— añadió su padre, mientras daba pasos hasta estar junto a su esposa —. ¿Con todo lo que está pasando te parece buena idea andar de desmadroso?

—Yo...— nuevamente, no pudo hablar

—Estoy hasta el puto limite contigo, Javier ¡Estoy harta!— gritaba de golpe su madre, golpeándose dos veces con los puños cerrados en las sienes —Si no es la pinche escuela, es aquí en la casa, sino, son tus pendejadas— Javi bufo. Grave error, pues sin previo aviso, una fuerte bofetada le fue dada de parte de su madre, haciendo que este tambaleara hasta chocar con el sofá, frenando su avance; como cereza, su padre bufo exageradamente, burlándose

—¿Y todavía te dignas a bufar cabron?— contestó casi de un grito su padre, también estaba molesto

—E-Es la única vez que he llegado tan tarde sin avisar— dijo Javi a un nivel tan bajo, que casi fue un susurro

—Por favor— soltó en tono burlon su padre —¿Crees que somos tus pendejos? Sabemos que te sales de casa apenas llegas de la escuela, sabemos que has faltado, pero de algún modo entregas tus cosas y vas bien, eso es lo que me preocupa...

—¿Andas con tus pendejadas otra vez?— pregunto su madre; Javier escucho internamente una violenta campanada, ese término en esa connotación, le tocaba los nervios —Por que te juro que si andas haciendo pendejadas para pasar bien en la escuela, o cuando salgas, te sacamos de esa pinche escuela y te internamos o yo que se...

—Por que voy bien en la escuela ¿¡Por eso están hasta el limite conmigo!?— Javi debió arrepentirse, pues subió el volumen de su voz

—No le grites a tu mamá— contestó su padre, dándole una bofetada que está vez lo guió hasta la mesa —. Te encierras en tu cuarto todo el tiempo, cuando no te escapas claro, faltas a la escuela y mírate ahora ¿Eso es sangre o pintura?— pregunto furico su padre, tras señalar sus zapatos, cuello y camisa

—Ni siquiera nos importa ya que sea— intervino su madre, temblando de coraje —. Todo eso que haces, son síntomas de depresión ¿¡Quieres tener depresión, eh!?— pregunto su madre, jañandolo para así apartarlo de la mesa y nuevamente llevándolo hasta el medio de la sala, justo frente ellos —¿¡Qué tanta estupidez haces fuera eh!?— exclamó de nuevo, logrando que Javi diera un par de pasos hacia atrás, justo antes de que ella lo tomara del chaleco y jalara con violencia justo a donde está —Y para que no nos enteremos aquí en Santo Grial, es que es algo serio o malo ¡Habla con una chingada!

—N-No es malo— susurro con un temor increíble en comparación a todo lo que había pasado ya como Rojo

—¡Habla con huevos!— contestó su padre, alzando la mano en señal de darle otra bofetada; su madre tomó su mano y la bajo —¡Como cuando estas con tus pinches amigotes!— algo dentro de Javi luchaba ya en este punto; una rabia increíble contra una impotencia intensa

—¿¡P-Por que tiene que ser malo!?

—¡Nunca nos dices a donde sales con tus amigos! ¿¡Cómo se supone que sepamos que estas con ellos en verdad!? ¿¡O que hacen algo bueno!? ¿¡O que no te cubren mientras vas a hacer pendejadas!?— su madre y padre temblaban ya en este punto, como si la discusión llevara horas y Javi les gritara; "hacer pendejadas", eso colmo la paciencia de Javi

—¿H-Hacer pendejadas dices?— por unos segundos sus padres se vieron sorprendidos, Javi no decía groserías frente a ellos —¿Hablas otra ves de salir con Elias?

—O con cualquier otro cabron que quiera ahí aprovecharse de los que están así como tú— decía su padre, tratando de evitar el tema hacia el que se habían desviado —, aún así, todo esto no tiene que ver con eso, sino en como estas...

—¿Así como yo?— un cambio se vio en Javi, se veía más firme; sus padres se sorprendieron —¿Hablas de algo por lo que no me hablaste en días? ¿Por lo que ella me dejo en el suelo? ¿O de lo que simplemente hacemos como que nunca pasó?

—¿Quieres hablar de esas mamadas que le hiciste a tu papá?— pregunto con los ojos llorosos su madre —. Nunca te criamos para dar golpes así a la familia, tu padre estaba llorando esa noche cuando se entero que...

—¿Qué me gustan hombres y mujeres?— pregunto Javi de golpe, haciendo que su padre mirara hacia otro lado —¿¡Eso que importa en todo este regaño si quiera!? ¿¡Es un puto regaño de Netflix o q...!?— esta vez fue callado por un golpe de su madre, uno que finalmente le hizo sangrar la nariz

—N-No le hables así a tu papá, cabron— declaró su madre, aunque finalmente, titbueando, sus padres siempre se arrepentian al ver las consecuencias de los golpes —, no trates de hacernos sentir mal solo para que dejemos de regañarte— Javi los miro; su padre mostraba una furia mezclada con tristeza y decepción en sus ojos, mientras que su madre sólo buscaba calmar a su esposo

—O nos dices que puta madres haces cada vez que te sales de casa y como vas bien en la escuela y aceptas tu castigo, o directamente nada de teléfono, internet o salir de casa— declaró tajante su padre, incapaz de verlo, aunque no precisamente por la sangre de su nariz

—Me están golpeando y regañando por que a veces me salgo de casa sin avisar o llego tarde por primera vez en mi vida— inicio incrédulo Javi, mientras lágrimas caían de sus ojos y deslizaba con disimulo el anillo de terranita de sus dedos —¿Cuando estoy mejor que nunca en la escuela y con los deberes en casa?

—Pobrecito, todo es injusto en tu vida ¿Verdad?— dijo sarcástico su padre —, aunque te quieras hacer la pinche víctima, no es por eso y lo sabes, es por que no confiamos o siquiera sabemos lo que haces ahí afuera, nunca nos cuentas nada, no sabemos a donde vas cuando sales por la puerta y vas con amigos— Javi pensó en dejar claro que la pregunta se respondía sola

—Voy bien como nunca en general, solo ustedes parecen estar en contra de que todo me vaya bien últimamente— contesto tajante Javi, logrando hacer que ambos lo miraran fijamente —, por favor, solo, vamos a dormir...— pidió entre un susurro que, increíblemente, alejaba la rabia y la remplazaba por una suplica melancólica

—¿¡No nos dirás!?— contestó de nuevo su padre con una pregunta; Javi negó con la cabeza

—Necesito, que por una vez, confíen en mi— pidió con calma Javi, mientras buscaba las miradas de sus padres

—¿¡Ahora tú eres el papá y nosotros los hijos!?— pregunto de un grito su madre, buscando empujarlo; pero con incredulidad, su madre dio un par de pasos hacia atrás apenas su cuerpo se hizo hacia atrás, no parecía poder mover a su hijo con su empujón —¡Ah! ¿Así que en ese plan te vas a po...?

—Ahora voy a ser el malo ¿Por que físicamente no me puedes empujar?— contesto Javi, más seguro que antes, pero aun con las lágrimas y sangre escurriendole por el rostro —¿Ahora por eso también soy el malo?— una parte de él se arrepintió apenas vio a su madre sobarse la muñeca, pues está se había lastimado al tratar de empujarlo —¿Mam...?— pero Javi no pudo terminar de hablar o de ayudar a su madre, pues esta solo bajo de golpe las manos y aplaudio

—¡Okey, la cosa está así!— exclamó de golpe su madre —. Tu teléfono dámelo, no tendrás acceso a él o al internet hasta que seas alguien de fiar, no saldrás ni con tus amigos a su casa y ellos no podrán venir a verte...

—Ya sabemos tu tontería esa de los huecos legales, ese sería uno ¿No?— bromeó su padre, como si fuera un momento para ello

—¿De verdad no van a confiar en mi a pesar de que les juro por ustedes mismos que no es nada m...?

—Así es, no confiamos en ti, y mientras vivas en nuestra casa tú vas decirnos y aceptar tu castigo, o no nos digas, pero tendrás un castigo peor— confesó tajante su madre, siendo respaldada por su padre mientras cruzaba los ojos con firmeza —así que será decisión tuya cuanto dure esto...

—Diez minutos— contestó Javi tajante con los dientes bien apretados

—Ignorare tu berrinchito de apretar los dientes— respondió su madre —¿Ya nos dirás?

—No, me largo— contesto finalmente Javi, causando unas amargas y sarcásticas risas de sus padres

—Ya quiero ver que pas...— pero su madre callo de golpe apneas Javi se dio la vuelta con furia y avanzó hacia las escaleras —¿¡Qué crees que estás haciendo!?

—¡Me largo de aquí!— contestó de un imponente grito, que freno por unos segundos a ambos, lo suficiente como para ver a Javi abrir la puerta y salir por ella, cerrandola de golpe

—¡Javier!— regaño su madre al ver que, en efecto, se había ido; aunque su madre corrió a pasos firmes y pesados, antes de abrir la puerta escucho un fuerte, pero fugaz, sonido eléctrico —¿¡Javier donde estas!? ¡No te estés escondiendo cabron!— pero como única respuesta, la mujer tuvo otro sonido más largo de relámpagos, esta vez proviniendo desde el cuarto del joven, por lo que extrañados, y con todas las luces parpadeantes, ambos padres unieron hasta la habitación de Javi, escuchando cesar los relámpagos antes de que entraran al cuarto, abriendo finalmente el mismo, y notando que, no sólo estaba vacío y con las ventanas abiertas; la mayoría de las pertenencias de Javi, se habían ido.

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