André

El corazón me latía con una intensidad que apenas podía ignorar mientras cruzaba el umbral del Penthouse de Williem. La llamada anónima que había hecho Ellie funcionó como un salvavidas perfecto, aunque para mi sorpresa, la razón de la llamada estaba envuelta en una mentira cuidadosamente fabricada. La escena ante mí era una amalgama de caos y orden, y sabía que el cuerpo de Williem, tirado en el suelo, era una pieza clave en el rompecabezas que había estado intentando resolver.

-Así que Williem Nightmare... ¿O debería llamarlo Viktor Stäbler? -mi voz resonó en el espacio, el nombre retumbando en el aire frío de la habitación. La revelación parecía estar impregnada de una mezcla de triunfo y repulsión mientras observaba al hombre inconsciente en el suelo. El veneno había hecho su trabajo, y la agitación en su cuerpo estaba clara incluso desde mi posición.

Bauer, el jefe, llegó en ese momento, su presencia, imponiendo una cierta autoridad que no podía ignorar. Me lanzó una mirada de reprimenda, su frustración evidente mientras entraba en la habitación.

-André, ¿qué demonios estás haciendo aquí? -gruñó Bauer, su tono cargado de reproche-. Se supone que no tienes permiso para estar en el trabajo de campo.

Ignoré su reprimenda, mi atención completamente centrada en el entorno que me rodeaba. La habitación estaba en un estado de desorden calculado, pero había algo inquietante en el ambiente que me instaba a no bajar la guardia.

Me moví con cuidado hacia la cocina, sabiendo que debía actuar con rapidez. Se supone que la investigación de campo no era mi campo principal, pero la oportunidad de desentrañar el misterio que había estado oculto durante tanto tiempo, era demasiado importante como para dejarla pasar. Los cuchillos en la cocina eran tan inofensivos a simple vista, pero uno de ellos destacó, atrayendo mi mirada con una intensidad inesperada.

Un cuchillo en particular tenía una hoja que se destacaba entre los demás: el diseño de la empuñadura, el desgaste en la hoja. Lo examiné detenidamente, y un estremecimiento recorrió mi cuerpo al darme cuenta de que era el mismo cuchillo que se había utilizado en los asesinatos en la mansión, las medidas, el tipo de hoja, todo encajaba con las heridas. Esto era una conexión directa con los crímenes, una prueba crucial que no podía ignorar. Con un guante en la mano, tomé el cuchillo cuidadosamente y lo guardé dentro de una bolsa de evidencias.

A medida que inspeccionaba más a fondo, mi mirada se dirigió hacia el escritorio que me había dicho Ellie. Las paredes, aparentemente normales, ocultaban unas ligeras grietas casi imperceptibles. No había visto ninguna señal obvia antes, pero ahora que sabía qué buscar, encontré el botón que también me mencionó Ellie. La habitación oculta se reveló lentamente ante mis ojos. Me moví con rapidez para examinar el contenido, encontrando una colección de pruebas incriminatorias que confirmaban lo que había sospechado durante tanto tiempo.

Las evidencias eran impactantes: fotografías, documentos, y otros objetos que vinculaban directamente a Williem con los crímenes. Ellie había sido precisa en su información, y todo lo que había encontrado estaba bien documentado. Sentí una mezcla de alivio y preocupación mientras recogía los elementos, dándome cuenta de la magnitud de la red de engaños que había tejido Williem.

Con el cuerpo de Williem aún en el suelo, esperé a que los forenses llegaran para llevárselo. La sensación de éxito que experimentaba era agridulce; todo había sido demasiado fácil, y la velocidad con la que se habían alineado las piezas del rompecabezas me hizo sentir incómodo. No podía sacudirme la sensación de que algo estaba fuera de lugar, que quizás había algo más que no estábamos viendo.

Mientras los forenses se llevaban el cuerpo, mi mente estaba en constante agitación. Estaba tan absorto en la inspección de la habitación oculta que casi no escuché a Bauer que gritaba agitado cerca de la entrada.

-¡André! -su voz era un grito urgente, y me giré rápidamente hacia él-. La ambulancia que transportaba a Williem tuvo un accidente. ¡Necesitamos patrullas en el lugar en este instante!

Un estremecimiento recorrió mi cuerpo mientras asimilaba la noticia. La situación había tomado un giro inesperado y peligroso. La ambulancia que transportaba el cuerpo de Williem estaba ahora en el centro de una crisis. Sin pensarlo dos veces, dejé la habitación en un frenesí de acción, mi mente enfocada en la urgencia de la situación.

Salí corriendo del Penthouse, sintiendo el frío del aire, golpeando mi rostro mientras descendía las escaleras y atravesaba la entrada principal del edificio. No había tiempo para perder. La idea de que Williem pudiera estar vivo, o que el plan se hubiera descarrilado de alguna manera, me impulsaba a actuar con una rapidez desesperada.

El escenario fuera del edificio estaba caótico; las sirenas de las patrullas y las luces intermitentes de emergencia iluminaban el entorno. La noticia del accidente había movilizado a los equipos de emergencia y a las patrullas, y mi mente estaba en alerta máxima mientras corría hacia el lugar del incidente.

Mientras me acercaba a la escena del accidente, la angustia y la determinación se entrelazaban en mi mente. Si Williem había sobrevivido al veneno o si el accidente había sido una distracción para algo más siniestro, sabía que tenía que actuar con rapidez. No podía permitir que este caso se convirtiera en un fiasco; el destino de Ellie y la justicia dependían de resolver este enigma antes de que fuera demasiado tarde.

La visión del accidente se presentó ante mí como una mezcla de caos y desorden. La ambulancia, volcándose parcialmente, estaba rodeada por equipos de emergencia y patrullas. Sentí un nudo en el estómago mientras me abría paso entre la multitud, buscando alguna señal de lo que había sucedido y esperando que el tiempo no hubiera jugado en contra.

La tensión se mantenía alta mientras intentaba conectar los puntos, sintiendo la presión de que cada decisión que tomara podría marcar la diferencia en la resolución de este caso. Sabía que el destino de Williem, y de Ellie, estaba en juego, y mi determinación se mantenía firme a pesar de la creciente incertidumbre.

Finalmente, la escena se calmó lo suficiente como para que pudiera obtener información precisa. Me dirigí hacia uno de los oficiales que estaba cerca, tratando de obtener detalles sobre el estado de la ambulancia y cualquier indicio de lo que había sucedido. La sensación de que algo estaba fuera de lugar seguía pesando en mi mente, y mi búsqueda de respuestas continuaba con una urgencia renovada.

Mientras escuchaba las actualizaciones y los informes, la sensación de que Williem aún podría estar vivo y en alguna parte de la trama me impulsaba a seguir adelante.

-En el accidente de la ambulancia se informa que faltan dos personas, se sospechan que se dieron a la fuga. Rodeen el área, no deben estar muy lejos - dijo uno de los policías en la radio.

Mierda...