Capítulo 27. El encargo.
Ellie
El día después de la cita en el restaurante italiano, me encontraba en la tienda, llenando estantes y organizando productos, aún flotando en la alegría de la noche anterior. Williem había sido encantador y detallista. Recuerdo que me hizo sentir especial, y su mirada, a veces intensa, siempre parecía entender más de lo que decía, cómo cada sonrisa suya me hacía sentir especial... era como si por un momento todo lo malo hubiera desaparecido.
La noche había sido mágica, una de esas noches en que la realidad parece detenerse y todo se siente perfecto. La cena con él había sido encantadora, todo en su alrededor me encantaba. Cuando nos despedimos cerca de la puerta de mi casa, el calor de su beso seguía en mis labios. La pasión en el aire, la dulzura de su toque... Me hizo recordar a Mason, pero solo por un breve instante. Luego, con una sonrisa en los labios, me adentré en mi casa y me dispuse a deshacerme del abrigo, pensando en cómo había olvidado a Mason tan rápidamente. El vacío que había dejado parecía llenarse con la presencia de Williem.
A medida que pasaba el tiempo en la tienda, mi mente seguía regresando a esos momentos en que Williem me miraba con esa mezcla de pasión y cariño. Había algo tan genuino en él que me hacía sentir que había encontrado algo que había estado buscando durante mucho tiempo. Cada risa compartida, cada toque casual, cada palabra susurrada, todo parecía construir algo real y profundo.
Cuando mi turno terminó, fui a marcar el turno de salida, mientras pensaba en el próximo encuentro con Williem. Sin embargo, mientras recogía mis cosas del casillero de la tienda, recordé la llamada que tuve del número desconocido la noche anterior luego de la cita, que resultó ser el oficial André Schwarz, me mencionó que Williem era un posible problema.
Mi teléfono empezó a sonar nuevamente, era otra vez el oficial André.
El oficial André Schwarz, me habló con una urgencia que solo me confundió. No entendía por qué me llamaba nuevamente, pregunté si tenía nuevas pistas, pero a cambio de una respuesta, me encargó hacer algo por él. Luego de unos segundos, acepté acerlo.
Había colgado la llamada con un nudo en el estómago. Mis pensamientos comenzaron a girar alrededor de la advertencia de André nuevamente. La duda empezó a instalarse en mi mente, y me pregunté si estaba ignorando señales que deberían ser tomadas en serio. Pero a pesar de la advertencia, no podía dejar de ver a Williem. Algo en mí deseaba creer en la imagen perfecta que él proyectaba, y me encontraba a mí misma buscando excusas para ignorar las alarmas.
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André
Sentado en mi oficina, revisé los documentos del caso con una concentración que parecía volverse cada vez más desesperada. Había encontrado evidencia crítica sobre los asesinatos que estaba investigando. La conexión entre los asesinatos en la mansión y el comportamiento de Williem se volvía cada vez más clara. Los archivos me mostraban a la madre de Williem, identificada como Clara Stäbler, y a un hijo registrado con el nombre de Viktor Stäbler, un nombre diferente al de Williem Nightmare. Algo claramente no encajaba.
La confusión se intensificó cuando descubrí que el pañuelo hallado, que se pensaba estaba relacionado con el crimen, tenía sangre de Mason Shaw, el ex de Ellie. Todo parecía estar conectándose de una manera inquietante. -Maldita sea - murmuré para mí. La falta de consistencia de las evidencias y la aparición de más cadáveres hizo que mi piel se erizara.
Frustrado por la falta de progreso en mi investigación y por no poder realizar un trabajo de campo debido a mi suspensión, decidí que necesitaba actuar. Si bien mi jefe, Bauer, me había advertido sobre mantenerme al margen, no podía dejar que Ellie se viera envuelta en esto sin saberlo.
Llamé a Ellie, mi voz reflejando la urgencia y la desesperación que sentía. Le expliqué, sin dar demasiados detalles, que debía investigar la casa de Williem. No podía darme el lujo de arriesgar su seguridad ni la mía, y me preocupaba que ella estuviera en peligro por su cercanía con Williem.
- Ellie, de nuevo soy yo, el oficial André Schwarz. - Llamé a Ellie con urgencia en mi tono.
- ¿Descubrió algo nuevo, oficial André?
- Lo siento por llamarte así, pero necesito que hagas algo por mí. - Mi tono era serio, casi desesperado. - He encontrado pruebas importantes, pero, no puedo hacer un trabajo de campo. Necesito que vayas al departamento de Williem y busques cualquier cosa sospechosa. Algo que pueda confirmar mis hallazgos.
-¿Qué?... ¿Por qué no puedes hacerlo? - Ellie preguntó, su voz temblando ligeramente.
- Estuve en suspensión y ahora me derivaron a trabajos administrativos, Ellie. No tengo acceso a los recursos ni la autoridad para investigar en persona. - Mi voz se suavizó un poco, intentando transmitir la gravedad de la situación. - Por favor, investiga lo que te pido con sumo cuidado. Si Williem es quien creo que es, podría estar en peligro.
- Está bien, lo haré. - Ellie respondió, su tono decidido a pesar de la preocupación evidente.
Colgué el teléfono con un suspiro, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad. Ahora, la única esperanza era que Ellie pudiera encontrar algo que confirmara mis sospechas y proporcionara la evidencia que necesitábamos para detener a Williem.
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