Jimin hablaba muy enserio cuando decía que lo tendría. Ese día sus manos sudaban. Era extraño estar delante de un edificio, hace tres meses que no había estado en la ciudad.

Eso se debía a que la casa de sus padres se encontraban fuera de ella, gracias a los malos tratas que les daban la gente de poder. Los malos comentarios después de la embargacion, no se hicieron esperar.

Y creo que era lo primero que harían, era lógico, después de todo andar de boca en boca ya no era algo extraño.

Taehyung le había dado esa dirección. Jimin tuvo que conseguir dinero 0ara pagar el autobus del pequeño pueblo donde vivía y la ciudad directamente al edificio Min.

Suspiro levemente y camino hacia la entrada recibiendo miradas para nada agradables. La mayoría de ese lugar eran alfas, todos de gran status social, suponía por su trajes negros y corbatas de telas finas.

Miro con miedo por se sentía pequeño entre alfas de más de 1.90 de altura. Se acercó rápidamente a recepción y fue ahí donde se encontró con Rose, la prima de Taehyung departe de su mamá. Jimin tenía claramente un permiso oficial, el cual le había conseguido Taetae después de tantas súplicas a sus padres. Le agradecía tremendamente aquello.

–Buenos días –Dijo la alfa, de voz un poco gruesa –¿En qué le puedo atender?.

Jimin se acercó y posó sus manos en el mármol –Tengo una cita con el señor Min Yoongi –Rebusco en su bolsillo y sacó un pequeño papel de este –Soy Park Jimin.

La alfa fruncio un poco su ceño. Era extraño encontrar omegas por aquí, no si era Jisoo la omega encargada de hacer los trajes de Yoongi. Y bueno, no le dio mucha confianza. Empezó a revisar el papel encontrando algún pequeño error. Sin embargo no había ninguno, los datos estaban completos y concisos.

–Min Yoongi, piso 23, tenga esto –Se agacho un poco para tomar una tarjeta y dársela. –Tenga una buena visita en la corporación Min –Sonrio y se dirigió hacia su celular empezando una llamada la cual suponía que era para avisarle sobre él.

Camino hacia los elevadores y ya que estuvo frente a ellos pico el número requerido. El elevador estaba por cerrarse cuando una mano pasó rápidamente por la puerta. Entró un alfa alto, de cabellos rojizos y ondulados. Sonrisa de corazón y unos bonitos ojos azules.

–¡Jimin! –Le miro y sonrio el alfa.

El menor miró por unos momentos las escena y recordó al alfa en la farmacia, era él.

–Hoseok ¿Qué tal? –Sonrio del igual manera. Sentía nervios en aquel momento, pues él espacio del elevador estaba reducido y el aroma del alfa see hacía notar aún más.

Aunque de cierta manera sus aromas se acomodaban excelentemente.

–¿A que has venido Jimin? Si es que puedo preguntar –Hizo aquella pregunta y se dispuso a recargarse en la pared del elevador sin dejar de sostener su maletin.

–Oh claro... –Mordió su labio y le miró a los ojos –Vine para ver al jefe Min...

Hoseok abrió los ojos sorpresivamente y tomó sus hombros con confianza –¿Trabajarás aquí? –

Jimin rio un poco y negó –Solo vengo a hablar sobre un problema... Hmm...

En aquel momento sintió pequeños retortijones en su estómago. Tenía mucha hambre. Y el elevador le estaba provocando pequeños mareos. Hoseok se dio cuenta de sus movimientos tambaleante y apretó su agarre en sus hombros.

–¿Así que tres meses, eh? –

Jimin le volvió a mirar pero ahora con confusión –¿Cómo lo sabes...?

–Mi hermana es omega, e igualmente está embarazada, por lo que puedo asegurar que tu vientre es de tres meses...

El omega sonrio y asintio.

–Correcto... ¿Me veo mal? –Aquella pregunta era tan íntima, la cual se le hacía a su pareja y no a cualquier persona, o cuando había confianza. Sin embargo Jimin no tenía con quien platicar sobre aquello.

Jung Hoseok nego rápidamente –Claro que no, eres bellísimo –Se acercó y posó su mano en su mejilla. Fue en aquel momento que el elevador se abrió. Piso 23.

Ambos se tuvieron que despedir. El olor de Hoseok, por extraña razón se había impregnado en todo su cuerpo. Era una situación extraña. Pero se sentía protejido ante tantos alfas y betas.

Había otra recepcionista en la entrada. Tuvo que decir lo mismo que antes. La recepcionista dijo que esperara. Fue así cuando tomó lugar en la sala de espera.

Habían varios alfas ahí, con trajes negros y semblantes serios, con papeles en manos.

Jimin fruncio su ceño, era extraño pues él...

–Park Jimin, sala 3 –Se levantó de su lugar y camino hacia donde le dijeron en un inicio. La oficina o bueno, afuera de ella, era muy elegante, y podría decir que era lo más grande de aquel piso. Tocó repetidas veces, y la puerta se abrió rápidamente.

La puerta era mecánica, por lo cual Yoongi no tuvo que gritar, ni Jimin tuvo que abrir aquella puerta.

Entró y sus piernas temblaron lentamente. Él alfa se encontraba concentrado en algunas ojas blancas y apuntes que a su vista, ya eran aburridos. Tocó su vientre tratando de encontrar paz, pero no servía de nada. Se sentía apenado en ese momento y tenía ganas de irse hacia su hogar de nuevo.

–Park Jimin, eh –Reviso el folder. Jimin miró los papeles y claramente sobre ellos había una foto de él, con información que claramente él no había dado, a menos que Taehyung...

–Entonces estudiaste administración de empresas –Habló de nuevo con voz gruesa –Eres omega, sabes hablar 5 lenguas... Hmm, interesante –Lo último lo dijo con una pizca de interés –Veo que eres bueno en las matemáticas.

Jimin no era para nada bueno en ellas. Tembló levemente, quizo decir algo pero fue detenido.

–Y también eres bueno en artes marciales –

Jimin definitivamente mataría a Taehyung.

–Y-yo...

–Estas contratado...

–Pero...

–¿Puedes empezar desde ahora? Llevale estos papeles a Lucía, la recepcionista, y dile que me traiga un café sin azúcar, mi cabeza está por explotar, anda ve. –Ordenó. Jimin no sabía que hacer, temía por su vida. Así que tomó el folder y fue a hacer lo que le pedía el alfa.

Ahora tenía que hablar seriamente con Taehyung y encontrar una manera de hablar con él alfa.