𝖮𝖼𝗁𝗈
SooBin y su padre salieron de la tienda de perfumes, el hombre había comprado una loción perfecta para el trabajo. SooBin había recibido un mensaje de Jiwon, era claro y preciso.
Jiwon:
¡Necesitamos hablar urgentemente! Es de vida o muerte.
SooBin:
¿Qué hiciste ahora?
— ¿Irás a casa? —miró a su padre.
— Creo que iré a ver a Jiwon, está escribiéndome y quiere hablar conmigo—lo abrazó—¿Te acompaño a tomar un taxi?
— No, está bien, ten cuidado, ¿De acuerdo? —besó su cabeza.
— Tú también—lo soltó viéndolo irse. Su celular volvió a vibrar en su mano.
Jiwon:
Te espero en la cafetería frente al edificio. ¡Esto es una emergencia!
— ¿Ahora qué hizo? —giró sobre sus talones chocando con otro cuerpo. Frente a ella estaba cierto chico pelinegro con un piercing en una de sus cejas, ¿Era enserio? —JungKook.
— SooBin—dijo del mismo modo. Soltó sus brazos lentamente—¿Era tu padre?
— Sí—retrocedió guardando su teléfono en el bolsillo de su pantalón—Comenzaré a creer que estás siguiéndome.
— Puedo decir lo mismo—el chico señaló la tienda—Trabajo allí, vine a entregar algunas fotos y a enterarme que tengo más trabajo esta semana—metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta.
— Yo...iba a ver a Jiwon, justo ahora me retiraba.
El teléfono de JungKook comenzó a sonar, se disculpó un momento respondiendo la llamada. Cuando colgó, Soo esperó respuesta.
— ¿Todo bien?
— Tae acaba de llamarme, quiere verme también—frunció el ceño—¿Crees que se hayan metido en problemas?
— Probablemente.
...
JungKook y SooBin se separaron una vez llegaron a la cafetería, Soo entró a ella, pero JungKook se encontró con Tae fuera del edificio. JungKook no pudo decir nada, Tae tomó sus brazos teniendo sus ojos bien abiertos.
— ¿Crees que estoy loco?
— Actuando así lo pareces—se soltó de su agarre acomodando su chaqueta—¿Qué ocurrió? Me dijiste que era algo urgente.
— Vayamos a otro lugar.
En la cafetería, Soo tomaba asiento frente a su amiga quien había pedido algo de limonada. Jiwon tenía sus manos en la cabeza mientras sus brazos estaban apoyados de la mesa.
— Estoy aquí, ¿Qué ocurre?
— ¿Crees que estoy loca?
— Ahh...no, creo que no—frunció el ceño—¿Qué hiciste ahora? ¿Asesinaste a tu superior?
— Lo besé.
— Lo besaste—asintió. Fueron segundos para que entrara en razón—¡¿Qué?!—ahora era ella quien tenía sus ojos bien abiertos—Jiwon, ¿Qué demonios...?
— Discutimos como siempre lo hacemos—explicó mirando a su amiga—Le dije que era un idiota y que no me importaba si me echaban del trabajo, él siempre será un idiota, luego él dijo que yo era una egocéntrica—bufó—Estábamos tan cerca y de pronto...—imitó una explosión con sus manos—Boom.
SooBin intentó entender esas palabras, ¡Era una locura!
— Espera, no entiendo nada, no tiene sentido lo que dices—aclaró su garganta colocando sus manos en la mesa—¿Besaste a tu superior por ser un idiota?
— Se veía atractivo.
— ¿Disculpa?
— Estaba furioso conmigo, yo estaba furiosa con él, sentí el impulso de besarlo y lo hice—SooBin cubrió su boca con sus manos—Pero él me correspondió también.
— Aigoo.
— Van a despedirme, esa sala tenía cámaras.
— ¡Jiwon!
— Soy una tonta, lo sé, ni yo misma sé que hice, siempre he hecho cosas locas, pero esto es lo más loco que he hecho—pasó sus manos por su cabello en señal de frustración—No sé qué estaba pensando.
JungKook no sabía golpear o no a TaeHyung por ser tan tonto, habían ido a la plaza que queda a una cuadra del edificio, había escuchado lo que su amigo decía con atención y no podía creerlo. TaeHyung estaba enamorado, aunque no quisiera admitirlo.
— ¿Crees que vean las cámaras?
— Lo harán, siempre lo hacen, hay un personal de seguridad en el cuarto de cámaras—Tae respiró profundo jugando con sus manos—Fue tan repentino todo que no pude actuar.
— Pudiste alejarla apenas te besó.
— No era tan sencillo.
— Te gusta esa chica.
— No me gusta, la detesto.
— Dicen que los polos opuestos siempre se atraen...
— Ella sólo me ha traído problemas desde que llegó y ahora me besa para irse así—bufó. JungKook no podía entenderlo. Nunca había estado en su situación, si besaba a una chica era porque quería hacerlo, de hecho, la situación de Tae no tenía sentido.
— ¿No te dijo nada luego del beso?
— No, ambos fingimos que nada pasó, ella tomó su camino y yo el mío.
— Pero piensas que te despedirán.
— Lo harán—lloriqueo fingiendo estar en llanto. JungKook dio palmaditas a su espalda, no quería admitírselo, pero su amigo estaba jodido.
...
JungKook y SooBin se reencontraron en la parada de autobuses, JungKook la encontró sentada en el banco esperando el transporte. Él se sentó a su lado un tanto avergonzado y Soo ni hablar.
— ¿Crees que los despidan? —preguntó JungKook.
— Es lo más probable—asintió SooBin. Un autobús llegó, pero ninguno de los dos se levantó, algunas personas subieron y otras bajaron, de nuevo habían quedado en silencio—Fueron muy infantiles—soltó de repente—No tiene sentido lo que hicieron—miró a JungKook—¿No te parece?
— Totalmente—asintió—Esos dos se gustan, ya no me queda duda.
— Opino igual.
— Tendrán que enfrentar las consecuencias.
JungKook vio cómo su cabello se movía un poco por la suave brisa, Soo al notarlo verla tanto se sonrojó ligeramente.
— Por cierto—el chico cambió el tema—Gané la apuesta.
— ¿Mmm?
— Volvimos a vernos en ese centro comercial—sonrió con un toque de diversión y burla—Así que gané la apuesta.
— No apostamos nada.
— Pero como el ganador puedo exigir mi recompensa—ambos se miraron, ella nerviosa por lo que fuera a pedir y él un tanto nervioso de que lo rechazara—Mi madre me habló de ti hace unos días—comentó—Ella quiere que vengas a casa, ¿Aceptarías venir a comer algo?
SooBin formó una O con su boca, no esperaba eso para nada. ¿Por qué su madre hablaría de ella? Recordaba vagamente a la señora Jeon ya que en ocasiones la vio en la escuela, siempre la trató con cortesía, SooBin no tenía malos recuerdos de ella ni de su esposo.
JungKook seguía esperando una respuesta, el próximo autobús estaba acercándose, Soo se levantó, pero su mano fue tomada por el chico, trago con dificultad ante ese toque.
— Yo...—aclaró su garganta intentando sonar firme. No puede pasar nada malo en casa de su madre, estaba exagerando, debía mantener la calma—Claro, iré—asintió.
— Dame tu teléfono—se levantó sin soltarla. SooBin en silencio obedeció, JungKook guardó su número con una pequeña sonrisa, él también debía controlarse, parecía un adolescente hormonal contento de pedirle el número a su crush—Aquí está.
El autobús abrió sus puertas en la parada.
— Debo irme.
Fue entonces que la soltó.
— Escríbeme una vez llegues a casa, hablaré con mi madre para la fecha.
"Se siente extraño darle mi número a un chico"
— Claro—se despidió con su mano. JungKook la vio subir y tomar asiento, cuando ya no estuvo a su vista sonrió tontamente negando con la cabeza.
"¿Por qué se siente diferente esta vez?"
Me da ternura escribir esto :3
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