— Te buscaré por Internet—dijo la madre de JungKook rompiendo el repentino silencio en la mesa. El pelinegro estaba en shock, ¿Todo ese tiempo estuvo leyendo a la chica frente a él? Incluso le había dicho cuanto admiraba su manera de escribir, ¿Quién lo diría?

SooBin no quería ver a JungKook, hubiera deseado que no supiera eso, incluso cuando no había nada de malo, Soo se sentía nerviosa. Debió decirle a su padre antes sobre la situación.

— Está...bien—sonrió un poco. Sus ojos se encontraron con los de JungKook, el chico levantó una de sus cejas esperando una explicación de su parte. ¿Por qué no le dijo esa noche?

— ¿Hace mucho que escribes? —preguntó la mujer.

— No mucho...

— Desde la secundaria más o menos—respondió su padre—Soo mantiene el anonimato con sus seguidores, no conocen su rostro.

— ¿Enserio? —el sarcasmo se notó en la voz de JungKook. La chica se sonrojó por la vergüenza, tal vez no debió llevar a su padre.

— ¿No has pensado en publicar algún libro?

— Lo he pensado—asintió—Pero las editoriales me rechazan, creo que no soy tan buena como creía.

— Podría ayudarte—Soo miró a la mujer—Conozco a un amigo que es el CEO de una editorial, tengo entendido que se dedican al género romance, drama y suspenso—SooBin sonrió emocionada—Podrías darme tu manuscrito y yo misma me encargaré de entregárselo.

— ¡¿Enserio?!—Soo aclaró su garganta—Lo siento, es que...sería un sueño hecho realidad.

— Apreciaría muchísimo que ayudara a mi hija.

La señora Jeon sonrió ante eso, ayudaría a SooBin con ese detalle, claro que sí.

...

JungKook quería mostrarle la casa a SooBin mientras que su madre junto al señor Hwang se quedaron en el jardín conversando. SooBin caminaba a su lado de brazos cruzados, había algunos cuadros en el pasillo, sin soportar más el silencio el chico decidió romperlo.

— ¿Por qué no me lo dijiste esa noche? —Soo se detuvo y él hizo lo mismo—Sabías que estaba hablando de ti, ¿No es así?

Ambos se sostuvieron las miradas.

— Lo siento—se disculpó—No suelo...decirlo mucho.

— ¿Por qué ocultarlo? Tienes un talento, cuando las personas tienen talento quieren demostrarlo.

— Yo no quiero demostrarlo.

— ¿Es enserio? —bufó—Acabas de aceptar la oferta de mi madre con la editorial.

— Eso...es diferente.

— Creo que te sientes insegura y dudosa de ti misma.

— ¿No te parece normal que me sienta así después de todo? —le dio la espalda caminando un poco más rápido. JungKook llegó a ella tomando su brazo, la castaña volteó a verlo.

— SooBin, sigues viviendo en el pasado—su mano se deslizó a su muñeca, allí sintió una cicatriz, con cuidado levantó su brazo un poco mirando—¿Qué es esto?

— El pasado, eso es.

— Hablo enserio—la miró un tanto serio—¿Te cortas, Soo?

— No lo hice yo.

— ¿Entonces quién?

— Luego de una de las clases de educación física en secundaria un grupo de chicas me inmovilizaron burlándose como siempre, comenzaron a jugar con el tema del suicidio, una de ellas me cortó, pero no lo suficientemente profundo—explicó. JungKook se mantuvo en silencio escuchando—Algunas veces es difícil soltar algo—levantó su mirada a él—¿Puedes soltarme ahora?

— ¿Por eso escribías? —liberó su muñeca.

— Era una buena manera de distraerse—suspiró—Bueno, lo sigue siendo.

— Lo siento.

— Está bien.

— No, no lo está—señaló—Comencé a leerte por casualidad, gracias a ti pude terminar de asimilar el divorcio de mis padres—SooBin se sorprendió—Creo que esa editorial te llamará sin pensarlo.

SooBin sonrió internamente, no creía que JungKook la estuviera usando. Jiwon se estaba equivocando.

— No lo creo, pero en ese caso...necesitaré ayuda con las portadas.

— ¿Pretendes publicar varios? —bromeó.

— Tal vez.

Unas pequeñas sonrisas compartieron. JungKook la llevó hacia el jardín poco después, las luces iluminaban un poco dicho jardín, todo estaba en silencio, era relajante.

— Tu padre está orgulloso de ti, se le nota.

— Sí, pienso igual—Soo sonrió—Aunque a veces parece un niño.

— Mi madre es igual—se cruzó de brazos—A veces le recuerdo que ella es la madre y yo el hijo.

— ¿Por qué nunca te has mostrado ante tus seguidores? —quiso saber—Tienes a muchos admiradores, muchos quieren saber cómo eres—eso le hizo recordar algo—TaeHyung no lo creerá cuando lo sepa.

— Ya no te dirán que estás loco.

— Cierto. Deberíamos salir los cuatro, Tae y Jiwon tienen algo oculto, sé que sienten algo...

— Jiwon...en estos momentos no me...ama precisamente—aclaró su garganta—Tuvimos una discusión, ella cree que me estás usando.

— Oh—levantó sus cejas—¿Debería hablar con ella?

— No, es problema de nosotras. Jiwon me ha protegido muchas veces, entiendo que quiera protegerme ahora—se atrevió a decir lo siguiente—No creo que estés usándome.

— No lo hago.

— Si te arrodillas te creeré.

JungKook la miró incrédulo, pero SooBin estaba muy firme, a la chica casi le da algo cuando hizo intentos de arrodillarse.

— ¿Estás loco? Era broma.

— Aquí están—sus padres aparecieron.

— ¿Todo bien entre ustedes? —el señor Hwang los miró—¿Le dijiste que Jiwon también siente algo por él?

— ¡Papá!

— ¿Qué?

— No es nada, creía que Jiwon y yo discutimos por ti—explicó rápidamente. La señora Jeon sonreía con diversión ante los nervios de la chica, una idea se le ocurrió—No sabe que Jiwon está con su atención en otro.

— ¿En quién? —el señor Hwang estaba perdido por completo.

— ¿Su horario de la semana que viene es muy estricto, señor Hwang? —preguntó la mujer.

— Creo que me toca trabajar en la noche.

— ¿No puede pedir esa semana para un viaje?

— ¿Un viaje?

— ¿Un viaje? —JungKook y SooBin habían preguntado lo mismo.

— Se me acaba de ocurrir que podemos pasar una semana en la casa de verano en la isla de Jeju.

— Mamá, no creo que...

— No me digas que no es buena idea, serviría de mucho para las historias de SooBin, es un buen lugar para nuevas ideas y distraer la mente también—miró al padre de ella—Y luego de lo que hemos hablado es evidente que usted también necesita un descanso, señor Hwang.

SooBin tuvo curiosidad, ¿Qué habían hablado esos dos?

...

— ¿Enserio iremos a la Isla de Jeju? —preguntó Soo a su padre cuando llegaron al departamento.

— No me pareció mala idea.

— Ustedes dos se entendieron bien, ¿No es así?

— Hablamos como tú y ese chico—se quitó su chaqueta—Por cierto, noté las miradas de JungKook hacia ti, no parece que esté usándote, Soo.

— Debo hablar con Jiwon.

— Así es y si no quiere escuchar, yo hablaré con ella.

— No será necesario, papá—lo abrazó—Gracias por acompañarme y por delatarme.

— ¿Delatarte?

— No tenía en mente decirles a que me dedico.

— Oh... ¿Lo arruiné?

— Un poco.

— Mira el lado bueno, iremos de vacaciones por una semana—besó su cabeza apretándola entre sus brazos.