Acostado en su cama Miguel pensaba en su próximo proyecto. Su fama de inventor era legendaria, sus avances en mecánica, robotica, informática y medicina lo hacían todo un prodigio. Incluso su nombre venía acorde a uno de los maestros del Renacimiento.

Pero había algo que perturbaba su mente, que por más conocimientos y tecnología que tuviera no lograba solucionar. El silencio de su habitación sólo era cortado de repente por un:

¿Y si? No, no puede ser. Debería haberlo hecho mejor. Si tuviera las herramientas -decía mientras miraba al techo, como si se arrepintiera de algo.

Recordaba aquel error que cometió hace 3 meses con uno de sus inventos que le costó un contrato de trabajo con una Empresa. Se martillaba la cabeza por no haberse dado cuenta hace 7 años de que a esa chica no le gustaba y de haber confesado sus sentimientos solo para recibir un rechazo. Anelaba esos tiempos en que era solo un niño jugando con sus amigos y no ahora que estaba solo.

Tantos errores, y tantos lamentos. ¿Si lo hubiera sabido? ¿Porqué no me di cuenta antes? ¿Y si hubiera hecho esto? ¡Ojalá nada de esto hubiera pasado! Todos esas preguntas y arrepentimientos rondaban la cabeza de Miguel como buitres en medio de un cadáver, esperando la oportunidad para que la tristeza acabara de devorarlo.

En eso una idea pasó por su mente. "Si eso podría funcionar" pensó, pero tomaría tiempo. Irónico y poético, cuando terminara tendría todo el tiempo del mundo, al fin y al cabo con una máquina del tiempo nada estaría lejos de su alcance ni seria imposible de arreglar.

Se decidió, reunió los materiales y empezó la construcción de él que sería su más increíble y anhelado invento. No hay nada que motive a una persona como crear aquello que es su fuente de deseo. Así que su máquina del tiempo resultó ser su fuente de obsesión, casi ni comía y no dormía ni se bañaba entre ecuaciones y múltiples fallos.

Pero habían ciertos sucesos raros que lo hacían dudar. En tres ocasiones justo cuando estaba por terminar su invento se descomponía porque alguien le robaba o saboteaba una de sus piezas. Nunca dio con el culpable pero sabía que estaba siendo vigilado así que instaló protocolos de seguridad que fueron fácilmente burlados.

Pero nada lo detenía y un competidor celoso no iba a cambiar eso. Luchó y luchó hasta que por fin terminó su máquina. Estaba orgulloso y contento, quería probarla y terminar de una ves por todas con su sufrimiento así que pensó en la primera fecha a la que le gustaria viajar, tecelo un par de números y entró en la cámara negra.

Paso unos segundos y Miguel se impacientó porque no pasaba nada así que decidió salir de una vez por todas decepcionado por otro fallo más. Pero cuando salio y abrió su computadora para apagar su invento, se dio cuenta de algo. La hora era la misma pero la fecha era la que había cambiado. La euphoria solo hizo que saltará de alegría y saliera de su casa a preguntar así que
al ver a un señor mayor en la calle le dijo:

-Buenas -dijo mirando al señor con una alegría y una sonrisa que hizo que esa persona se preguntara si el estaba loco- ¿Qué día es hoy?

-Pues hoy es lunes ¿no?

El joven río y prosiguió con su diálogo:

-Sí pero yo pregunto que cual es la fecha de hoy.

-Menuda pregunta ¿como alguien no puede saber en qué día estamos? Hoy es lunes 15 de mayo

-¿Y de que año?

-¿Como de que año? No tengo tiempo para juegos ni bromas de estos jóvenes de hoy en dia. Una cosa es olvidarse la fecha, pero ni yo que tengo 73 años me olvido de que estamos en el 2023.

Aquello era la confirmación que necesitaba. Realmente su maquina funcionaba y había regresado en el tiempo. Así que sin demora cojio y le dejo una nota a su yo del pasado en la cual le explicaba que no le confesara sus sentimientos a la chica que le gustaba. Que tuviera cuidado de no repetir ciertos errores que lo harían sufrir mucho y que su vocación era la de inventor y que haría grandes cambios en el mundo.

Así que una ves que terminó de poner todos los detalles de todo lo que quería cambiar, dio "Volver" en el teclado de su maquina y se dispuso a entrar. Pensó en que increíble sería su vida cuando regresara al presente y no hubiera ni una pisca de remordimiento o sufrimiento por los errores del pasado.

Pero al abrir encontró una escena diferente. Su casa lujosa era un simple edificio de apartamentos. Busco y pregunto a las personas de por allí si conocían al inventor Miguel Santos. La gente le decían que nunca había oído ese nombre, así que seguramente pensó que algo andaba mal en el pasado. Busco su nombre en los registros y encontró la verdad, Miguel Santos había muerto hacia 2 años.

Un frío recorrió su espalda. ¿Que podría haber salido mal? Así que decidió regresar un años antes de su muerte para ver que vida vivía antes de morir y cuales habían sido las causas que lo llevaron a un cambio tan radical. Tecleo la fecha, regreso y se encontró denuevo con el edificio como un recordatorio de su fallo.

Busco y busco por semanas su localización hasta que unos vagabundos reconocieron su nombre y les dijeron que esa persona vivía en una casa en ruinas en la última cuadra. Llegó a la casa que parecía ser sacada de una película de terror y le quedó atónito cuando recodo a quien pertenecía esa casa. Era la casa de la chica que le gustaba, así que decidió entrar con más intrigas en su mente que la humedad que cubría las paredes.

Al entrar la puerta hizo un sonido espantoso y alertó de su presencia al inquilino que allí habitaba. Ante esto, una sombra decidió salir corriendo pero la voz de Miguel la detuvo:

-¡Párate ahí, soy yo!

Para aquella silueta la voz era muy conocida, era su propia voz. Así que se detuvo y volteo a ver a Miguel. Al verlo Miguel vio algo totalmente diferente, tenía el pelo largo, barba y ojeras de no dormir. Sus brazos estaban marcados de las sustancias que consumía. Se sentía el olor a alcohol y cigarro. ¿Como podía haber cambiado tanto? ¿De qué no me percate?

-Soy tu yo del futuro, o por lo menos lo era. Regrese para advertirte que si sigues así morirás en un año.

-¡Y que me importa eso! -dijo con pesar y tristeza- ya no puedo cambiar mis acciones.

-¡Pero si puedes!, con mi maquina yo....

Interrumpiendo, el vagabundo frente a el gritó:

-¡¡Debido a tus cambios es que estamos en esta situación!!. ¡¿Te acuerdas de la carta que me dejaste?! Pues, en cuanto termine de leerla decidí seguir todos tus consejos. Aquella chica que nos gustaba, decidí ignorala porque tu me dijiste que su respuesta sería "No",pero todos los días me comía por dentro las ganas de decírselo y no tienes idea de cuanto sufrí o por lo que tuve que pasar cuando se lo dije a la siguiente y esta me destrozó el corazón de una forma aun más terrible. ¿Sabes cuanto te desanima que te digan cual es tu propósito en la vida? ¡No, no lo sabes! Porque si lo supieras no me hubieras contando acerca de que íbamos a estudiar o nuestros logros. Empecé a estudiar,¿pero? me desanimaba con cada logro, no es lo mismo cuando alguien limita tus capacidades diciendote que debes hacer a cuando la creatividad te impulsa a crear por alegría y pasión por tu trabajo.

Se detuvo un momento y con lágrimas en los ojos dijo:

-¿Te acuerdas el consejo que me diste sobre los amigos de mi infancia y sobre aquel contrato de trabajo? Pues te diré que esos amigos acabaron con mi vida, me quitaron todo, perdí mi empresa por esas amistades y por el contrato que tu me mandaste a no pasar por alto. Esos amigos que tanto anelabas me condujeron a esta vida tan llena de vicios y cuando no tenía más, me abandonaron.

-Pero sabes podemos arreglarlo todo. Podemos volver y....

-¡¡Se ve que no lo entiendes!! ¡¡No puedes cambiar el pasado!! Los errores y las experiencias negativas son parte del proceso de crecer y parte de la persona que eres ahora. Si quitas eso sencillamente estás incompleto, sin experiencia ni oportunidad contra los problemas de la vida. La tristeza te hace fuerte y los errores te endurecen, nada es malo o bueno todo es parte de uno y debemos aceptarlo como tal. Es verdad a nadie le gusta sufrir pero es algo normal y debemos aceptarlo.

-¿Pero no sería mejor evitarlos que tener ese remordimiento toda tu vida?

-Sí, la opción más fácil sería esa. Evitarlos, evadirlos y olvidarlos como si nunca existieran. Pero lamentablemente eso es otro error. Si a una persona le dices que no haga cierta cosa porque lo afectará en el futuro, es verdad no lo hará, pero tarde o temprano volverá a repetir los mismos errores. Prefiero confrontar mis sufrimientos, aprender de ellos y crecer. Se que dentro de un año moriré, los médicos me han dicho que no tengo cura pero moriré sin rendirme. Te aconsejo que destruyas tu maquina antes de que si quiera la hayas creado así salvarás nuestro pasado, tu presente y el futuro.

Ante aquello Miguel quedó atónito de como cambiaba a un hombre sus circunstancias y aprendió que solo se pude saber donde estas mirando hacia atrás pero que no se puede correr siempre mirando atrás sino que debes usar eso para mirar con fuerza hacia adelante. Al final antes de entrar a su máquina que lo llevaría a cuando estaba construyendo por primera ves la maquina del tiempo recordo las veces en que su maquina se rompía por sabotajes misteriosos y dijo:

-Ya entiendo, es imposible arreglar eso. Y eh aprendido mucho con mi viaje aquí. Así que de nada sirve volver para advertirme a mismo de las consecuencias de mis actos. Solo me queda destruir esta máquina y disfrutar de este presente. Espero que más nadie se le ocurra repetir mis errores.

Y ustedes que creen ¿deberíamos lamentarnos de nuestros errores o tener la fuerza de aprender de ellos y vivir nuestro presente con alegría por lo que si disfrutamos ahora?
Espero que les haya gustado esta historia y esperen muchas más pronto. ;)