Capítulo XIV: El Desayuno de la Asquerosidad
Zee se paró en el Muelle de la Vergüenza y saludó al público— ¿Qué hay? Soy Hezekias, pero mis amigos me llaman Zee, y trabajo como pasante para Chris aquí en Drama Total: Estrellas Definitivas. Tal vez se pregunten por qué hago yo la presentación y dónde está Chris. Pues resulta y acontece que tuvo que ir a discutir unos asuntos importantes con ese tal Don, así que yo me encargaré del desafío de hoy. Al parecer, será un concurso de quién come más, pero no sé qué tiene de difícil, a menos que tengan que beber leche —se estremeció del asco—. Bueno, ya nos tocará ver quién es el próximo desafortunado en irse, aquí mismo en ¡Drama... Total... Estrellas Definitivas! ¡Métele la intro!
En la mañana, Junior y Taylor de las Ranas Saltarinas se reunieron en la playa para discutir acerca de la situación.
—A ver, a ver. Déjame ver si entendí —dijo la Millonaria—. Al igual que como pasó en Islandia, nuestro siguiente desafío consiste en comer una serie de platillos repugnantes que nos ayudarán a ganar puntos y el equipo que obtenga más obtendrá una recompensa, mientras que el que obtenga menos tendrá que mandar a alguien a casa. ¿O me equivoco?
—Así es, pero no sé si pueda hacer esto —dijo el chico de la gorra—. Sé que dije que me he entrenado para competir en toda clase de concursos de telerrealidad, pero los desafíos de comer cosas locas siguen sin ser lo mío. Papá y yo tratamos de arreglar esto muchas veces, pero, por más que lo intento, no puedo aguantar más de tres platillos sin regurgitar —suspiró—. Bueno, fue divertido mientras duró.
Taylor se metió al agua y le replicó— No seas tan pesimista, niño. Fuiste capaz de llegar más lejos que yo en Carrera Alucinante, así que estoy segura que podrás resistir. Además, es imposible que comas peor de lo que nado. Mira.
Taylor se puso a nadar en estilo perrito mientras lloriqueaba, lo que hizo a Junior reír a carcajadas.
—¡Esto no puede ser cierto! ¡Nadas peor que mi papá!
—¡Lo sé! ¡¿Cierto?! —exclamó antes de reírse también.
Todo esto fue observado por Kelly detrás de unos árboles y la mujer sonrió complacida antes de volver con su equipo.
Confesionario de Kelly:
—No creí que esto fuera a ocurrir, pero mi pequeña Taylor consiguió hacer un amigo. Esa es señal de que va a poder sola con esta competencia —se puso cabizbaja—. Qué mal que no pueda decir lo mismo de mí. Tal vez no entiendan a qué me refiero, pero lo harán.
Fin del confesionario.
Mientras tanto, con los Lobos, Bridgette fue a la fogata para despejar su mente, ya que sabía perfectamente cuál era el desafío que les esperaba. Se mantuvo ahí por un rato hasta que escuchó un completo alboroto en medio del bosque y, cuando fue a revisar, vio que se trataba de Ryan y Stephanie escapando de Owen, cuyos ojos estaban brillando en verde y botaba espuma por la boca.
—¡Ryan, explícame por favor cuándo fue que este gordo se hizo tan rápido! —le demandó la Modelo de Gimnasio a su novio y él respondió— ¡Bueno, en el transcurso de estos días, quise conocer más a los miembros de mi equipo y este gordo, que se llama Owen y es mi Segundo al Mando, me dijo que nadie quiere verlo cuando está hambriento! ¡Y creo que empiezo a entender por qué!
—¡Alto! ¡Deténganse! ¡Dejen de escapar de mí! —exclamó el Gordito Buena Onda, quien veía a Stephanie como una botella de cola dietética y a Ryan como una pierna de pavo gigante.
—Vele el lado positivo, Steph. Al menos así hacemos un poco de pierna. El siguiente desafío sin duda lo vamos a ganar así.
—Sí, si esa bola de grasa no nos come primero. ¡Míranos! ¡Se supone que nos llamamos los Lobos Nocturnos, pero tú y yo parecemos más bien corderos asustados! ¡Hay que detener esto, pero ya!
La Surfista no pudo hacer más que negar con la cabeza ante esa situación e irse por donde vino.
Confesionario de Bridgette:
—Owen también se había puesto así la última vez. Me gustaría poder alambrarle la mandíbula para que nos deje en paz, pero, para este reto, lo necesitamos con la boca bien abierta.
Confesionario de Ryan:
—Sí. Tal vez tener a Owen como mi Segundo al Mando no fue del todo una equivocación. No cabe duda que, con esa energía, va a poder llegar muy lejos.
Fin del confesionario.
Después de un rato, los 88 campistas restantes se dirigieron al comedor para desayunar, pero no encontraron nada de comida, sino a Zee revisando unas notas que le había dado Chris.
—¿Zee? ¿Qué estás haciendo aquí? —le preguntó Bowie—. ¿No deberías estar vendiendo tus refrescos o haciendo tu supuesto trabajo y dejar que Chris nos diga que loco desafío tiene preparado para hoy?
—¡Sí! ¡¿Y dónde está el desayuno?! ¡Me muero de hambre! —añadió su novio Raj, lo que hizo al chico de la prótesis dejar de lado sus notas y responder— Oh, casi me olvido de eso. Claro que van a desayunar. Solo siéntense, sean pacientes y verán lo que el Chef Hatchet tiene preparado hoy para todos.
Bridgette y los demás concursantes clásicos se miraron entre sí preocupados, sabiendo la limpieza de estómago que podrían necesitar después de esto, mientras todos los demás, a excepción de algunos como Priya, ponían cara de confusión ante sus palabras.
Todos se sentaron en sus respectivas mesas durante horas esperando por algo de comida, pero el Chef nunca vino a servirles nada, ni siquiera su apestoso potaje. Estaban por irse, pero, de repente, el hombre musculoso y Zee salieron de la cocina soltando un montón de risitas que los incomodaron.
—A ver, a ver, a ver. ¿Se puede saber qué les parece tan gracioso? —demandó MK, a lo que Zee respondió— Bueno, antes que nada, Chris se ha tenido que ausentar por motivos de trabajo, así que yo me encargaré de este desafío. Es la primera vez que hago esto, así que... Ténganme paciencia.
Confesionario de Topher:
—Chris debe haber tenido una buena razón para escogerlo a él en vez de a mí. Me gusta que se esté dando cuenta que se está haciendo cada vez más viejo y busque a alguien más joven que lo apoye. No pasará mucho antes que me dé una oportunidad a mí también, ¿o sí?
Fin del confesionario.
—Pero que este muchacho sea quien dirija el reto de hoy no significa que las cosas serán más fáciles para ustedes —dijo Chef—. El desafío de hoy es algo que los concursantes clásicos y otros ya deberían conocer: ¡el Desayuno de la Asquerosidad!
—¿El qué de la qué? —preguntó Spud, a lo que el chico de la prótesis respondió— El Desayuno de la Asquerosidad, el desafío que inspiró a la Rueda del Vómito y otros desafíos de este estilo, al parecer. Si entendí perfectamente esas notas de Chris, a los 4 equipos se les servirá una ronda de 10 platillos, cada uno más repugnante que el anterior, y todos los miembros sin excepción deben tragar. El primer equipo en terminarse un plato ganará un punto para su equipo y, al final, el que obtenga más puntos ganará una recompensa especial: ¡Unas vacaciones de 2 días en un resort de 5 estrellas que queda no muy lejos del campamento! Serán consentidos, disfrutarán comida gourmet y recibirán medicación contra lo que podrían haber contraído durante este desafío. Los demás tendrán que quedarse en este campamento y conformarse con la comida del Chef. Y el que tenga menos puntos será quien mande a alguien a casa o a un hospital. Les daremos 10 minutos para prepararse a conciencia. Sí podrán aguantar otros 10 minutos más, ¿verdad?
Todos se quejaron por esto, pero no tuvieron más opción que aceptar. Blaineley quiso ir a la cocina a hacer alguna especie de treta, pero Sam la tomó del brazo para pararla en seco.
—¡Oye, ¿qué crees que haces, gordo?! ¡Suéltame! —le reclamó la Presentadora, pero el Gamer negó con la cabeza.
—Eso no va a poder ser, Blaineley, Mildred o como sea que te llames. Courtney ya me contó la trampa que cometiste con el Chef en Drama Total Gira Mundial y no planeo que vuelvas a repetir eso y costarnos el desafío. Necesitamos que colabores con nosotros aunque sea por una vez. Si no lo haces, espero no te moleste que te pongamos de patitas en tu mansión, si es que tienes una —dijo con un tono bastante serio y autoritario que pareció convencerla.
Confesionario de Blaineley:
—¿Cuándo es que Sam se hizo un líder tan... Autoritario y capaz? —soltó una risita—. De hecho, me agrada esta nueva versión del gordo. Me hace sentir que, gracias a él, lograré llegar muy lejos.
Fin del confesionario.
De vuelta con los Lobos, Owen empezó a hacer estiramientos como si estuviera a punto de competir en una maratón, ya que este desafío era su oportunidad de brillar. Todo eso mientras Stephanie les advertía— ¡Escuchen bien, lobitos! ¡Ahora que sabemos que el gran premio es un hotel, debemos dar lo mejor de nosotros y comer lo que nos pongan, sin importar lo horrible que sea! ¡Si terminan haciendo que perdamos y vayamos a la eliminación, no crean que voy a tener piedad!
—Tranquilízate, versión más hermosa de Eva —le pidió Heather—. Yo no estoy dispuesta a volver a perder una piscina templada —volteó a ver a Bridgette—. ¿Pero cómo puedo estar tan segura de que no volverás a arruinarlo todo, Señorita No Como Carne de Delfín?
—¡Oh, ¿por qué no quieres superar eso, Heather?! ¡Soy surfista! ¡Nado con ellos todo el tiempo! ¡Ellos no son el alimento de nadie!
—¡Pues si tú no comes delfín, entonces yo tampoco! —exclamó Ella, pero la Abeja Reina no planeaba permitir esto y las tiró a ambas de las orejas.
—No estoy dispuesta a aguantar sus tonterías hoy. Se los advierto. Ustedes dos comerán, ¡aunque tenga que empujarles las comidas por sus dulces y empalagosas gargantas! ¡¿Entendieron?!
La Surfista y la Princesa asintieron nerviosas y la asiática, sonriendo complacida, las soltó, lo que sacó una sonrisa en el rostro de Sugar.
Confesionario de Sugar:
—Esa tal Heather me agrada. Sí sabe cómo darle su merecido a una mentirosa manipuladora como Ella. Tal vez acepte formar una alianza conmigo. ¡Solo mírenme! Tengo el paquete completo.
Fin del confesionario.
Una vez cumplidos los 10 minutos, los competidores regresaron al comedor y Zee y el Chef les sirvieron unas bandejas a cada equipo.
—Una vez más, les doy la bienvenida al Desayuno de la Asquerosidad, amigos —dijo el chico de la prótesis tratando de elevarles el ánimo, pero sin éxito—. Realmente lamento que tuvieran que morirse de hambre, así que, para abrir un poco el apetito, unos entremeses.
Destaparon las bandejas y vieron unas albóndigas completamente normales, pero Trent, desconfiado, preguntó— Esos no son testículos de toro guisados, ¿o sí?
—Por supuesto que no, amigo mío —respondió el Chef, lo que hizo a Owen reírse— Entonces, no hay problema —y se metió todo un plato de ellas en la boca.
-No me dejaste terminar. Estos no son testículos de toro. Son de cerdo.
—¡¿Cerdo?!
El Gordito Buena Onda vomitó sobre el cabello de Heather, quien, enojada, quiso decir "Venganza" para hipnotizarlo, pero Eva le tapó la boca y negó con la cabeza para que luego ambas fijaran la mirada en lo que debían engullir.
—No. Sé que soy malvado, pero no creo poder hacerle esto a mi hermano porcino —dijo Max.
—¡Vamos, chicos! —exclamó Alejandro mientras se comía el platillo—. ¡No podemos dejarnos vencer por esto! ¡Debemos comer!
Totalmente sorprendidos de que Al estuviera metiéndose eso en la boca, Justin y Harold tomaron un poco de valor y empezaron a comer también. Junior se metió un testículo a la boca y masticó tres veces antes de obligarse a tragar mientras lloraba.
—¿Señor Trufas? / ¿Cerdo grasiento? —dijeron Ella y Sugar antes de derramar una lágrima sobre la comida.
—Esto es lo más difícil que puede hacer un hombre —comentó Zee con tristeza.
Confesionario de Alejandro:
—Sé lo que deben estar pensando y sí. Mi cuerpo es un templo que no merece ser contaminado con asquerosidades, pero dejemos una cosa clara. ¡Yo no voy a perder! ¡Alejandro Burromuerto no será eliminado hoy!
Confesionario de MK:
Se rio a carcajadas— ¡Vaya que los hombres son ridículos! ¡¿Realmente les parece tan difícil comer unas simples albondiguitas?! —se calmó—. Está claro que ninguno de estos perdedores llegará lejos en la competencia, a menos que yo quiera, claro.
Confesionario de Laurie:
—No se preocupen por mí. Claro que voy a comer. Antes que armáramos los equipos, esa tal Dawn nos aconsejó a Miles y a mí que, la próxima vez que comiéramos carne, pensáramos que esas pobres criaturas no murieron en vano. Pero eso no hace la experiencia más llevadera, para que sepan.
Fin del confesionario.
MK se comió varios testículos sin problemas y, para no quedar mal ante ella, Rodney hizo lo mismo, aunque le doliera. La única miembro de los Lobos que no estaba comiendo era Ella, quien solo se había quedado mirándolos con lágrimas en los ojos.
—¡Oh, maldita sea, Ella! —le reclamó Sugar—. ¡Esto me duele casi tanto como a ti, pero todos debemos comer o perderemos! ¡Traga!
—No. No puedo. ¡No puedo!
—Ella, por favor tranquilízate —le pidió Dave—. A veces castran a los cerdos... ¡Ya sabes! Por razones médicas —y sonrió nerviosamente.
La Princesa de Cuentos de Hadas tomó aire y se tragó los testículos. Y ella era la única del equipo de los Lobos que faltaba por comer, por lo que ellos obtuvieron el punto y aullaron para celebrar.
Enfadado, Lorenzo se acercó al Chico Ordinario y le reclamó— ¡¿Qué demonios sucede contigo, flaco?! ¡¿Por qué la ayudas?! ¡Ella está en otro equipo, en el mismo que me quitó a mi hermano Chet!
—Lo siento. Es que vi que estaba en problemas y quería darle un poco de apoyo.
—¡Pues ese poco de apoyo nos acaba de dificultar las cosas! ¡La próxima vez que lo hagas, no serán testículos de cerdo lo que deberás comer! —lo amenazó.
Confesionario de Lorenzo:
—Eso sonó mejor en mi cabeza.
Fin del confesionario.
Zee se aclaró la garganta— Okey, lamento que tuvieran que ver eso, pero prometo que el siguiente plato será mejor. ¿A ustedes les gusta la pizza?
—¡Viejo, esa pregunta no necesita respuesta! —exclamó Chase y Owen asintió con la cabeza— Sí, puedo comer pizza todo el día, con lo que sea encima.
—¿Dijiste: lo que sea? —señaló al Chef, quien había traído una bandeja que destapó de inmediato—. ¿Qué tal una pizza de ojos de pescado con salsa de medusa y hormigas vivas? Chris dice que es la sensación en Japón.
El Gordito y el Youtuber se encogieron de hombros y se sirvieron.
Confesionario de Damien:
—¡¿Zee siquiera sabe qué es Japón?!
Fin del confesionario.
Lindsay se colocó en pose de yoga como le enseñó Bridgette para poder comerse la pizza con más tranquilidad. Todo lo contrario a Taylor, quien tenía más problemas por la gran cantidad de texturas.
—No digan: Vómito. ¡No digan: Vómito! —les pidió la Millonaria.
—Oigan, ¿pero cuál es el problema? —preguntó Chase a punto de terminarse su rebanada—. Esta es una pizza como cualquier otra y a todos les gusta la pizza, ¿no? Venga, no sean tímidos.
El Youtuber quiso tomar otra rebanada al igual que Owen, pero Axel los golpeó en las manos para que no lo hicieran.
—¡No, señor! ¡Ninguno de ustedes tomará otra rebanada hasta que todos hayan comido!
—¡¿Qué?! ¡¿Cómo que no?! —le reclamó Chase y Owen siguió— ¡Sí! ¡¿Quién falta por comer?!
—Esa sería yo. Es que a mí no me gusta la pizza y mucho menos la que tiene insectos vivos —respondió Nichelle de forma tímida.
—¡¿Estás de (censurado), Nichelle?! —le reclamó la Sobreviviente—. ¡Se supone que ahora eres una heroína de acción! ¡Estoy digiriendo los valiosos testículos de un cerdo y no quiero que tus gustos tan delicados nos cuesten el hotel! ¡Solo trágatelo!
—¡Heroína de acción no significa que comeré cualquier porquería que me pongan, Tontaxel! ¡¿Es que acaso no piensas?!
—¡Claro que sí pienso! ¡Pienso que debemos ganar! —agarró el pedazo de pizza y trató de meterlo a la fuerza en la boca de la Actriz—. ¡Traga! ¡Come!
—¡No! ¡No puedes obligarme!
Priya vio algo y dijo— Ah, Axel.
—¡¿Qué?!
—Alguien... —se aclaró la garganta— Alguien se nos adelantó. Mira.
Axel y todos los demás concursantes voltearon a ver donde señaló la Novata y vieron que Kelly tenía sujetado a Trent y Geoff le acercó un pedazo de pizza.
—¡Oigan, chicos! ¡Era broma! ¡Puedo comer solo! ¡¿Me sueltan, por favor?! —se rio de forma nerviosa—. ¡Hablo en serio! ¡Mi papá es abogado! —el Parrandero le metió el pedazo de pizza en la boca y el Guitarrista quedó hipnotizado, volteando a ver a Kelly y preguntándole con una sonrisa— ¿Mami?
Taylor quedó boquiabierta al ver cómo Kelly mecía a Trent como si fuera un bebé, mientras Zee les daba el punto a los Unicornios.
Confesionario de Taylor:
—¡¿Cómo le hace mamá para participar en escenas tan vergonzosas sin inmutarse?! ¡La he visto mecer así muchas veces a mi hermano pequeño, pero esto fue menos vergonzoso!
Confesionario de Trent:
—Sí. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario. Sé perfectamente que quien eliminó a Gwen sigue por ahí y planeo seguir en la competencia para atraparlo. No me importa si debo dejar que me metan en la boca... —sus ojos se abrieron como platos y su rostro se puso verde— Testículos de cerdo... ¡Y pizza de ojos con medusas! —y se puso a vomitar como desgraciado.
Fin del confesionario.
El siguiente platillo que les sirvieron fueron unos palitos de queso podrido con salsa de baba de caracol.
—¡¿Es esto una broma?! —exclamó Bridgette—. ¡¿De dónde sacan tantas cosas desagradable en tan poco tiempo?!
Confesionario de Chef:
—Un mago jamás revela sus secretos —declaró con una sonrisa malvada.
Fin del confesionario.
Lindsay quiso usar su pose de yoga para comerse eso, pero se atragantó y, al despertar del trance, preguntó— ¿Dónde estoy? —lo que hizo a Dawn negar con la cabeza.
Mientras tanto, Beardo se puso a hacer sonidos de disparos frente a Spud, quien se encontraba mirando a la nada, lo que hizo a Shawn preguntarle— ¡¿Se puede saber qué haces, Beardo?! ¡Prometiste no hacer tus ruidos ni ninguna de tus otras rarezas durante los desafíos! ¡¿Así que qué rayos?!
—¿Qué te parece que hago, Shawn? Recordemos que Spud tiene una reacción retardada al dolor y al miedo, así que solo debo aprovechar uno de sus gritos para meterle esto en la boca —explicó el Chico del Beatbox.
Los ojos del Loco de los Zombis se abrieron como platos al escuchar su plan— Guao... Eso es... Bastante ingenioso. ¿Pero cómo estás tan seguro de que...? —no pudo terminar de hablar, ya que el Rockero gritó del terror— ¡Cuidado! ¡Nos atacan! ¡Al suelo!
Beardo aprovechó eso para meterle los palitos de queso en la boca, ganando el punto para los Tigres y dejando boquiabierto a Shawn.
Confesionario de Beardo:
Hizo un sonido de medalla conseguida de videojuego.
Fin del confesionario.
—Muy bien. Las Ranas Saltarinas todavía tienen la oportunidad de remontar esto y realmente espero que logren resistir, porque el siguiente desafío es una sopa de insectos —el Chef les sirvió a todos el horrible potaje—. A mí también me sorprende, Bridge. No sé de dónde sacaron tantas clases de bichos para hacer esa cosa, pero lo único que importa ahora es ver si disfrutan de tan... Peculiar sabor. Que aproveche.
Se podría decir que ese fue el platillo más repugnante hasta el momento, tanto que hasta participantes glotones, como Owen, o con un estómago de hierro, como Courtney, tuvieron problemas para tragar.
Pero los miembros del equipo de Dawn no estaban dispuestos a perder y se acabaron sus platos lo suficientemente rápido como para no sentir ese horrendo sabor. Incluso a Lindsay se le ocurrió usar la estrategia del embudo de la primera temporada y Jo fue la encargada de vaciarle el caldo esta vez.
—¡Ni siquiera lo saboreé! —exclamó la Princesa de la Moda.
—¡Y las Ranas obtienen el punto!
Confesionario de Jo:
—Dawn tenía razón. Lindsay puede ser inteligente cuando se lo propone y podría llegar muy lejos en esta competencia. Tal vez.
Fin del confesionario.
—Okey, todavía faltan algunos platillos que engullir, pero el programa dura solo media hora, así que tendremos que poner un montaje. Ah, Chef. ¿Cómo se hace eso?
—Oh, me alegra que preguntes, novato —sacó un control remoto—. Es así —y presionó el botón.
El siguiente platillo fueron unos huevos bicentenarios que les generaron un gran escalofrío a Lorenzo y a Millie al comerlos.
Después, vino una gelatina de patas de pollo que tenía un sabor todo menos dulce. Courtney ya no le temerá a la gelatina verde, sino a esto.
El siguiente fueron unos cerebros de mono encurtidos. Shawn y Axel se sintieron bastante conflictuados y asqueados, ya que ellos se habían preparado para enfrentar zombis que comen cerebros, pero no pensaron que ellos mismos tendrían que engullir eso algún día.
Luego, el Chef les sirvió a todos una sopita que parecía normal, hasta que vieron que estaban hechas de uñas de los pies de Owen, lo que hizo que Alejandro casi vomitara.
Al acabar el montaje, los cuatro equipos estaban empatados por dos puntos. Ya todos estaban que no podían más y seguramente explotarían con la siguiente asquerosidad que consumieran.
—No se preocupen, amigos. Esto va a terminar pronto. Solo dos platillos más. ¡Sí sé puede!
—¡Oh, cállate! —exclamó Axel.
—Okey, Chef. Trae la siguiente asquerosidad —el hombre musculoso les trajo unas bandejas y, cuando las destapó, reveló unos hot dogs que parecían normales, pero solo unos pocos sabían que no lo eran.
—¡El noveno platillo son salchichas de delfín! Salchichas de carne de delfín. Las conocen, ¿no?
Ante la mirada amenazante de Heather, Bridgette y Ella agarraron sus salchichas y trataron de comerlas, pero no pudieron darles ni un mordisco.
—¡No! ¡No lo haré! ¡No pueden obligarme! —exclamó la Princesa de Cuentos de Hadas.
—¡Lo siento mucho! ¡Pero los delfines son nuestros amigos! ¡No puedo hacerlo!
—¡Si ustedes no lo hacen, entonces yo tampoco! —exclamaron Laurie y Miles.
—¡Ni yo! —dijo Dakota asqueada mientras DJ se cruzaba de brazos.
—¡No! ¡No, señor! ¡No comeré delfín!
Confesionario de Tyler:
—¡Oh, genial! ¡Otro déjà vu!
Confesionario de Heather;
—Lo volvieron a hacer. ¡Por supuesto! ¡Tenían que volverlo a hacer! ¡Sé que Alejandro y yo prometimos no hacer nuestras jugadas sucias hasta que llegáramos más lejos en la competencia, pero esos amantes de las alimañas deben pagar!
Fin del confesionario.
Al oír eso, el chico de la prótesis revisó las notas del anfitrión para ver qué era lo que debía hacer.
—A ver, en caso de que haya un empate y ciertos participantes sean unos bebés llorones quisquillosos y no quieran consumir uno de los platillos, esto tendrá que resolverse con una comilona donde los que menos hayan comido de cada equipo deberán tomar... —sus ojos se abrieron como platos— Oh, no.
Los elegidos fueron: Laurie de los Tigres, Kelly de los Unicornios, Junior de las Ranas y Nichelle de los Lobos. Lo que el Chef le sirvió a cada uno fueron unos batidos de color verde con trocitos de carne que olían un poco feo. Sugar fue capaz de reconocerlos y se cruzó de brazo.
Confesionario de Sugar:
—¡Ella finalmente hizo su primer movimiento! Si no podía quitarme mi fama todavía, entonces me quitaría primero mis Batidos Divertidos. Esto no planeo dejarlo así.
Fin del confesionario.
—Ah, ¿se puede saber qué es esto? —preguntó Kelly—. Mi esposo, mi hija y yo fuimos a muchos restaurantes exóticos en el pasado y nunca vimos una bebida tan... Peculiar.
—¡¿Qué?! ¡¿Acaso vives debajo de una piedra?! —le cuestionó la Reina de Belleza—. ¡Este es el Batido Divertido, la mejor bebida de todo Canadá! ¡Incluso hay una canción sobre eso! —y se puso a cantar y a bailar—. Es carne de caballo y huele a zorrillo. El increíble Batido Divertido. ¿Qué tal tu cena? La mía es buena, porque adoro la salmuera. Batido Divertido es perfecto para cualquier celebración. Por favor ignore la señal de precaución. ¡Yummy! —quiso beberse uno, pero el Chef la noqueó.
—Esto es lo que deben hacer. Chris, por alguna razón, decidió conservar estos batidos de carne podrida y es su deber tomárselos. El que se termine más jarras ganará el punto y el viaje al hotel para su equipo, pero el primero en vomitar será eliminado sin votación alguna —explicó el hombre musculoso.
—¡¿Qué?! / ¡¿Cómo que sin votación?! / ¡No puede ser cierto! / ¡Esto no es justo!
—¡Silencio! ¡Hablen menos y traguen más, antes que se ponga peor!
Confesionario de MK:
—Ya me lo veía venir. Recuerdo la participación de Kelly y Taylor en Carrera Alucinante y ellas no son tan resistentes como cualquiera de nostros. Ella será la primera en regurgitar, nos costará la victoria a todos y regresará a su vida asquerosamente rica. Y créanme. Me muero por ver eso.
Fin del confesionario.
Como ellos no habían participado en Isla Pahkitew, no estaban preparados para lo que era ese Batido Divertido. Incluso los pequeños sorbos que daban les provocaban náuseas, pero debían tomarlos más rápido o se retrasarían. Consumieron tantos como pudieron, pero Junior, aferrándose a su voluntad de no perder, tomó más que los demás y alzó los brazos en señal de victoria.
—¡Y Dwayne Jr. gana para las Ranas Saltarinas! ¡Ahora, tenemos que ver quién...! —Zee empezó a sentir náuseas por verlas— Ver quién expulsa todo.
Nichelle empezó a sentir las náuseas y trató de aguantarse para no irse temprano otra vez, pero sus preocupaciones desaparecieron de inmediato, ya que la primera en vomitar fue Kelly de los Unicornios Voladores, quien terminó ganándose su eliminación y provocando una cadena de vómito entre todos los ahí presentes, incluidos Zee y el Chef.
Confesionario de Zee:
—¡¿Cómo le hace Chris para conducir episodios tan vomitivos?! Bueno, se nota que esto debo dejárselo a los profesionales.
Fin del confesionario.
Esa misma noche, los Unicornios Voladores se dirigieron a la fogata, donde los estaban esperando Zee y Chef.
—Oigan, ¿se puede saber qué hacemos aquí? —preguntó MK—. Ya sabemos quién se va a ir esta noche, así que no era necesario que nos trajeran.
—Oh, claro que sí era necesario, muchacha —le replicó el Chef—. Chris me llamó y me dijo que él y Don ya completaron su planeación para los próximos episodios. Y esta idea involucra a Kelly y a todos los demás expulsados.
—¿Cómo que una idea? ¿Qué es lo que debo hacer?
—Ya lo sabrás. Por ahora, ven, que los Drones te están esperando.
Confesionario de Kelly:
—Sí. Esta es la historia de cómo fui eliminada del mayor reality show de la historia. Desearía haber podido durar más tiempo y ver cómo Taylor se las apañaba sola, pero solo el tiempo dirá cómo acaba todo esto —declaró mientras se mostraban escenas de su participación en esta temporada.
Fin del confesionario.
Antes que los Drones de la Desesperación se la llevaran, a Kelly se le permitió hablar con su hija Taylor, quien le preguntó entre lágrimas— ¡¿Pero qué fue eso, mamá?! ¡¿Cómo es posible que tú seas quien se vaya?! ¡Se suponía que debías dejar que Nichelle expulsara esas malteadas de carne y podrías seguir al menos una noche más! ¡¿Por qué?!
La madre desvió la mirada avergonzada— Pensé que te habrías dado cuenta. Mi participación en el programa debería haber terminado hace mucho tiempo, pero la tuya apenas acaba de empezar —le limpió las lágrimas. He visto que ahora sí tienes la voluntad de mejorar y estoy completamente segura que podrás hacer esto sin mí. Aparte, he visto cómo te llevas con Dwayne Junior y tal vez esta experiencia te ayude a tratar de ser mejor con tu hermano —dijo con un tono burlón.
—Sí, ya quisieras —dijo Taylor antes de voltearse para no ver cómo su madre era llevada lejos.
Zee volteó a ver al público— El ver partir a alguien amado es la peor parte de un reality show. ¿Qué relación va a romper Chris la próxima vez? Lo descubriremos en ¡Drama... Total... Estrellas Definitivas!
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