Capítulo XI: ¿En Quién Puedes Confiar?
Chris se paró en el Muelle de la Vergüenza y saludó al público— Anteriormente en Drama Total: Estrellas Definitivas, nuestros concursantes se vieron obligados a participar en un pequeño concurso de cocina, en el que sus habilidades culinarias fueron juzgadas por mi persona, el Chef Hatchet y mi nuevo pasante Zee. Si bien todos prepararon comida de alta categoría con algunas "excepciones" —se asqueó al recordar el estofado de Dwayne—, al final, los Tigres fueron los perdedores y, contrario a toda lógica, mandaron a Dwayne, el único adulto medianamente responsable entre ellos, de vuelta a casa. El día de hoy, los 91 campistas restantes pasarán a ser 90. ¿Quién será llevado por mis preciados drones esta vez? Averígüenlo aquí mismo en ¡Drama... Total... Estrellas Definitivas! ¡Métele la intro!
En la mañana, Cody fue a buscar a Izzy para decirle que era hora del desayuno, pero no la encontró en su cabaña, lo que le pareció raro a pesar de conocerla bien. Fue a buscarla por todos lados hasta que la encontró en un claro del bosque hablando con Mary, lo que lo enfadó.
—¡Oigan, ¿se puede saber quién demonios están haciendo?! —les demandó el Geek, a lo que la Lunática respondió— ¿Qué te parece que hacemos? Tratamos de descifrar quién fue el que le dio el antídoto a Dakota.
—¿Descifrar? ¡¿Descifrar?! ¡¿Descifrar qué?! ¡Ya todos sabemos que fuiste tú, Mary! ¡No tenías por qué preparar un antídoto! ¡Nadie te pidió que te metieras en esto!
—¿Te quieres calmar por favor? —le pidió la Genio—. Claro que preparé el antídoto, pero, como todo científico que se precie, planeaba probarlo primero para ver si funcionaba y le iba a preguntar a Dakota si realmente quería curarse. Yo no soy mala persona. Le hablé sobre esto a la fémina curiosa conocida como Izzy y ambas llegamos a una conclusión bastante obvia: alguien debió haberlo robado mientras yo estaba hablando con Damien.
—¿Pero quién pudo haber sido? —preguntó Cody—. Heather y Alejandro, a pesar de todo, no la habrían visto como una amenaza, así que no pueden ser ellos. Scarlett tampoco, ya que no le gusta seguir planes que no sean suyos ni robarse los de los demás, y menos Justin, ya que sabemos que no tiene tanto cerebro para formular un plan así.
—Y, por obvias razones, Scott, Courtney y Bowie tampoco pueden ser, así que el saboteador debe ser alguien de nuestro propio equipo —dijo Izzy, a lo que Mary añadió— El único que sabía acerca de la cura era Damien, pero él sería totalmente incapaz de cometer un crimen así. Además, Josee de seguro habría planeado usar a Dakota para alguna trampa, así que tampoco puede ser ella. Eso nos deja...
—Nos deja a Julia y a MK —el pelimarrón chasqueó los dedos—. ¡Claro! He visto las dos temporadas del reinicio y recuerdo perfectamente a esas dos como unas ladronas manipuladoras que son capaces de cualquier cosa para ganar. Cualquier cosa, como quitarle todo a uno de sus propios compañeros. O tal vez me estoy equivocando. Voy a tener un ojo encima de ellas a partir de ahora. Llegaré al fondo de esto o mi nombre no es Cody Emmett Jameson Anderson.
—Pero sí es —dijo la pelirroja con un tono burlón.
Mientras tanto, en el comedor, los Tigres estaban desayunando, ya que, para el desafío de hoy, necesitaban estar al 100 %. Bueno, todos estaban comiendo a excepción de Laurie, quien solo estaba batiendo su comida, lo que fue notado por Beardo, quien le preguntó— ¿Laurie? Oye, sé que es una pregunta tonta, ¿pero está todo en orden?
—¡No! ¡Nada aquí está bien! ¡¿En qué estaban pensando?! —exclamó la Vegana—. ¡¿Por qué expulsaron a Dwayne?! ¡Él no merecía irse! ¡¿Por qué no mejor votaron por mí o por Shawn?! ¡Yo los he estado retrasando y él está cada vez más fuera de control! ¡Incluso estuvo cerca de matar a nuestro ex-compañero!
Al escuchar eso, el Loco de los Zombis se puso cabizbajo, pero luego desvió la mirada como si no le interesara.
—Eso a mí también me sorprende —respondió el Chico del Beatbox—. En ese momento, tú eras la opción más lógica para eliminar, pero Sam nos convenció a todos de darte una segunda oportunidad y por eso estás aquí. Además, no podemos votar por Shawn ahora sin arriesgarnos a que desviva a uno de nosotros, esta vez, con éxito. Y tampoco podemos perder los desafíos a propósito esperando que él sea eliminado.
—Sí. Podríamos arriesgarnos a perder a más compañeros de los necesarios. ¿Pero qué haremos entonces?
—Solo ten paciencia —dijo con una sonrisa—. Algún día, vamos a poder arreglar todo esto. Hasta entonces, debemos enfocarnos en no volver a perder.
—¡Me alegra que pienses así, Beardo, porque su siguiente desafío los espera! ¡Traigan a sus amigos y enemigos al Muelle de la Vergüenza, que esto estará bueno!
Beardo hizo un sonido de sorpresa— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo fue que me escuchó?!
—Mejor no tratemos de averiguarlo —sugirió Laurie—. Vamos.
Mientras tanto, con los Unicornios, Geoff le preguntó a Duncan— Oye, ¿tú crees que vayamos a hacer el mismo desafío otra vez?
—Creo que sí. Solo espero que, si Ennui llega a confiarte su conejo, no acabes extraviándolo —respondió el Delincuente de forma burlona.
Confesionario de Geoff.
—¡¿Nadie ha olvidado eso?! ¡Solamente ocurrió una vez! —exclamó enojado.
Fin del confesionario.
Los 91 campistas restantes se dirigieron al Muelle de la Vergüenza, donde Chris y Chef los estaban esperando.
—¡Sean bienvenidos, campistas! Antes de que me pregunten qué vamos a hacer hoy, deben saber que Chef y yo hemos notado demasiados problemas de confianza entre ustedes, de pequeños a muy graves.
—Y eso que apenas llevamos 11 episodios. Vaya que 100 personas pueden hacerse más daño que solo 20.
—Les pregunté a los productores qué podríamos hacer para cambiar esto y hacer que aprendan a llevarse bien y ellos sugirieron ¡que los obligáramos! —se rio como desquiciado—. ¡Esto va a ser asombroso! ¡Síganme!
Confesionario de Mary:
—Por supuesto. Tenía que ser un reto de confianza. ¿Cómo se supone que voy a sobreponerme a esto si ningún espécimen de mi grupo, a excepción de Izzy y Cody, confía en mí?
Fin del confesionario.
El anfitrión los llevó a todos a un acantilado que quedaba al otro lado del bosque, donde había unas grandes cajas de madera que tenían los logos de cada equipo.
—Su primer desafío de confianza será una pequeña escalada a manos libres. Escogeremos cuatro escaladores que tendrán que competir en una carrera para llegar a la cima de esta pared de roca en la que dejé algunas cuantas sorpresas que podrían retrasarlos: Clavos oxidados, aceite resbaloso, dinamita explosiva y muchas otras trampitas más. ¡Pero descuiden! Dentro de estas cajas, hay unas sogas y unos arneses que sus compañeros usarán para evitar una caída, si saben manejarlas bien y realmente quieren ayudarlos. Solo asegúrense de manejarlas bien. No vaya a ser que acaben como DJ y Duncan.
Ambos se cruzaron de brazos y desviaron la mirada molestos porque Chris les hiciera recordar eso. Y, justo en ese momento, los drones trajeron la ruleta del primer capítulo.
—Con esto, escogeremos quiénes van a salir para cada desafío. Para más placer. Muy bien, veamos a quiénes les toca la escalada.
La ruleta escogió como escaladores y ayudantes a: Bowie y Caleb por parte de los Tigres, MacArthur y Josee por parte de los Unicornios, Noah y Alejandro por parte de las Ranas y Beth y Heather de los Lobos.
Confesionario de Heather:
—¿Así que debo ser asistente de Beth? —soltó una risita—. Bueno, supongo que es hora de una pequeña venganza. Veamos si esa traidora aprende la lección.
Fin del confesionario.
—Heather, más te vale no dejarme en bragas mientras escalamos —exigió la Granjera, a lo que la Abeja Reina respondió— ¡No! ¡Asco! Lo último que necesitamos es que todos te vean el culo —sonrió—. Tal vez.
—Bowie, ¿estás seguro que puedes hacer esto? —le preguntó el Hombre Sexy al Chico Fiestero y él asintió con la cabeza.
—Por supuesto. Soy el mejor escalador en la historia de Toronto y, como esta vez no tengo que llevar cabras, voy a terminar rápido.
—Capitana, ¿por qué no te quieres poner el arnés? —le preguntó la Patinadora—. Ya superé esa fase de hacer trampa. No planeo ningún truco sucio para ganar, lo prometo.
—Eso espero —dijo la Sargento—. A Sanders y a mí nos hiciste pasar un mal rato en Carrera Alucinante y ya es hora de que empieces a compensármelo.
—Ah, ¿cómo les digo esto? Yo nunca fui un buen escalador. ¿Por qué no puede pasar mejor Al? —sugirió el Sabelotodo, pero el Archivillano puso su mano en su hombro para tranquilizarlo— No te preocupes, amigo mío. Solo sigue mis indicaciones y alcanzarás lo más alto sin ningún rasguño, ¿okey?
Noah no se fiaba del todo de Alejandro, pero aceptó, porque no había de otra.
Así, los cuatro se lanzaron a subir el acantilado. Al principio, lo hacían relativamente bien, terminaron cayendo redonditos en los obstáculos de Chris. MacArthur se resbaló con el aceite y, como Josee se había amarrado a la cuerda por error, acabó colgada también. Mientras que Bowie terminó recibiendo la explosión de la dinamita y fue lanzado con las otras dos, enredándose con ellas.
—¡Oh, pero qué gran contratiempo! —exclamó.
Mientras que Beth estaba por llegar a la cima, pero terminó parándose en una saliente falsa y estuvo por caerse. Heather trató de detener su caída, pero terminó arrancándole los pantalones por error, mostrando sus bragas a todos, quienes se taparon los ojos por esa vista.
Confesionario de Heather:
—Esta no era la venganza que esperaba, pero igual funciona.
Fin del confesionario.
Mientras que Noah, gracias a las indicaciones de Alejandro, logró evadir todos los obstáculos y llegar a la cima del muro, obteniendo un punto para su equipo.
Orgulloso, el latino volteó a ver a su novia y le preguntó— ¿Y bien? ¿Qué tal jugué el día de hoy?
Heather refunfuñó y se fue a otro lugar, dejando a Beth colgada y con las bragas al aire.
Confesionario de Beth.
—Después de esto, agradezco que me eliminaran en el anterior episodio la primera vez.
Fin del confesionario.
Después de eso, Beardo, Amy, Damien, Mary, Tom, Taylor, Sugar y Ella fueron llevados al comedor, donde los estaba esperando Zee con unos peces globo.
—¡Hola, amigos! Soy Zee, para quienes no me conozcan, y ha llegado la hora de hacer un reto de cocina extrema. En esta ocasión, Scott, Mary, Taylor y Ella deberán preparar Sashimi de Fugu, el tradicional pez globo venenoso japonés.
A todos se les heló la sangre al escuchar que debían trabajar con un pez venenoso.
—El Chef dice que el fugu es extremadamente delicioso, pero debe picarse de una forma bastante específica para extraer los órganos venenosos y no contaminar la carne.
—Taylor, por favor dime que cursaste Biología —le preguntó Tom y ella asintió con la cabeza, lo que lo alivió.
—Si lo hacen bien, podrán disfrutar de un delicioso manjar de otras tierras. Pero, si se equivocan con una cosita, sus compañeros se infectarán con una peligrosa neurotoxina que les paralizará el sistema nervioso y no hay antídoto que los salve. Sin presión.
Ella suspiró aliviada, pero, luego, el chico de la prótesis dijo— No, espera. Sí hay presión —y eso la alarmó.
Confesionario de Beardo:
—Sé que Amy y yo no interactuamos mucho, pero esa chica no me inspira confianza. Considerando que Jasmine y Amy no me han hablado bien de ella...
Confesionario de Mary:
—Finalmente es mi oportunidad. Necesito probarles a todos que soy buena. Menos mal que sé qué partes debo rebanar para el trabajo.
Confesionario de Ella:
Lloró a mares por el destino de ese pescado— ¡Por favor perdóname, amigo marino! ¡No eres tú, soy yo!
Fin del confesionario.
Al cabo de un rato, ya los cuatro elegidos habían terminado de preparar el Sashimi de Fugu y sus compañeros se vieron obligados a probarlos. El primero en hacerlo fue Damien, quien estaba bastante asustado al creer que se podría envenenar, pero grata fue su sorpresa al ver que lo que le había dado Mary era seguro para que alguien lo consumiera.
—¡Oh, genial, Mary! ¡Tú realmente sabes trabajar con frutos del mar! ¡Gracias! —la felicitó, pero luego frunció el ceño—. Pero no creas que te has ganado el perdón después de lo que le hiciste a Dakota.
Confesionario de Mary:
—Sí. Esto será más difícil de lo que esperaba.
Fin del confesionario.
Beardo y Sugar probaron también las preparaciones de Amy y Ella y se alegraron al ver que estaban hechos correctamente. Entonces, llegó el turno de Tom. Taylor no estaba muy segura de lo que había hecho, pero no había marcha atrás. El Bloguero de Moda probó el pescado e, inmediatamente, su ojo izquierdo tembló, se golpeó la cara con el puño tres veces y chilló del dolor, pero luego volvió a la normalidad y soltó una risita— Oye, esto no está tan mal.
—Uf, qué gran alivio —suspiró la Millonaria.
Pero, inmediatamente, sintió retortijones en su estómago y cayó desplomado al piso, para horror de todos y, en especial, de Zee.
—Dijiste que habías aprobado Biología —le reclamó Tom, cuya piel se había vuelto azul y su lengua había quedado entumida, pero Taylor respondió— ¡Dije que la había cursado!
Sin poder más, Tom se desplomó en el piso y soltó un hilo de vómito mientras se retorcía en agonía.
—¡Oh, no! ¡Oh, no, oh, no, oh, no! ¡Chris y Chef no me dijeron qué debía hacer si esto sucedía! ¡¿Dónde están?! ¡Necesitamos ayuda! —exclamó el chico de la prótesis, a lo que el Chico del Beatbox respondió— ¡Voy a llevarlo a la enfermería! ¡Allí debe haber alguien que lo ayude! ¡No tardo nada, ¿sí?! —e hizo sonidos de sirena mientras se llevaba al Bloguero de Moda con los especialistas.
Confesionario de Taylor:
—Aunque no lo crean, esta no es la primera vez que intoxico a alguien con comida. Si no me creen, pregúntenle a mamá.
Fin del confesionario.
Una hora después, Chris los juntó a todos en un claro del bosque y exclamó— ¡Hora de que llevemos a cabo la fase final: el Triatlón a Ciegas! ¡Empezaremos con el William Tell Ciego, después vendrá el Trapecio Ciego y, por último, el Tobogán Ciego!
—¿El qué? ¿Puedes repetir eso por favor? No entendí nada —dijo Chase.
—Pues mala suerte. Bien... —Chris sacó cuatro cubetas de manzanas y señaló a B, Julia, Dave y Heather, quienes tenían unas flechas en la cabeza y unas gafas protectoras—. Esto es lo que haremos. Como el gran William Tell, dos miembros de cada equipo se vendrán los ojos y recibirán unas resorteras para lanzar estas manzanas a la flecha que está en la cabeza de su respectivo compañero. Los dos equipos que lo hagan primero sin causar un gran daño ganarán.
—¿Lanzar qué a la qué? ¿No deberíamos lanzar las flechas a las manzanas? —lo cuestionó Scott, a lo que Courtney respondió—. ¡Eso mismo me pregunto yo!
—Y yo les pregunto: ¿Quieren callarse, por favor? Muy bien, estos serán los lanzadores: Scott y Anne María de los Tigres, Izzy y Cody de los Unicornios, Lorenzo y Millie de las Ranas y Eva y Owen de los Lobos.
Para que la Influencer no se diera cuenta de que la estaba vigilando, el Geek le lanzó la manzana a la flecha de una, ganando el primer lugar. Mientras que los demás equipos tuvieron demasiados problemas para quedar en segundo, ya que las manzanas no les estaban dando a las flechas, sino a sus rostros y cuerpos, siendo Heather quien se llevó la peor parte.
—¡Lo estás haciendo a propósito! —le reclamó la Abeja Reina, a lo que la Mujer de Hierro respondió con una sonrisa— No sé de qué me hablas.
Siguieron así por un rato hasta que, finalmente, Millie consiguió derribar la flecha en la cabeza de Dave, obteniendo el segundo lugar.
—¡Hurra! —celebró el Chico Ordinario tratando de no caer inconsciente.
—La verdad es que no lo hiciste nada mal, Millie. Aunque habría sido más impresionante si lo hubieras hecho a la primera —dijo Lorenzo, pero Millie reiteró de forma burlona— A ti también te hace falta práctica, ¿sabes? Al menos no dejamos a Dave tan atarantado como a los otros dos.
B no pudo aguantar más y cayó al piso, por lo que tuvieron que llevárselo a la enfermería, mientras que Owen fue con la derribada Heather para atenderla.
—Realmente lamento eso, Heather. Es que Eva me ofreció una caja de barritas energéticas a cambio de que fallara todos los disparos, pero estás bien y eso es lo único que importa, ¿no?
La asiática lo miró furiosa y exclamó— ¡3, 2, 1 y Venganza!
Al oír eso, al Gordito Buena Onda se le encogieron las pupilas, se hizo un calzón chino a sí mismo y se puso a hacer el paso del corredor mientras cantaba— Llévame a ver el béisbol. Con el público quiero estar. Esos caramelos qué dulces son. Oh, ya nunca quiero regresar.
Feliz de ver a Owen en ese estado, Alejandro fue con Heather y la ayudó a pararse para después preguntarle— ¿Cómo sabías que a este barril de manteca aún lo tenía hipnotizado?
—No lo sabía. Solo quería probar —respondió—. Voy a ir a la enfermería a que me pongan una pomada o algo. Tú, mientras, trata de no caer en el tanque de las medusas.
—Claro. Y si ves a Tom, dile que le mando saludos.
—No gracias.
Hablando del Rey de Roma, Tom se encontraba en la camilla y seguía retorciéndose y vomitando como desquiciado. Chef fue a atenderlo vestido de enfermero y portando una jeringuilla que tenía un medicamento especial para el veneno de fugu.
—Esto no dolerá un poco. Dolerá mucho —dijo con una sonrisa sádica.
Confesionario de Tom:
—(¡Esa Taylor es una bruja!). (¡Cuando le ponga las manos encima, sabrá quién sí aprobó Biología!) —balbuceó estando en silla de ruedas.
Fin del confesionario.
Luego de eso, vino el Trapecio Ciego, donde unos acróbatas se colgarían de cabeza y tendrían que decirles a sus compañeros, quienes también estarían vendados, cuándo saltar para poder atraparlos y que así no cayeran en una piscina llena de medusas.
Los primeros en salir fueron Sky y Shawn de los Tigres. El Loco de los Zombis ya se encontraba en el trapecio esperando el momento adecuado para decirle a su compañera que se lanzara.
—Okey, Sky. ¿Estás lista? A mi señal. 1, 2, 3, ¡salta! —la nativa no saltó por el temor que sentía al del gorro—. ¡¿Qué acaso no me escuchaste?! ¡Salta!
Sobresaltada, la Atleta saltó y fue atrapada por su compañero, quien la ayudó a llegar al otro lado de la piscina a salvo. Apenas ambos llegaron a tierra, Shawn le reclamó a Sky— ¡Oye, ¿por qué no saltaste cuando te di la señal?! ¡Podrías habernos costado el reto! ¡¿Acaso no confías en mí?!
—¡Perdón! ¡Es que tú...! ¡Es que tú...!
—¡¿Yo qué?! ¡Nada ha cambiado, Sky! ¡Sigo siendo el mismo Shawn de siempre! ¡Y que se te quede grabado en la cabezota! —y se fue con los demás.
Confesionario de Sky:
—¿Shawn todavía no se ha dado cuenta de lo mucho que cambió desde el Esquivapelotas? Oh, no. Esto no va a acabar bien.
Fin del confesionario.
—Okey, Damien. A mi señal —dijo Sadie, quien se encontraba en el trapecio—. ¡1, 2, 3, salta!
El Reaccionario saltó, pero se resbaló y terminó cayendo en el tanque de las medusas, electrocutándose.
Confesionario de Damien:
—¡Primero, me rompe una pierna! ¡Y ahora, me suelta en una piscina electrificada! ¡¿Acaso está chica está obsesionada con lastimarme o qué?!
Confesionario de Sadie:
—Oh, qué raro. Juraría haberme lavado la grasa de las manos antes de subirme. Bueno, un error así lo puede cometer cualquiera, ¿no?
Fin del confesionario.
El siguiente en caer al tanque de las medusas fue Ezekiel, ya que, al igual que como pasó con Heather la primera vez, Lindsay no le avisó a tiempo cuándo lanzarse. Al final, Nichelle consiguió atrapar a Cameron y obtuvo también en punto para los Lobos.
—Muy bien. Con esto, los cuatro equipos están empatados por 3 puntos, así que el Tobogán Ciego lo decidirá todo —señaló una colina muy alta y empinada—. Allá los estarán esperando unos trineos con capacidad para dos personas y una de ellas tendrá que manejarlo. Como los conductores estarán ciegos, sus compañeros los guiarán para que no choquen con los obstáculos o se salgan de la pista hacia un rumbo mucho más peligroso —soltó una risita—. El último equipo en llegar tendrá que mandar a alguien a casa. Muy bien, pasemos con las parejas.
Los elegidos fueron Blaineley y Sierra de los Tigres, Rodney y MK de los Unicornios, Junior y Jacques de las Ranas y Chet y Cameron de los Lobos.
—¡Oh, sí! ¡Vamos a darle duro a esa...! Espera un momento. ¿Con quién dicen que me tocó? —preguntó el Chico de Campo y la Hacker lo tocó con el dedo— Conmigo, patán. Solo sigue mis instrucciones al pie de la letra y estarás...
En eso, notó que su compañero la estaba mirando con ojos de corazón y no parecía escucharla— ¿Hola? Oye. Tierra llamando al gigante. ¿Hola? ¡Hola! —dijo tratando de hacer que reaccionara, sin éxito.
Confesionario de MK:
—Esto es perfecto. ¡Esto no podría ser más perfecto! —exclamó furiosa por la situación en que se acaba de meter.
Fin del confesionario.
Los 8 elegidos se dirigieron a la cima de la colina, donde a Blaineley, Rodney, Junior y Chet se les puso sus respectivas vendas en los ojos.
—Niño, ¿seguro que puedes hacer esto? —le preguntó Jacques a Junior y él respondió— No es la primera vez que me veo obligado a bajar en trineo así. Solo dime hacia dónde debo moverme y ganaremos esto.
—Escucha bien, grandote. Si queremos ganar esto, será mejor que sigas mis instrucciones al pie de la letra y no prestar atención a cualquier sonido extraño que oigas. ¿Entendido? —le ordenó MK, a lo que Rodney respondió— ¡Como usted mande, mi preciosa prímula!
La Hacker pudo sentir cómo su amiga Julia la miraba con burla, lo que la molestó.
Luego de eso, inició el Tobogán Ciego. Como el Chef había engrasado los trineos, el descenso fue mucho más rápido y peligroso de lo que se esperaba y fue mucho más difícil esquivar los obstáculos. Los primeros en llegar a la meta fueron Junior y Jacques de las Ranas, seguidos de Blaineley y Sierra de los Tigres.
La carrera por no quedar de último quedó decidida entre los Unicornios y los Lobos. Por seguir las indicaciones de MK, Rodney logró quedar lado a lado con Chet y Cameron y, sin saber lo que estaba pasando, los chocó.
—¡Oye, lunática! ¡¿Qué estás haciendo?! —le reclamó el Chico Burbuja, a lo que la Hacker respondió— ¡Eliminándote! ¡¿Qué no es obvio?!
Confesionario de MK:
—La única razón por la que Cameron ganó La Venganza de la Isla fue porque esos (censurado) no lo vieron como una amenaza. Es un verdadero maestro en lo que respecta a ser subestimado y yo misma lo voy a sacar.
Fin del confesionario.
Rodney los volvió a chocar y Cameron exclamó— ¡Ya basta! ¡Sácate de aquí!
—¿Sacarme? ¿Por qué? —preguntó Chet.
—¡No, no, no! ¡No te estoy hablando a ti! —volvió a ser chocado y gritó— ¡Oh, por favor quítate del camino!
—¡Quitarme! ¡Ya voy!
—¡No! ¡No lo hagas!
El Chico Burbuja no logró advertirle a tiempo y el Nerd se salió de la pista hacia el bosque, dándoles a MK y a Rodney la oportunidad de llegar a la meta.
—¡Y los Unicornios se salvan de la eliminación una vez más!
—¡Hermano, no! —exclamó Lorenzo—. ¡Venga, chicos! ¡Debemos ir a...!
El italiano no pudo ir a ninguna parte, ya que fue detenido en seco por el Chef, quien traía al aún no recuperado Tom en una silla de ruedas.
—Muchacho, tu hermanastro está en otro equipo, ¿recuerdas? Déjame que yo lo busco.
El Chef se dirigió al bosque a buscar a los dos extraviados y, después de un rato, los trajo de vuelta con los demás. Cameron no estaba tan grave, pero Chet... Bueno...
—¡Mamá, ¿por qué le pones helado a mi espagueti?! ¡No, no quiero salir con esos ponis rosas!
—¡Hermano, ¿qué fue lo que te pasó?! ¡No!
—Yo les diré qué pasó —respondió Chris—. Lobos, su compañero Chet ha quedado mucho peor que Staci y no está en condiciones de seguir participando. No quiero más demandas, así que van a tener que dejarlo atrás.
Los del equipo de Heather quedaron impactados al escuchar eso, pero no tanto como Lorenzo, quien tomó a Cameron del cuello y le reclamó— ¡¿Por qué lo hiciste, delgaducho?! ¡¿Cómo pudiste?! ¡Lastimaste a mi hermano!
—¡No! ¡Esto no fue mi culpa! ¡MK me...!
—¡No te atrevas a echarle la culpa a otro! ¡Era tu responsabilidad guiar a Chet hasta la meta y mira cómo lo dejaste!
—Lorenzo, por favor —le dijo Alejandro—. Quiero esto tanto como tú, pero este no es el mejor momento. Podrás darle una lección cuando llegue el momento, pero ahora, suéltalo.
A regañadientes, el Nerd bajó al Chico Burbuja y le advirtió— Más vale que tú y yo no lleguemos a la fusión. De lo contrario... Vas... A... Pagar —y se fue con las Ranas, lo que le hizo tragar saliva.
MK sonrió al ver esto y volteó a ver a Rodney.
—Vaya que no lo hiciste nada mal, grandote. Tú y yo podríamos hacer una gran alianza, ¿no crees?
—Por supuesto que sí, mi preciosa prímula. Y tú y yo y la Luna y las estrellas.
La Hacker sonrió mientras su ojo temblaba ligeramente.
Confesionario de Chet:
—¡Mírenme! ¡Soy una princesa hada en un gran reino de unicornios! ¡Oh, vaya! ¡Hay un río de naves espaciales por ahí! —exclamó todo atarantado mientras se mostraban escenas de su participación en esta temporada.
Fin del confesionario.
Luego de que los drones se llevaran a Chet a un hospital, Chris volteó a ver al público— Y así, otro incauto acaba severamente herido para mi deleite. ¿Quién será el siguiente en terminar así? Averígüenlo en el siguiente episodio de ¡Drama... Total... Estrellas Definitivas!
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