Capítulo X: Si No Puedes Soportar el Calor...
Chris se paró en el Muelle de la Vergüenza y saludó al público— Anteriormente en Drama Total: Estrellas Definitivas, nuestros campistas se vieron obligados a competir en una Cacería de Venados de Paintball, 50 de ellos obligados a ser los venados, para mi diversión. Si bien algunos se ocultaron bien y otros fueron atrapados de inmediato, al final, todas las Ranas Saltarinas fueron masacradas por Shawn y, gracias a la intervención de mi amigo osuno, Staci fue mandada a casa. Ya era hora, ¿verdad? Ahora, en el reto de hoy, ¿quién avanzará a la victoria y quién arderá en las llamas de la derrota? Averígüenlo en ¡Drama... Total... Estrellas Definitivas! ¡Métele la intro!
Esa misma mañana, en la cabaña masculina de las Ranas, Alejandro fue el primero en pararse e hizo unos ejercicios matutinos, hasta que encontró unos calzoncillos sucios tirados en el piso. Al agarrarlos y olerlos, el español los arrojó lejos y gritó— ¡Asco! ¡Rock, ¿qué (censurado) sucede contigo?!
Rock se despertó de un sobresalto y preguntó— ¡Viejo, ¿qué pasa?! ¡¿Qué hice?!
—¡No te hagas el que no sabe! —levantó otros calzoncillos—. ¡¿Por qué dejaste tu ropa interior en el piso de la cabaña?! ¡Eso no se hace!
—¿Y cómo estás tan seguro de que soy yo? Spud y yo vimos Isla del Drama y tal vez esos calzoncillos son de Harold.
En eso, Justin también se levantó y dijo— No. Definitivamente, no fue Harold, ya que él ya aprendió su lección a diferencia de ti.
Harold también se paró y agarró otros calzoncillos— Además, ¿no ves que estos tienen tu nombre bordado en la parte trasera? —incluso señaló eso.
El Rockero se abofeteó la frente— ¡Oh! ¡Mamá, ¿por qué?! ¡Oigan, mis prendas siempre las pongo en un lugar muy específico! ¡¿Qué quieren que haga si tanto les molesta?!
—Pues si no vas a quitar tus calzoncillos del piso, ¡al menos lávalos, caramba! —le reclamó el Archivillano.
—¡Pero por supuesto que no, viejo! ¡Pasé mucho tiempo tratando de darle mi sello de identidad y no planeo quitárselo solo porque ustedes me lo piden! —y se fue de allí para desayunar, pero Alejandro no planeaba dejar esto aquí.
—Si queremos que nuestra convivencia temporal funcione, necesitamos que Rock respete nuestras reglas —el Archivillano volteó a ver a Harold y a Justin—. Y creo que nosotros podemos enseñarle una lección, amigos.
—¿Qué tienes en mente? —preguntó el Modelo.
En cuanto a los Tigres, mientras Sam, Shawn y Courtney hacían el trote matutino, Emma y Kitty habían salido a montar a caballo por sugerencia de la última.
—Kitty, esto es muy divertido y todo, ¿pero por qué estamos montando si no creo que los desafíos futuros traten sobre esto? —le preguntó la Mayor y la Menor respondió— Nada en particular. Solo es algo terapéutico y ayuda a hacer pierna —sonrió avergonzada—. Y en serio lo necesitábamos.
—Ah, ¿de verdad? Pues debería pedirle a Noah que vaya a montar conmigo alguna vez.
Kitty negó con la cabeza ante las palabras de su hermana— Emma, me alegra que quieras hacer cosas con tu novio, pero ahora, él está en otro equipo y busca llegar a la victoria pase lo que pase. Así que nosotras debemos hacer lo mismo, ¿no crees tú?
—Eso es cierto, Kitty. Tú y yo somos Tigres Feroces y debemos enfocarnos en ganar el Noah.
—¡Emma!
—¡El premio! ¡Quise decir: el premio! —trató de corregir Emma, pero fue en vano.
Apenas terminaron y regresaron al establo, Chris se puso al altavoz para dar el anuncio.
—¡Atención, campistas! ¡Vengan conmigo a la playa, que alguien muy especial los estará esperando ahí!
—¿Alguien muy especial? Ese Chris es mucho más narcisista que Don, ¿no crees? —dijo Emma, a lo que Kitty respondió— Tal vez no se trate de él. Tal vez. ¡Venga, que nos están esperando!
Los 92 concursantes restantes se dirigieron a la playa, donde Chris y él Chef los estaban esperando para darles su siguiente desafío.
—¡Buenos días, campistas! ¿Ya tomaron agua? ¿Ya comieron? Espero que sí, porque necesitarán la energía al tope para el reto de hoy, ¡que es un clásico concurso de cocina!
Todos se emocionaron al escuchar eso.
—Así es. Cada uno de ustedes designará un chef en jefe y tendrán que seguir sus instrucciones para preparar 3 platillos: Aperitivo, Plato Fuerte y Postre. Tienen hasta las 2:59 de la tarde para terminar y, a esa hora, tendrán que llevarlos para ser juzgados por nuestros jueces —se señaló a sí mismo—: el anfitrión favorito de todos, Chris McLean —señaló al hombre musculoso—, el mundialmente famoso Chef Hatchet —señaló al lago; y alguien a quien ustedes, los Unicornios, debieron extrañar mucho.
Del lago, salió un camión lleno de ingredientes de cocina y, en vez de un delfín, quien lo estaba conduciendo era Zee, ahora con un traje de pasante, lo que sorprendió a los Unicornios y también a los demás.
—¡Señoras y señores, conozcan a mi nuevo pasante, Hezekias!
—¡Hey, hola! ¿Qué tal les fue en la vida, eh? —les preguntó el chico de la prótesis con una sonrisa.
Confesionario de Dakota:
—¿No tienen el presentimiento de que algo muy malo va a pasar? —preguntó preocupada.
Confesionario de Zee:
—Sí. Mis viejos querían que dejara de estar en cama todo el día y me pusiera a chambear. Así que le pregunté a Chris si aceptaban más pasantes aquí y él dijo que sí con una amigable sonrisa —soltó una risita mientras sacaba una soda de naranja—. Ya veremos qué tal me va aquí, ¿no?
Fin del confesionario.
Mientras bajaban los ingredientes del camión, los equipos decidieron quiénes serían los chefs en jefe: los Tigres Feroces a Courtney, los Unicornios Voladores a Geoff; las Ranas Saltarinas a DJ y los Lobos Nocturnos a Heather. Luego de eso, Zee les indicó cuáles serían sus espacios de trabajo.
Una vez en el suyo, Taylor le preguntó a Junior— Oye, niño. ¿Estás seguro que DJ puede hacer esto? Digo, sé que él y su mamá tienen un restaurante muy famoso, ¿pero él estará listo para una responsabilidad así?
—¡Por supuesto que sí! Papá, mamá y yo vamos a comer donde él todo el tiempo. ¿Y qué hay de ti? ¿Siquiera es seguro cocinar estando tan expuesta? —le preguntó el Niño con un tono burlón.
—Buen intento, Junior. Si mis amigas pueden y nuestras criadas pueden, ¿entonces por qué yo no?
—Okey, revisemos lo que tenemos —DJ hizo revisión de los ingredientes con los que iban a trabajar. Asintió con la cabeza al revisar cada uno, pero negó con la cabeza al llegar a la salsa de soya.
—Justin, te dije que no necesitamos tanta salsa de soya. ¿Quieres por favor regresar una o dos botellas al camión?
—Ups, perdón. Es que contar es para la gente fea —agarró una botella—. Solo déjame, que ya voy a...
Sin siquiera terminar, el Modelo se tropezó a propósito y rompió la botella contra el piso, salpicando los pantalones de Rock.
—¡Oye! ¡Ten más cuidado, viejo! —le reclamó el Rockero.
—Uy, perdona. No fue mi intención. Voy a limpiar esto mientras tú te cambias, ¿sí?
Después que Rock se fue, Alejandro y Harold ayudaron a Justin a pararse y los tres se echaron a reír, lo que llevó al jamaiquino a preguntar— A ver, ¿qué es lo que están tramando?
—Nada, amigo mío. Nada —dijo el Archivillano con una sonrisa.
Confesionario de DJ:
—Recuerdo perfectamente lo que Alejandro nos hizo en Gira Mundial y, si dice que no está tramando nada, significa que está tramando algo. Solo espero que no traiga consecuencias trágicas.
Fin del confesionario.
Con los Tigres, todos terminaron de llevar los víveres a su cocina mientras Courtney anotaba algo en unas servilletas.
—Courts, ¿se puede saber qué o qué estás haciendo? —le preguntó Shawn, a lo que la Tipo A respondió— ¿Qué te parece que hago? Estoy anotando unas recetas que podemos seguir para poder hacer buenos platillos con lo que tenemos a la mano y no arriesgarnos a que alguien más acabe como Laurie.
Dwayne vio que Laurie estaba por caerse al piso otra vez, así que la sujetó.
—Aquí hay tres servilletas. En cada una, hay un platillo que entra dentro de una de las tres categorías de Chris. Necesitamos que tres parejas elijan una y empiecen a trabajar lo más rápido posible.
—Pues en este caso, ¿qué tal si nos dejan el Aperitivo a Raj y a mí? —pidió Wayne y su Hermano del Hockey añadió— Sí. Después de la última vez, el papá de Bowie nos dio unos consejos de cocina realmente útiles. Así que esta entrada liviana va a quedar di-vi-na.
—Yo puedo ayudarte con el postre —le dijo Sam—. Dakota y yo también tomamos clases después de La Venganza de la Isla y así, me aseguraré que no termines agriándolo con tu actitud.
La CIT se rio de forma sarcástica— Qué gracioso. ¿Y quién se encarga del plato fuerte?
—¡Laurie y yo lo haremos! —exclamó Dwayne.
—¿Estás seguro de esto? Ustedes no se encuentran en las mejores condiciones actualmente.
—Oh, vamos. He visto a mi esposa cocinar todo el tiempo y algo se me debió haber quedado.
Courtney suspiró— Muy bien. Esta es su última oportunidad —tomó su receta y les dio las otras dos al Jugador de Hockey y al Padre—. Todos los demás ayúdennos donde sea posible. No vamos a perder esta vez. ¿Listos?
—¡Por supuesto que sí! ¡Con todo Tigres! —exclamaron Wayne y Raj.
Los del equipo de Sam se pusieron a trabajar, sin saber que MK se había robado la receta del plato fuerte y la había cambiado por otra cosa.
La Hacker fue a mostrarle esto a su amiga Julia para que llorara, pero la Influencer solo negó con la cabeza de forma burlona.
—¿Esto es lo mejor que se te pudo ocurrir para deshacerte de los Tigres? No eres la única que ha investigado a los participantes anteriores. Lo que Courtney tiene de castrosa lo tiene de inteligente y se dará cuenta de inmediato de esta trampa.
—Vamos, Lía. Me he enfrentado a personas mucho más listas que esa niña berrinchuda y no me costó mucho trabajo engañarlas. Y también sé que la Capitana de nuestro equipo es una oficial que me puede meter presa si me descubre, pero no me preocupa. Los policías ineptos y sus horrendas esposas son mucho más fáciles de eludir.
—¡Oigan, ustedes! ¡Dejen de balbucear y pónganse a picar los tomates, ¿quieren?! —les ordenó Duncan y ellas obedecieron para no levantar sospechas entre sus compañeros.
Después de poner a hervir el agua para los fideos, Geoff fue con el Delincuente y puso su mano en su hombro con una sonrisa.
—¿Esto no te trae recuerdos, viejo? Tú y yo estamos compitiendo en el mismo equipo, cocinando juntos para ganar uno de los locos retos de Chris. Solo faltaría molestar a Harold para que esto sea perfecto, tan perfecto como antes de que tu relación con Courtney lo arruinara todo.
Duncan se puso cabizbajo— Sí. El haber salido con ella al final no funcionó, pero fue lo mejor que me pudo haber pasado. No conozco ni conoceré nunca a otra chica como Courtney ni a otros amigos como ustedes. Aún me acuerdo de todos los buenos momentos que pasamos juntos.
—Yo también, viejo. Yo también.
A ambos les vinieron recuerdos de sus experiencias con Harold, DJ, Courtney y Bridgette mientras sonaba una canción muy pegajosa de fondo.
Pero el bello momento fue interrumpido por MacArthur, quien exclamó— ¡Geoff! ¡El agua, amigo!
El Parrandero vio que el agua había pasado su punto y fue rápido a apagar la estufa para luego sobarse la nuca mientras se reía.
En cuanto a los Lobos, Heather les dijo a todos qué era lo que debían hacer.
—Okey, por ser quienes tienen más conocimientos sobre especias, Ryan y Stephanie se encargarán del arroz con curry. Mientras Ella y Sugar harán la tarta flambeada de almendra y cítricos para que aprendan a llevarse bien.
Ella se sacó de onda al escuchar el postre que debían hacer— Sugar, ¿tú sabes cómo se prepara esa cosa flandevolteada?
—Sí, así que mejor sigue mis instrucciones si no quieres arruinarlo todo de nuevo —dijo Sugar de forma amenazante.
—¿Y qué tal si me dejas el aperitivo a mí, Heather? Sé preparar una quiche de champiñones que le bajaría las medias al Diablo. Y también sé...
Cameron no pudo terminar de hablar, ya que la Abeja Reina lo tomó de su sudadera y lo acercó tanto que este podía sentir su respiración.
—Escúchame buen, pequeño duende. Si esa quiche no es tan buena como dices, yo misma me encargaré de que tu mentiroso y flácido trasero sea llevado por los drones de Chris. ¿Entendido?
—¡Entendido! ¡Entendido! —exclamó el Chico Burbuja sintiéndose intimidado.
Al oír eso, Heather soltó a Cameron sin nada de delicadeza y sonrió— ¡Muy bien, Lobos! ¡Hagamos esto!
Confesionario de Cameron:
—¡¿Por qué siempre olvido lo aterradora que es Heather?! ¡Ella incluso trató de matarnos!
Confesionario de Beth:
—¿No será mucho pedir que Ella y Sugar terminen quemándole las cejas por error? —preguntó con los brazos cruzados.
Fin del confesionario.
Rock se dirigió a su cabaña y quiso buscar algo que ponerse, pero solo encontró camisas, camisas y camisas. Siguió así hasta que halló una tanga de color morado y se la puso, porque no había nada más.
El Rockero regresó donde su equipo y preguntó molesto— ¡Viejo, ¿quién de ustedes se llevó mis shorts?!
Al verlo así, todos, excepto Dawn y, en especial, Alejandro, Harold y Justin, se echaron a reír al verlo así, lo que le hizo entender que fueron ellos. Chris se pasó por su sección y tembló de incomodidad al ver la tanga de Rock para después decir- 3 horas y contando.
Confesionario de Harold:
Se puso a reír a carcajadas— Es bastante gracioso cuando no te sucede a ti, ¿cierto?
Confesionario de Dawn:
—Si les soy completamente, esperaba algo mejor de Alejandro. Esto es muy bajo para él.
Fin del confesionario.
Con los Tigres, Dwayne se puso a revisar los ingredientes que tenían en busca de lo que decía la receta de Courtney.
—Laurie, ¿cosecha bar cálculo Justin eru? ¿Nei? ¿Yaya, camarada verdor brócoli Sabino?
—A ver, a ver, a ver. ¿Se puede saber por qué estás hablando así? —demandó Shawn—. ¿Acaso estás sufriendo alguna especie de derrame cerebral o algo?
—¡Pero claro que no, jovencito! Estoy tratando de decirle a Laurie frases en islandés para ver si reacciona, pero no consigo resultados.
—Tal vez porque no eres bueno con el islandés y nunca lo serás. ¡Entiéndalo! Bueno, ¿qué ingredientes estás buscando, si se puede saber?
—Mollejas de pavo, jugo de brócoli, suero, cebollas españolas, baba de caracol y muchos otros. No los recuerdo todos.
El Loco de los Zombis hizo una mueca de asco— ¡¿Mollejas de pavo?! ¡¿Brócoli?! ¡¿Acaso estamos cocinando para un zombi?!
—No sé. Estamos trabajando con gastronomía francesa y ellos consumen platillos muy extraños. Bueno, ¿me puedes ayudar con esos ingredientes o no?
—Ah, seguro. Vamos.
Mientras eso sucedía, Rock estaba ayudando a Dawn a picar los vegetales mientras Harold y Alejandro lo miraban con burla.
—Amigo, ¿no te quieres poner ropa? —dijo el Nerd—. Es muy antihigiénico cocinar con algo tan... -se aguantó la risa- Pequeño.
—¡Pues entonces devuélvanme mi ropa interior!
—Pues, ya que nos lo pides tan amablemente, regresa a la cabaña —le dijo el Archivillano—. En tu cama, hay unos calzoncillos y unos pantalones limpios que puedes usar.
—Ah, pues muchísimas gracias, viejo. No tardo nada, ¿sí?
Justin fue con ellos y los tres se echaron a reír, lo que hizo a la Lectora de Auras negar con la cabeza. Rock se fue a su cabaña y se puso los calzoncillos que los tres les habían dejado, sin saber qué tenía salsa picante.
Al probárselos, el Rockero sintió un gran dolor y exclamó— ¡Mis nueces se están quemando! —y fue corriendo al lago para enfriarse—. Uf. ¡Idiotas!
Mientras tanto, con los Unicornios, ya la ensalada César y el espagueti con albóndigas estaban listos y solo faltaba Dakota con el gelato. Al apenas terminarlo, Geoff lo probó y quedó cautivado por su delicioso sabor.
—¡Guao, hermana! ¡¿Cuándo aprendiste a hacer un gelato tan delicioso?! —le preguntó el Parrandero, a lo que la Aspirante a Diva respondió— Fue después de La Venganza de la Isla, después que Chris me transformara en Dakotazoide y que Sam y yo tuviéramos que ganarnos la vida a través de diferentes trabajos. Lo que bien se aprende no se olvida, ¿verdad?
—Ya lo creo que sí —respondió Duncan—. Bueno, todavía no es la hora de darle de comer a estos babosos, ¿así que qué proponen que hagamos mientras esperamos?
—¿Qué tal si salimos a hacer un concurso de baile? —sugirió Leshawna—. Sé que estoy un poco oxidada desde la última vez, pero no he perdido mi toque y tal vez ustedes lo hagan casi tan bien como yo —soltó una risita—. ¡Será divertido! ¡Ya verán!
MK rodó los ojos— Sí. Ya veremos, pero mejor empiecen sin mí, que debo encargarme de algo que no les importa —y se fue de allí, a lo que los demás no le dieron importancia.
De vuelta con los Lobos, Stephanie terminó de preparar el Curry y le pidió amablemente a su novio Ryan que lo probara, lo que él hizo y le fascinó.
—¿Qué? ¿Acaso creías que te iba a envenenar? —le preguntó—. Cualquier otro día, sí. Pero estamos en un desafío y no planeo perder.
—Sí. Lamentablemente, esa es la parte de ti que más amo —dijo Ryan—. Bueno, Heather. ¿Qué tal están los otros platillos?
—Si soy completamente honesta, la quiche de Cameron no es tan horrible como yo creía y... En cuanto a la tarta... —la vio y la olió con mucho detalle— Guao. Ustedes dos me sorprendieron. ¿Cuándo aprendieron a flambear?
Sugar soltó una risita y respondió— Este no es mi primer rodeo, Abeja Reina. La tarta flambeada es la especialidad de un restaurante para el que hice un comercial. ¿Lo viste? Es tan fabuloso como yo.
—Sí, sí. Lo que digas. Cualquiera, menos Owen, vigile los platillos mientras nosotros vamos a meternos en nuestros asuntos.
El Gordito Buena Onda quedó bastante desanimado al escuchar la orden de Heather.
De vuelta con las Ranas, Rock tuvo que entrar a la cocina en pijamas mientras Alejandro y Justin lo aplaudían y todos lo miraban con una sonrisa en el rostro.
—Bonitos pijamas —dijo el latino, a lo que el rubio respondió— Era la única prenda que tenía. Así que, si quieren verme desnudo —suspiró—, láncenme su mejor golpe.
—Deja de dejar tus calzoncillos sucios por toda la cabaña y te dejaremos.
—¡Les dije que no!
Alejandro se encogió de hombros— Bueno, lo intenté.
—¡Oigan, chicos! ¡Miren lo que preparé! —exclamó Harold mostrando un platón de sándwiches— ¡Podemos comerlos en lo que terminamos!
—¡Muchísimas gracias, viejo! ¡Me muero de hambre! —Rock probó uno de los sándwiches y empezó a saborearlo—. Hm, esto sabe a sudor... Y a loción. Es el peor sándwich del mundo —en eso, notó algo dentro del emparedado y, al sacarlo, se dio cuenta que era uno de sus calzoncillos, lo que le hizo lanzarlo lejos y gritar—. ¡Asco!
Los tres bromistas de rieron a carcajadas y el Raro declaró— ¡Te regresamos tus shorts y tus panties cuando entres en razón, viejo!
Confesionario de Rock:
—¡¿Ven cómo se comportan mis compañeros de equipo?! ¡Yo estoy como: Viejo, y ellos me responden: Viejo! ¡Apenas empezaron hoy y ya lo odio! ¡Esto no puede seguir así!
Fin del confesionario.
Finalmente llegó la hora. Chris, Chef y Zee se pusieron en la mesa del jurado a recibir los platillos que preparó cada equipo. Lo primero que calificaron fueron los aperitivos: las crepas de los Tigres Feroces con 8 puntos, la ensalada César de los Unicornios Voladores con 7 puntos, los palitos de pan de las Ranas Saltarinas con 10 puntos y la quiche de champiñones de los Lobos Nocturnos con 9 puntos.
Luego, justo cuando estaban sirviendo el plato fuerte, MK se metió en la sección de los Tigres y volvió a cambiar la receta que le dio a Dwayne por la original para dejarlo mal parado y que lo sacaran.
Confesionario de MK:
—Antes de que me pregunten, decidí irme por Dwayne porque ese viejo llorón me cae bien mal. Me recuerda bastante a mi padre, o eso diría si hubiera tenido uno.
Fin del confesionario.
El Padre les sirvió el potaje a los jueces y estos, incluso el nada quisquilloso de Zee, se notaron asqueados.
—¿Se puede saber qué es esto? —demandó Chris, a lo que Dwayne respondió— Se llama Boeuf Bourgignon y es un guiso francés hecho de baba de caracol, suero, jugo de brócoli...
Escuchando todo desde la cocina, Courtney se sacó de onda, ya que la receta que ella le había dado no incluía ninguno de esos ingredientes. Y se horrorizó al ver que el jurado les había dado 0 como calificación, mientras que los Unicornios recibieron 8 puntos con el espagueti, las Ranas, 10 puntos con el solomillo y los Lobos, 7 puntos con el curry.
Al final, vino el postre. El equipo de Courtney recibió 9 puntos por las gelatinas de frutas, el equipo de Geoff, 6 puntos por el gelato, el equipo de DJ, 10 puntos por las magdalenas y el equipo de Heather, 8 puntos con la tarta flambeada.
—¡Con esto, ya me queda claro! ¡Los ganadores de este desafío son las Ranas Saltarinas! —exclamó Chris, lo que hizo saltar de la alegría a los del equipo de Dawn.
—¡Como premio, van a recibir una cena bajo la luz de la Luna! —dijo el Chef y Zee añadió— Además. Estaré regalando sodas por si acaso les da sed.
Confesionario de Millie:
—Llevo conviviendo mucho tiempo con Zee y sigo preguntándome de dónde saca tantas sodas.
Fin del confesionario.
—Los Unicornios y los Lobos estuvieron cerca, pero les faltó. Sin embargo, no estuvieron tan mal como los Tigres y su asqueroso intento de estofado. Los espero esta noche en la Eliminación. Sin excusas.
En su sección, Courtney se agarró fuertemente la cabeza mientras se hiperventilaba.
—¡No lo entiendo! ¡¿Cómo puede ser posible?! ¡Me aseguré de anotar exactamente la receta! ¡¿Cómo pudimos haber fallado?!
—¡¿Y ahora preguntas?! —le reclamó Dwayne—. ¡Fuiste tú quien me dijo que buscara todos esos ingredientes extraños! ¡Mira! —le dio la receta a la Tipo A y ella revisó los ingredientes, pero— ¡¿De qué demonios hablas, Dwayne?! ¡Aquí no está ninguno de los ingredientes que dijiste! ¡Ni parecidos!
El Padre no tuvo tiempo de procesar nada, ya que Shawn lo tomó del cuello y empezó a asfixiarlo.
—¡Entonces, ¿además de inútil, eres esquizofrénico?! ¡¿He destripado tantos pavos y caracoles para nada?!¡No comprendo esto! ¡¿Cómo nuestro equipo pudo haber terminado con alguien como tú?! ¡Deberías haberte ido en el primer episodio! ¡No has sido más que un estorbo desde que empezó la competencia y esta es la cereza del asqueroso pastel que no te dejamos preparar!
Desesperado por vivir, Dwayne se puso a gritar— ¡Laurie, equis lata tema frijolada man jefa migas!
—¡Ya párale a tus balbuceos! ¡Ya me harté de ti! ¡Espero que te hayas despedido de Junior, porque él estará muy agradecido después de esto!
El Loco de los Zombis empezó a ahorcarlo más fuerte y, al creer que su vida ya estaba terminada, el hombre finalmente dijo bien la frase.
—Laurie, ekki lata thennan brjálada mann kaefa mig! (¡Laurie, no dejes que este loco me mate!).
Al escuchar esas palabras, la Laurie finalmente despertó del trance y empujó a Shawn lejos de Dwayne, salvándole la vida.
—Ya era hora de que finalmente aprendieras, Dwayne —dijo la Vegana, a lo que el Padre respondió— Sí. Supongo que los días de práctica combinados con el miedo a morir realmente te ayudan a obtener resultados —ayudó a Shawn a pararse—. Venga, niño. Nos toca la fogata de nuevo. Si ya te tranquilizaste, ven con nosotros.
—Hm, como sea.
Todo esto fue visto por MK desde la ventana y la Hacker se horrorizó mucho.
Confesionario de MK:
—Y esto es lo que pasa. Si no eliminas rápido a alguien a quien no puedes superar en fuerza y evadir en su totalidad, pasará esto. Si quiero sacarlo, necesito hallar la oportunidad.
Fin del confesionario.
Esa misma noche, los Tigres Feroces se dirigieron a la fogata, donde los estaban esperando Chris y Chef.
—¡Hola de nuevo, Tigres! Diría que me alegra verlos de nuevo, pero sería una mentira por varias razones. Chef, ¿quieres decirles cuáles son?
El Chef señaló a Dwayne y a Laurie— Ustedes dos están en peligro por haber quedado los ingredientes más asquerosos posibles para preparar el estofado y no dejar de retrasar a su equipo —señaló a Courtney—. Y tú estás en peligro por haberles confiado la receta a ellos en primer lugar.
—¿Es en serio? —dijo la Tipo A molesta, a lo que el Loco de los Zombis respondió— Sí. Por querer hacerte la niña buena y confiar en unos inútiles es porque estamos aquí, así que cállate.
—Y tú también, que es hora de entregar los malvaviscos. Wayne... Raj... Sam... Bowie... Sierra... Kitty... Emma... Blaineley... Beardo... B... Pete... Amy... Spud... Sky... Caleb... Anne María... Scott... Jay... Brick... Shawn y... Courtney.
La CIT suspiró aliviada antes de atrapar su malvavisco, mientras que Dwayne y Laurie se miraron con preocupación.
—Campistas, este es el último malvavisco de la noche. Quien se queda en esta isla una noche más es... ¡Laurie!
La Vegana se levantó sobresaltada de su asiento— ¡¿Qué?! ¡¿Pero por qué Dwayne y no yo?! ¡Fui yo quien lo ha estropeado todo! ¡Soy yo quien merece irse! ¡No él!
Para tranquilizarla, Dwayne la abrazó y le dijo— Todo mundo comete errores. Pero, ahora que volviste en ti, tienes la oportunidad de redimirte —se puso cabizbajo—, a diferencia de mí. Bueno, supongo que ahora me tocan los drones, ¿no?
—Sí, señor. Adelante.
Confesionario de Dwayne:
—Estrellas Definitivas ha terminado para mí. Me siento mal por no poder despedirme de Junior y me preocupa lo que le pueda pasar en mi ausencia, pero él es un chico fuerte y sé que ganará ese millón de dólares por los dos —dijo sonriente mientras se mostraban escenas de su participación en esta temporada.
Fin del confesionario.
Después que los drones se llevaran a Dwayne, Chris volteó a ver al público— Y ahí lo tienen. Otra vez los Tigres cayeron en una trampa y, ahora, ellos y las Ranas tienen 3 miembros menos. ¿Quién será el próximo en abandonar el programa? Averígüenlo en ¡Drama... Total... Estrellas Definitivas!
Mientras eso sucedía, Harold y Justin se llevaron la cama de Rock fuera de la cabaña a la playa y, cuando él despertó, fue recibido con burlas por parte de las chicas. El Rockero quedó muy confundido, hasta que se dio cuenta que estaba desnudo y se le veía la parte pixelada.
Alejandro y compañía, quienes estaban remando una canoa, voltearon a verlo con burla.
—¡Está bien! ¡Lo prometo! ¡Nunca más volveré a dejar mis calzoncillos por ahí!
—¿Y? —preguntó el Archivillano.
—¡Voy a lavar mi ropa de vez en cuando!
—¡Oh, ¿qué rayos?! ¡Yo le creo! ¡Justin, dale un poco de ropa, por favor!
El Modelo le lanzó una bolsa que tenía ropa limpia y este se fue a su cabaña lo más rápido posible para ponérsela.
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