xlviii
Jungkook y Jimin caminan uno al lado del otro mientras son escoltados por la Guardia Real hacía los calabazos del Palacio.
Es en ese momento que Jimin se da cuenta de que jamás vío unas escaleras que vayan hacía abajo, donde supone que están lso famosos calabazos, y entonces se pregunta como es que van a llegar.
Cuando llegan al ala Sur del Palacio, son escoltados exclusivamente por el Guardia Real personal de Jimin.
-La entrada a los calabazo solo la conocen los Reyes, sus Guardias Reales personales, y los trabajadores de ese área, porque conecta con túneles secretos que van por debajo, túneles que están en caso de emergencia y se tenga que evacuar el Palacio.
Explica Jungkook al notar la confusión en el rostro de su esposo, toma su mano con cariño, acariciando el dorso de esta con su dedo pulgar.
Jimin esta aterrado aún pero lo sabe ocultar muy bien, la diferencía es que esta vez el miedo no es tanto hacía Jeon Jungkook y sus sentimientos, esta vez lo que le causa terror es el hecho de que el Rey podría ser asesinado en cualquier momento.
En silencío caminan por varios pasillos, hasta llegar a uno en específico, ahí es donde rápidamente, el Guardia Real de Jimin mueve un cuadro colgado de la pared causando que esta se abra, los Reyes entran de inmediato, y el Guardia Real cierra el pasadizo secreto, para seguir con su camino con normalidad y asegurarse de que nadie los haya visto.
El olor a humedad invade las fosas nasales de Jimin de forma inmediata, bajan escaleras tomados de la mano durante apróximadamente 15 minutos.
Jimin siente curiosidad por saber que tan grande es el Palacio, y todo lo que lo forma.
Cuántos años se tardaron en construir semejante bestialidad, le parece increíble.
Finalmente las escaleras en forma de caracol se acaban, y se encuentran con tres túneles diferentes frente a ellos.
-Escuchame con atención, Jimin.
Pide Jungkook llamándolo por su nombre completo y no por el apodo que le había dado, demostrando que lo que esta a punto de decir es algo serio.
-Te acordas de por dónde entramos a las escaleras ¿Verdad?
Pregunta Jungkook mirando a Jimin con una sonrisa en los labios, el modelo asiente con seguridad en respuesta.
-Estos tres túneles, el de la derecha lleva a los calabozos, el de en medio lleva al Parlamento, y el de la izquierda lleva directamente a la pista de despegue personal de la Familia Real, donde siemprr hay un avión listo para ser abordado en cualquier momento.
Jimin se encuentra fascinado ante las palabras de su esposo, realmente quíen sea que haya planificado la construcción lo había pensado muy bien.
-Las probabilidades de que algo realmente llegue a pasar son bajas, Jimin, pero aún así tengo que decirte esto. Sí algún día llega a suceder algo dentro del Palacio y sabes con certeza que tu vida esta en peligro...lo que tenes que hacer es tomar a nuestros hijos y correr hacía el túnel de la izquierda, no subas en la primera salida, es el aeropuerto y todos van a saber que vas a querer ir allí por lo cual te van a estar esperando, tenes que seguir de largo, la tercera luz que te encuentres la tenes que girar hacía la derecha, se va a abrir otro pasadizo, vas correr de nuevo por él, y las novena luz que te encuentres la volves a girar y te volves a meter en el pasadizo, y ahí te quedas con nuestros hijos hasta que alguíen llegue a buscarte ¿Me entendiste?
Pregunta Jungkook con seriedad, mientras Jimin se repite una y otra vez esas palabras tratando de recordarlas.
-Tenes que recordarlo, Jimin, porfavor asegurate de recordarlo.
Suplica Jungkook apretando con delicadeza el agarre a sus manos.
-Yo te prometo que lo voy a recordar, Jungkook, pero vos tenes que prometerme que jamás voy a tener que hacer ese recorrido.
El Rey sonríe ante esas palabras, acaricía el rostro con su esposo sonríendole con todo el cariño que le tiene.
Fue por accidente pero se encontro con la persona más fascinante del mundo, alguíen que lo comprendía, que le era leal sin síquiera tener él que pedírselo.
¿Cómo no iba a empezar a tener sentimientos por Park Jimin, cuando el chico es el dueño de la mirada más genuina que vío en su vida?
¿Cómo no iba a caer de rodillas a sus pies, cuando cada aleteo de sus pestañas provoca un tornado en su interior desde el momento en que lo vío por primera vez?
Porque Jungkook jamás lo admitiría en voz alta, pero sí bien cuando conocío a Jimin le parecía alguíen desagradable, tambíen hubo otro sentimiento que fue desatado en el instante en que sus ojos se encontraron, un sentimiento que no sabía como describir.
Porque ver a Park Jimin de brazos cruzados, parado frente a los Reyes de Von en silenció a esperas de un saludo de parte de los monarcas, fue el mayor acto de rebeldía que presencío en su vida.
Y eso lo fascino desde el instante cero.
¿Cómo es que llego a creer que jamás sería feliz junto a Park Jimin, cuando ahora que lo piensa bien, es la única opción que se le viene a la cabeza?
Sus labios se unen en ese recóndito rincón del Palacio, y crean esa promesa silenciosa.
Recordar a cambio de que ese recuerdo no se deba usar.
-Bienvenidos, su Majestad.
Saluda Seokjin quien ya hacía días había sido finalmente liberado del horrible e incomodo yeso que aprisiono su brazo durante poco más de un mes y medio.
-¿Esta todo listo?
Pregunta Jungkook con la seriedad marcada en su rostro.
-Si, su Majestad.
Responde Seokjin con tranquilidad, las luces del pasillo y de las celdas estaban encendidas permitiendo que los prisioneros sean capaces de ver absolutamente todo.
Finalmente Seokjin se encarga de traer a los atacantes de los antiguos Reyes, a quienes Jungkook mira con el infierno mismo ardiendo en sus ojos.
-Llevemoslos a la sala de interrogatorios, todos juntos, no tengo ganas de perder mi tiempo haciéndolos pasar de a uno en uno.
Pide Jungkook elevando un poco el tono de su voz, sabiendo que esta siendo escuchado por el resto de los prisioneros.
Así es como Jimin se coloca una capa negra para infiltrarse entre los prisioneros, quienes entienden perfectamente lo que esta sucediendo, en cuando ven como el Rey Consorte se mete en medio de ellos como sí fuera uno más.
Y entonces, empiezanna caminar, Jungkook con el miero recorriendo cada centímetro de su cuerpo, porque sí bien los prisioneros se encuentran esposados, eso no significa que no puedan lastimar a su esposo.
Eso es lo que ven las personas encerradas en esos calabozos, al Rey caminando delante de un grupo de cinco prisioneros, y detras de ellos el Guardia Real del Rey velando por su seguridad, nadie se imagina que uno de esos cinco prisioneros es el Rey Consorte.
Nadie se imagina que el motivo por el cual Kim Seokjin camina apuntando constantemente su pistola hacía los prisioneros, es porque los esta amenazando para que no se atrevan a síquiera ponerle un dedo encima al Rey Consorte.
Entonces Jimin lo nota, si, nota varias miradas de sorpresa sobre los hombres que caminan por el pasillo alrededor de él.
Realmente el responsable del ataque había sido el Duque Lee Jung Jae, quíen esta dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de obtener el trono.
Así es cómo llegan a la sala de interrogatorios, donde Jungkook lo primero que hace es acercarse a Jimin y alejarlo de los prisioneros con rapidez, de inmediato le retira la capa que cubría su rostro y saca las esposas que apresaban sus manos.
-En serio, no se como me deje convencer de hacer esta locura.
Dice Jungkook con molestia en la voz
-Pero funciono.
Asegura Jimin completamente orgullo de lo que descubrió.
-¿A qué te referís?
Pregunta Jungkook quíen ni había notado ningún tipo de reacción extraña de parte de los prisioneros encerrados en sus celdas.
-Tengo muchos talentos, Jungkook.
Afirma Jimin caminando hacía el escritorio de la sala, se asegura de que este limpio y finalmente se sienta en el cruzándose de piernas con sensualidad bajo la atenta mirada del Rey y los prisioneros.
Seokjin seguía demasiado ocupado aún apuntando su arma hacía los criminales, no debía permitirles realizar ni un puto movimiento de más.
-Uno de eso talentos es el código morse.
Esa oración causa que uno de los prisioneros amenace con dar un paso en su dirección, pero un disparo justo al lado de uno de sus pies lo hace detenerse en seco.
-Move un puto músculo de la cara y te prometo que el siguiente no lo fallo.
Amenaza Seokjin causando que todos se queden estáticos en su lugar.
-Fuímos ingenuos, Jungkook, porque debido a lo que se ahora puedo darme cuenta de que el plan del Duque Lee Jung Jae esta saliendo tal y como lo había planeado.
Jungkook se confunde ante esas palabras, se acerca hacía Jimin parándose justo en frente suyo dandole la espalda al resto de las personas en la sala.
-¿Estas diciendo que el hecho de que tengamos a sus hombres aca es parte de su plan?
Jimin asiente ante esa pregunta de parte del Rey.
-El idiota que me saco el celular cuando me secuestraron, lo reconocí de inmediato, estaba parpadeando de forma extraña, "El buho trae la llave el día en que la dama conocío al guerrero, a la hora en la que el hechicero transformo al herrero", eso fue lo que le dijo a él en código morse.
Asegura Jimin señalando al más alto de los cuatro prisioneros.
-Hay alguíen trabajando desde adentro, alguíen que sabe como llegar a este lugar y alguíen que va a liberarlos el día en que todo suceda para que puedan atacarnos con rapidez desde el interior del Palacio.
Jungkook asiente ante esas palabras con tránquilidad. Tránquilidad que descoloca a Jimin por completo.
El Rey abre la puerta de la sala de interrogatorios y camina hasta pararse en el medio del pasillo con una sonrisa en el rostro, Jimin sigue sus pasos y se para frente a él mirandolo con extrañeza.
-Seokjin, quiero que tapes todas las entradas a los túneles subterraneos del Palacio, no quiero que ní una sola alma sea capaz de entrar o salir de este lugar. Los prisioneros van a ser transladados de inmediato a una locación secreta. Y todos los trabajadores de los calabozos van a ser despedidos e investigados de forma exhaustiva. Los Guardias Reales que sepan como entrar y salir de este lugar van a suspender su deber con la Corona hasta que las investigaciones acaben. El castigo por conspirar contra la Corona, es pudrirse el resto de sus dias en prisión y voy a asegurarme que todos los cumplan.
Así es como Jimin y Jungkook salen de los calabozos, dejando a Seokjin junto a los trabajadores del lugar para encerrar momentaneamente a los prisioneros para luego transladarlos tal y como ordeno el monarca.
El Rey siente su sangre hirviendo bajo su piel, Lee Jung Jae, realmente iba a cobrarselas todas y cada una.
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En unos minutos subo el siguiente de hoy 💛💛💛
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