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Jimin esta ahí, parado frente a la tienda de tatuajes, mientras Jungkook, quien se encuentra a su lado, observa su expresión de confusión con una sonrisa en el rostro.

Desde el Aniversario de Von que su relación había estado como rara, se llevaban bien, pero era como sí Jimin pusiera demasiada resistencia a la hora de pasar tiempo juntos.

—¿Qué te vas a tatuar?

Pregunta Jimin curiosidad causando que Jungkook lo observe sin borrar esa sonrisa de su rostro.

Esa maldita sonrisa a la que Jimin esta empezando a tenerle miedo, porque cada vez que aparece siente su corazón latir un poco más fuerte, porque cada vez le cuesta más ignorarla.

Porque tiene que hacer un esfuerzo sobrehumano para pretender que no causa nada en él, cuando la realidad es que le causa absolutamente todo.

—Me voy a tatuar cosas que tienen importancia para mi en todo el brazo. La versad no se sí estoy siendo valiente o estúpido.

Admite Jungkook logrando que Jimin lo mire con confusión ¿Todo el brazo en una sesión y encima como primer tatuaje? Si, ese definitivamente no iba a ser el día favorito de Jungkook.

Así es como entran el el Estudio de tatuajes, los trabajadores y clientes que se encontraban dentro sienten sus corazones paralizándose debido a la impresión de ver a la mismísima Guardia Real entrando en el lugar y escaneando cada detalle minuciosamente.

Todos en el lugar sienten como la respiración se les corta por un instante al ver a los Reyes entrando con tranquilidad por la puerta.

—Su Majestad, Su alteza, es un honor para nosotros recibirlos el día de hoy.

Esas palabras som dichas por eo recepcionista del lugar que apenas logra salir de su estado de confusión para saludar a los Reyes haciendo una debida reverencia.

—Muchas gracias, tengo un turno a nombre de Jeon Jungkook para las cuatro de la tarde.

Afirma el Rey logrando que enseguida la mandíbula de todos los trabajadores caigan al suelo, y es que todos se habían pasado casi cuarenta minutos de corrido hablando y riendo del psicopata que se va a hacer como primer tatuaje una manga entera, jamás esperaron que se tratara del Rey de la Nación.

—Por supuesto, voy a buscar a su tatuador que lo estaba esperando, su Majestad.

El joven chico hace una gran reverencia y corre hacía el interior donde los Reyes deducen que deben estar las zonas más privadas para tatuarse.

Luego de unos minutos el tatuador aparece acompañado del recepcionista, el chico no parece sorprendido por lo cual asumen que en esos minutos le deben haber explicado la situación.

—Es un placer conocerlos, su Majestad, su Alteza, por favor síganme, los voy a llevar a mi zona.

Los Reyes dan un paso en dirección al hombre causando que enseguida los Guardias Reales se muevan con ellos.

—Les voy a pedir que se queden acá y nos acompañen sólo dos de ustedes.

La orden de Jungkook es obedecida de inmediato, logrando que los Guardias Reales se dispersen por el Estudio de tatuajes eligiendo cada uno una posición para asegurarse de poder tener la reacción más rápida posible ante un incidente.

Los Reyes caminan detrás del tatuador por un pasillo, hasta que finalmente se detiene y abre una puerta.

—Adelante, por favor.

—Ustedes dos quedense en la puerta.

Pide Jungkook indicando que no tiene planes de dejarlos entrar con ellos, los Guardias Reales hacen una reverencia y finalmente los tres entran en la habitación cerrando la puerta detrás de ellos.

No es una habitación muy pequeña pero tampoco llega a ser mediana, tiene el tamaño ideal para un escritorio, una gran silla de esas que se pueden convertir en camillas, y una mesa donde se encuentran todos los insumos necesarios para poder tatuar.

—Estuve viendo la plantilla que me envió, sólo faltaría colocarla en su brazo y asegurarnos de que el tamaño es el perfecto y podríamos empezar.

Jungkook asiente en dirección al tatuador, y empieza a sacarse el saco de su traje, para luego hacer lo mismo con el chaleco que llevaba puesto. Mal día para usar un traje de tres piezas.

Jimin se ve obligado a ahogar una risa en cuanto nota que su esposo no puede subir la manga de su camisa.

—¿En serio te estas riendo?

Pregunta Jungkook observando a su Rey Consorte quien tiene su rostro arrugado, finalmente se rinde y empieza a reír con todas sus fuerzas logrando quel Rey niegue con la cabeza con una sonrisa divertida en los labios.

Por su parte el tatuador esta usando todas sus fuerzas para mantenerse calmado, y es que frente a él se encuentra el Rey de la Nación Jeon Jungkook, y por sí fuera poco, esta acompañado de su esposo, Park Jimin, ese modelo que sigue hace años y siempre le parecio la persona más hermosa en el mundo y esta número uno en su lista top 5 celebridades con las que tendría sexo, y eso que él se considetaba heterosexual.

—Espero que no te moleste, pero voy a tener que sacarme la camisa.

Las palabras de Jungkook van dirigidas al tatuador que lo mira tratando de fingir tranquilidad.

—No hay problema, su Majestad.

Es lo único que responde causando que Jungkook empiece a retirar su camisa.

—¿Hace cuánto que tatuas?

Pregunta Jimin observando los cuadros colgados en la habitación, deduciendo que son dibujos hechos por el tatuador, la gran mayoría le encantan, se nota a simplementr vista su talento.

—Hace siete años, su Alteza.

Responde causando que Jimin asienta en su dirección y se acerque un paso hacía el causando qur Jungkook lo mire fijamente.

—Me gustan muchos tus dibujos, se nota que sos muy talentoso.

Felicita el Rey Consorte, Jungkook de inmediato nota las orejas de color rojo del tatuador, pero conoce a Jimin, esta felicitándolo de forma genuina y sin segundas intenciones.

Pero realmente empezaba a molestarle que todas las personas que se acerquen a su esposo lo miren con esos ojos cargados de segundas intenciones, le empezabana a provocar dolores de cabeza.

Pero entonces, los ojos de Jimin que habían estado muy ocupados observando la habitación con curiosidad vuelven al Rey, justo en el momento en el que se encuentra retirando su camisa.

Jimin se ve obligado a nos abrir sus labios de la impresión.

Jamás imagino que Jungkook podría llegar a tener el cuerpo que esta viendo justo ahora, siente sus piernas temblar al advertir esos brazos musculosos que terminan en las manos del Rey que tránquilamente podrían convertirse en su nuevo collar favorito.

Siente su corazón acelerándose al notar sus pectorales o abdominales, realmente tiene todo un espectaculo frente a él.

—Todavía no puedo creer que viniste en camisa de vestir a tatuarte, Jungkook me vas a hacer llorar.

Se burla Jimin tratando de parecer despreocupado y completamente tránquilo, casi como sí la vista de Jungkook observándolo con esa sonrisa y sin camisa, no estuviese causando absolutamente nada en él.

—No quemes mis trajes, Jimin.

Pide Jungkook causando que el mencionado ria snte esas palabras.

—Pero dijiste que podía hacer lo que yo quisiera, ya lo dijiste y desdecir no se puede.

Esta vez es Jungkook el que rie mientras el tatuador prepara la plantilla para colocar en el brazo del Rey.

—Su Majestad, la plantilla ya esta linda ¿Me permite colocarla?

Pregunta con respeto causando que el Rey asienta, el tatuador se acerca a él, coloca la plantilla de forma lenta y cautelosa procurando que todo quede donde debe quedar y sin dejar nada al azar.

La presiona contra la piel del Rey y pasa las palmas de su manos una y otra vez sobre el brazo para asegurarse de que se adhiera a la perfección y no se pierda ni una línea.

Cuando cree que esta lista la retira con delicadeza logrando que Jimin se quede sin aliento ante la vista.

Realmente le quedaban muy bien esos tatuajes.

—¿Qué te parece, Jimin?

Pregunta el Rey mostrando su brazo causando que su esposo se acerque, ve varios detalles que le encantan, y entonces asiente contento.

—Me gusta, se nota que lo hiciste vos.

Afirma Jimin causando que Jungkook sonría, ni siquiera tuvo que decírselo, su esposo ya se dio cuenta de que el mismo diseño su tatuaje.

—Si esta todo bien, entonces ya podemos empezar.

Jungkook se sienta en la silla del cliente, mientras el tatuador se sienta a su lado y toma la maquina de tatuar poníendole las agujas esterilizadas y la enciende causando que ese tipico sonido inunde la habitación.

Jimin se sienta en la silla libre del otro lado, justo al lado de Jungkook y enfrentado al tatuador, quien no puede evitar desviar sus ojos a los del modelo por un segundo que Jungkook nota de inmediato.

—¿Empezamos?

Pregunta el Rey logrando llamar la atención del hombre quien de inmediato absorbe la tinta negra con su maquina.

—Sí le duele demasiado, por favor dígamelo y paramos el tiempo que se necesario, lo mismo si siente que se esta descompensando, su Majestad, su comodidad es lo primero.

Dice el tatuador logrando que el Rey asienta y finalmente empiece.

Jungkook observa atentamente como la aguja se acerca a su piel hasta finalmente entrar en contacto con ella.

No es ni un poco como se lo imagino ¿Dolor? No llega a ser dolor, es molesto, no va a negarlo, pero es como sí quemara o ardiera, pero no es un dolor insoportable como muchos dicen.

Aunque Jungkook entiende que por ahí es por la zona. Sabe que lo difícil va a ser cuando llegue a su codo, o a los triceps, estuvo leyendo que junto a la columna vertebral y a las costillas, son de las peores zonas para tatuar debido al dolor.

—¿Y?

Pregunta Jimin con curiosidad al ver la expresión tan tránquila en el rostro de su esposo.

—Estoy bien, es un poco molesto pero creí que iba a ser peor.

Afirma Jungkook con tranquilidad en la voz mientras Jimin sonríe con burla.

—Ya quiero ver tu cara cuando llegue al codo.

Jungkook ríe y niega con la cabeza ante esas palabras.

—Se supone que tenes que darme apoyo moral, Jimin.

—Me conoces mejor que eso, Jungkookie.

Contesta Jimin con sarcasmo pero eso no le importa a Jungkook, lo que le importa es que es la primera vez que Jimin lo llama por un apodo que no sea despectivo.

—Lo hago, Jiminnie.

Responde el Rey burlándose de Jimin quien enseguida se pone rojo de pies a cabeza logrando hacer reír a su esposo.

—Genial, la tinta ya empezo a hacer efecto, te vas a volver salvaje, elegiste el camino del mal.

Jungkook vuelve a reír ante esas palabras quedándose lo más quieto posible para no truncar el trabajo del tatuador que justo ahora se encuentra muy concentrado.

Él generalmente hablaba con sus clientes y los ayudaba a relajarse, pero justo ahora el que necesita relajarse es él, el mismísimo Rey de la Nación va a tener un tatuaje hecho por él en el brazo, es probablemente el tatuaje más importante que va a hacer en su vida, no tiene que ser otra cosa qur no sea simplemente perfecto.

Agradece que el Rey haya asistido con su esposo, así se distrae hablando con él, y puede concentrarse completamente en hacer el mejor tatuaje de su vida, porque por más que no sea su diseño, es un diseño del Rey y tiene que hacerle justicia, esta dispuesto a hacer las mejores líneas de su vida.

Pasan las horas, Jimin ríe en cuanto nota a Jungkook cerrar sus ojos por el dolor cuando la aguja pasa por su codo, pero al mismo tiempo lo distrae hablándole de cualquier cosa para que su esposo sea lo menos consciente posible del dolor.

Y las horas siguen pasando y cuando se dan cuenta son casi las diez y media de la noche, ese es el momento en el que la máquina de tatuar se apaga.

—Terminamos por hoy.

Anuncia el tatuador observando detalladamente cada centímetro del tatuaje, esta perfecto, falta rellenar en la siguiente sesión y va a quedar perfecto.

—Estuve seis horas y media sentado en una silla, me voy a morir.

Pronuncia Jimim estirando sus brazos con incomodidad, siente que le duele todo.

Observa como el tatuador pone un líquido sobre el brazo de Jungkook, y rie en cuanto el Rey suelta un suspiro de alivio, pero ese alivio lo abandona en cuanto la servilleta de papel pasa por su brazo.

—Eso me dolio más que todo el tatuaje.

Admite en voz alta logrando que incluso el tatuador ria de sus palabras.

—La servilleta es la peor parte.

Dice Jimin completamente de acuerdo con las palabras de su esposo.

El tatuador envuelve el brazo de Jungkook con papel film indicándole que se lo tiene que dejar durante toda la noche de ser posible.

Le explica los cuidados detalladamente para asegurarse de que absolutamente nada salga mal, y finalmente Jungkook y Jimin salen de la habitación siendo recibidos por los Guardias Reales que habían dejado ahí.

Caminan hacía la entrada de la tienda, donde los reciben el resto de tatuadores y el recepcionista que les había dado ls bienvenida junto al resto de sus Guardias Reales.

—Muchas gracias por recibirnos y disculpen que se haya hecho tan tarde.

Las palabras de Jungkook causan que enseguida todos se levanten de sus lugares y hagan una reverencia hacía ellos.

—No tiene que disculparse, pasa todos los días porque tatuar es un proceso que lleva mucho tiempo, de hecho todos le queríamos agradecer por habernos dado el honor de conocerlo en persona, y queríamos pegruntarle si podría sacarse una foto junto a su esposo frente a la tienda. Queremos hacer un cuadro y colgarlo en el estudio para recordar siempre este día.

Pide el recepcionista mientras todos los tatuadores lo miran dando a entender que le habían pedido que dijera eso.

Jungkook y Jimin se miran con sonrisas en el rostro y asienten con tranquilidad.

—Pero todos ustedes también tienen que estar en la foto, uno de los Guardias Reales puede tomarla.

La sonrisa de todos se hacen aún más grandes al oír esas palabras de parte del Rey Consorte.

Así es como todos salen del estudio y se colocan justo en frente sonriendo para la cámara que uno de los Guardias Reales tiene apuntando en su dirección.

Todos sonríen mientras Jungkook abraza a Jimin acercándolo lo más posible a él, el Guardia Real saca varias fotos y se la regresa al recepcionista, y luego de despedirse los Reyes emprende su camino de regreso al Palacio.

—No le digas a nadie que me tatue, quiero mostrarselos cuando este terminado.

Pide Jungkook sonriéndole a Jimin mientras ambos van sentados en los asientos traseros de uno de los autos de la Guardia Real.

—Soy una tumba.

Afirma Jimin con tránquilidad.

—Pero cuando me dijiste que querías tatuarte no me esperaba que lo hicieran tan rápido y mucho menos tanto.

Admite el Rey Consorte con honestidad.

—Estoy desesperado por ser yo mismo de nuevo, Jimin. Si bien lo estoy logrando de a poco, sabía que necesitaba un gran empujon, y esto lo fue.

Explica Jungkook con orgullo, realmente se siente más libre que nunca, sabe que es el primer Rey tatuado en la historia, no sólo de Von sino del mundo, sabe que van a haber críticas pero no podría importarle menos.

Esta eligiendo ser él mismo y eso es lo único que le interesa.

—Todo esto es gracias a vos, Jimin. No se sí te importa o no, pero quiero que lo sepas. Quiero que sepas perfectamente que sí puedo ser yo mismo es únicamente gracias a que apareciste en mi vida. Es cierto que al principio me pareció una desgracia, pero justo ahora...te juro que lo único que cambiaría sería la forma en la que te trate cuando te conocí, sólo eso, me gustaría volver el tiempo atrás y tratarte con el respeto y amabilidad que merecías, pero incluso siendo consciente de todo...en el momento en el que levantes el tenedor para mi, volvería a decirte "Gracias" sin siquiera dudarlo.

Jimin siente como su corazón late desbocado en su pecho ante esas palabras, esta aterrado pero aún así sonríe porque no puede esconderlo, no después de haber escuchado eso.

Esta enamorado de Jeon Jungkook y ya no puede negarlo.

Esta empezando a amarlo y ya empieza a sentirse incapaz de esconderlo, porque incluso el mismo puede sentir la forma en que sus ojos brillan al observarlo.

—Denada.

Es lo único que responde logrando que una carcajada se escape de los labios de Jungkook, quien se acerca a su esposo y deja un dulce beso en su frente mientras le sonríe con cariño.

Realmente, Park Jimin había caído por completo a los pies de Jeon Jungkook.

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BUENOOOOO HASTA ACÁ X HOY TKM 💛💛

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