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Ahí esta el Rey, parado con autoridad, con el ejercito de Von, la Guardia Real, y los soldados Coreanos, que Corea del Sur había enviado en señal de apoyo, parados detrás suyos.
No tiene ni un poco de miedo.
Son superiores en número, son superiores en armas, son superiores en todos los aspectos.
Es por ese motivo que sonríe con burla en cuanto ve a ese soldado enemigo acercándose con una bandera blanca en las manos.
Rueda sus ojos con cansancio y le permite llegar a él.
—El Duque Lee Jung Jae, pide tener una reunión con usted, puede llevar a un máximo de dos hombres.
El Rey ríe ante esas rídiculas palabras, ya se las esperaba, no se sorprende ni un poco.
—¿Dónde es la reunión?
Pregunta con burla en la voz.
—En el mismo lugar a donde fue a buscar al Rey Consorte una vez.
Jungkook recuerda muy bien ese lugar, la desesperación que sintío todo el camino, cómo fue que esa se convirtío en la única vez que llego a desconfiar de Jimin por un misero instante del que probablemente se va a arrepentir toda la vida.
Recuersa la conversación que tuvo con Jimin, como fue que él fue el primero que le aviso que eso iba a suceder.
"Va a buscar llevarte a su territorio, diciéndote que es en vano derramar sangre cuando las cosas pueden hablarse. Lo que vos tenes que hacer es caer en la trampa, Jungkook, para que se confíe, para que crea que todo le esta saliendo bien y cuando menos se lo espere todo va a derrumbarse a su alrededor"
—Su Majestad, no es seguro confiar en un traidor.
Advierte Seokjin, quíen no sabía absolutamente nada del plan que Jimin, San y él habían armado en secreto.
—Lo se, pero sigo siendo el Rey y sí puedo evitar derramar sangre, lo voy a hacer, Jin.
Jungkook dice esas palabras con seriedad, causando que Seokjin empiece a enumerar en su cabeza la cantidad de cosas que están a punto de salir mal.
Solo espera que Jimin, la Princesa y el Príncipe esten en un lugar seguro, al igual que los antiguos Reyes que están ocultos en el mismo lugar donde están los prisioneros que antes se encontraban en los calabozos del Palacio.
—Vamos a ir.
Afirma el Rey, causando que el soldado que sostenía la bandera blanca, asienta y se retire primero para dar aviso.
—¡Traigan los caballos! Kim Seokjin y So Ji Sub vienen conmigo.
Ordena el Rey causando que de inmediato, el líder de la guardía Real, y el líder de la Protección del Rey Consorte hagan una reverencia en su dirección.
Así es como los tres se suben a sus respectivos caballos y se marchan de ahí, sabiendo que sí el ejercito enemigo intenta siquiera un movimiento va a ser aniquilado.
Jungkook sabe exactamente como ir al lugar del encuentro, de hecho de encuentra bastante cerca de esa cabaña en la que estuvo con Jimin, esos recuerdos llegan a su mente hacíendolo sonreír como un idiota.
—¡¿En serio estas sonríendo?!
Pregunta Seokjin sin poder creerlo, el Rey estaba yendo al matadero con una puta sonrisa en los labios.
—¡Jin, simplemente seguime la corriente!
Pide Jungkook causando que Seokjin lo mire con confusión.
Finalmente, luego de una cabalgata de apróximadamente media hora, llegan al lugar acordado, encontrándose con las luces encendidas pero ninguna persona alrededor.
Se bajan de los caballos, es Ji Sub quíen se encarga de amarrarlos a un árbol mientras Jungkook y Seokjin miran alrededor com atención, tratando de encontrar cualquier cosa de la cual sospechar.
Finalmente los tres entran en esa casa escondida en el bosque sin siquiera tocar la puerta.
Ahí esta, el Duque Lee Jung Jae, acompañado de tan solo dos hombres que se encuentran parados detrás suyo.
—Te estaba esperando.
Jungkook ríe con burla ante esas palabras, se acerca a los sillones y se sienta justo enfrente suyo, mientras Seokjin y Jisub se paran detrás, completamente atentos a cualquier movimiento del enemigo.
—¿En serio?
Pregunta con puro sarcasmo en la voz notando como la vena en la frente del Duque empieza a marcarse.
"Una vez que estes dentro de su trampa, todo lo que tenes que hacer es desesperarlo, copiame la personalidad, pensa en cosas que yo diría, hacelo enojar, para que actue por impulso y sin pensar, para que esa trampa que te tendío a vos...caiga sobre él"
Sonríe al recordar esas palabras de Jimin, ya hacían cuatro meses que venía escuchando sus contestaciones sárcasticas, definitivamente sabía como usarlas.
—¿Me pediste que venga para quedarte en silencío? Parecías tan seguro de lo que estabas haciendo ¿Qué paso? ¿Te agarro miedo?
El Duque aprieta sus puños con fuerza ante esas palabras de parte del Rey, quíen le sigue sonriendo con la burla plasmada en sus labios.
—¿Miedo? Para nada, sólo estoy esperando el llamado de cierta persona que envíe al Palacio para asesinar a tu esposo e hijos.
"Va a intentar sacarte de tus casillas, Jungkook. Se va a meter con los nenes, se va a meter con tus padres y se va a meter conmigo. No caigas en sus provocaciones, porque sí lo haces le estas regalando la victoria"
A pesar de eso, Jungkook siente la sangre hirviendo en sus venas, él no es un asesino pero quiere matar a Lee Jung Jae.
—Entonces tendremos que esperar.
Responde con tránquilidad, sabiendo perfectamente que las únicas personas que saben donde se encuentran Jimin y sus hijos justo ahora, son personas que no tienen ningún tipo de contacto con Lee Jung Jae.
Pero su sangre que parecía arder se hiela en cuanto escucha el celular del Duque sonando, lo observa atender la llamada.
—Matenlos a todos.
Esas son las palabras que escucha, causando que empiece a reír casí al instante. Ah se siente un idiota por haberse asustado por un segundo.
—¿Acabas de pedir que maten a tu hija? Digo, si sabes que Hyori esta con Jimin justo ahora ¿Verdad? De hecho fue ella la que vino avisarnos del ataque porque te escucho hablando con tus amigos.
Jungkook sonríe en cuanto observa la expresión de confusión del Duque Lee, quíen cuelga esa llamada de inmediato, para hacer otra.
—Despierten a Hyori.
Pide en voz alta, logrando que Jungkook se de cuenta de que llamo a quíen sea que este en su casa, porque no cree en sus palabras.
La expresión del Duque se tiñe de enojo cuando parecen decirle algo a través del celular, logrando que tire el dispositivo contra la pared detrás del Rey.
Eso causa que tanto Jisub como Seokjin saquen sus armas y lo apunten.
—¿Entendes la diferencía entre nosotros ahora? Yo no tengo que mentir para desesperarte, y en cambio vos me amenazas con asesinar a mi familia y ni eso te sale bien ¿Qué es todo esto? ¿Un número de circo?
Jungkook se para de su lugar con cansancio.
—No se con qué amenazarte, ya te salío todo mal, ya perdiste todo ¿Vas a intentar matarme? Porque sí lo vas a intentar que sea rápido, porfavor, me muero de ganas por volver a la cama con mi esposo...nos interrumpieron en un momento privado, no se sí me explico.
Es cuando el Duque lo mira con esa horrible sonrisa en el rostro es que Jungkook comprende que finalmente logro su cometido, lo saco por completo de sus casillas.
—Tenes razón, ya perdí. Pero vos de acá no vas a salir vivo.
Esas son las palabras que dice el Noble, para sacar de un mueble una especie de botón que hace que el mundo caiga a sus pies.
—¿Vas inmolarte con tal de matarme?
Pregunta el Rey tratando de no perder la compustura.
—Soy un Noble, soy mi título, mis derechos y mis tierras, lo perdí todo tratando de conseguir el trono, el hombre ya esta muerto, Jungkook, solo falta que muera el cuerpo.
"Nunca te confíes, Jungkook, porque en el momento en el que le ví los ojos me dí cuenta de que es capaz de cualquier cosa con tal de matarte"
No se había confiado, pero jamás creyo que sería capaz de incluso matarse a él mismo con tal de acabar con su vida.
Sabe que San esta fuera de esa cabaña esperando su señal, pero sabe que eso no sirve de absolutamente nada.
Con solo presionar ese botón acaban todos muertos.
En ese momento Jungkook se da cuenta, realmente esta a punto de morir.
🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾
—¡SU ALTEZA!
Ese es el grito de uno de los Guardias Reales, que es capaz de ver a Jimin saliendo del Palacio corriendo con todas sus fuerzas.
Se miran confundidos entre sí, se suponía que el Rey Consorte debería estar en un lugar seguro, no corriendo por ahí siendo un blanco fácil.
—¡¿Qué mierda hacen?! ¡Vayan tras él!
Ordena un Guardia Real de rango superior, causando que de inmediato diez Guardias Reales abandonen su posición para correr detrás del Rey Consorte.
—¡Su Alteza es peligroso, debe volver al lugar seguro!
Grita uno de ellos observando como el chico se sube en una de las camionetas pertenecientes a la Familía Real, y la enciende demostrando que tiene toda la intención de salir del terreno del Palacio.
De inmediato los Guardias Reales corren hasta ponerse frente a la camioneta, impidiendo que Jimin salga de allí.
Pero eso no le importa, sólo quiere ir detrás de Jungkook, el hecho de que no se encuentre en ese lugar, enojado con él por no haberse quedado en el lugar seguro, significa que todo salío como lo habían esperado, pero aún así tiene ese enorme presentimiendo de que hay algo que esta saliendo muy mal.
Es la mirada de Lee Jung Jae, decidida a matar a Jungkook, lo que le da ese presentimiento.
Sabe exactamente a donde ir, sabe que sí Jungkook fue a reunirse con el Duque, justo ahora deben estar en esa casa escondida en el bosque a la cual lo habían llevado a él ese día en que lo secuestraron.
Por ese motivo sonríe en cuanto ve a esos pobres Guardias Reales parados frente a él.
¿Acaso no lo conocían aún?
Jimin acelera el vehículo, causando que los Guardias Reales retrocedan con miedo, conociendo al Rey Consorte...es completamente capaz de pasarles por encima justo ahora.
Confirman esa teoría en cuanto ven la camioneta acercándose a ellos a toda velocidad, obligándolos a tirarse a un costado.
—¡A LOS AUTOS, HAY QUE SEGUIRLO!
Grita uno de ellos causando que de inmediato se paren del suelo y corran a los vehículos para seguir al Rey Consorte.
Jimin aprieta el acelerador lo más posible, el velocímetro marca que va a casí doscientos kílometros por hora pero no le importa en lo absoluto, su único objetivo justo ahora es llegar a donde esta Jungkook y verlo vivo. Sólo eso.
Cuando finalmente reconoce ese camino de tierra a un costado, dobla haciendo que las ruedas de la camioneta provoquen un sonido agudo contra el pavimento.
Sabe que falta poco y entonces la ve, esa puta casa de mierda, no sabe de que material esta hecha pero esta a punto de descubrirlo.
Acelera al máximo y maneja directamente hacía la casa, observando como San, quien se encuentra escondido, mira en su dirección completamente aturdido.
Eso no era parte del plan, y sabe que hacíendolo se esta arriesgando a lastimar gravemente a Jungkook, pero sin duda prefiero herirlo de gravedad a verlo muerto.
Es por ese motivo que ni siquiera duda, se acerca a toda velocidad a la construcción dispuesto a atravesarla con la camioneta.
Eso es lo que ve Jungkook a través de la ventana, como de repente una luz casí cegadora se acerca a ellos con rapidez.
—¡SU MAJESTAD!
Sólo es capaz de escuchar el grito de Seokjin, y sentir como su cuerpo es empujado a un costado por él.
Luego de eso se escucha un estruendo ensordecedor, seguido del sonido de cosas siendo detrozadas, vidrios rotos, y el motor de un vehículo.
—¡SU ALTEZA!
Ese grito de parte de San logra que Jungkook reaccione de inmediato ¿Acaba de referirse a Jimin?
Lo busca con la mirada pero no lo encuentra por ningún lado, pero enseguida se da cuenta de que la persona que conducía la camioneta era él.
—¡SAN, EL DUQUE TIENE UN BOTON PARA EXPLOTAR TODO!
Avisa Seokjin causando que el chico de inmediato corra entre los escombros, encontrándose con el Duque completamente inconsciente, tirado en el piso, cubierto completamente de polvo y sangre, observa sus manos pero no ve el botón en ninguna de ellas.
Empieza a escanear el lugar con la mirada y entonces lo encuentra a algunos metros de él, se tira en esa dirección, sabiendo que todo lo que tiene que hacer para detener todo eso, es obtener ese botón y entregarselo a Kim Seokjin.
—¡CUIDADO!
Ese grito de Jisub hace que San se gire, encontrándose con uno de los hombres del Duque apuntándole con un arma.
No le importa, el juro dar su vida por el Rey y su familía, y si tenía que morir que así sea.
Es por ese motivo que ni siquiera por un segundo detiene sus movimientos, se escuchan dos disparos que causan que Jungkook vuelva a ser aturdido, mientras intenta llegar a la camioneta para ver a Jimin.
Es Seokjin quíen acaba de disparar, logrando asesinar a quíen estaba a punto de matar a San.
Pero eso a Jungkook no le importa en lo absoluto, camina como puede hacía la puerta del conductor y lo que ve logra que el tiempo se detenga por un instante.
Ahí esta, Park Jimin, su Jimin, su esposo, con el rostro sobre el volante completamente ensangrentado, sus ojos cerrados, completamente inmovíl.
—Ji-jims...Jims.
Lo llama mientras abre la puerta de la camioneta, no obtiene respuesta alguna.
—Jims porfavor.
Insiste sabiendo que es completamente inutíl.
Seokjin es quíen se acerca a él y lo aparta a la fuerza tomando el pulso del Rey Consorte.
—Tiene pulso pero es débil, tenemos que llevarlo a un hospital ¡AHORA!
Grita el líder de la Guardia Real, tomando el cuerpo inconsciente de Jimin con delicadeza.
Jungkook es incapaz de oír el resto, escucha a Seokjin dando un montón de órdenes que no se preocupa por entender, lo ve alejarse de él con su esposo en brazos y corre detrás suyo por inercia.
No sabe cual es la situación en las calles de Von, no tiene idea de sí el ejercito que habían mandado a mantener a raya a los rebeldes lo había logrado.
No tenía idea de nada, su mente estaba llena de Jimin, y en que esta ahí, a punto de morir por su culpa.
Y sólo es capaz de recordar todo, desde el día en que lo conocío, todas las veces que le resulto insufrible e insoportable, todas esas veces que se vío a sí mismo siendo encantado por su sonrisa y personalidad.
Todas esas cosas que vivieron juntos y que justo ahora se escapaban de sus dedos como sí fuesen granos de arena.
No sabe como es que llegan al hospital, pero su estado de desesperación no hace más que aumentar en cuanto ve como un grupo de doctores y enfermeros los reciben, y de inmediato se llevan a su esposo lejos de él.
—¡JIMIN!
Sólo es capaz de gritar su nombre y de forcejear con los doctores y enfermeros que trataban de acercarse a él para examinarlo.
Es entonces que Jungkook se da cuenta, esta a punto de perder al verdadero amor de su vida.
🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾
¿Hacía cuantas eternidades que estaba en esa maldita sala de espera? Habían sido horas que se sintieron como infinitas, horas en las que Jungkook no había escuchado a absolutamente nadie.
En ese transcurso de tiempo, Von fue noticia en cada país del mundo, incluso justo ahora lo sigue siendo.
La Nación más poderosa del mundo que fue capaz de repeler un ataque interno a la Corona, cuyo Rey Consorte justo ahora se encontraba en estado crítico siendo operado.
El ejercito coreano se había encargado de proteger las calles, que en ningún momento fueron tomadas por el ejercito del Duque, confirmando de esa forma que eso había sido solo un ataque de ira, no estaban listos para enfrentar el poder del Reino y por ese motivo perdieron tan pateticamente.
Había desterrado a todos y cada uno de sus aliados, lo había dejado sin nada y esa fue su venganza.
Seokjin fue quíen se aseguro de que Lee Jung Jae reciba el tratamiento medico necesario, porque debía sobrevivir para pagar las consecuencias de sus acciones.
En esas horas todo el ejercito del enemigo había sido neutralizado por completo, y trasladado a diferentes países para ser encarcelados, debido a que en Von no tenían la capacidad para encarcelar tantas personas.
San fue el encargado de ir a buscar a Yoongi, Byeol, Soo y Hyori quíen ya había despertado.
Yoongi y Hyori casí se abalanzan contra San cuando lo vieron abrir el pasadizo, y ambos lloraron desconsolados junto a los dos niños en cuanto se dieron cuenta de que estaban a salvo.
Al oír las noticias de todo lo que estaba sucediendo, Tae, Sun, Hobi, Nam y el abuelo Song, usaron el jet privado del anciano para volver a Von de inmediato.
Por ese motivo se encontraban todos en el Palacio, tratando de consolar a los niños que no pararon de llorar ni cuando sus abuelos trataron de tránquilizarlos.
Todos esperando lo mismo, obtener noticias sobre el estado de Jimin.
Seokjin había tratado por todos los medios de llevar a Jungkook al Palacio, pero este se nego en todos y cada uno de esos intentos.
Ahí estaba el Rey, con heridas menores repartidas por todo el cuerpo, cubierto en polvo, y con las manos llenas de la sangre seca de su esposo.
—Jungkook, aunque sea limpiate las manos.
Insiste Seokjin, sentándose junto a su amigo mientras le da un paño húmedo que le había pedido a las enfermeras.
Limpia sus manos mientras las lágrimas empiezan a rodar por sus ojos ¿Qué iba a ser sí perdía a Jimin sin siquiera haber sido capaz de decirle "Te amo"?
El dolor que siente en su pecho no podía compararse a nada que haya sentido antes, de solo pensar en que podría llegar a perder a su esposo, sentía como sí alguíen o algo le estuviera desgarrando el alma.
Su corazón deja de latir cuando observa al cirujano, que se encargo de la operación de Jimin, caminando hacía él.
—Su Majestad...
El Rey cierra sus ojos en cuanto escucha esas palabras, nunca creyo en Dios y ahí estaba, pidíendole porfavor que no le arrebate a su Jimin, que sí realmente existe que lo escuche tan sólo esa vez.
—...durante la cirugía pudimos confirmar que el Rey Consorte no sufrío ningún tipo de daño cerebral, tuvo una contución que fue lo que lo dejo inconsciente...
Jungkook observa al cirujano prestando más atención de la que jamás había prestado en toda su vida.
—...el accidente provoco sangrados internos que pudimos controlar, fuímos capaces de reparar los vasos sanguíneos dañados, me alegra poder decirle que todo salío bien, y en unas horas su esposo va a despertar.
Las lágrimas que se habían detenido cuando vío al doctor, vuelven a bañar su rostro de inmediato.
—Gracias, muchas gracias. Gracias.
Repite el Rey una y otra vez logrando que una sonrisa se forme en el rostro del cirujano, quíen se siente agotado.
Había hecho una de las cirugías más complicadas de su carrera al Rey Consorte de su Nación, iba a tomarse unas largas vacaciones después de eso.
Yongsun atiende su celular y lo pone en altavoz para que todos puedan escuchar lo que sea que esta pasando.
—Jin ¿Qué paso? ¿Hay noticias de Mimi?
Pregunta Sun a su novio, se encontraban todos en la habitación del Príncipe y la Princesa que justo ahora estaban en brazos de sus abuelos, los antiguos reyes, llorando sin parar.
"Salío todo bien, en unas horas debería despertar, Jimin esta bien"
Esas palabras logran que todos empiecen a gritar y a llorar, se abrazan los uno a los otros, mientras sonríen y lloran todas esas lágrimas que venían reteniendo desde que empezo todo.
Jungkook es llevado por una de las enfermeras a la habitación VIP donde se encontraba Jimin.
Ahí se había quedado, sentado a un lado de su cama, encontrándose completamente dormido justo ahora.
Eso es lo primero que ve Jimin en cuanto abre sus ojos, a su esposo, durmiento a sus pies, con el pelo gris debido al polvo, y la ropa toda sucia.
Esta ahí, Jungkook esta ahí, vivo. No tiene idea de que fue lo que paso, no tiene idea de donde esta, pero él esta vivo y eso era todo lo que quería saber.
Se levanta de manera brusca, sintiendo un fuerte dolor en su vientre bajo, pero no le importa, estira su brazo y es capaz de acariciar ese pelo negro azabache que tanto ama acariciar.
Se llena su mano de polvo pero no le interesa, es él, y realmente esta bien.
—Guks.
Incluso él se sorprende por lo débil que sale esa palabra de sus labios, pero lo que más le sorprende es que Jungkook parece haberlo escuchado perfectamente.
El Rey levanta su rostro de inmediato, encontrándose con esos ojos almendrados que tanto ama, mirándolo con alivio.
—Casí atropello como a diez Guardias Reales...cuando te fuí a buscar.
Jungkook asiente ante esas palabras mientras se para de su lugar para acercarse a su esposo y ser capaz de acariciar su mejilla.
—Se que no me quede donde debía pero-
—No me importa, Jimin. Desobedeceme todo lo que quieras, hace lo que te plazca, pedime lo que sea, Park Jimin.
El mencionado se queda mudo ante esas palabras, observa como las lágrimas empiezan a caer por el rostro del Rey, que parece mirarlo como sí estuviese mirando el paisaje más hermoso que existe.
—Soy tuyo, Jimin. Me dí cuenta de lo idiota que fuí al asumir que iba a llegar a quererte con locura ¿Cómo se me pudo ocurrir decirte algo así?
El Rey acaricia la mejilla de Jimin con suavidad, observa la venda que envuelve su frente debido a la herida que se hizo en esa zona, su rostro hinchado con algunos golpes, y aún así, a sus ojos, se ve más hermoso de lo que se veía el día en que se casaron.
—Sos el amor de mi vida, Jimin. Te amo con locura y estoy seguro de que voy a amarte incluso más. Lo único que te voy a pedir...es que nunca más pongas tu vida en peligro, porque te juro que sentí que me moría cuando creí que te había perdido.
Sólo es capaz de sonreír ante esas palabras, sus labios son besados con delicadeza y aún así siente toda esa intensidad que sólo Jeon Jungkook es capaz de hacerle sentir.
—Atravese una puta casa con una maldita camioneta cuando creí que iban a matarte, Jeon Jungkook. Mínimo soy el amor de tu vida, enserio, es lo mínimo que merezco.
El Rey ríe ante esas palabras, y en cuanto Jimin lo hace siente ese dolor en su abdomen bajo nuevamente.
—Con cuidado, amor. Seras muy icónico y todo eso, pero tuviste una cirugía aún más icónica.
Bromea Jungkook, confundíendose en cuanto observa los colores desapareciendo del rostro de su esposo.
—¿Dijiste qué? ¿Cirugía qué? ¿Quíen?
Pregunta Jimin causando que Jungkook lo mire completamente confundido.
—Decime que mi hermoso cuerpo, que cuido como sí fuese el puto templo de un Dios Sagrado, no tiene una cicatriz porque yo te juro que salto por la ventana. Yo salto, Jungkook.
El Rey ríe a carcajadas ante esas palabras, realmente se había enamorado hasta de las múltiples amenazas de suicidio de su esposo.
—Te amo, Park Jimin.
—Si, si. Yo también te amo, Jeon Jungkook, pero respondeme porque entro en crisis, yo entro en crisis.
Realmente amaba su dramático Rey.
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3/4 💛
FALTA UNO MÁS 💛💛💛💛
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