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Cárcel de Calvi: Segunda parte

Martina sale volando contra la pared, al levantar la mirada, ve a Calvi sonriendo, la chica simplemente le mira mal

Martina: ¿Qué te crees?

Calvi: Voy a disfrutar con esta tortura.

Calvi se acerca a la rubia, la chica se levanta rápidamente, pero recibe una bofetada, el calvo le coge del pelo, Martina le da una patada en los huevos

Calvi: Ya veo que tenemos un ángel aquí.

Martina: Don't call me angel.

Entonces la chica le da una patada en el abdomen, Calvi retrocede, mira a la rubia mientras sonríe

Martina: No sé de qué te ríes, pero si sé que te vas a cagar.

Calvi se acerca a ella, Martina va a darle un puñetazo, Calvi le coge del puño y cómo si se tratase de una muñeca la lanza contra la pared, la chica se queda en el suelo inconsciente

Sara: Genial, la rubia toca pelotas a desaparecido.

Claudia: ¿Y qué hacemos? No podemos escapar sin ella.

Carlota: Si podemos.

Marta: No, no podemos.

Irene: Ahora estamos en minoría contra las encarceladas.

Marta: Igualmente les daremos una paliza y se quedarán tiesas.

Sara: No vamos a hacer nada de eso, lo que haremos será buscar a la rubia de los cojones y buscar una salida.

Claudia: Que buen plan, ¿Pero cómo sugieres que lo hagamos?

Carlota: Yo digo que abandonemos a la rubia.

Irene: Y yo digo que te abandonemos a ti.

Carlota: Uy qué puta.

Irene: Puta no, putísima.

Marta: Que idiota eres tía.

Irene: Encima sabes.

Sara: Uff de verdad, sois muy pesadas eh, a ver... Aún estamos a tiempo de salir de aquí y disfrutar del poco verano que nos queda.

Claudia: Imposible, son tres meses de verano, acabamos el instituto hará cosa de una semana, literalmente.

Sara: Gracias tía, pero estaba pensando para mí, así que silencio.

Claudia: Ah perdón.

Carlota: No pidas perdón, se cree importante.

{En el instituto}

Noa: ¿Así que tus amigas desaparecieron?

Ji-Lu: Exactamente, así que necesito tu ayuda para encontrarlas y salvarlas.

Noa: Tranquila, tienes mi apoyo, además, se mucho acerca de Jorge o sea Calvi, ese tío ha intentado más cosas aparte de apoderarse de este instituto, ¿Sabías que en 2001 hizo explotar las torres gemelas?

Ji-Lu: Pero eso fue el 11 de septiembre, ¿No?

Noa: Si, pero él es el que movió todo para destruirlas, ¿Por qué? No tengo ni idea, pero vamos que pronto lo averiguaremos.

Ji-Lu: ¿Y que quiere de mis amigas? No entiendo nada.

Noa: Teniendo en cuenta que habéis hecho de todo para echarle del instituto, yo diría que es muy lógico que quiera librase de vosotras.

Ji-Lu: Obviamente íbamos a impedirle que convierta el instituto en una base militar.

Noa: Pues eso a él no le a gustado.

Ji-Lu: Que se joda, además menos mal que estoy aquí, sino este instituto se iba a la mierda.

Noa: Ajá.

Ji-Lu: Lo digo porque las patico quieren gobernar este instituto, pero vamos que no les dejamos.

Noa: ¿Las patico? ¿Quiénes son?

Ji-Lu: Pero si las conociste, se hacen llamar el escuadrón de Jorge, pero más bien son las patico, Sofía la líder, Lorena una fea más, Isabel la alta que no sirve, Carmen la coolider y Miriam otra pringada más.

Noa: Ah esas tipas.

Ji-Lu: Exactamente.

De pronto sonidos de zapatos se escuchan por el pasillo, Ji-Lu se asoma por la puerta, Noa también, ven a las patico ir a la habitación de sus amigas, entonces Ji-Lu sale rápidamente y se pone en la puerta

Ji-Lu: Perdonad, pero esta habitación no está disponible para vosotras.

Sofía: Apártate, ¿Quieres? Está habitación es para una alumna, ya que no va a ver nadie para ocuparla.

Ji-Lu: Tranquila, mis amigas volverán, así que yo que tú, dejaría de molestar.

Sofía: Mira, si no te apartas le diremos a Jorge que sigues viva, seguro que viene para matarte.

Ji-Lu: Adelante, no le tengo miedo.

Lorena: Yo me encargo, eh tu china, vete a tu habitación, está habitación no es de tu propiedad.

Ji-Lu: Soy japonesa y teniendo en cuenta que es la habitación de mis amigas, si es de mi propiedad.

Isabel: Date el piro ya, eres muy pesada.

Noa: ¿Por qué no te vas tú? Os ha dicho que es la habitación de sus amigas, ahora daos el piro.

Sofía: ¿Tú? ¿Qué haces aquí?

Noa: Comparto habitación con la japonesa.

Miriam: Eh so fea, lárgate, esto no va contigo.

Noa: ¿Ah y contigo si?

Miriam: Sí.

Noa le da una buena hostia, Miriam cae al suelo, entonces el ejército de burras se ponen delante de Miriam

Carmen: ¿Quieres pelea?

Ji-Lu: ¿Quieres que te parta el brazo? ¿No, verdad? Pues largaos ya.

Las patico se van refunfuñando

Ji-Lu: Gracias Noa.

Noa: No hay de qué, ya sabes que es un placer ayudar.

Ji-Lu: Apuesto a que esas palurdas saben algo que nosotras no.

Noa: ¿Y cómo les sacamos la información?

Ji-Lu: Fácil, Martina con unas tijeras pudo sacarles información, seguro que yo también puedo hacerlo.

Noa: No es por ofender, pero tú no eres Martina.

Ji-Lu: Cierto, para ser Martina tengo que pensar cómo ella.

Noa alza una ceja ya que no está entendiendo nada

Claudia: ¿Tienes algún plan ya?

Sara: Que va, todos mis planes llevan a ser devoradas por un león o ha acabar muertas.

Claudia: Genial, vamos a ser devoradas, voy preparando el testamento.

Sara: Déjalo, se me ocurrirá un buen plan, siempre se me ocurre.

Marta: ¿Y que hay de la pija?

Sara: ¿Habéis encontrado algo en su celda?

Irene: No, solo su almohada en el suelo, la cama desecha y un poco de sangre en el suelo.

Sara: ¿Sangre?

Carlota: Claro, la muy tonta se habrá caído de la cama.

Marta: O puede que le hayan dado con algo en la cabeza.

Claudia: Esperemos que este bien.

Carlota: Mala hierba nunca muere.

Sara: Si la japonesa estuviese aquí todos mis planes saldrían bien, necesitamos a una sexta persona.

Irene: ¿Con cinco no puedes completar mi plan?

Sara: No, porque necesito a tres distrayendo a las encarceladas, dos para alimentar al león y una para poder escapar y noquear al león.

Claudia: Ojalá podamos hacerlo sin necesidad de tres.

Marta: ¿Y si noqueamos a las encarceladas y las tiramos por la ventana? Así el león se las comería.

Sara: Pues... Podría funcionar, pero primero la rubia, ¿Dónde podrá estar?

Carlota: Quién sabe.

Irene: ¿Vas a aportar algo?

Carlota: No, prefiero estar aquí comiendo chocolate.

Irene: Típico de ti.

Claudia: Nuestros padres deben de estar preocupados.

Sara: ¿Ah sí? Porque doy fe de que no sabrán dónde estamos.

Marta: Bueno da igual, pensemos en un plan para rescatar a la payasa.

Sara: Eso es lo que llevo pensando todo el rato.

Claudia: Se me a ocurrido una idea, pero no creo que funcione.

Irene: Pero dila, no te calles.

Claudia: La comida sube, quizá haya un camino subterráneo y por eso no sabemos nada de Martina.

Sara: Oye pues tienes razón, Marta y Carlota irán a investigar, cuándo encontréis a la rubia ya sabéis que tenéis que hacer.

Marta: Se cruje los dedos genial, me encanta provocar una explosión.

Irene: ¿Y por qué no puedo ir yo?

Sara: Te necesito para tener refuerzos en caso de que las demás vengan a por nosotras.

Irene: Bien.

Claudia: Ahora sí estamos en desventaja.

Marta y Carlota esperan a que un cocinero aparezca con la comida, deja la comida, se va por un camino, las dos chicas le siguen, la puerta va a cerrarse, Marta busca algo para evitar que se cierre pero entonces una lámina de hierro rueda por el suelo y la puerta queda entre abierta

Marta: ¿De dónde a salido?

Carlota: Estaba en el suelo.

Las dos chicas corren, cogen la lámina, siguen al cocinero, el cuál baja más pisos y las dos van detrás dejando inconscientes a todas las personas que ven, cuándo ven que el cocinero ya no avanza, entonces Marta sigilosamente coge una sartén, Carlota ve chocolate y se pone a comer, el cocinero sabe que le llevan siguiendo, entonces cuándo Marta va a darle este le da una patada rápidamente, Marta retrocede y suelta la sartén, el cocinero coge la espátula y apunta a Marta con ella

Cocinero: ¿Qué haces aquí?

Marta: Dónde está mi amiga.

Cocinero: Yo no sé nada.

Marta: Uh qué no.

Marta da una patada, el cocinero suelta la espátula, entonces Marta coge un cuchillo y acorrala al cocinero

Carlota: Chocolate para mí, más chocolate para mí.

Marta: Carlota, deja de robar comida y ven aquí.

Carlota: Vale, ya voy.

Coge un paquete de chocolate más y se lo guarda, se pone al lado de Marta, el cocinero hace saltar una alarma, Marta lanza el cuchillo y el cocinero cae al suelo, la pelirroja busca una llave pero encuentra una tarjeta, la recoge y puede abrir la puerta

Claudia: ¿Crees que funcionará?

Sara: Perfectamente, dudo que a una persona obesa le haga gracia que le llamen gorda.

Claudia: Espero que podáis contra todas.

Irene: Espero lo mismo, porque sino vamos a morir aquí las tres.

Sara: Que positivas.

Irene: Vale, ya voy... ¡EH CULO GORDO!

Entonces la encarcelada con sobre peso, se gira, las demás también, Irene pone pose de pelea, las encarceladas sonríen, se ponen a correr hacia Irene, la chica esquiva los golpes cómo puede, Sara va a ayudarle, Claudia pone la máquina expendedora en el suelo, una encarcelada sale volando contra la verja, Irene salta encima de la mesa y da una patada, otra encarcelada cae al suelo, Sara retuerce la muñeca de la chulaca y cae al suelo, la chica con sobre peso se acerca a Sara, entonces Sara da una voltereta hacia atrás esquivando los golpes, Irene le tira una basura en la cabeza a la tipa con sobre peso, la chica enfurecida, coge a Irene del cuello y la lanza, Claudia corre a por Irene, pero Irene le cae encima

Claudia: ¿Estás bien?

Irene: Si, pero dudo que Sara pueda contra la tipa.

De pronto se escucha un grito, las dos se miran entre sí, miran al frente y ven a la tipa con sobre peso atascada en la ventana

Sara: Tranquilas chicas, he podido sola, no os necesitaba al final, ahora ayudadme a empujar.

Las tres empujan a la tipa con sobre peso, la chica grita, entonces se asoman por la ventana y ven cómo el león empieza a arrancarle partes del cuerpo para comérsela

Claudia: Que fácil.

Irene: ¿Cómo salimos?

Sara: Tenemos que esperar.

Irene: ¿A qué, a que haga la digestión?

Sara: A las tres estúpidas.

Irene: Ah.

De pronto el suelo se abre, la tres caen al suelo, una gran corriente de aire aparece con humo, Claudia empieza a toser, Marta, Martina y Carlota aparecen

Carlota: Ya estamos aquí.

Marta: Perdonad por la tardanza.

Claudia: ¡ESTÁIS VIVAS!

Claudia abraza a las tres chicas, Irene también, Sara simplemente mira a Martina, la cuál tiene un ojo morado, sangre en la mejilla y sangre en el labio

Sara: Parece que te hayas peleado con un león.

Martina: Peor, me he peleado con Calvi.

Marta: La hemos encontrado luchando contra el, por eso la explosión.

Irene: ¿Esta muerto?

Un sonido de helicóptero hace que miren al suelo, Calvi les saluda desde el aire

Marta: ¿Responde eso a tu pregunta?

Irene: Si.

Sara: Rápido escapemos.

Salen de una en una por la ventana, corren unos kilómetros, ven unas mochilas en una rama de un árbol, cogen las mochilas y ven que está su ropa y su móvil, se visten, Martina se pone gafas de Sol, hacen autostop, un autobús las recoge, las lleva de vuelta al instituto, cuándo llegan abren la puerta, el alumnado no se lo puede creer, todas van a sus habitaciones menos Martina, la cuál va a la cafetería, dónde está Sofía

Sofía: Vaya pero si sigues viva.

Sofía recibe una hostia, todos se quedan sorprendidos, entonces Martina se quita las gafas de Sol

Martina: Si te creías que Calvi me iba a matar en esa cárcel, lo llevas claro guapa, además sabía que tú estabas detrás de todo esto.

Lorena: ¿Pero cómo te atreves?

Martina: Atreviéndome.

La chica se va de la cafetería y se vuelve a poner las gafas de Sol, Carmen va a coger del brazo a Sofía

Sofía: Déjame, estoy bien, esa se va a cagar.

{En el pasillo de las habitaciones}

Ji-Lu: Pues esta es Noa, es nuestra nueva amiga.

Sara: Es un placer conocerte.

Noa: Lo mismo digo, hemos estado buscando pistas para encontrar vuestro paradero.

Claudia: Dejad de buscar, estamos aquí y estábamos en Almería.

Carlota: ¡ME MUERO DE HAMBRE!

Todas niegan con la cabeza, se meten en las habitaciones para descansar, ya que al día siguiente tenían que hacer las maletas, ya que se iban de vuelta a sus hogares, para volver el curso que viene

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