Sentado frente a una cortina de manta blanca se encuentra un niño, un pequeño curioso de cabellos oscuros, escucha atentamente a su padre, quien está detrás de la cortina, con una fogata pequeña levantando marionetas de papel que forman sombras en la cortina.

El padre del niño cuenta la historia del dragón de fuego, una monstruosa bestia que se creía muerta.

"En años lejanos a los nuestros existía un pueblo llamado Ethar, donde la gente no podía sentir felicidad, vivían con los ojos llenos de lágrimas en el invierno eterno.

En lugar de calor, sentían miedo, en lugar de cielo, tenía una condena. Debía darle al cielo lo más valioso que poseían a través del aborrecido ritual sangriento. Elegían a las jóvenes vírgenes más bellas del pueblo, para ofrecerlas como esposas al monstruo que atormenta al pueblo.

Mientras preparaban a las jovencitas el pueblo entero contaba la historia entre susurros de dolor.

Fue antes de nuestros tiempos, ya no quedaba ni tierra ni polvo. Nada.

Todo se ha olvidado. Lo que no era real, se ha vuelto verdad. El frío río y el agua congelada de nuestro hogar.

Era el susurro del pueblo.

Cuando las jovencitas estaban listas, cada una subía a una canoa, se recostaban en esta, rodeadas de bayas rojas, el fruto de Ethar. El pueblo empujaba la canoa y las desdichadas elegidas se adentraban en el lago del sacrificio.

La canción del llamado comenzaba a escucharse entre la gente del pueblo.

El tiempo es un río veloz,

Que nadie se perderá,

Hasta la llegada de su novio

Esperará durante horas

Toda vestida de blanco

Como arropada en mantas

La campana de bodas resuena

Tómala, tómala.

Vamos, vuela.

Por siempre serás, una joven virgen.

Al terminar el canto, las velas encendidas se apagaban con frío aire que arrastraba el aleteo de las enormes alas del dragón.

El silencio reinaba por segundos en las orillas del lago, el dragón descendía tomando en sus garras a una de las jovencitas ofrecidas.

Y la tragedia estaba del lado de aquella joven elegida, pues debía ser condenada a la merced del dragón cuando su corazón ama a un joven guerrero, aquel joven guerrero que gritaba a la orilla del lago pidiendo que lo dejarán pelear contra el dragón para recuperar a su amada, interrumpiendo el silencio del pueblo, suplicaba por ella.

El amor del joven guerrero era tan grande que no lo pensó dos veces, tomó su barco, eligió a sus mejores hombres, compañeros y amigos para zarpar al furioso mar en busca de la joven que se le robó.

El guerrero navegó por días y semanas en la pesada niebla del extenso mar, cuando todos creían que sería el fin de la travesía, el guerrero encontró la isla del dragón, pero al llegar ya era demasiado tarde, su joven amada ya había sido asesinada por el cruel dragón de fuego.

El guerrero, cegado de irá y dolor elevó su lanza contra el dragón, peleó valiente concentrando su sufrimiento en un golpe certero, el cual acabó con la vida del dragón".

Ahora, en los nuevos días, Han Jisung hijo de la familia líder conocidos como los mata dragones clama la esperada boda con su prometida de nacimiento la hija de la familia Hwang, la hermosa y envidiable Yeji.

Mientras preparan a la novia con el vestido de ceda y las mantas blancas, Jisung discute con su hermano en salón principal de la casa Han.

—Dijiste que no aceptarías ese matrimonio, —reclama el mayor de los matadragones, Han Seungmin.

—No espero que lo entiendas ya que tu deshonraste a la familia rechazando a tu prometida de nacimiento, pero tampoco tienes derecho de reclamarme que yo si acepte casarme. —Defendió el príncipe Jisung. —Es tu problema si quieres morir solo en la deshonra.

—¡Jisung! Aún soy tu hermano mayor, así que deja la insolencia y recuerda tu lugar, —Seungmin lo miraba con serenidad, pero más que nada con tristeza. Su hermano menor no está enamorado de la joven a la que pretende desposar en un par de horas, no está ni un poco cerca de quererla, solo lo hace por ser la voluntad de su abuelo. —Jisung aún estás a tiempo de detener la boda.

Jisung acomodaba su traje de bodas, un abrigador traje de cuero y mantas, miró su mayor y con una sonrisa dijo: —El amor llegará con el tiempo, no voy a rechazar la voluntad del abuelo, recuerda que somos los descendientes del legendario mata dragones.

Seungmin suspiró sabiendo que no podría cambiar la decisión de su hermano, por ello no dijo más y se retiró del salón, esta boda sería una condena para ambos involucrados.

En la habitación principal de la familia Hwang se encuentra Yeji, casi lista para la ceremonia de unión, a su lado y con una expresión triste está su hermano Hwang Hyunjin, ella sabía que su hermano no estaba de acuerdo con la boda, porque no existe ni una sola pizca de amor entre ella y su prometido, pero el pueblo y sus padres deseaban esa unión para hacer real el lazo que se formó décadas atrás cuando la joven virgen elegida por el dragón fue tomada y el valiente guerrero la buscó sin descanso, al no encontrarla vengo su muerte matando al dragón.

Una unión que mantendría la esperanza en el pueblo y los haría aún unidos recordando que el amor podía lograr cosas casi imposibles.

Ella no dijo nada pues sabía que cualquier cosa pondría a su hermano a un más triste.

Una vez lista, ella caminó hasta la canoa donde subiría para ser lanzada al lago del sacrificio.

Mientras era llevada al lago ya lista sobre la canoa, las mujeres del pueblo le hacían regalos como collares, pendientes y anillos, deseándole un matrimonio prospero.

La canoa fue colocada en el lago y su corto viaje hasta su prometido empezaba, Han Jisung esperaba al otro lado del lago, con una soga en sus manos, soga atada a la canoa listo para tirar de ella y traer a su prometida junto a él.

El pueblo festeja con bullicio, la bandera de la familia Han es alzada y la canción comienza a ser cantada, Jisung tira de la soga con fuerza y una sonrisa en el rostro.

El tiempo es un río veloz,

Que nadie se perderá,

Una jovencita entre la multitud pregunta por qué cantar la canción del dragón y una anciana le responde que es para conmemorar que el ritual sangriento ya no es motivo de dolor y sufrimiento si no de felicidad y alegría.

Hasta la llegada de su novio

Esperará durante horas

Jisung sigue jalando la soga, su prometida ya casi está con él, Yeji ya puede verlo y está feliz de cumplir con la voluntad de sus ancestros.

Toda vestida de blanco

Como arropada en mantas blancas

La campana de bodas resuena

Tómala, tómala.

Vamos, vuela.

Por siempre serás, una joven virgen.

La canción termina y Jisung está por dar el último tirón y tomar a su prometida, cuando las velas de la canoa se apagan y un viento arrasador golpea al pueblo, fue tan fuerte que tuvieron que cubrirse, Jisung suelta la soga atónito por todo lo que está sucediendo.

El gruñido de una bestia que se creía extinta resuena en el nublado cielo y todos en Ethar sienten el temor de lo que se aproxima, entre las nubes oscuras aparece un dragón negro de tamaño colosal, el pueblo está paralizado, el dragón desciende y toma la canoa de la joven virgen de la familia Hwang.

Pero su prometido actúa rápido y jala la soga con toda su fuerza logrando así que la canoa caiga de las garras del dragón, tomó una lanza y la arrojó contra el dragón, la bestia tuvo que esquivarla logrando así que la joven Yeji caiga al lago.

El dragón se eleva en el cielo para ver dónde está la joven que se le ofreció, Jisung se lanza al lago para sacar a Yeji y justo cuando ambos tocaron el muelle, el dragón se aproximó para tomar a la joven, pero Jisung fue más rápido al empujar a Yeji para protegerla, pero la bestia de fuego lo toma a él en su lugar.

Quiso pelear como el guerrero descendiente de un matadragones que es, pero las garras del dragón se clavan en su piel robando su energía, el movimiento del viaje en el cielo estropea sus sentidos y pierde el conocimiento.