𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟶𝟹
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A la mañana siguiente estaban listos para marcharse, habían comido y bebido todo lo que podían aguantar sus pequeños pero fuertes cuerpos, habían descansado y ahora era tiempo de partir, solo que la compañía no estaba completa.

-Si no se presenta en cinco minutos partiremos sin ella -

El rey enano no aprobaba la alianza con la vikinga, y esa mañana su mal humor había aumentado considerablemente, para descontento de los enanos.

- ¿No te parece que... es muy poco tiempo? -el hobbit vacilo mirando al enano gruñón y luego hacia los enanos que le hacían señas

Los enanos hicieron una mueca, todos sabían que nadie tenía que cuestionar a Thorin cuando estaba molesto.

Como pasaba la mayoría del tiempo.

¡Oh, pobre hobbit!

Thorin se acercó, demasiado para su gusto, y lo miro por un momento que pareció interminable.

El primero en apartar la mirada fue el pobre de Bilbo, que enrojeció y se encogió, intimidado bajo la profunda mirada del hombre.

-Cinco minutos -su voz ronca y seca envió un escalofrió por la espalda del hobbit, que se apartó dócilmente evitando mirarlo otra vez

El galope y relinche los alerto de la llegada de la viajera del norte.

Con las trenzas y el cabello alborotado por el viento, brillando con los primeros rayos del sol, Valkyrie venia montada en un gran caballo negro, que al igual que su dueña parecía fiero y salvaje.

A la luz directa del sol ahora podían apreciar mejor la belleza nórdica; con un abrigo de piel de lobo, muy parecido al de Thorin, y las armas relucientes.

Valkyrie era una divinidad digna de ver.

-Llegas tarde -la reprendió sin dar tiempo a explicaciones

-Me temo que me tope con un inconveniente por el camino -

Del costado de su caballo desamarro un pesado saco de tela, que parecía a simple vista estar empapado en una sustancia oscura, y lo tiro a los pies del rey.

Dieron unos pasos hacia atrás desconfiados y la apuntaron con sus armas, listos para defenderse.

Resoplo por lo bajo, como si unos cuantos enanos pudieran contra ella.

Su espada los cortaría por la mitad como mantequilla.

- ¿Qué es esto? ¿es uno de tus trucos? -

-Thorin -Gandalf se acercó al misterioso objeto con cara seria, teniendo una sutil idea de lo que podría contener

Valkyrie permaneció imperturbable, viendo cómo se acercaban con cautela y hurgaban dentro del saco. Al ver su contenido retrocedieron y la miraron impactados, recelosos.

- ¿Que has hecho? -Thorin la miro con el rostro endurecido y con una mano en la empuñadura de su espada

Bilbo reprimió una arcada, temblando y sintiendo el sudor frio recorrerle la espalda, mientras observaba la cabeza groseramente cortada de un hombre.

Los ojos del muerto lo veían fijamente, opacados y con un inquietante sentimiento de terror.

Había matado a un hombre, ¡le había cortado la cabeza a un hombre!

¿Quién era esta mujer?

-Querían tu cabeza, yo te traje la suya -se encogió de hombros, quitando importancia al hecho de que había matado a alguien a sangre fría-. Eran dos, mercenarios muy probablemente -

- ¿A quién le hablaste de tu misión, que no fueran tus parientes? -Gandalf le pregunto a Thorin

-A nadie -

- ¡¿A quién se lo dijiste?! -exigió con voz fuerte, provocándolo

- ¡A nadie, lo juro! -vio al mago mirar a lo lejos, murmurando por lo bajo-. En nombre de Durin, ¿qué está pasando? -

-Estas siendo cazado -dijo Gandalf-. Es una suerte que Valkyrie los interceptara antes de que dieran con ustedes -

Compartieron una mirada en silencio, procesando la nueva información.

Los peligros empezaban a mostrarse, mas temprano que tarde, en esta búsqueda hacia la montaña solitaria.

-Sera mejor marcharnos ya, antes de que vengan más -hablo la mujer sin siquiera mirarlos, vigilando que nadie los sorprendiera

- ¡Démonos prisa, el camino será largo! -

Atrayendo las miradas de los jóvenes enanos, la rubia cabalgo en silencio hasta ubicarse al lado del mago gris, sin dirigirle la palabra a nadie y con la mirada al frente.

Y así fue como se pusieron en marcha, alejándose de la posada en una hermosa mañana, con la muerte todavía fresca en sus memorias.

Desde entonces cabalgaron sin ningún obstáculo en su camino, los enanos se animaron a contar historias e incluso a cantar algunas canciones entre ellos, algo distantes del hobbit y la Valkiria.

Habían empezado a llamarla así después de que Dwalin contara algunas historias sobre el origen de su nombre.

Las Valkirias, bellas y feroces guerreras que sirven a su dios Odín en batalla, encargadas de llevar a los guerreros fallecidos al Valhalla.

Durante los primeros días a pesar de viajar juntos, todos mantenían sus distancias.

Los enanos lanzaban miradas de vez en cuando hacia la pequeña mujer rubia, pero nadie se atrevía a acercarse ni tampoco a desafiar la furia de su líder.

Ya todos sabían el disgusto que tenía Thorin por la presencia de la mujer del norte, aun cuando lo había salvado.

Al igual que Valkyrie, Bilbo también mantenía sus distancias de los enanos, y solo se confortaba con estar cerca de Gandalf.

Los primeros días e incluso los que siguieron después, el hobbit no parecía poder adaptarse a los cambios que venían con este viaje.

No podía evitar quejarse y hablar de todas las cosas que extrañaba.

Como quisiera estar en su confortable agujero, en donde tenía una cálida cama esperándolo y no un frio suelo a la intemperie de los peligros.

Añoraba la silla delante del fuego, y sus siete comidas al día que ahora se habían reducido a un desayuno, una pequeña merienda y la cena.

Si lo viera Lobelia Sacovilla-Bolson.

¡Esa maldita mujer!

Y lo peor no era eso, ¡sino que también había olvidado su pañuelo!

-Cállate ya -

Bilbo dejo de hablar para mirarla conmocionado, y no era el único; los enanos la miraron con asombro, abriendo y cerrando sus bocas como peces fuera del agua.

- ¿Disculpa? -el castaño evito sus ojos y retorció sus manos con nerviosismo, luego de su demostración le tenía miedo

Sus ojos parecían estar hechos de hielo y eran totalmente intimidantes.

-He dicho, que te calles ya o lo hare por ti -al oír la amenaza el hobbit trago saliva y abrió sus ojos como platos-. Nadie quiere escuchar tus quejidos -

Parecía que esa reprimenda la habían escuchado todos, porque el silencio era lo único que se escuchaba.

Nadie parecía atreverse a decir algo y tampoco iban a contradecir tal verdad.

-¡Kili, no! -Fili grito en susurros severos e intento detener a su hermano, que parecía entusiasmado de acercarse a la rubia

Pero el de cabello castaño solo agito su mano, siendo el más joven y curioso de los hermanos, avanzo en silencio hasta llegar a su lado.

-Eso fue grosero -lo miro por un momento y luego desvió la mirada sin siquiera contestarle-. Me llamo Kili -

Detrás de ellos, escucharon a Fili reír provocando que el castaño se diera vuelta a mirarlo con enfado, y por un breve segundo, Valkyrie sonrió de lado antes de volver a su cara inexpresiva de siempre.

Estuvieron en silencio un rato hasta que se dignó a contestarle.

-Tiene que dejar de lamentarse como un niño o no lo lograra para ver el final de esta búsqueda -miro al enano a su lado que parecía interesado en escucharla y luego volvió a mirar al frente-. El campo de batalla no es para débiles que no saben pelear ni defenderse -

Los dos miraron hacia Bilbo, que se retorcía sobre la montura del poney y parecía casi asustado de agarrar las riendas.

Pobre hobbit.

-Así que... -carraspeo y trato de encontrar otro tema de conversación, había tanto que deseaba preguntarle- he visto todas las armas que llevas, pero no he visto ningún arco. ¿Sabes cazar? -

Era evidente que su arma de elección era el arco, porque portaba uno con él.

-No soy tan mala con uno, pero prefiero las dagas -le enseño una que estaba en su cintura, lo bueno de estas es que eran fáciles de ocultar en cualquier lugar

-Entonces mi hermano te caerá bien, maneja las dagas mejor que cualquier enano -sonrió con orgullo, parecía ser un gran admirador de su hermano mayor

-Ya veremos -miro entretenida, aunque seguía sin sonreír, al enano testarudo que fruncía el ceño

- ¡Oye Fi, ven aquí! -

La rubia ni siquiera tuvo que mirar hacia atrás cuando dicho hermano ya estaba a su lado.

¡Oh! y por supuesto que su hermano tenía que ser el enano de los fascinantes ojos azules.

-Fili, a su servicio, mi señora -en un rápido movimiento que no pudo prever, tomo con suavidad su mano y se la llevo a sus cálidos labios, dejando que permanecieron un largo rato

A todo esto, ninguno de los dos había apartado la intensa mirada del otro, y si alguno de los demás enanos hubiera mirado, se habrían dado cuenta de las chispas que volaban en ese preciso momento.

-Valkyrie, un placer -lo miro a través de sus largas pestañas, y por fin pudieron ver como sonreía de lado lentamente

El simple gesto le recordaba al de un depredador listo para cazar a su próxima presa.

¡Y vaya presa!

Fili no pudo evitar copiar su sonrisa mientras la miraba con ojos brillantes, facilmente seducido por la belleza extranjera.

-El placer es mío -su voz se había vuelto más profunda para su deleite

-Ya veremos -volvió a repetir antes de sonreír, atrayendo algunas miradas, dando vuelta para acelerar un poco el paso

Tendría que tener cuidado de ahora en adelante con el líder de la compañía, el enano era tonto, pero no estúpido, si supiera que estaba pensando en corromper a su pequeño heredero con sus actos impuros su cabeza seria la próxima.