7| Resplandor Dorado
Unos minutos después el castaño notó que se acercaban a una parte donde iniciaba el bosque
-No me trajiste aquí para matarme y esconder mi cadáver, ¿verdad?-
-Por supuesto que no -contestó entre risas frenando la motocicleta unos metros adentrados en el bosque, apagó la moto y quitó su casco -Ahora, sígueme.- Bajó seguida de él, dejaron los cascos en la motocicleta y avanzaron un par de metros encontrándose con un árbol bastante grande donde estaban tallados nombres o fechas entre corazones
-¿El árbol de los enamorados? -preguntó viendo los grabados.
-Algo así...-
-¿Por qué?
-No te traje aquí por esto -señaló los grabados con una mueca de disgusto -Es por lo que puedes ver al llegar a la cima.-
-¿Qué? -volteó a verla y se dio cuenta que ya estaba empezando a trepar el árbol.
-Ven aquí Abadejo, quiero mostrarte algo y ya casi es la hora-
-No tengo idea de que estás hablando -comenzó a seguirla por el enorme árbol.
-Ya lo verás, si me alcanzas.-
Treparon hasta la cima y se acomodaron entre las ramas viendo hacia la puesta de sol en el horizonte sin decir nada, justo cuando se asomaban los últimos rayos de sol un pequeño lago a mitad del bosque se iluminó con ellos haciendo ver como si éste fuera de oro, tal vista impresionó al castaño.
-Wow...-
-Hermoso, ¿cierto?-
-Si... Muy hermoso...-dirigió su mirar a la rubia y notó que su semblante se volvía serio
-¿Todo bien? -preguntó en bajo sin dejar de verla.
-Sí. -volteó a verlo tratando de sonreír.
-¿Éste es tú lugar favorito? -ella asintió con la cabeza y giró a ver el lago.
-Es un lugar hermoso, solamente se ve así justamente en éste momento del día... Sólo un par de minutos...-
-Parece poco tiempo -vio que efectivamente el encanto del lago se desvanecía.
-Lo es, pero aunque sea poco tiempo, al menos por un momento ese lago se vuelve de oro, es especial y sumamente hermoso, al menos unos instantes las personas voltean a verlo maravillado y se asombran con su belleza, deseando que durara más tiempo, que fuera eterno ese resplandor dorado y poder admirarlo en todo momento -suspiró mientras ambos veían que el lago volvía a ser normal -No se dan cuenta que ese pequeño lago sigue siendo especial aún sin ese brillo, aún provee un hogar a pequeños peces y le da vida a las plantas a su alrededor, no ven que aún sin ese brillo sigue siendo hermoso... -el chico volteó de nueva cuenta a verla notando que ahora su semblante parecía dolido y detectó levemente en su aroma algo de tristeza -Sólo se enfocan y piensan en qué bonito sería si su resplandor fuera siempre dorado sin prestar atención al hermoso y cristalino color que posee por naturaleza -hizo una pausa y suspiró de manera entrecortada, guardó silencio un momento, Hipo se acercó a ella quedando justamente a su lado.
-Algo me dice que ya no hablamos del lago -dijo en bajo haciendo que ella desviara la mirada hacia abajo.
-Lo siento... Es sólo que... Para mi éste lago es importante, es el mejor ejemplo de que por unos minutos puedes llegar a ser especial, puedes llegar a ser aceptado o incluido en algún aspecto... Por un momento puedes sentir que encajas en un lugar o con un grupo de personas y cuando esos momentos pasen y los demás vean como eres en verdad... -hizo una pausa volviendo su mirar al lago, dejando que el castaño viera que sus ojos parecían llenarse de lágrimas -Cuando se dan cuenta que eres simplemente un lago cristalino, como todos los demás, nada llamativo ni especial... Dejan de prestar atención...-
Hipo la observó, escuchó cada palabra y sintió que él era ese lago, esos rayos de sol dejaron de darle una bella tonalidad dorada y dejó de ser especial como lo era antes, ante esto fue su turno de bajar la mirada.
-Es un lago bastante hermoso y me cuesta creer que muchos no saben apreciar su belleza por no ser dorado todo el tiempo, solamente pocos pueden apreciarlo y seguir viendo belleza en ese lago después de que pierda su brillo -Elsa tomó su mano haciendo que volteara a ella.
-¿Por qué dices todo esto? -cuestionó de manera baja
-Porque yo puedo apreciarte... Conocí este lago sin un rayo que le diera color dorado -puso una mano sobre el pecho del chico, quien solamente la observó en silencio -Te conocí después de ese bello resplandor -sonrió sintiendo la mano de Hipo sobre su mano -Y me gusta lo que veo... -susurró
-Me alegro de que te guste mi color turbio -susurró con gracia hacia Elsa.
-Me encanta, ¿sabes por qué? -el negó con la cabeza -Porque aun así eres un lago hermoso, no necesitas un rayo de sol para ser perfecto, ni miles de espectadores a tú alrededor -sonrió ampliamente -Sólo necesitas darte cuenta que así, con tú color cristalino eres más hermoso y más valioso que muchos lagos dorados que presumen su color solamente para hacer daño a los pequeños lagos que no se dan cuenta de su valor-
-Deberías ser poeta -habló en bajo hacia ella, Elsa soltó una risa nerviosa y ambos se acomodaron en las ramas del árbol viendo hacia el horizonte, de pronto Elsa comenzó a tararear -¿Qué estás tarareando?-
-Una canción que mi madre solía cantar... -sonrió -trato de acomodar la letra para que quede justo en el momento.-
-¿Además de poeta compositora? -sonrió él y ella soltó una risa -Venga ya, déjame escuchar la canción, tal vez pueda ayudarte -volvió a reír
Se separaron y lo vio de frente pensando en la canción, sonrió y comenzó a cantar
Sé de un lindo muchachito
Aislado está del montón
Luchando contra el pasado
Contra sus miedos y dolor
Hipo sonrió al escucharla cantar tratando de apegarse a un ritmo que él no conocía
A veces con todo en contra
La historia te va a marcar
Pero esas marcas revelan
Tu lugar
Pasó su mano por la marca del chico y él tomó su muñeca dejando un suave beso sobre las marcas de ella
Con tiempo y amor tu cambias
Te guían las enseñanzas
Y nada hará que calle
La dulce voz que llevas dentro
Colocó su mano sobre el pecho del chico
Que te dirá suavemente
Hipo, lo hiciste al fin
Hipo, escucha...
¿Sabes quién eres tú?
-¿Quién soy yo? -sé preguntó el chico ante la canción de Elsa
-¿Quién eres, Hipo Abadejo? -volvió a preguntar
-No lo sé... -soltó una risa desganada -dejé de hacerme esa pregunta hace tiempo -tocó su marca
-Entonces... ¿Quién era Hipo Abadejo antes de esto? -colocó su mano sobre la mano del chico, la cual seguía sobre la marca -Un chico intelectual, atlético, aficionado a la ciencia, con gran sentido del humor, un chico popular, tenía muchos amigos aunque también uno que otro enemigo -hizo una pausa -era un Alfa reconocido
-¿Y por qué crees que ya no lo eres? -preguntó de manera seria y continuó antes que el chico dijera cualquier otra cosa -Sigues siendo intelectual, bastante atlético según recuerdo, un total científico loco -hizo un ademán dramatizando la oración, esto lo hizo reír -con un sentido del humor que me agrada, con los amigos necesarios y bueno... Lo de ser popular... -soltó una risa -después del golpe que le diste a Austin, créeme serás popular y tendrás tanto enemigos como admiradores -él sonrió y verla rodar los ojos ante el siguiente comentario -y muchas fans que querrán estar tras de ti.-
-Y tú... ¿Sabes quién eres? -esto la sorprendió, soltó una risa.
-Soy una chica intelectual, con problemas para socializar desde que Emma murió, con marcas físicas y psicológicas que no me dejan estar tranquila, con pocos amigos, pero no me quejo, siempre he tenido pocos amigos -se encogió de hombros -mi vida no cambió de manera radical en la escuela después de esto... -señala sus marcas -solamente me volví más introvertida, perdí a Emma y Jeremy comenzó a odiarme, pero fuera de eso todo parece normal, sigo siendo la chica rara en inadaptada de siempre -sonrió con burla viendo al chico.
-Olvidaste mencionar que eres poeta, que te gusta analizar a los demás, que eres buena cocinando y robando llaves -ella soltó una risa -Y que te gusta resolver los problemas de los demás aunque tu vida parezca un caos.-
-Detalles -le restó importancia, él sonrió al verla reír.
-Y también te faltó mencionar que tienes una risa muy bonita -sonrió al ver su sonrojo
-Ya basta Hamish -le dio un manotazo y se encaminó a bajar del árbol
-Hay, espérame -comenzó a bajar después de ella mientras reía
-A que no me alcanzas -le retó bajando más rápido. Cuando estaban por llegar al suelo una rama de la que ella se sostenía se rompió haciendo que cayera al piso de golpe soltando un quejido
-¿Estás bien? -en cuanto el castaño terminó de bajar se acercó a ella.
-De maravilla -soltó entre quejidos, Hipo trató de ayudarle a ponerse de pie tomando sus manos pero ella se volvió a quejar al no poder moverse -Me duele, me duele... Espera -la recostó de nuevo en el césped y vio que tocó su pierna con dolor, se sentó junto a ella sacando su celular -¿Qué haces?
-Revisarte -contestó simple y encendió la linterna de su celular alumbrando la pierna de la chica -¿Ahora también eres doctor? -preguntó con burla.
-No, pero sé identificar cuando una pierna está rota -contestó burlón -¿puedo?
Elsa asintió no muy convencida al ver que planeaba tocar su pierna, hizo un gesto al momento en que tocó su tobillo con suavidad
-Basta, basta -se quejó enderezándose apoyada en sus codos y el chico retiró su mano
-Creo que será mejor llevarte a la clínica -opinó al ver su reacción
-Si pudiera pararme -soltó aire de manera cortada -tal vez sería buena idea.-
-Puedo cargarte, al menos hasta la moto -ella lo vio y lo pensó un momento
-Bien, pero con cuidado...-
La cargó con cuidado avanzando de manera lenta, la bajó igual con cuidado sin despegarse por completo de ella una vez estaban junto a la moto
-¿Puedes manejar o quieres que yo lo haga? -le tendió su casco
-¿Sabes manejar una motocicleta?
-No puede ser tan difícil -se encogió de hombros y ella soltó una risa
-Venga ya... -le dio las llaves -después de todo ya tengo roto el tobillo -comentó con burla.
-No está roto -observó él ayudándole a subir a la moto -si estuviera roto no aguantarías el dolor.-
-Sí, sí, cállate y conduce -se quejó de nuevo, él subió delante de ella con cuidado y la encendió -Y por favor, no nos mates -suplicó aferrándose a su cintura mientras él soltó una risa y comenzó a avanzar.
En el camino ella se aferraba bastante fuerte hacia él cuando sentía más dolor y soltaba quejidos
-Vas a sacarme el aire Elsa -se quejó el chico ante el agarre en su cintura
-Lo siento, lo siento -dijo con voz quebrada
-Ya casi llegamos -tomó su mano al parar en un semáforo en rojo
-¿Sabes? Acabo de notar que dejé mi bolso en casa de Eugene -soltó de pronto volviendo a aferrarse al chico en cuanto pasaron por un tope de manera un tanto brusca
-Lo siento, lo siento -se disculpó llegando al estacionamiento de la clínica –llegamos-
Bajó con cuidado y quitó su casco y el de Elsa, la cargó de nuevo y avanzó con ella hasta la entrada.
-Odio los hospitales -susurró ella abrazando al chico por el cuello. -Bueno, debiste pensar en eso antes de aventarte de ese árbol -susurró hacia ella con burla
-La rama se rompió -reclamó viéndolo sonreír
Se acercaron a la zona de emergencias y la pasaron a una habitación para checarla, tuvieron que romper parte del pantalón para ver su tobillo mejor
-Parece ser sólo un esguince, pero será necesario hacer una placa para verificar que no hay nada roto -comentó la doctora que la atendía, una chica bastante joven de cabello negro, tés morena y ojos color chocolate -Solamente necesitamos la autorización de tus padres o alguien mayor de edad responsable de ti -vio a la platinada y ésta hizo una mueca recargando la cabeza en la camilla y girando a ver al castaño, quien no se había alejado de su lado ni había soltado su mano desde que llegaron.
-¿Llamó a tus hermanos ahora sí? -preguntó con media sonrisa, ya que ella se había negado a hablarles.
-¿Un Omega mayor de edad puede ser? -interrogó la chica hacia la doctora, quien hizo una mueca. Elsa suspiró frustrada.
-Podemos llamar a tu madre -sugirió el chico recordando que su madre era una Beta
-No quiero que venga con Jeremy -le reprochó -No necesito un alfa molesto aquí -rodó los ojos
-Si el Omega es su mejor opción podrían traerlo -habló con suavidad la doctora -Tampoco es que necesitemos un alfa enojado por aquí justo ahora.
-Gracias -le sonrió la chica y vio al castaño con media sonrisa -Los dejaré un momento para que puedan llamar -salió del pequeño cubículo dejándolos solos.
-¿Te sabes el número o le llamó a Dagur? -sacó su celular para marcar
-Me sé el número de Jackson -Le dio el celular para que marcara el número y poder marcarle a los Frost, una vez estaba marcando puso el altavoz y vio a Hipo, quien volvió a tomar su mano.
-¿Hola? -contestó Jack teniendo de fondo música.
-Hermanito, hola... ¿Qué tal la fiesta? -habló con alegría haciendo que el castaño soltara una risa suave.
-¿Elsa? ¿Qué pasó? ¿De dónde estás llamando?
-Oh, bueno... Dejé mi bolso en casa de Eugene y salí a pasear por el bosque con Hamish, ya sabes que me encanta el bosque a estas horas.-
-¿Qué pasó? -volvió a preguntar
-Eso no es importante, ¿podrías por favor decirle a Aster que necesitamos que un mayor de edad firme una autorización para una placa de rayos-X?-
-¡¿Rayos-X?! -exclamó en alto haciendo reír al castaño -¡¿Cómo que rayos-X Elizabeth?!-
-Que sutil eres -se burló el castaño
-Ay, no es para tanto -se quejó Elsa -Sólo es un esguince en el tobillo, no es el fin del mundo-
-Hace unos minutos lo era -volvió a burlarse el castaño -Cállate Abadejo -le reclamó volviendo a la llamada hablando con calma -sólo es un esguince pero es necesario verificar que no tenga nada roto.-
-Caíste de un árbol, ¿cierto? -interrogó Aster al teléfono.
-La rama se rompió -se defendió -además no fue tan grave, estaba por llegar al suelo.-
-Vamos para allá.- Colgó la llamada después de soltar una risa, Elsa le devolvió el celular al chico y éste lo guardó en su pantalón.
-¿Cuántas veces has caído de algún árbol? -cuestionó de pronto viendo su tobillo hinchado
-Ésta es la cuarta vez si no me equivoco -sonrió y miró hacia el techo -A Emma y a mi nos encantaba trepar árboles junto con Jack, después de que ella murió él no ha querido ni siquiera acercarse al bosque, eres el primero en mucho tiempo que va conmigo a ver una puesta de sol desde la cima de un árbol.-
-Hacía años que no trepaba un árbol -comentó el chico -La última vez que subí a uno tenía once años y fue para rescatar un balón- Soltó una risa recordando el momento y Elsa le siguió con suavidad
-Tu padre no trabaja aquí, ¿cierto? -interrogó el castaño de pronto
-No, trabaja en el hospital Central así que no te lo encontrarás aquí, descuida -comentó con gracia
-No preguntaba por eso -soltó una risa y se acercó a ella de nuevo -Pero es bueno saberlo -ella sonrió sin despegar su mirada del techo -te preguntaba porque la mayoría de doctores aquí parecen ser Betas.-
-La mayoría lo son, por lo regular aquí vienen Betas principalmente a atenderse. Se puede decir que tienen prioridad.-
-Tienen... -recalcó en bajo con una sonrisa viendo por la ventana del cubículo algunos Betas pasar por el pasillo
-Si, tienen -susurró la platinada -Nosotros somos un caso especial -lo vio y ambos soltaron una risa
Minutos después llegaron los Frost, para ese punto la anestesia que le habían puesto a Elsa se estaba pasando -Ya llegamos -se acercaron a ellos.
-Gracias -habló en bajo con los ojos cerrados y respirando lentamente.
-Iré a buscar a la doctora -habló el castaño apretando suavemente la mano de Elsa, ella asintió y el chico avanzó a la puerta.
-Iré contigo, para firmar de una vez -Aster lo siguió, Elsa abrió los ojos y los vio salir de la habitación para buscar a la doctora, ahí el mayor de los Frost aprovechó para hablar con el castaño.
-Jack me contó lo que pasó con Jeremy ayer... Gracias por ayudarles.-
-No fue nada... Son mis amigos y no me gustó la manera en que el señor Frost se comportó con Elsa, no podía solo ignorarlo.-
-Me alegro que encontrara un amigo como tú-
-Yo me alegro de haberla encontrado a ella -sonrió y se acercaron a la doctora.
-Está inflamado -observó el peliblanco ganando su atención.
-Y duele horrible -hizo una mueca cerrando los ojos con fuerza.
-¿Lo llevaste al lago? -preguntó colocándose a su lado.
-Sólo vimos el atardecer, Jack.-
-Sé perfectamente lo que ese lago significa para ti -sonrió comprensivo al verla abrir los ojos otra vez -Me alegro que se lleven tan bien, lamento tantos comentarios respecto a...-
-Descuida -vio de nuevo hacia el techo -No pasa nada.-
-Dagur comentó que Hamish tuvo problemas con algunos compañeros en su Instituto anterior -comentó el chico en bajo dejando su mirada hacia la nada.
-Y ahora se alegran que este socializando más después de eso -comentó Elsa para después voltear su mirada a su hermano -Lo sé Jack, por si lo olvidaste, Hamish es mi amigo y no importa lo que pudo o no pasar en su Instituto anterior, me agrada por quien es hoy, el pasado ya no es importante para mi...-
-Debería ser importante -habló en bajo viéndola también.
-Su pasado no hará que lo trate diferente, todos tenemos pasado... -levantó su manga izquierda dejando ver las marcas de su brazo -Sólo debemos aceptarlo y avanzar.-
-¿Sabe sobre Emma? -preguntó en bajo
-Sí, lo sabe... -ella sonrió al sentir que el castaño estaba cerca y bajó la manga de su playera
-Bien, señorita Frost -entró la doctora junto a un enfermero -la llevaremos a realizar la placa-
Ella asintió, el enfermero acercó una silla de ruedas, entre él y Jack le ayudaron a subir a ella para llevarla a la sala de rayos-X
Cuando regresó notó que Hamish no estaba y tampoco estaba Jack, solamente estaba Aster.
-Bien, pondré un poco más de anestesia y colocaremos una venda -habló la doctora y la platinada asintió, después de colocarle la venda la doctora se retiró junto con Aster para firmar el alta médica, dejando a la chica sola.
-¿Estás mejor? -escuchó en la puerta, volteó a verlo y sonrió.
-No te sentí llegar –susurró.
-Te ves cansada, creo la anestesia te está afectando -comentó con gracia acercándose a ella.
-Creí que te habías ido... -sonrió
-No podíamos estar dos en la habitación esperándote -se encogió de hombros -una enfermera me sacó -soltó una suave risa y ella sólo sonrió más asintiendo lentamente -¿Y Jack?
-Él y Dagur volvieron a la casa de Eugene y dijeron que nos esperarían ahí.
-Oh... -se sentó en la camilla bajando con cuidado sus piernas.
-Espera, espera, no te vayas a lastimar -Hipo le ayudó para que no esforzará la pierna.
-Estoy bien, el problema real será cuando la anestesia se pase -soltó una risa.
-Listo, ya podemos irnos -llegó Aster a la habitación -¿Te ayudo a caminar?-
-Yo me encargo -Hipo la cargó con cuidado -¿Podrías llevar las demás cosas?-
-Seguro, después de todo soy sólo un Omega -habló en bajo como reclamo haciendo que el castaño se detuviera antes de salir y volteara a verlo para disculparse, pero lo vio reír. -Está jugando -habló Elsa en bajo.
-Claro que estoy jugando -sonrió el mayor tomando el tenis de la platinada y poniéndolo en un bolsa donde también estaban las medicinas que le habían recetado –Descuida, después de todo yo no aguantaría el peso de Elsa -se burló haciendo que Elsa se quejara y lo viera mal, Aster sonrió y avanzó hacia la salida seguido por el castaño, quien llevaba a Elsa cargada. Llegaron hasta la salida y la platinada vio el carro del padre de Hipo a la distancia
-Dagur lo trajo -comentó en bajo viendo al castaño
-Si, y después se fue en la moto con Jack –dijo mientras le sonreía.
Aster los veía de reojo, si hacían bonita pareja, le agradaba ver a su hermana sonreír a pesar de todo lo que había estado pasando en casa, a pesar de que se acercaba el aniversario de Emma y a pesar de tener un tobillo mal ella parecía feliz, al menos ya sonreía más y eso que solo había pasado prácticamente una hora a su lado.
Sonrió inconscientemente al recordar lo que le dijo Jack antes de volver a casa de Eugene, mientras le hacían la placa a la platinada.
-Lo llevó al lago -habló en bajo el peliblanco viendo de reojo a Hamish y Dagur -Y le habló de Emma...
-Es muy importante para ella entonces -susurró Aster con media sonrisa viendo al chico
-Eso me aterra -se sinceró Jack -Aunque verla sonreír vale la pena...-
Claro que valía la pena, solo pedía que esa felicidad no se fuera pronto, esperaba que pudiera conservar esa sonrisa por un largo tiempo...
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