Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¡Soy una Bebé Dragón! ¿O se dice Bebé Dragona?

¡Oliss! Aquí les cuento que lo que ha pasado: Morí, pase no-sé-cuanto-tiempo bagando por el Limbo, volví a nacer como un huevo y algunos meses después eclosione como... Una bebé dragón.

¿O se dice dragona? No importa, volvamos a la historia.

El niño de lo que asumo 7-8 años no paraba de mirarme entre sorprendido e impactado, pero también pude detectar un poco de miedo. En mi ansiedad decidí ignorarlo y concentrarme en mi, o más específica, en lo que me convertí. Pequeñas escamas reptilianas blancas con un toque de fucsia en los bordes cubrían todo mi cuerpo, mis pata tienen pequeñas garras y parecían entre una cruza de ave y reptil, mi espalada terminaba en una cola larga, gruesa y puntiaguda que me recuerda un Dinosaurio. Mientras en mi espalda intento y logré mover un poco mis alas, ellas me recuerdan un poco a los murciélagos, parecen pesadas pero me sorprende lo ligeras que son, también tengo zonas franjas fucsias atigradas en las patas, cola y cuello, por ultimo observo que como pensé tengo un hocico por cara.

Terminé mi evaluación llegué a la conclusión de que si, soy una dragón. No estoy tan sorprendida como pienso que debería, pero en cuanto acepte que no renacería como humana pase el resto de mi tiempo de incubación pensando en que especie de animal nacería, mis ideas variaron de entre un dinosaurio, una extraña ave, un nuevo tipo de reptil, a una cruza de Ave-Reptil, también me incline por una especie de dragón, no como mi primera pero tampoco lo descarte.

"Conque soy una dragón-dragona... Okey, ahora tengo que trabajar con esto." Pensé, mientras trate de dar un paso de mi cascaron.

—¡Rarrg!

"Okey, mejor empiezo por pasos de bebé." Me dije mentalmente cuando terminé en el piso por tropezar con mi cola. "Espera... ¿Acaso rugí?"

En una urgencia trate de hablar.

—Rorrardgorr, rurro, ror, rers— "Probando, uno, dos, tres."

—¡Rargrrar Rrarrres!— "¡Papas picantes!"

¡Rarriaa rrur rees rarrirror rirrirrirrcrror!— "¡Había un vez un barquito chiquitico!"

¡RARRERG RORRARG!— "¡CUALQUIER COSAS!

"... Esto sera más difícil de lo que pensé..." Pensé derrotada después de intentar y fallar hablar, lo único que salia de mi boca eran rugidos agudos.

Mis rugidos lastimeros llamaron la atención del humano que me acompaña, quién después de debatirse llegó a una decisión. Mirando inquieta lo dejé que con cuidado y anticipación -Y temor- me cargara con ambas manos. Me elevo hasta muy cerca de su cara y nos miramos directamente a los ojos, ahora que estoy tan cerca puedo tener una mejor visión de el.

Con más atención esta vez note que en realidad tenia cerca de 6-7 años y no 8, su cabello lacio chocolate oscuro le llegaba hasta la barbilla y era grasiento, sucio y despeinado, nariz simétrica, su piel era melocotón bañada con el sol, dos pequeños lunares bajo su ojo izquierdo, su frente estaba fruncida en concentración mientras sus ojos eran castaños claro casi dorados me miraban con gran curiosidad y algo parecido a la expectativa. Su ropa parecía desgastada, una camisa sencilla beige que asumo antes era blanco, un checo viejo verde, pantalones de lona marrones remendado en las rodillas y zapatillas gastadas marrones, era obvio que era pobre.

Me estaba poniendo incomoda por tanto mirarme así que gruñí para romper la tensión.

—¿Rruarg?— Rugí en duda, pero por lo visto funcionó porque el niño reaccionó.

—Uhmm... ¿Hola? Esto es raro ¡No esperaba que naciera un dragón jajaja!—  Dijo y rio nervioso el niño.

Asiento con la cabeza, también sigo un poco sorprendida.

—¿Me comprendes?— Pidió asombrado.

Yo solo volví a asentir, el niño parecía emocionado.

—¡Eso es genial! Debes ser un dragón muy listo.

Su mirada emocionada drásticamente cambio a una de terror como el color abandono su cara.

—Oh no. No esta bien, para nada bien, estoy hablando con un dragón... ¡Oh por la Diosa Seraphira tengo un dragón! ¡Un dragón!

El niño miro a todos lados del bosque como si temida que alguien saltara de una rica o albor para atacarlo, haciéndome nerviosas.

—¿Rarg?— Gruñí nerviosa.

Al escuchar mi nerviosismos el niño dejo de buscar enemigos invisible y se concentro en mi, parecía avergonzado por su comportamiento.

—Lo siento, es que estoy preocupado ya que eres... Bueno... Un dragón.— Dijo incómodo.

"¿Y eso que tiene que ver?" Pensé, mirándolo sin comprender. Por lo visto entendió mi expresión porque se apresuro a explicar.

—Es que estamos en el país de Rumier, aquí esta prohibida la magia y como los dragones son mágicos... fueron exterminados... Y pues... Eres un dragón...— Explico como no tímido.

"¿Dijo magia? ¿Como que prohibida? ¿Y eso de los dragones?" Mi cerebro parecía internet Exporet mientras procesaba la información, hasta que se cayo en cuenta de algo "¿Dijo... Exterminados?"

Mi miedo debió mostrarse porque de inmediato el niño se puso a la defensiva.

—¡No me mires así, que no hago las leyes! Esto es malo, cuando se enteren de ti van a cazarte y luego matarte, y después irán por mi para castigarme porque te empollé ¡Aun no cumplo 7, no resistiré  el castigo!— Exclamo con temor.

Puse cara de perrito pateado, no me dejo oportunidad ni de pedirle ayuda, parecía triste y culpable por yo no lo culpo es solo un niño... Que malo es el destino, no llevo ni un día viva y ya tengo que morir... Es injusto.

—Lo siento dragonsito, si pudiera hacer algo... ¡Dejame pensar en que puedo hacer para evitarlo!

Reino el silencio por un rato como el niño contemplo las opciones.

—¡Ya se! Es simple, solo no tenemos que decirle a nadie.

—Rarrru.

Lo mire con interés. Esperando que explique su idea.

—Solo tienes que esconderte hasta que crezcas, si nadie sabe que estas aquí no pueden hacerte nada. ¡Y cuando seas más grande puedes irte del país a donde no te hagan daño!— Explicó feliz.

Lo mire sorprendida ¿Era así de simple?

—Hasta entonces ¡Puedes vivir conmigo, será divertido! Estuve esperando a que salieras del huevo por más de siete meses, vigilando que las brasas no se apagarán ni una vez.

"Así que mi  incubación duro 7 meses... Espera ¿Como que brasas?" Pensé desconcertada.

Extrañada mire a mi viejo cascaron y me quede sorprendida al descubrir que el suelo en que residía en realidad eran una pila de rocas negras montadas sobre una estructura de piedras que funcionan sobre una fogata, haciendo que el fuego calentaran las piedras "¿Como fue que no me queme?... Tal vez porque soy un dragón ¿No me lástima el fuego? Si, eso debe ser" Concluí tratando de darle lógica.

Creo que es momento de confirmar algunas cosas cosas: Uno, nací como un Dragón. Dos, estoy en Rumies un país que nunca escuche hablar ni en mis sueños. Tres, al parecer la magia existe de verdad y no como un mito. Cuatro, al parecer tengo que estar en otro mundo esas novelas que leía en internet. Cinco, para mi mala suerte la magia esta prohibida en este mundo, por lo que si alguien me descubre es muy seguro que muera. Seis, mi único posible aliado es un niño de 6 años que aun no se su nombre.

La lógica la puedo tirar por la ventana.

—Sera mejor que irnos antes de que mi familia se preocupe.— Dijo el niño después de un rato.

Con cuidado me escondió dentro de su chaleco verde y emprendió canino a lo que asumo era su pueblo. Como no podía ver nada comencé a contar el tiempo, estaba muy acostumbrada a esperar gracias a ese largo tiempo que pase entró del huevo, pero para fortuna para mi el camino fue mas entretenido gracias al movimiento de caminar del niño y mi llegamos en aproximadamente veinte minutos.

—¡Ya llegue mamá, papá, Philip!— Escuche que abría la puerta.

—¡¿Donde estaba Klein?! ¡Sabes que te he dicho que no vuelvas tan tarde del bosque!

—Lo siento papá.

—¡Nada de eso! ¡A TU CUARTO!

Después de eso sentí que el niño -Klein- perdió el equilibrio y se fue corriendo, escuche una puerta cerrarse y después de un rato me saco de su chaleco. El niño me coloco en una vieja colchoneta en el piso donde me acomode y se sentó a mi lado. Pude observar el resto de la habitación, era un viejo cuarto de madera algo rústico pero en muy buen estado, una pequeñas cesta con ropa sucia al lado de la puerta de madera y una especie de gaveta en la esquina. El niño -Klein- se estaba sobando la cabeza mientras me miraba sonriendo.

—¡Este es mi cuarto! Pero shhh, no hagas ruido no quiero que mi familia te descubra.— Susurró.

"Seré silenciosa como un Ninjas ¡No quiero morir tan pronto!" Pensé en mi cabeza mientras asentía repetidas veces.

—Mucho gusto en conocerte, mi nombre es Klein Raider, y vivo en el pueblo de Chezzter ¿Como te llamas?— Se presento contento, pero su expresión cambio cuando vio mi cara triste.

¡Ah casi lo olvidaba decir! Olvide mencionar que no recuerdo mi nombre.

Eso es algo que descubrí mientras estaba aun en el cascarón, recuerdo mi vida pasada, mi aspecto, los nombres de mi padres, hermanos y otros familiares, amigos y conocidos, pero nunca el mio. Con el tiempo llegué a resignarme y aceptar el efecto secundario de morir menos como un castigo y mas como un trueque, una nueva vida a cambio de mi nombre. Tampoco sentí la necesidad nombrarme a mi misma, soy muy insegura de de escoger un nombre y preferí dejar que lo escogiera la nueva familia en que nacería, pero por lo visto soy una especie de huérfana. Así que asumo que esa responsabilidad recae en mi nuevo amigo Klein.

—¿No tienes nombre?— Pregunto asombrado.

Yo negué con la cabeza y la cola.

—Que malo... Mamá dice que son los padres quienes nombran a sus hijos, pero yo encontré tu huevo solo...

El pequeño Klein de seis años parecía triste ante esta noticia, pero pronto una me miro emocionado.

—¡Pero yo incube tu huevo! ¿Eso no me convierte en tu papá?— Susurro emocionado, prácticamente se podían ver estrellitas en los ojos.

—¿Rour?— Dije confundida.

Técnicamente hablando creo que si, el veló por mi todos esos meses como toda una madre esperando a su primer hijo, no dudo que debió ser complicado mantener encendido el fuego por tanto tiempo como el dijo que hizo, debió requerir mucha tenacidad, sobre todo para un niño de 6 años. Aunque en mi mente es algo extraño porque en realidad tengo 23 años "O más, si contamos mi tiempo en el Limbo y el huevo" y que un niño de seis sea mi padre... Es complicado, pero hasta ahora na lo veo desagradable, soy un Dragón no hay mucha lógica.

Con una inclinación de cabeza le demostré que tiene razón.

—¡Entonces eso lo decide! Como tu papá te nombraré... Krystian.— Dijo satisfecho.

Yo negué rápidamente con la cabeza.

—Entonces... ¿Que te parece Damian?

Otra vez negué.

—¿Y Tantor?

Volví a negar.

—¿Te parece Allen?

Esta vez mordí su mano.

—¡Auch! Dragón malo ¿Porque no te gustan mis nombre? Allen es de niño, eres un niño.

Negué fervientemente con la cabeza.

—¿Que no? Entonces eres... ¡Lo siento! No pensé que fueras niña... Aunque eso explica el rosa.— Murmuro apenado.

Trate de caminar a su lado pero otra vez tropecé pero esta vez con mis alas cayendo de cara en la colchoneta.

—Jajaja. Que graciosa... ¡Ya se! ¿Que te parece Alya?

"¿Alya?" Lo pensé "Bonito, corto y suena como alas... ¡Me gusta!" De inmediato asiento entusiasta.

—¿En serio? ¡Genial! Mi nombre es Klein Raider un humano y tu eres mi hija... ¡Alya Daphnny Raider la Dragón!... ¿O se dice Dragona?— Pregunto dudoso, a lo que me encongí de hombros.

Y ese fue el primer día de mi vida en este nuevo mundo, mi primer día como dragón y mi nueva relación con mi nuevo 'Papá' Klein Raider... Y lo más importante, mi vida como Alya Daphnny Raider la Dragón.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro