Una semana después todos se reunieron en el templo para el enlace de estos dos jóvenes.

Un muy nervioso Dende y una muy sonrojada Mai fueron unidos en sagrado matrimonio por el Kaiosama supremo, ante la mirada sorprendida y feliz de todos los guerreros z.

Al acabar todos celebraron esta sorprendente unión, comieron, bebieron y festejaron la unión de esta singular pareja, bailaron todos con sus parejas muy felices por este momento de paz.

Dende y Mai entonces se retiraron a una de las habitaciones más alejadas del templo preparada con anterioridad por M° Popo, donde los jovenes dormiría juntos a partir de ese día.

Esa noche el Kaiosama supremo haría de Kamisama y al día siguiente seria M° Popo para que la pareja pudiese estar tranquila más tiempo.

En la entrada de la habitación un nervioso muchacho cogió a su ahora esposa entre sus brazos, como le había explicado Gohan el día anterior que debía hacer, adentrándose así en la misma.

La puerta se cerró de golpe detrás de ellos, él la llevo hasta la cama, depositandola en esta y sentándose al lado de ella.

Dende - muy nervioso - no se que hacer ahora...

Mai - nerviosa también - tranquilo... no pasa nada...

Ella soltó un largo suspiro ya sabía que él no sabía mucho de la vida de los humanos ya que no había salido mucho del templo y entendía mucho menos de esas cosas banales e innecesarias.

Así que con todo el valor que logró reunir se levanto de la cama y se fue quitando lentamente la ropa ante la atónita mirada de él.

Dende - desviando la mirada sonrojado - ¿qué haces?

Mai - mirándole de reojo - quitarme esto - soltando su sujetador - es lo que hay que hacer - bajandose las bragas - tú también debes quítate la ropa.

Dende se la quedó mirándola muy sonrojado y sorprendido, ya sabía qué ella había vivido más cosas que él y entendía mejor que él estos aspectos, así que aún nervioso por lo que se avecinaba se empezó a quitar la ropa, mientras ella ya desnuda se acostó encima de la cama observandole.

Una vez desnudo un sonrojadisimo Dende se giró para dirigirse a la cama, mirando hacia el suelo todavía sin valor para mirarla a la cara, hasta que oyó una risita de ella, ahí fue cuando decidió mirarla.

Iba a reprenderla por reírse de él pero al verla ahí desnuda con esa luz y de esa forma, no pudo apartar su mirada de encima de ella.

Eso hizo que naciese una determinacion en su interior, se acercó a ella y se puso de rodillas en la cama, colocándose encima de ella a gatas, sin dejar de mirarla.

Mai se quedó sorprendida por eso, mirándole fijamente se fue acercando a su rostro al igual que él juntando sus labios en un dulce beso, ella entonces tomo el control de esto y profundizó ese beso.

Ambos se tumbaron en la cama él encima de ella empezaron entonces a explorar con sus manos el cuerpo del contrario, uno asustado por eso y la otra curiosa por su tacto, sin dejarse de besar, por primera vez en su vida Dende se estaba excitado así que se alejó de ella asustado al no saber que significaba.

Mai - acariciando su mejilla - tranquilo no es nada grave.

Luego volvió a besarle para distraerle, ella cogió una de sus manos le enseñó como acariciarla para hacerla sentir bien guiansola con la suya, él entre curioso y nerviosos se dejó guiar por ella, aprendía rápido ya que quería complacerla.

Cuando ella llegó a su clímax, a él le gustó ver eso y quería ver más de eso en ella, se colocó de nuevo entre sus piernas para volver a hacerle eso de nuevo, pero ella no le dejó hacer eso de nuevo no ahora, así que cogió el duro miembro de él y poco a poco se lo fue introduciendo en su interior que estaba tan húmedo.

Él se quedó asombrado con eso por esa nueva sensación que era tan agradable, al entrar del todo en ella una sensación de querer moverse lleno su cuerpo, pero entonces notó como ella le clavaba las uñas en su espalda así que se quedó quieto esperando a ver que pasaba.

Ella a pesar de que a lo largo de sus vidas había tenido parejas, nunca había querido tener ese tipo de contacto con ninguno de ellos porque era muy tradicional y ningunl le atraia para llegar a ese punto, hasta que le conoció a él así que esto también era nuevo para ella.

Un rato después ella se acostumbró a esa invasión le pidió que se empezase a mover suave, él se empezó a mover lento y suave para disfrutar más de esa nueva sensación tan agradable.

Entonces a ambos les entraron ganas de moverse más y más y más rápido en sincronía perfecta mirándose fijamente con deseo y pasión que era nueva para ambos.

Dende entonces junto sus antenas con la frente de ella estas se iluminaron intensamente haciendo asi la conexión especial con ella haciendo que esas sensaciones fuesen más intensas para ambos, consiguiendo así que ambos llegasen a su liberación final.

Él salió de su interior, entre complacido y desconcertado por lo que había pasado, ella se acercó entre sus brazos explicándole lo que había pasado.

A la mañana siguiente en esa habitación el primero en despertarse fue Dende miro a su derecha y la vio a ella abrazandole totalmente desnuda, eso hizo que recordase lo que pasó entre ellos en la noche levanto como si tuviese un resorte.

Eso hizo que ella se despertase también, mirándole nerviosa y si no le había gustado, no podía quedarse con esa duda.

Mai - nerviosa - Dende ¿estas bien?

Dende - sonrojado - si... si...

Mai - más nerviosa - ¿y... que te  ha parecido?

Dende - sin mirarla - raro...

Él se levanto de la cama sin mirarla, no podía verla por si ella se había sentido mal o si la había defraudado, salió corriendo de la habitación dejado a la chica aun tumbada sn la cama triste, porque a él no lo hubiese gustado eso, que habían echo en la noche.

Ella salió del cuarto aún triste, no fue al comedor para desayunar por no verle, no podía mirarle a la cara.

Fue a donde su amiga muy triste, cuando la oyó Nora suspiro largamente.

Nora - mirándola - te has parado a pensar - mirándola - que para él todo es tan nuevo que no sabe cómo expresarte eso que sintió contigo.

Mai - triste - si, eso lo se - bajando la cabeza - para mi también es nuevo ¿sabes?

Nora - sonriendola - quedate aquí voy donde Dende.

Antes de que pudiese replicar su amiga ya había salido del lugar directa al templo, al llegar fue directa donde Dende que estaba sentado en la orilla de este nervioso por cómo debía hablar ahora con ella.

Nora - sentándose a su lado - hola, ¿como estas?

Dende - sin mirarla - ¿que haces aquí?

Nora - sonriendo de lado - Mai está en mi casa - mirándole - está llorando.

Dende - angustiado - lo sabía, no le gusto... lo hice muy mal...

Nora - negando con la cabaza - no es así tonto - dándole un golpe en el hombro - ve con ella, esta en mi casa.

Dende al tener la mañana libre fue donde Nora le había dicho que estaba ella, entró en la casa nervioso y dudando de como hablar con ella de esas cosas.

Mai le sintió llegar a la casa, sintió sus nervios y no sabía si quería hablar con él.

Cuando estaba a punto de irse, entró él en el cuarto directo donde ella abrazandola por detrás con fuerza.

Dende - sonrojado - Mai, princesa - nervioso - siento haberte echo daño... yo...

Mai - suspirando - ya se... fue tú primera vez - triste - también la mía.

Dende - apoyando su cabeza en la de ella - fue algo increíble.

Mai sintió esas palabras como reales, Dende llevó a la chica de nuevo al templo curando su zona sensible y llevándola de nuevo a esas sensaciones de la noche anterior.

Unos años después de esto, ellos ampliaron su familia primero una niña Daysi muy parecida a su madre y luego un niño Dante muy parecido a su padre.