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35° La incomprensión de Piccolo




En la casa ambos decidieron dormir en la habitación más grande para estar más cómodos, él siempre esperaba a que ella diese el primer paso; a ella eso no le molestaba mucho ya que le deseaba, pero también quería que él lo hiciese y sentirse deseada por él



Lana - enfadada - oye idiota - empujándole - a ver si algún día das tú el primer paso - saliendo volando - idiota...



El namec se quedó mirando su huida muy sorprendido si comprender a que se refería con eso, una vez solo se recompuso un poco.



Y muy desconcertado decidió consultar con Gohan, se centro en su ki, se dirigió donde estaba y como siempre se encontraba con los otros chicos en desierto quería hablar con él a solas.



Gohan - sorprendido - hola Piccolo.



Vegeta - burlándose - que pasa namec ¿problemas en el paraíso?



Piccolo - rojo - grrr.



Raditz - levantando ambas cejas - anda ven a contarnos.



Piccolo - empezando a enfadarse - estúpido.



Vegeta - al ver esa reacción - jajaja.



En el momento en el que él iba a pedirle a Gohan para hablar aparte, llegaron el resto de los guerreros.



17 - levantando ambas cejas - ¿hay una reunión para meterse con Piccolo?



Ten - sonriendo - me apunto - cruzado los brazos - es idiota.



Piccolo - muy rojo - sois todos imbéciles...



Estaba empezando a elevarse muy enfadado por como le trataron y por no poder consultar sus dudas.



Ronan - llegando en ese momento - hola - chocándose con el namec - oye cuidado.



Piccolo - mirándole sorprendido - ¿y tú que haces aquí?



Ronan - bufando - una promesa que he hecho.



Ten - rodando los ojos - si a mi hija...



Goku - rascándose la brabilla - ¿y tú? - mirando a Piccolo - ¿porque has venido?



Raditz - cruzando los brazos - vamos cuéntanos que si podemos te ayudaremos.



Todos se le quedaron esperando a ver que decía o si se lo decía lo que le había traído a ese lugar, así que Piccolo muerto de la vergüenza les contó lo que le había dicho ella sin mirar a ninguno de ellos, aunque no sabía de qué iba la cosa.



Vegeta - dándole un golpe en la cara - serás necio.



Raditz - serio - déjale que tú antes tampoco lo sabias - mirando al namec - ella necesita que tú le demuestres - muy rojo - que la deseas...



Al ver la cara del namec el único con dos dedos de frente capaz de hablar de estos temas libremente sin importar con quien y delante de quien, cosa que había ayudado a más de uno sin saberlo.



Tarble - serio - mira Piccolo, a las mujeres les gusta que sea el hombre que dé el primer paso en esos temas.



Krilin - mira yo te entiendo - cerrando los ojos - 18 es muy impulsiva - sonrojado - pero a veces... le gusta que...



17 - poniendo una mano en la boca de Krilin - vale ya no... - bufando - que es mi hermana - mirando a Piccolo - habla con ella hombre...



Piccolo - rojo y nervioso - yo...



Vegeta - enfadado - SERAS ESTÚPIDO - dirigiéndose de nuevo a él amenazante - cuando encuentras a la hembra adecuada hay que cuidarla.



Tarble - con una sonrisa - pregúntale por sus cosas, insistiendo - le recomendó.



17 - sonriendo - sobre todo si dice que no pasa nada.



Raditz - con los ojos cerrados - hay que mimarla.



Gohan - sonriendo - como hacen ellas.



Todos - suspirando - ella es tú tesoro más valioso.



Ten - dándole un suave golpe en el brazo - ahora ve y haz lo que te pide.



Piccolo - rojo - ¡Umh!



Se le quedo mirando a todos los chicos con cada cosa que decían y por como lo decían, ahora sabía que podía hablar con todos si tenía dudas de nuevo sobre todo con respecto a ella.



Él se sentía como un completo tonto porque la había descuidado y se fue a la casa que compartían a esperarla para hablar con ella.



Todavía podían solucionarlo no era tarde, o si... era tan nuevo en esto... pero en el fondo sabía que era por culpa de él y su maldito orgullo.



Estuvo esperando un buen rato sentado en el sofá, al rato como no llegaba se empezó a poner muy nervioso dando paseos nerviosos por el salón de la casa y cuando finalmente llego la noche se empezó a preocupar mucho y si ella...



Entonces sintió llegar esa energía tan cálida que tanto le reconfortaba, aunque la sintió algo más enfadada de lo normal, al entrar en la casa observo que ella estaba tan seria, indiferente... pasando de él.



Piccolo - mirándola preocupado - Lana ¿qué tienes?



Lana - sin querer mirarlo - nada...



Piccolo - acercándose (pensamientos: insistiendo como dijo Tarble y 17) - Lana... cuéntame... ¿qué te pasa?



Lana - aun rehacía a mirarle - nada... - enfadada - me voy a mi habitación...



Cuando se iba a ir de ahí porque no quería decirle nada y quería estar sola en su antigua habitación, él la cogió no muy fuerte de la mano y tiro de ella suavemente hasta acercarla a él.



Se notaba que ella estaba algo tensa con ese acto ya que intentaba soltarse del agarre sin mucho éxito, como él estaba preocupado no la dejaba marcharse ya que tenía que arreglar las cosas con ella, debía insistir hasta averiguar que le pasaba.



Piccolo - algo frustrado - Lana... por favor... cuéntame, eres mi... mujer.



Lana - con la cabeza agachada - ¿en serio? - frustrada - yo... quiero saber - cerrando los puños enfadada - porque decidiste casarte conmigo... - aun sin mirarle - ¿fue... por obligación?



Piccolo - algo enfadado y sorprendido - ¡NO! yo... quería estar contigo.



Lana - algo sorprendida - ¿en serio? - mirándole - entonces... porque... - dejándose llevar - me ignoras completamente; parece que no quieres estar conmigo, no hablamos ya ni tan siquiera entrenamos solos - mirándole algo enfadada - sé que para ti no es relevante, pero tu nunca inicias un beso o un abrazo... mucho menos decirme cosas bonitas... o interesante por mis cosas como te pregunto yo - bufando - yo quiero que me demuestre de vez en cuando que... - suspirando - me deseas...



Al darse cuenta de todo lo que estaba diciendo por el calor de ese momento se cayó y le miro seria, al fijarse en la cara que ponía él sabia que lo mas probable fuese que no supiese de que iba lo que estaba diciendo se relajo y soltó el resto.



Lana - mas relajada - lo que quiero decir... - pensando como decirlo - a ti... cuando yo hago esas cosas - dudando - ¿te gusta...?



Piccolo - mirándola sorprendido - ¿a que te refieres...?



Lana - mirándole de reojo - pues... cuando te beso... - empezando a sonrojarse - o... te acaricio... - suspirando - esas cosas...



Piccolo - muy rojo - ¡eh! - nervioso - s-si... m-me... gusta...



Lana - sonriendo - y a mi hacértelo a ti... - acercándose a él - pero... yo quiero... - a escasos centímetros - que tú... - mirándole de reojo - me hagas a mí... - roja - lo que te hago yo...



Piccolo - muy rojo y sorprendido - ¿quieres que yo... te haga eso...?



Ella se estaba empezando a arrepentir de su petición, algo abatida se empezó a alejar de él, tal vez no le atrajese de la misma forma que a ella y debían seguir como hasta ahora, no es que le disgustase ya que él la seguía el ritmo y acababan haciendo eso... pero...



El pequeño alejamiento no paso desapercibido por el namec se acordó de lo que le habían dicho los chicos, así que la rodeo con sus brazos por la cintura y la acerco hacia él.



Piccolo - bufando - nunca he tenido esa necesidad... - algo sonrojado - hasta que te conocí... - nervioso - así que no se hacer esas cosas - chistando - por eso dejo que seas tú quien lo haga - sonrojado - pero no me disgutaría probar...



La cogió del mentón levantando su cabeza se miraron a los ojos y poso levemente sus labios sobre los de ella luego los retiro sonrojado, ese gesto hizo sonreír a la chica.



Cosa que agrado al namec demasiado y cierta parte de su anatomía recientemente descubierta hizo acto de presencia, al estar tan juntos ella lo noto mirándole a los ojos sorprendida.



Lana - sonrojada - vaya, eso quiere decir que...



Piccolo - muy sonrojado - je... - nervioso - s-si...



Lana - sorprendida - entonces ¿tú... quieres...?



Piccolo - aun rojo - s-si... - mirándola - ¿va-vamos a la habitación?



Ella solo le sonrió ampliamente y él la tele transporto al cuarto más grande, donde la fue desnudando lentamente, llenándola de caricias y besos por todas partes, intentando demostrarle ese sentimiento hasta ahora desconocido para él.



Lentamente fue introduciéndose en el paraíso y llevándola al éxtasis final llegando él a la vez con ella.



A partir de esa noche intentaria dejarse llevar por ese sentimiento, realmente no le había desagradado ser él el que iniciase ese acto y si eso era lo que ella quería pues se lo daría.


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