27° Piccolo y Lana una nueva pareja
Les llevaron hasta el templo donde Dende curo sus heridas, menos a ella que no lo necesitaba ya que se estaba curando sola.
Luego trajeron al resto de los guerreros heridos que fueron curados por Dende también.
Los guardianes aún no despertaban buscaron las esferas y llamaron al dragón que trajo a de vuelta a los que habían muerto y les dijo que los otros no estaban muertos que estaba sumidos en una especie de hechizo, que él no podría deshacer, todos cayeron al suelo desolados abrazándose unos a otros.
Tights - llamadme loca - todos la miraron serios - pero eso me recuerda a un cuento - algunos bufaron por su comentario - a ver, idiotas un hechizo y solo una cosa que les trae de vuelta... eso es un beso en los labios, uno de amor verdadero.
Bulma - rascándose la nuca - a ver hermana no se... podría ser...
Nora - como si nada - pues yo; lo voy a intentar... total no pierdo nada...
Nora se acerco a Ronan y le dio un suave beso en los labios ante la atónita mirada de su padre que no aprobaba para nada ese comportamiento de su hija, paso un momento en el que todos miraban atentos a esa pareja a ver si sucedía lo que dijo Tights.
Piccolo empezó a pensar que eso podría ser ese sentimiento llamado amor, porque no intentarlo como había dicho Nora no había nada que perder, se acordó de cómo de cómo ella se lo había echo anteriormente; así que así se lo transmitiría a ella.
Él se acercó a ella aprovechando que nadie les miraba ya que se estaban contemplando lo que hacia su discípula y le deposito un suave beso en los labios.
Cuando ambos besos acabaron una intensa luz inundo el lugar, ambos jóvenes abrieron los ojos y miraron al frente viendo a sus respectivas parejas, Ronan se lo agradeció a Nora dándole un abrazo muy efusivo recibiendo un golpe de Ten.
Mientras en el otro extremo después de reponerse de la sorpresa la muchacha miro a un sonrojado Piccolo Jr.
Lana - sonriéndole - Piccolo...
Al escucharla todos se acercaron corriendo a ver que pasaba y que sorpresa se llevaron, ella también estaba de vuelta, se preguntaban si él habría hecho lo mismo para traerla de vuelta.
Un rato después la luz bajo de intensidad despertando así al resto de guardianes que quedaban sin necesidad de un nuevo beso.
Todos lo empezaron a celebrar entre vítores y salititos de los niños, él namec se apartó del barullo desconcertado, cuando estaba lejos toco sus labios, era increíble se había atrevido a besarla, se había sentido tan bien con ese leve roce...
Hilario - a su espalda - ¿lo hiciste verdad? - sonriendo - gracias, Piccolo.
Piccolo Jr - sin mirarle y sonrojándose - ¡umh!
Después salió volando rápidamente del lugar para que nadie más le dijese nada.
Luego los demás hicieron lo mismo para dirigirse a sus casas a descansar, ya se lo merecían después de ese largo día.
- - - -
Al día siguiente tome una decisión tenía que intervenir para que todo saliese correctamente y según lo que había soñado.
S "voy a aparecerme" P "¿por qué?" S "puedo restaurar mi planeta" P "¿los vas a separar?" le vi algo enfadado, cosa que me agrado S "eso no depende de mí" P "¿entonces?" S "es algo que debe suceder" P "no me dirás más" S "no" me marche dejándole muy frustrado.
Aparecí en la Corporación siendo recibida por mi hijo y el resto de los guardianes; Piccolo Jr se puso muy nervioso cuando lo supo quien era yo.
Ahí les dije que podía restaurar el planeta de Morag les explique algunas cosas que debían saber, no les dije como ella había sido devuelta a la vida por cómo me miro el namec todo rojo.
Aunque creo mi sobrina lo sospechaba por como le miraba y después me marche para que continuasen con sus cosas.
Al volver mi acompañante seguía enfadado, pero tenía que hacerlo ya lo entendería.
Mi hijo, quería volver a su planeta lo más pronto posible y así restablecer las cosas de nuevo en su sitio.
Pero... había una duda en el namec, que haría ella ¿se iría con sus compañeros? o ¿se quedaría en la tierra?
Si decidía lo último él haría algo con lo que sentía, si se marchaba se callaría y volvería a estar solo, aunque eso le matase.
El planeta estaba ya restaurado, dando esperanzas a los guardianes y a mi hijo.
- - - -
Después de esto llego el día de la decisión, mi sobrina estaba algo insegura, así fue a hablar con el namec.
Al sentirla dejó de entrenar poniéndose lo más serio que pudo.
Piccolo Jr - serio - ¿que haces aquí?
Lana - nerviosa - quería hablar contigo.
Piccolo Jr - sorprendido - ¿conmigo, sobre qué?
Lana - los chicos se quieren ir mañana - algo más nerviosa - y yo...
Piccolo Jr - apenado - la decisión es totalmente tuya, hagas lo que hagas yo... lo aceptare.
Lana - riéndose - seras tonto... - le miro seria - nuestros destinos ya están marcados.
Piccolo Jr - mirándola desconcertado - ¡umh! ¿que quieres decir?
Lana - sonriendo - mi sitio esta a tú lado - acercándose a él - si tú quieres...
Piccolo - se puso lo mas serio que pudo - ya dije que la decisión es tuya, así que...
Se dio la vuelta fingiendo estar enfadado ya que no quería seguir siendo interrogado y decir algo que no debía o eso creía él ella se elevó con intención de irse bastante enfadada por su actitud.
Por eso antes de que ella se fuese del lugar yo le ayude a escuchar claramente un <quédate> que él susurro, cosa que a mi acompañante no le agrado del todo.
La decisión ya estaba tomada se quedaría, no solo por él, sino porque sentía que ese era su sitio, solo esperaba que sus compañeros lo entendiesen.
Al llegar a su destino, se fue paseando por la casa como despidiéndose de algo.
- - - -
Al día siguiente todos los guerreros z sus familias y los guardianes llegaron a la Capsul donde partiría la nave.
Ronan se estaba despidiendo de Nora y le dio un obsequio.
Ronan - poniéndole un broche - algún día te haga falta.
Ten gruñía detrás de la pareja, no le gustaba ver llorar a su hija.
Nora - llorando - Ronan...
Ronan - acariciando su mejilla - no llores... volveré a por ti - abrazándose a ella - te lo prometo.
Nora - sonriéndole - Ronan...
Hilario - con las cejas juntas - no tienes que venir si no quieres...
Ronan - lo más serio que pudo - no mi señor, debo ir y ayudar.
Hilario entendió a su guardián; yo no; idiota...
Luego vino el turno de Lana mientras sus compañeros la esperaban, el príncipe que sabia todo acerca de las señales empezó a subir la rampa.
Hilario - serio - vamos chicos es la hora.
Dingo - sonriendo victorioso al namec - vamos Lana.
Hilario - no ella se queda - sin mirarla - ¿verdad?
Lana - mirando de reojo al namec - si, me quedo.
Perseus - sonriendo - sabes que siempre serás bienvenida, aquella también es tú casa.
Dingo - abatido - pero... señor...
Hilario - serio - déjalo ya lo entenderás - desde la puerta - se feliz, Lana, te lo mereces.
Piccolo Jr lo observaba todo alejado un poco de esta escena con el entre cejo fruncido, era la única forma de que ella no se diese cuenta de que, si finalmente ella decidía irse a él se le rompería el corazón y no quería influir en su decisión, ella era libre de tomar sus propias decisiones...
Pero entonces ella dijo que se quedaría, una sensación tremenda de paz le inundo por dentro, no pudo evitar sonreír como un tonto, cosa que no pasó desapercibida por todos los guardianes, ni por dos de sus discípulos que se alegraron por ellos.
La nave de los chicos se marchó, dejando el cuidado su compañera en manos de las chicas.
Nora ya no estaba tan triste finalmente había comprendido la decisión de Ronan, tal vez en un futuro le podía ir a visitar a su planeta, esto último la levanto el ánimo un poco.
Todas las chicas se alegraron porque ella hubiese decidido quedarse con ellas en su planeta.
Cuando la nave salió Piccolo Jr se había marchado también del lugar algo confundido por lo que estaba sintiendo, necesitaba asimilar la situación que se le presentaba a partir de ahora.
Sin saber que fue seguido de cerca por cierta muchachita a la que le habían sorprendido sus reacciones.
¿Cómo se lo diría a ella...?, sin saber ni cómo ni porque aterrizo en ese el lugar donde había empezado todo, cuando se dio cuenta de esto se le puso una pequeña sonrisa en el rostro, cuando llevaba un rato ahí apareció ella.
Piccolo Jr - aliviado al verla - ¿qué haces aquí?
Lana - observándolo - aquí es donde empezó todo.
Piccolo Jr - algo serio - ¿por qué te has decidido quedarte?
Lana - sorprendida - porque que siento que en este planeta esta mi hogar, del otro apenas me acuerdo.
Piccolo Jr - algo triste - entiendo.
Lana - cuando se dio cuenta de su tono - también hay otros motivos... - se empezó a acercar a él - recuerdas lo que te dije ¿no?
Piccolo Jr - nervioso por su cercanía, pero con una pequeña sonrisa - por supuesto.
Lana - acariciando su mejilla - y... ¿estamos juntos ahora... no?
Piccolo Jr - sonrojado por su gesto - si tú quieres - sonriendo cuando la oyo chistar - si, tonta...
Él se acercó lentamente a ella, ella se le quedo mirando bastante sorprendida, él levanto una mano hacia su larga melena y con suavidad le quito el broche que él le había regalado en aquella cita, soltándola el pelo le gustaba mucho verla así con ese pelo tan exótico suelto.
Entonces la abrazo sin dejar de mirarla a los ojos, poco a poco y por iniciativa de ambos juntaron sus labios en un suave y dulce beso, mi compañero y yo estábamos algo sorprendidos bueno mi acompañante más.
Lana - dándole un golpe en el hombro - ya basta... - elevándose en el aire - namec.
Piccolo - sorprendido por su acción - oye... - elevándose enfadado - no me llames así.
Lana - vamos guapo - giñándole un ojo - pelea...
Él primero se ruborizo ante eso, luego la sonrió y se pusieron en posición de combate para medirse por fin sin interrupciones.
Mi acompañante tenía una sonrisa de tonto en su rostro, es gracioso verle tan contento por ello.
Por fin ambos se pusieron a combatir ya que hacía tiempo que ella se lo debía y siempre les interrumpían; con eso ellos empezaron una relación, aunque al principio la ocultarían al resto.
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