Capítulo 27: ¡El ultimo combate se acerca! Un nuevo enemigo aparece.
Sorpresa y confusión era quedarse corto para lo que sentían los defensores de la tierra al ver el vórtice violeta incrementándose poco a poco.
Del interior dos figuras comenzaron a distinguirse. La primera de ellas era bastante bajita, y por la silueta parecía que fuese encorvado todo el tiempo, pero la otra era completamente diferente. Se notaba alto, y con complexiones marcadas.
Por instinto los guerreros Z se colocaron en posiciones defensivas, todos excepto Gohan. El joven todavía cargaba entre sus brazos a una inconsciente Videl que posiblemente tardaría unos minutos más en reaccionar.
Piccolo, Vegeta, Shin y Gohan observaron con detalle como las dos sombras avanzaban lentamente por el hoyo hasta el punto que comenzaron a salir de él. El primero fue el ser pequeño, provocando que el supremo Kaiosama diese un respingo de la sorpresa.
—¡Babidi! —exclamó el dios de la creación, haciendo que todos pusieran extrema atención en él.
Tal como habían pensado era un ser de baja estatura, además de tener una piel amarilla y arrugada de edad avanzada. Aun así el tiempo de mirarlo a detalle se terminó cuando el segundo individuo apareció.
El otro sujeto era un hombre alto, a simple vista figuraba ser un robot. Su rostro rosado parecía hecho de metal, su cuerpo estaba cubierto de un tipo de armadura café, teniendo en ambas manos unos guantes del mismo color, y finalmente unas botas negras.
De inmediato todos los defensores de la tierra se percataron del exorbitante ki que poseía aquel individuo.
—Quisiera agradecerles, ya que sin su ayuda nunca hubiese logrado traer a mi nueva y excepcional creación —Babidi llamó la atención de todos, mientras estiraba su mano presentando al otro sujeto.
—¿Qué has hecho Babidi? —preguntó temeroso Shin.
—Solo he traído a la vida al guerrero definitivo.
—¡Has creado un monstro de destrucción! —objetó el supremo kaiosama al aceptar que su peor temor se estaba volviendo realidad.
—Corrección. He creado un nuevo majin.
—¿Majin? —preguntó Piccolo.
—Ya que esto será lo último que vivan, se los voy a explicar —Sonrió con malicia —. Los Majin son una raza de guerreros increíbles, casi indestructibles, pero este de aquí es diferente. Él supera todos los límites. ¡Posee una energía incomparable!
En tanto Babidi daba un discurso de su increíble creación. El pupilo del supremo kaiosama redirigió su mirada a su antiguó mentor, quien logró darse cuenta de tal hecho.
Capaz de leer la mente, Shin se dio cuenta de lo que tramaba Gohan, asintiendo a su idea.
—Me han hecho enfadar bastante, es hora de que paguen —Babidi les apuntó con un dedo —. Cade termina con ellos.
Cuando escucharon el nombre, el primer pensamiento que invadió la cabeza de la mayoría fue la letra que todos los enemigos que enfrentaron poseían. No solo era el azar, ese carácter había tenido todo el tiempo un significado, y este era el nombre del guerrero.
No obstante su revelación tuvo poca importancia cuando dicha entidad se dirigió con una velocidad nunca vista hacia el guerrero del planeta Namek, recibiendo el susodicho un golpe critico en el estómago que lo hizo expulsar una gran cantidad de sangre, seguido de una patada a la cabeza que lo mandó hacia el mar.
Asombrados, nadie logró moverse de inmediato. El primero en hacerlo fue Gohan llevando a cabo su plan.
Confiándole la chica, el guerrero místico se la entregó a su antiguo protector, lanzándose contra el nuevo enemigo, mientras gritaba una instrucción:
—¡Al templo! ¡Ya!
El supremo kaiosama obedeció desapareciendo, en tanto el chico arremetía contra Cade, siendo sus ataques bloqueados con mucha facilidad.
El majin sin hilar ni una palabra confrontó al hijo de Son Goku. Lo golpeó con una fuerza y precisión incomparables, dejando mermadas las posibilidades del chico, arrojándolo al igual que Piccolo hacia el océano.
Aun así el sujeto no permitió que tocara el mar. Lo detuvo sosteniéndolo del uniforme de combate, colocando su palma enfrente de él, listo para lanzar una esfera de energía que lo mataría.
Sin embargo su plan no pudo concretarse, cuando un ataque lo golpeó por la espalda. Soltando a su actual oponente, centró su atención en el causante de tal arremetida.
Vegeta siendo el último en pie, miraba con desagrado a su nuevo contrincante. El príncipe creyendo tener una oportunidad se abalanzó al igual que sus compañeros contra él.
No obstante su destino fue el mismo. Con una gran fuerza el esposo de Bulma fue golpeado por todo el cuerpo sin poder defenderse o contratacar con éxito.
Nada parecía detenerlo, los tres guerreros habían caído con una increíble rapidez y facilidad. Babidi desde lejos disfrutaba el espectáculo, animando a su nueva creación para que siguiese golpeando al príncipe saiyajin.
El Majin sin una pizca de remordimiento así lo hizo, continuo con su acometida hasta que fue sorprendido con una patada directa en la mejilla, que lo alejó temporalmente de Vegeta.
Reincorporándose divisó al causante. Gohan se encontraba colocado en su posición defensiva, rodeado por su característica aura blanca.
—¡Ahora yo soy tu oponente! —declaró el chico con seriedad.
Cade sin decir ni una sola palabra atacó. Gohan únicamente logró bloquear los dos primeros golpes, siendo rápidamente superado por su enemigo. Sufrió varias heridas por todo el cuerpo, perdiendo una gran cantidad de sangre.
Dicha tortura hubiese seguido si no fuese porque Piccolo y Vegeta resurgieron listos para vengarse. Lamentablemente la historia se repitió una y otra vez. Cada vez que alguien lograba reunir fuerzas para enfrentarlo, volvía a caer al suelo.
Tras varios intentos, Gohan, Piccolo y Vegeta yacían resoplando y con series heridas, haciendo un esfuerzo sobre humano para mantenerse flotando unos centímetros encima del gigantesco océano.
—No deberían sentirse tan mal ¡Lograron aguantar más de lo esperado! —Se jactó Babidi al ver que no podían atacar sus rivales —. Creo que es hora de terminar con esto. ¡Cade!
El hombre creó una esfera capaz de destruir el planeta entero, arrojándolo instantes después. Cerrando los ojos y esperando su fin, ninguno de los tres fue capaz de observar, cuando Goku apareció, trasformado en supersaiyajin tres, contratacando con su mejor técnica.
—¡Kame-Hame-Ha!
La energía usada por el defensor de la tierra fue suficiente para repeler el ataque, mandándolo hacia el espacio. Al darse cuenta que seguían en una pieza. Las miradas del trio de combatientes se centraron en el saiyajin que había llegado al rescate.
—Así que aún había otra basura por ahí —comentó divertido el mago oscuro.
Demostrando una seriedad pocas veces vista en él. Goku ignoró la provocación, volteando a ver ligeramente a Gohan y los demás.
—Tengo que llevarlos al templo sagrado.
—¡Pretendes que huyamos de una batalla! —siseo Vegeta molesto.
—Entiéndelo Vegeta, no hay otra opción —miró al Majin —. Al menos no por ahora.
—¿Que tanto susurran ustedes cuatro? Creo que tiene tanto miedo que ya han empezado a rezar —dijo Babidi al darse cuenta de la pequeña conversación que mantenían los defensores de la tierra.
Ajeno a las burlas, Goku siguió intentando convencer al príncipe de retirarse:
—Vegeta no seas tonto, solo conseguirás que te maten si lo enfrentas ahora mismo.
Pero el susodicho seguía negándose. La situación lo acorralaba entre la espada y la pared. Irse y renunciar a su orgullo, o quedarse a pelear hasta el final, aun sabiendo que no conseguiría nada.
—¡Vegeta! —gritó Goku al ver como su enemigo se lanzaba contra ellos.
—¡Cállate! —gruño tocando el gi naranja de Goku —. No puedo creer que haga esto.
—Gracias. Piccolo, Gohan toquen mi espalda —ordenó el saiyajin, observando como el sujeto se acercaba con rapidez.
Ambos así lo hicieron, aun siendo una tortura para ellos mover un solo musculo de su cuerpo, sin embargo Cade ya estaba frente a ellos.
Mientras tanto en el templo. Videl había recuperado el conocimiento hace unos cuantos instantes. La chica había despertado en una habitación de color blanco, dándose cuenta que se encontraba acostada en una cómoda cama de sabanas azules.
Rápidamente recorrió con la mirada el cuarto, intentando averiguar dónde estaba, y al darse cuenta que el lugar era totalmente desconocido para ella, se levantó en busca de alguien que le diese respuestas de lo sucedido.
Salió de la habitación caminando por unos largos pasillos angostos, llegando al cabo de unos momentos a lo que parecía la salida del lugar, donde sus dudas se aclararon.
La vista de baldosas blancas, con una serie de árboles a los lados que adornaban el lugar, era conocido para ella. Se encontraba en el templo de Kamisama, aquel lugar donde Gohan se había reunido con Shin.
Con un toque de curiosidad la chica de ojos azules abandonó el interior del templo, visualizando en la orilla del lugar, al antiguo protector de su amigo acompañado del dios de la tierra. Ambos mirando atentamente hacia la parte inferior.
Al acercarse la conversación que mantenían llegó hasta sus oídos:
—No serán capaces de ganarle, solo espero que logren sobrevivir.
—¿No existe algo que podamos hacer? —preguntó Dende.
—No estoy seguro. Nunca imaginamos ni Gohan ni yo este escenario, aun cuando era de lo más probable.
—¿De qué están hablando?—intervino Videl.
Ninguno de los dos contestó.
—¡Oigan, estoy hablando! ¡¿Qué diablos sucede?! ¡¿Gohan está bien!?
Nuevamente no obtuvo contestación a ninguna de sus preguntas. Furiosa por ese trato, Videl estuvo a punto de sujetar a Dende, cuando un peculiar sonido llegó a los oídos de los tres presentes.
Volteando por instinto, todos quedaron horrorizados al ver aparecer al trio de saiyajin junto al Namek en pésimas condiciones, cayendo desmayados tanto el príncipe como el hibrido en el duro suelo del lugar.
Videl quedó hecha una estatua, incapaz de reaccionar a lo que acababa de ver. Gohan había aparecido con una pequeñísima sonrisa, para posteriormente tornarse sus ojos de color blanco, impactando en el piso.
Intentó acercarse, pero no fue capaz de moverse, solo pudo mirar a Shin y Dende quienes sí lograron avanzar en su ayuda. Su tranquila mañana de clases se había convertido en un verdadero infierno.
Entre tanto Piccolo, el cual seguía en pie con serias heridas por todo el cuerpo se dirigió a Goku, quien observaba tanto a Vegeta como a su hijo.
—No tenemos mucho tiempo.
—Lo sé. Pero por ahora no podemos hacer nada. Necesitaremos de la ayuda de Gohan y Vegeta. Será mejor que vaya por semillas del ermitaño.
La encomienda había fallado, todos sus esfuerzos se tornaron en vano, ahora solo les quedaba luchar por sobrevivir.
Nota de autor:
¡Hola! Esta vez solo vengo a pedir su consejo. Quizá algunos ya se hayan dado cuenta que el titulo no es como siempre. A lo que me refiero no es una única palabra, sino parece más un título al estilo de un capítulo de Dragon Ball super, y quisiera saber que formato les gusta más.
Solo una palabra.
Una frase entera como en este capítulo.
Por ciento ahora sí puedo decir con seguridad que quedan tres capítulos.
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