Capítulo 14: Poderes sorprendentes.
Las miradas de ambos se cruzaron por unos instantes, teniendo los dos posturas diferentes. Gohan se mantenía serio y callado, mientras que por el contrario, Gotenks se mostraba sonriente y confiado.
Al cabo de milésimas de segundo, Gohan desapareció de su lugar, colocándose en un abrir y cerrar de ojos detrás de su adversario, el cual solo pudo voltear lanzando una patada contra el joven, sin embargo, este nuevamente se esfumó, provocando que el golpe simplemente fuese capaz de cortar el aire.
Impresionado de la rapidez del chico, Gotenks movió su cabeza hacia todas direcciones buscando a su rival, encontrándolo con los brazos cruzados a varios metros arriba de su cabeza.
Molesto se lanzó a la velocidad de un cohete contra él, iniciando un intercambio de puñetazos y patadas en los cielos.
Debajo de ellos, todos los presentes no perdían detalle de ningún movimiento que hacían, intentando predecir toda la fuerza que poseía el joven.
Por otra parte, Videl quien a diferencia de la última vez que combatió Gohan si veía cada movimiento, ahora simplemente su visión de la pelea se basaba en una serie de explosiones que cambiaban progresivamente de lugar acompañado de estruendosos ruidos.
En el aire, el guerrero nacido de la fusión de los niños era el único que estaba atacando, logrando únicamente rasguñar superficialmente el rostro de Gohan, hasta que finalmente el joven aprendiz de Shin inició su ofensiva. Tomó el brazo derecho de Gotenks cuando le lanzaba un puñetazo al rostro, castigándolo con varios golpes directos al estómago, para finalmente soltarlo y enviarlo rumbo al suelo acompañado de una patada.
Sin embargo el chico frenó a medio camino, observando como su rival descendía en picada contra él. Gohan logró alcanzarlo, arrojándole un puñetazo, pero este solo paso la imagen del chico que se desvaneció instantes después.
A unos metros de él, Gotenks mantenía su mano derecha alzada teniendo un aro de luz amarillo encima de su palma. Gohan solamente logró voltear cuando su rival lanzó dicho ataque contra él.
Aquel anillo rodeó al moreno, para posteriormente comenzar a reducirse de tamaño hasta el punto de dejarlo totalmente inmovilizado.
El joven soltó un pequeño gemido de dolor al sentir como era fuertemente apretujado por aquella técnica, observando como su contrincante creaba una esfera entre sus manos.
—Ganamos —gritaron los chicos mientras arrojaban esa energía.
Lamentablemente para ellos, esas palabras estaban aún muy lejos de la realidad. El chico comenzó a gritar en tanto que un aura blanca lo envolvía, rompiendo el aro que lo aprisionaba, desviando posteriormente de un manotazo el ataque de los niños.
—Son muy hábiles —les comentó Gohan.
—Pues claro que si —dijeron los niños haciendo una pose orgullosa.
—¡Pero no se confíen! —gritó Gohan atacándolos.
Los chicos apenas fueron capaces de cubrir el ataque, iniciando nuevamente un cambio de golpes de ambos lados.
Debajo de ellos, la chica de ojos azules al darse cuenta que no era capaz de ver todos los detalles de la pelea, cambió su atención a los demás espectadores, intentando descubrir algo más de quienes eran.
Hace unos cuantos minutos, ella se había percatado de la impresión que sufrieron al ver a Gohan, pero sobretodo quedó totalmente impresionada al escuchar como el hombre de gi naranja lo nombraba como su hijo.
Observó con detalle al supuesto padre del chico, percatándose que efectivamente si compartían rasgos familiares, redirigiendo su mirada hacia otro hombre de estatura bajita y mirada dura.
Aquel individuo mantenía sus brazos cruzados mientras daba en ciertos momentos algunos gruñidos de molestia.
La chica viajó un poco más con su mirada, quedando pasmada al encontrarse con un hombre de piel verdusca, que vestía un dogi de color morado, cinturón de color azul además de unos zapatos marrones, usando también una capa blanca y un turbante color nieve con un tope púrpura.
Finalizando con la última persona de ese grupo, que se trataba de un hombre de pequeña estatura, aún más que la del segundo hombre, el cual vestía un polo rojo y pantalones deportivos color beige.
La joven no pudo evitar mantener su atención en aquel equipo, eran realmente peculiares los integrantes que lo conformaban, pero en esos instantes ya nada le parecía extraño.
Cuando de pronto, la voz del segundo hombre que había visto, llamó su atención:
—Hasta cuando pensara ese insecto seguir jugando con ellos —se quejó Vegeta sin despegar la vista del combate —. Solo desesperan a los demás.
Por su parte, ninguno de los ahí presentes hiló palabra, simplemente regresaron su mirada al cielo donde la situación no había cambiado mucho.
« Realimente solo están jugando» pensó Videl al escucharlo. Impresionada no le quedo de otra que regresar su mirada al firmamento, pareciéndole imposible que todo el combate fuese solo un juego.
Por otro lado en la batalla, la situación parecía favorecer al discípulo de Shin, quien apenas si contaba con unos cuantos rasguños, por el contrario, Gotenks suspiraba cansado, teniendo varios moretones por todo el cuerpo, sin embargo todavía tenía todo su fervor intacto.
Creando dos esferas en ambas manos, el chiquillo se alejó unos cuantos pasos de Gohan, atacándolo con una lluvia de bolas de energía cuando estaba a una cierta distancia de él.
Al ver como impactaban todos sus ataques, el niño sonrió feliz, pero poco fue su gusto cuando al desaparecer la cortina de humo, Gotenks apreció al semisaiyajin sin ningún rasguño y con un aura envolviéndolo nuevamente.
Sin darle tiempo de reacción, Gohan se lanzó contra su contrincante, impactando una serie de patadas y puñetazos muy potentes que dejó sin ningún tipo de oportunidad a su rival, finalizándolo con una patada que lo mando a estrellarse en una montaña.
El guerrero nacido de la fusión de los dos niños cayó al suelo exhausto, pero no derrotado, todavía tenía un último as bajo la manga. El chiquillo se levantó abriendo la boca, creando una serie de fantasmas que poseían el rostro de su creador.
—¡Super fantasmas, ataquen! —gritó apuntando a Gohan.
El conjunto de seres blancos asintieron, volando en manada hacia el chico de pelo negro, pero a medio camino algo llamó la atención de los espectros al igual que el de su creador.
Una esfera de color azul apareció en las manos del chico.
—Kame...—escucharon todos los presentes.
—No es posible —murmuró Gotenks.
—No puedo creerlo, hará el Kame hame ha —comentó Krillin al escuchar las palabras de Gohan.
Pese a eso, los fantasmas no detenían su ofensiva, se acercaban lo más rápido posible al chico, mientras este seguía creando el ataque definitivo de su padre.
—Hame... —La oleada de fantasmas llegó a centímetros de su cuerpo —. ¡Ha!
Por suerte para el joven, el gran haz de luz se llevó consigo a todos los seres antes de que pudieran tocarlo, impactando dicho ataque contra su oponente, creando al final un resplandor blanco que cubrió el lugar por unos segundos.
Al desaparecer la gran luz que envolvió el sitio, todos presenciaron a los dos niños acostados en un cráter formado por la explosión, pero ya no como un individuo, sino como lo que eran antes, es decir siendo Goten y Trunks.
Manteniendo esa actitud seria que había tenido desde que se había reencontrado con su familia, Gohan descendió, acercándose a donde estaban los chiquillos, quienes a duras penas lograban ponerse de pie.
Por su parte, conservando ese orgullo saiyajin, los niños intentaron colocarse en posición de combate, pese a saber que habían sido derrotados, sin embargo sus heridas y el excesivo cansancio que sentían impidieron que lograran su objetivo.
Aun así, grande fue su sorpresa, cuando Gohan bajó al hoyo y mostrando una sonrisa amigable, les ofreció la mano a ambos. Los niños consternados, devolvieron dicho acto, contagiándose de la sonrisa del chico.
—Son unos increíbles peleadores —mencionó el joven.
Los niños soltaron una risilla volteándose a ver, felices por el combate que habían tenido. Después de aquello, los tres salieron del cráter, dirigiéndose con los demás, no obstante después de unos cuantos pasos, Gohan cayó de rodillas, suspirando con pesadez.
Los infantes se sorprendieron, su cuerpo no mostraba heridas que pudieran causarle aquello, pero por su actitud se notaba que estaba muy fatigado.
Se acercaron para poder ayudarlo, pero se detuvieron de improviso al escuchar una voz:
—No lo toquen —ordenó el joven de piel purpura acercándose junto a su acompañante, seguidos por los demás presentes.
»Kibito encárgate por favor.
El mencionado avanzó unos cuantos pasos más que los otros, quedando a la par del joven, arrodillándose junto a él, colocando una de sus manos sobre la espalda del chico.
Pasaron unos segundos de incertidumbre donde todo quedó en silencio, la mayoría observaban con intriga lo que ocurría. Hasta que finalmente Kibito se levantó, dando unos cuantos hacia atrás.
Los ahí presente había observado como el sujeto de piel rojiza se retiraba, pero al escuchar un pequeño sonido proveniente del joven, todas las miradas se posaron en como el chico se levantaba totalmente recuperado. Siendo este sorprendido por un abrazo.
El chico quien al principio estaba atónito, no pudo evitar sonrojarse totalmente al darse cuenta de quien era la persona que lo estaba abrazando.
Observando la extraña situación en la que se encontraba su primogénito. Goku volteó a ver a Shin.
—¿Qué fue lo que le sucedió?
—Como les había dicho, esa trasformación consume mucha energía sino es conseguida mediante la danza mística —observó al joven —. Debió utilizar más poder del necesario en aquel ataque.
—Lo que no entiendo es cómo fue que... —fue interrumpido por el supremo kaiosama.
—Lo que sucede es que Kibito tiene poderes curativos —aclaró.
—¿Y como supo que preguntaría eso?
—Puedo leer las mentes de las personas
—¡Que! —respondió Goku, estando a punto de caerse de la impresión.
Por su parte Gohan quien todavía estaba pasmado por la muestra de cariño de parte de la joven de ojos azules, finalmente pudo salir de su trance, devolviéndole dicho gesto.
Videl no sabía porque había actuado así, no obstante no podía negar que cada célula de su cuerpo le había pedido hacer ese acto tan alocado para alguien como ella.
La joven se aferró lo más posible a Gohan, ignorando cualquier mirada que pudiese haber estado posada sobre ellos, dejando salir ese temor que sintió al verlo en el suelo, suspirando con pesadez.
—Eres un idiota —musitó con la voz entrecortada.
El joven la separó un poco de él, observando como Videl hacia un gran esfuerzo por no derramar lágrimas.
—Videl... —murmuró.
Tristemente ese pequeño momento terminó más rápido de lo que les hubiese gustado gracias al supremo kaiosama.
—Gohan es hora de que regresen a la tierra —decretó serio.
El chico lo observó durante unos cuantos segundos, asintiendo finalmente. Videl al escucharlo, se levantó y secando con rapidez cualquier rastro de alguna lagrima, se alejó un poco del semisaiyajin con un pequeño sonrojo en sus mejillas
Por fin después de años entrenando, Gohan sabía que ahora empezaba su encomienda que definiría el destino del universo.
Notas de autor:
Como siempre espero les haya gustado el capítulo y muchas gracias por leer.
Hoy me encuentro aquí para comentarles que hace poco publique otro libro llamado "25 momentos".
Se trata de una serie de retos utilizando los personajes de Gohan y Videl, si a alguien le llama la atención, no dude en darse una vuelta.
Sin más que decir.
Saludos :D
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