Al reaparecer de inmediato la mayoría de las miradas se posaron en él, en aquel joven que parecía ser el hijo de Son Goku, comprándolo de inmediato con su supuesto padre.

Aquella repentina atención que recibió el joven, asustó un poco a la joven de ojos azules, quien por inercia volteó también a ver a Gohan, preguntándose el porqué de tan gran impresión, creándose cientos de preguntas en su mente.

—¿En serio tu eres Gohan? —preguntó totalmente sorprendido Krillin.

Sin demostrar ningún sentimiento, el chico asintió. Colocándose Goku frente a él segundos después.

—¿Gohan? —musitó Goku.

—Hola padre.

—Yo pensé que tu...

—Que estaba muerto —le interrumpió sonriendo —. No soy tan fácil de matar, padre.

Totalmente estupefacto, el saiyajin no pudo contestar. Cuando de pronto, Goten se acercó unos cuantos pasos hacia ellos.

—¿Hermano? —Pese a haber sido rivales hace unos cuantos minutos, el hijo menor de Goku parecía muy interesado en aquel joven, acercándose lleno de una gran ilusión, la cual era irradiada por sus ojos.

Gohan bajó la mirada, sonriendo tiernamente, colocándose de cuclillas junto a él.

—Hola hermanito —dijo revolviendo los cabellos del infante.

El niño sonrió, lanzándose hacia el joven dándole un abrazo, provocando un ligero respingo en el joven, quien correspondió segundos después.

Sorprendidos, nadie interrumpió tan curioso rencuentro, sin embargo rápidamente otra cosa llamó la atención de los demás. Ninguno se había dado cuenta hasta entonces, que ya no se encontraban en la sede del torneo de artes marciales, es más, ni siquiera parecía que se encontraran en la tierra.

Aquel curioso lugar pese a tener la apariencia total del planeta tierra, no poseía los mismos cielos que la susodicha.

—¿Dónde estamos? —preguntó Piccolo.

—En el plante supremo —contestó el chico de piel purpura.

—Había escuchado hablar de él —dijo Goku —. Kaiosama me dijo que era el planeta de los supremos kaio.

—¡Que! —Se sobresaltó Krillin —¿Pero qué hacemos aquí?

—Les explicaremos todo y les diremos que hacen aquí —intervino Gohan teniendo cargado en su espalda a Goten.

Todos voltearon a verlo, posando posteriormente la mirada en el supremo kaiosama al escucharlo hablar:

—Escúchenme por favor, les contare una historia de mucha importancia.

Todos asintieron, escuchando las palabras del chico:

"Hace mucho tiempo existía un mago muy poderoso llamado Bibidi, su nombre fue temido en cientos de planetas, y no precisamente por la fuerza que tenía, en realidad por su increíble inteligencia y audacia.

Su corazón estaba lleno de maldad y codicia, donde lo único que le importaba era la conquista de planetas enteros. Sin embargo para cumplir esa gran obsesión necesitaba ayuda, requería de alguien que tuviese aquella fuerza bruta de la que él carecía.

Así que aprovechando su increíble inteligencia, buscó una solución a su problema. Crearía a base de magia oscura un ser capaz de terminar con todo lo que estuviese a su paso.

Y fue así como su primera idea nació, "Majin Boo" un ser destructivo y sin corazón, perfecto para terminar con cualquier cosa que se le interpusiese. Pero lamentablemente para él, poco a poco se dio cuenta que aquel ser que había creado no era tan perfecto como creía. Boo le obedecía cada vez menos, llegando el punto donde no lo tomaba en cuenta, además que su nivel de destrucción era excesivo, parecía que no pensaba en ninguna acción que hacía, y aquello solo provocaba la aniquilación de planetas que pudieron pertenecer al mago.

Sabiendo el fracaso que había cometido y el riesgo que corría al estar cerca de él, Bibidi buscó otra alternativa, que pronto llegaría a él.

En la conquista de uno de los tantos planetas que cayeron bajo su yugo, se encontró con un libro muy interesante. Aquel texto mostraba un supuesto conjuro que era capaz de encontrar al ser con más potencial en todo el universo, el único problema que tenía era que estaba incompleto, faltaba la parte final del tomo.

Con una desesperación ejemplar, el mago buscó por toda la galaxia, la pieza faltante. Sabía que si encontraba aquel sujeto, hallaría la forma de controlarlo y con eso la conquista de cualquier cosa que él quisiera seria sencilla.

Sin embargo las cosas no ocurrieron como él deseaba, tiempo después, los cuatro supremos kaiosmas lograrían derrotarlo tanto a él como a su creación, aunque a cambio sufrieron la perdida de tres de ellos, pero gracias a su sacrificio, Babidi fue encerrado y el universo gozó de una paz duradera. O al menos así se creyó que fue.

Años después, me enteraría junto a Kibito de un gran problema, el mago Bibidi tenía un hijo, y parecía que este tenía los mismos ideales que su padre.

Lo buscamos por años hasta que finalmente dimos con él. Lamentablemente para cuando sabíamos dónde estaba, nuestros peores temores se estaban volviendo realidad.

Babidi había encontrado la otra parte del tomo y por consiguiente al ser con más potencial en ese momento, que para sorpresa de todos, se trataba de solo un niño. Un mestizo entre saiyajin y terrícola que habitaba en el planeta tierra.

Desgraciadamente para cuando habíamos obtenido esa información, el hijo del mago ya había hecho su jugada.

Babidi aprovechando un extraño suceso donde el tío del infante quiso secuestrarlo. Influyó, otorgándole un poder extra al secuestrador, para que derrotase a su padre y se lo pudiese llevar. La razón de tal acto era sencilla. El mago había percibido cierta maldad en él, y si lograba que se lo llevara, él podría controlarlo después y hacerlo que le diera al niño.

Por suerte, logre quitárselo antes de que eso último ocurriera, cambiando el destino del universo.

Pensamos que con aquella victoria las oportunidades de babidi estaban totalmente mermadas. Pero el susodicho no lo vio así. Totalmente decidido a continuar pese a esos contratiempos, buscó regresar a la idea de su padre.

Crear un nuevo monstruo, uno totalmente distinto e invencible, sin embargo él no cometería los errores de su padre, su creación seria inteligente y suspicaz, usaría los años que fuesen necesarios, pero crearía el ser perfecto.

Así fue como el tiempo pasó, aquel mago investigó y buscó hasta que se topó con un gran obstáculo. El último paso para crear ese ser que tanto anhelaba, aquel que sería perfecto e invencible, requería dotarlo de una energía exagerada.

Ademas había otro problema para él. Una vez se empezara a reunir la energía, esta tendría que ser almacenada en un cierto límite de tiempo, de lo contrario todos lo que construyó, seria en vano, su creación se estropearía y la única manera de obtener sus siniestras metas, sería empezar de nuevo.

Consciente de ello, Babadi investigó un planeta repleto de seres con la capacidad para hacer que su objetivo se hiciese realidad.

—Y es aquí donde nosotros entramos —interrumpió Gohan el relato —. Al robar la energía de mi padre, el tiempo ha empezado, desde ahora Babidi tiene tan solo treinta días para conseguir el poder faltante, en caso de no hacerlo su plan fracasara.

Todos quedaron serios, la información que les habían revelado en unos cuantos minutos, era complicada de digerir. Era realmente impresionante y aterrador pensar que un ser de aquellas características pudiese amenazar a la tierra.

Increíblemente quien más rápido aceptó la situación en la que se encontraban fue Videl. Ella había escuchado con increíble detalle cada palabra que salió de la boca del supremo Kaioshin y de Gohan. Estando totalmente segura de sus palabras, sobre todo considerando lo que había vivido. Seres con capacidad de transformarse, energías ocultas, habilidades increíbles, entre muchas otras cosas, que ya no la hacían dudar en otra cosa que pareciese imposible.

—¿Entonces qué debemos hacer exactamente? —cuestionó Krillin, queriendo aclarar sus dudas.

—Pase lo que pase, no permitan que los ataquen como lo hicieron con Son Goku —dijo Shin con una notoria seriedad —. Esa es una forma de cómo pueden robar su energía

—¿Una forma? —interrumpió Piccolo.

—Sí, existe otra, y esta es otra razón por la cual los hemos llamado a ustedes —dijo Gohan —. Babidi es capaz de controlar a las personas, cualquier individuo con su alma débil podrá ser poseído. En palabras más sencillas, quien guarde por un prolongado tiempo un sentimiento de tristeza, furia, frustración, entre muchas otras emociones negativas, podrá convertirse en su lacayo.

»Durante ese tiempo, todo el daño que esa persona le provoque a otra y también el que reciba, servirán para la creación de aquel monstruo.

—La única forma de regresarlo a la normalidad, es dejarlo inconsciente por un tiempo, eso romperá el hechizo. —comentó Shin.

Al escucharlo, Krillin volteó a ver a Gohan, quien al sentir su mirada también le dio un vistazo.

—Por esa razón solo te molestaste en noquear a esos dos sujetos, sabias que al despertar serian inofensivos—inquirió Krillin.

Gohan asintió levemente.

—Es por eso que pedimos de su apoyo para derrotar a cualquier enemigo que se presente, en el menor tiempo y con la menor cantidad de energía posible —dijo Shin tomando nuevamente la atención de todos—Solo así, su plan fracasara y podremos capturarlo antes que lo vuelva a intentar.

—Si logramos detenerlo, ¿cuánto tiempo le tomara volver a intentarlo? —preguntó Piccolo

—Aproximadamente cien billones de años —respondió Shin—.Tiempo suficiente para hacerlo pagar por sus fechorías.

Al finalizar, el lugar quedo en un silencio total, nadie sabía que decir. Los guerreros Z por su parte, habían obtenido, sin querer, todas las respuestas relacionadas con las intenciones de aquellos misteriosos combatientes, mientras que del lado de Gohan, era solo cuestión de saber qué respuesta obtendrían.

—Lo haremos, cuentas con nuestra ayuda Gohan —dijo Goku rompiendo el silencio con una mirada seria, aunque rápidamente esta cambio a una totalmente opuesta —. Además será muy divertido ¿no lo creen?.

Al escucharlo, todos los presentes quedaron pasmados ¿realmente podía existir una persona así?

—Tú no tienes remedio Kakarotto —dijo Vegeta acercándose un poco más a padre e hijo.

Gohan quien llevaba un rato observándolo, cruzó sin querer miradas con el príncipe saiyajin. En ambos corría la sangre de guerreros que luchaban hasta su último aliento, luchadores que no se permitían perder ni en un duelo de miradas. Sin embargo pese a eso, la actitud de los dos era diferente, y eso rápidamente se vio reflejado cuando Gohan prefirió desviar la mirada.

—Sigues siendo demasiado dócil, Gohan —comentó Vegeta al ver ese suceso.

—Y tu carácter no ha cambiado nada, Vegeta —respondió.

—Esperen, ¿Ustedes se conocen? —preguntó Goku atónito.

—Algo así —contestó Gohan.

Fue entonces que recordaron algo de suma importancia. Una pregunta que debió hacerse hace mucho tiempo, pero que debido a las circunstancias que habían acontecido, hasta ahora se podían dar el lujo de plantear:

—Gohan, ¿Qué paso contigo después de la pelea con Raditz? —preguntó su padre.

Notas del autor:

¡Hola!

Aquí les dejo otro capítulo. Este ha sido uno de los más complicados, debido a la enorme cantidad de información que tuve que mostrar, además que me he tenido que arriesgar a dar un pequeñísimo relato en primera persona.

Igualmente espero que les haya gustado.

Saludos :D