Capítulo 3
Capítulo 3.
Al dia siguiente.
Desperté en una cama que no es mía.
Estuve confundido hasta que recordé qué estoy en casa de Anko, y pensé. —¿Dónde está ella?—.
Claramente recuerdo como ella durmió en un futón en al lado de la cama. El recuerda como intentó hacer que Anko durmiera en su cama, pero esa mujer era demasiado terca para su propio bien.
Es curioso lo servicial que se volvió cuándo descubrió que es un hombre. En otra ocasión, talvez hubiera hubiera hecho una que otra cosa para terminar teniendo sexo con Anko, pero ahora quiere concentrarse más en fortalecerse.
No es lo suficientemente arrogante para pensar que la gente de éste mundo no tiene formas de parar cualquier cosa que haga, después de todo, pudieron sellar a alguien y crear la Luna.
Anko entró y se sorprendió de verme despierto. —Estas despierto—
No le respondí.
El ambiente se vuelve pesado e incómodo. —Me... me sorprendió que no te despertaras por todo el ruido que hice al salir—
—Tuve unos días algo pesados—
—Entiendo—
....
Después de cenar me despedí de Anko. La mujer parecía melancólica, así que terminé prometiendo hablar de ves en cuándo. Puede qué al principio no me haya caído bien, pero eso era porque estaba borracha y vómito en mi.
Me dirigí a mi casa por un callejón.
—¡Detente!—
Volteé y vi a una mujer. Tenia buenas proporciones como Anko y su abrigó estaba abierto mostrando un sostén de malla. su expresión era violenta y por su banda era una ninja. Peor aún, una hiuga.
—¿Si?. ¿Qué quiere una ninja conmigo?—
La Hiuga no se andaba con rodeos y fue directo al grano. —Deja de hacerte el tonto, maldito espía—
—Mierda— Pensé. Recién salgo de casa de Anko y me encuentro en problemas.
La Hiuga sonrió petulante. —Tenia duda de que fueras el espía, pero el extraño chakra residual que vi es igual al tuyo— No se que aldea te envío,
Frunci el ceño, a lo cuál, la sonrisa de la hiuga creció. —No se que aldea te envío. Pero debo decir que fue muy considerada al "Regalarnos" un hombre— La hiuga intentó deleitarse con mi expreción de desesperación, pero desgraciadamente, los Saiyan no hacemos ese tipo de expresiones fácilmente, además de que la hiuga cometió un error fatal. —Hagamos esto por las buenas, ven conmigo y prometo no lastimarte, de lo contrario no me culpes por ser ruda—
La mire con indiferencia. —Hay cosas que no tomaste en cuenta en ese plan tullo, señorita hiuga—
La hiuga no le afectaron mis palabras, pero de igual forma me pregunto. —¿Cuáles?—
Lebante mi mano para enumerar con mis dedos. —El no venir sola, el investigarme, y por consecuente, no saber cuan poderoso soy—
—Te das demasiado crédito. Aunque es extraño, tu cantidad de chakra apenas es mas alto que el de una persona comu–—
En ese instante desaparecí de sus ojos y una espada de ki apareció cerca de su cuello, haciendo que una gota de sudor se derramara por su frente. —¿Todavia tienes confianza en ti misma?—
—No puedes matarme—
Acerque la espada de ki a su cuello. —Me estas retando—
—Si me matas todos investigaran mas exautivamente y te encontrarán—
—¿Crees que eso me importa?, Viva me delatarias, por lo menos muerta me dara tiempo suficiente para irme—
—Yo no te hiba entregar—
—Oh... ¿Y que ibas a hacer?—
—Te usaría de semental para no dejar que el clan hiuga muera—
Parpade ante eso. —¿Cual es tu rango en el clan hiuga?—
—Soy el líder del clan—
—¿Tu eres hinata hiuga?— me reí un poco.
Hinata estaba molesta. —¿Qué es tan gracioso?—
—Solo recordé algo— Desactivé mi espada de ki. —Tengo una propuesta para ti, hinata—
Ella volteó y me miró con enojó y despreció. —¿Cuál es tu propuesta?— Dijo mientras se cruzaba de brazos.
—Primero que nada, no pertenezco a ninguna aldea y no me interesa ninguna. La razón por la que vine aquí es porqué necesitaba un lugar donde quedarme y entrenar—
Hinata frunció el ceño. —¿No soy idiota?, ¡nadie se creería la mierda qué estás diciendo!— Gruño.
—Bien, esta conversación no va a ningún lado— Forme una bola de energía lo suficientemente fuerte para destruir media konoha. —Puedes usar tu biakugan para saber cuanto poder destructivo tiene esta cosa—
Hinata, la cuál había retrocedido unos pasos sudo. Ella no necesitó usar biakugan para saber el poder destructivo en la bola. —No es necesario... te creo— Habló. —Crear tan rápido esa monstruosa bola de chakra... Si el lo quisiera konoha ya hubiera caído. Es un monstruo—
—Ok— La bola de energía fue devuelta a mi cuerpo.
Hinata me miró detenidamente, buscando cualquier información atravesó de mis expresiones, se inclinó y con cuidado dijo. —Me disculpo por mis palabras anteriores... fui una estupida por no creerte—
Sonreí. —Eres inteligente, pero...— Hice una pausa intencional mientras veía caer su sudor al suelo. —debo decirte mi propuesta—
Ella dejo de inclinarse. —Te ayudare a que tu clan no muera, pero yo me acostare con quien quiera. Acambio, tu deberás cubrir mis gastos de comida y entrenamiento, hacerme una identificacion como ciudadano y sustentar mi identidad—
Hinata asintio. La propuesta todavía le convenía, además de que el no le estaba pidiendo, lo cuál dice que se quedará con el clan hiuga y talvez, cómo protector. —Acepto—
—Una cosa más, no quiero dinero por tener sexo. Si tienes una misión complicada, no me molestaría ayudarte—
Hinata asintio otra vez. Más fácil para ella. —Puedo saber cuál es tu nombre—
—Nel... solo Nel— Le respondí. —Guia el camino—
Hinata volvió a asentir, para luego guiar el camino al clan hiuga.
Fin del capítulo 3.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro