Nunca habías visto que fuera tan fácil

De todas las ocasiones que había sido salvado por el rubio hubieron algunas que hacían que sintiera vergüenza de mi mismo.

En una de ellas, debíamos de presentar el examen de fin de curso de inglés, y como todo estudiante de esa materia, no había aprendido nada en todo el año.

Así que había intentado estudiar la noche anterior, siendo víctima recurrente e incansable del fracaso, decidí que en el momento del examen pediría ayuda al rubio sentado a lado mío. Así que quien sabe de dónde, arranque un pedazo de papel y escribí en el para lanzarlo al rostro del chico.

Pásame de la 6 a la 20.

Estoy seguro que si rodar los ojos tuviese sonido, SeokJin me hubiese dejado sordo.

Al final del examen el profesor me felicitó por mi gran avance en el inglés.