Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

35.

Malfoy despertó con una pequeña sonrisa cuando la pudo ver dormida entre sus brazos, sus labios rosados entre abiertos, mientras exhalaba con tranquilidad. 

Sus piernas enredadas, mientras ella se aferraba a su torso. 

Se sobresaltó cuando la vio moverse, pero notó como ella abría sus ojos lentamente, parpadeando un par de veces para acostumbrar a sus ojos a la luz que entraba. 

Ella no dudó mucho tiempo en enterrar su cabeza en el pecho de Draco y gemir como si estuviera molesta, sus piernas se envolvieron por el costado de Draco con más fuerza. -Hace mucho frío aquí. - se quejó como si eso fuera muy irritante.

Malfoy pasó sus brazos alrededor de su cintura con más fuerza. -Debe ser porque estamos en invierno ya, no debe tardar mucho en que el lago se congele. - murmuró.

Larissa suspiró y levantó su cabeza. -Entonces ya no voy a dormir aquí, hace demasiado frío. - murmuró adormilada.

El rubio comenzó a besar la cabeza de Larissa, aspirando su nuevo olor. Menta.

-Cállate, en invierno nos dan cobijas más gruesas. - le dijo en voz baja.

Larissa asintió y cerró los ojos. -¿No vamos a ir a clases hoy? - le preguntó mientras levantaba sus ojos a él.

Draco frunció el ceño. -Es sábado. - le recordó.

Ella asintió, recordando, pero luego saltó de la cama. -Hoy se va Hermione. 

Draco la regresó a su cama. -No tienes ropa, ahora tendrás que pasar el resto del día aquí... conmigo. - le murmuró.

Ella sonrió divertida, pero negó con la cabeza. -Aunque eso me gustaría, no quiero que Hermione se vaya molesta.

Draco gimió y quedó boca arriba, mientras miraba el techo. -Bien, pero yo quiero ir, no me gusta dejarte sola con esa gente. - admitió.

Larissa sonrió y besó los labios de Draco, fue un beso lento pero lleno de cariño. -¿Cómo voy a conseguir ropa? - susurró sobre sus labios, para volver a besarlo.

Draco sonrió. -A ver, camina. 

Ella frunció el ceño y se encogió de hombros, pero en el momento que sus piernas hicieron un esfuerzo por moverse  cerró los ojos con fuerza. -Draco, ¿Qué hiciste? - dijo molesta.

El rubio se sentó y besó su mejilla. -Darte muy duro en tu primera vez. - le respondió, para luego ponerse de pie y tomar una camisa blanca, se la puso y miró a Larissa, quien estaba con una cara molesta. -Voy a ir por una poción y a conseguirte ropa. - le murmuró, mientras se acercaba a ella para besarla, pero Larissa movió la cabeza molesta. 

-Por tu culpa me duele. - se quejó molesta, mirando a otro lado.

Draco la tomó por la barbilla con dos de sus dedos, provocando que ambos se miraran y sus respiraciones se mezclaran. -Pero, ¿no eras tú la que me pedía ir más duro?¿Más rápido? - dijo en voz baja, para luego picotear sus labios. Se separó de ella y salió de la habitación.

Dejando atrás a una Larissa demasiado nerviosa y sonrojada. 

-

No había pasado mucho tiempo, cuando Draco regresó con ropa para ella y una poción. 

-¿De dónde la sacaste? - le preguntó, mientras veía su ropa en la cama. 

Draco la miró unos segundos y sacó de su bolsillo un frasco con un líquido azul celeste. -Me la  dio Ginny. La vi cuando ella iba entrando a la sala común con Potter y dijo que la esperara ahí y me la dio. - se encogió de hombros.

Larissa asintió y tomó la ropa entre sus manos, para colocar una blusa blanca, colocando sobre ella un suéter marrón, para la parte inferior, solo uso unos jeans negros y sus votas. Miró a Draco. -¿Esta nevando? - cuestionó señalando la ropa de invierno que Ginny había enviado.

El rubio negó con la cabeza. -No, pero hace frío. - caminó a su armario, sacando uno de sus trajes negros y sacó su camisa. Larissa lo observó y sus mejillas se tornaron de color rojo, estaba nerviosa. -¿Qué? - le preguntó Draco sin entender, para luego sacar sus pantalones. 

Ella estaba completamente roja, mientras colocaba su gorro y su bufanda. -Nada... - murmuró. 

Draco levantó las cejas y sonrió divertido. Sabía perfectamente por qué ella estaba tan nerviosa y eso le gustaba.

-

Ambos bajaron a la sala común cuando estuvieron listos. El rubio le había dado la poción y ella aseguraba sentir menos dolor. 

Draco no duró mucho tiempo en tomarla de la mano, ella sonrió cuando notó como los dedos de Draco se entrelazaban con los de ella.

Al salir, tuvieron que recorrer un largo camino hasta donde el tren llevaría a Hermione, Harry y Ron de regreso a sus casas. 

Larissa levantó sus ojos a Draco, quien tenía su otra mano metida en un bolsillo de su saco, mientras miraba al frente de forma fría a cualquiera que se atravesara. Nada parecido al Draco que la tenía ayer en la cama. 

Al estar cerca, pudieron notar la cabeza castaña, la pelirroja y la azabache. 

Larissa se detuvo de inmediato y Draco la miró. -Estoy nerviosa. - admitió mientras sus manos temblaban.

Ella podía sentir sus manos sudar, su estomago estar ansioso, como si tuviera insectos que saltaban, no como le pasaba con Draco, esta vez saltaban con violencia, como si trataran de hacerla vomitar. 

Draco la llevó caminando, hasta que estuvieron unos metros cerca, Ron lo notó y tomó por la cintura a Hermione, presionando su cuerpo contra él, mientras miraba a Draco. Algo así como diciendo: la tengo y tú no.

Pero a Draco no le importaba realmente. A él le gustaba Larissa, él quería a Larissa, él estaba aprendiendo a amar a Larissa. 

-Hola. - murmuró Larissa a los tres chicos, quienes se despedían de sus otros amigos. 

Ron le sonrió amable a Larissa, mientras que Hermione puso los ojos en blanco. Draco le besó la mejilla y susurró. -Te espero por allá. 

Larissa asintió y soltó la mano de Draco, mientras lo veía alejarse un poco.

-

Sweater Weather - The Neighbourhood

(La canción de arribita)

-

Larissa le regaló una pequeña sonrisa a Ron. -Espero tengas un buen viaje, Ron. - dijo ella en voz baja. 

Ron asintió. -Gracias, Larissa.

Hermione se separó un poco de Ron. -¿Podrías dejarnos un poco a solas? - le preguntó y el pelirrojo asintió.

Larissa estaba jugando con sus dedos, estaba nerviosa, pero así habló. -Siento mucho haberte hecho enojar. - comenzó a decir.

Hermione negó con la cabeza. -No es tu culpa... me porte muy intolerante. 

Larissa la miró y sus ojos se llenaron de lágrimas. -No quiero que estés enojada conmigo, Mione. - admitió con la voz cortada, ella tenía muchas ganas de llorar. 

Hermione la tomó del brazo y la llevó lejos de las personas. Querían hablar completamente a solas. 

La chica de oro se detuvo y se colocó frente a ella. -¿Por qué comenzaste a salir con él? - le preguntó con dolor en su voz, como si tuviera sentimientos por Draco.

Larissa se encogió de hombros. -Todo es confuso, de repente Draco se esforzaba por ignorarme... me dejaba por mi cuenta el trabajo, y de repente me estaba diciendo lo bonita que me veía en sus sueños y... me besó. - dijo sinceramente.

Hermione asintió y miró al cielo, reteniendo las lágrimas de sus ojos. -Es lo justo, yo lo deje por Ron... en primer lugar no debí de haberle hablado en el Ministerio. - dijo mientras mordía sus labios con nerviosismo.

Larissa negó con la cabeza. -No quiero que dejes de ser mi amiga. - las lágrimas apenas la dejaban ver con claridad.

Hermione suspiró, limpiando una lágrimas muda, que iba mojando su mejilla lentamente. -No es tu culpa... pero, estabas con Seamus, Larissa. Nada tiene sentido. - admitió negando con la cabeza.

Larissa mordió sus labios y cerró los ojos. -Mione, se supone que debía ser un secreto. - dijo con la suave voz quebrada, reteniendo sus sollozos. -Ninguno de ellos quería que te dijera lo que sucedía con Seamus a puerta cerrada. - las lágrimas en este punto ya habían manchado sus lágrimas.

Hermione la miró preocupada. -¿Qué pasaba?... ayúdame a entender. - básicamente le rogó.

Larissa tapó su boca y miró a Hermione a los ojos. -Mione, es difícil hablarlo en voz alta. Dame tiempo. - dijo en voz baja.

Hermione asintió. -¿Solo sucedió con Draco? - le preguntó.

Larissa asintió. -Anoche... anoche él me dijo muchas cosas, que me quería... - comenzó a murmurar. 

Hermione ladeó su cabeza mientras la miraba con una pequeña sonrisa. -¿Lo quieres? 

Larissa asintió. -Si... - suspiró.

La chica de oro sonrió, mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas. -¿Y lo amas? - dijo mientras su cara se contorsionaba de dolor. El dolor de su corazón destruido, por no poder estar con la persona que ella quería, la persona que tenía el corazón de Hermione en sus manos, pero no lo aceptó. 

Larissa no respondió. -Él dice que esta enamorado de mi... pero yo no sé, como- no sé como se siente amar. - admitió.

Hermione sonrió. -Con el tiempo vas a darte cuenta si es el chico correcto, Larissa. - suspiró, limpiando las lágrimas de sus mejillas. 

-Supongo.

Hermione se paró recta, mirando a su amiga, la cual estaba a punto de llorar, igual que ella, pero no por el mismo motivo. -Promete que vas a cuidar a Draco... al menos mientras estén juntos. - susurró dolida.

Larissa asintió, limpiando su nariz, dejando que las lágrimas mojaran sus mejillas igual que Hermione. -Lo haré. 

Hermione sorbió su nariz. -Él necesita alguien que lo quiera... - sollozó, para luego tapar su boca. Le estaba doliendo como no tenía una idea. -Necesita ser cuidado, conocer el amor... como todos aquí. - dijo mirando a Larissa. -Ha pasado por cosas horribles... no lo presiones a hablar, él lo hace cuando esta listo. - sus sollozos se hicieron más fuertes.

Hermione cerró los ojos con fuerza y comenzó a sollozar, cubriendo sus labios por el dolor que todo esto le estaba causando. Su corazón estaba roto. Sus rodillas flaquearon en el momento que Larissa la envolvió en sus brazos y la mantuvo ahí.

Larissa había dejado de llorar, mientras la punta de su nariz se mantenía roja. Sentía el cuerpo de Hermione sacudirse con fuerza en cada sollozos, la escuchaba atragantarse con su propia voz.

Le dolía.

A Hermione le dolía. 

Hermione amaba con intensidad, pero ese amor no le fue regresado, a pesar de eso... ella fue humillada, dos veces. Le dolía el pecho, le dolía verlo feliz. 

Era tan egoísta, porque ella lo quería ahí, a su lado. No quería soltarlo, pero debía, a pesar de que era una de las cosas más dolorosas que sufrió después de la guerra. 

-

Cuando Hermione subió al tren con Harry y Ron, sacudieron sus manos, despidiéndose de todos.

Sonrió con dolor al ver como Draco tomaba en sus brazos a Larissa y la hacía reír. Su corazón se rompía más. El tren comenzó a avanzar, sin ella quitar sus ojos cuando Draco tomó a Larissa por la barbilla e hizo que sus narices rozaran. Ambos sonriendo. 

Un amor, dos bocas. 

Dos bocas... y ninguna de esas bocas era ella.

Colocó su mano en el vidrió, sollozando y empañando el cristal. -Tal vez en otra vida, podremos vivir esto juntos... 

Y con eso.

Hermione y Draco, rompieron todos y cada uno de sus vínculos, porque él ya era feliz... con una nueva persona. 

Granger hubiera deseado ser esa persona, con la cual Draco despertara en las mañanas, envuelta en sus brazos, disfrutando del calor, sus cuerpos y sus corazones. 

Pero no sería así, entonces se conformó con sanar el corazón roto que Draco dejó atrás.

-

-

YA SÉ QUE NO DICE ASÍ LA CANCIÓN, pero siento que esto le super queda a Hermione. 

¿Lloraron? Porque yo si.

Att:—F💖


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro