Escrito por mi — 210 palabras

Su cabello castaño reposaba sobre la blanca almohada mientras sus ojos cerrados y su respiración calmada demostraban su estado de inconsciencia.

Amaba ver cómo su pecho subía y bajaba con cada respiración, prueba suficiente de la paz que lo invadía.

-Duerme, mi dulce ángel. -Susurró el joven de ojos rojos acariciando con un dedo la mejilla del joven estudiante.

Admirar su pacífico y delicado rostro era la mayor droga a la cual era adicto, realmente era su debilidad, haría lo que fuera solo por poder ver sus hermosos ojos dirigidos hacia él.

Pasos... malditos pasos rápidos que se acercaban.

-¡Light! -La chillona voz de la hermana menor de su ángel resonó por la habitación mientras sus pequeños piececitos caminaban en dirección a la cama.

-¿Qué ocurre, Sayu? -Esa hermosa melodía llegó a sus oídos, invadiendo sus sentidos.

-¿Puedo dormir contigo? -Preguntó, subiéndose a la cama sin esperar una respuesta.

-Está bien...

Y el silencio nuevamente reinó en la habitación.

-Hay... algo bajo la cama. -Murmuró la pequeña niña, siendo ignorada por su hermano, quien ya se encontraba nuevamente profundamente dormido.

Y a Beyond no le quedó otra opción que esperar a que ella también durmiera para salir, esperando al día siguiente donde pudiera volver a ver dormir a su ángel.