Escrito por Veattrix — 242 palabras

Tum Tum Tum

El sonido de los puñetazos retumbaba casi de manera armónica con los latidos en su cabeza, el ruido que no lo dejaba pensar. Veía todo rojo, posiblemente por el golpe que recibió, los vasos sanguíneos de su globo ocular debían haber reventado cuando el malnacido lo golpeó con el codo.

Tum Tum Tum

El ardor de sus puños pronto pasó a ser un calor intenso y después frío. Sus puños estaban entumecidos, quizá incluso una fractura en el metacarpiano, ¡oh pero quién mierda piensa en su carrera de medicina cuando está moliendo a golpes al imbécil que violó a su novia!

—A-Alex…es-espera…—lo levantó de su camisa y volvió a reventar su cabeza contra el suelo. El sonido del cráneo agrandaba más la mueca diabólica que mostraban sus dientes. Todo era rojo, su visión, la cara tan hermosa de Light, el suelo, todo.

— ¿¡Cómo pudiste!? ¡¿Cómo, Light?!

— ¡Perdón Alex! ¡Perdóname! ¡No quería lastimarte! —lloraba, esas lágrimas limpiaban la sangre en su hermoso rostro y su sonido, su suplica, ese tono tan patético y encantador que imploraba su perdón, igual a cuando imploraba por un beso antes de correr a casa donde sus novias los esperaban. Cuando Linda se lo contó y Light no pudo verlo a los ojos perdió los estribos. Su mirada rezumaba dolor de saber que ese hermoso hombre objeto de su deseo, había estado con su novia, su pertenencia antes que con él.