Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Oso de peluche

San Valentine era la época más rosada y esperada del año por los enamorados. Ya fuera porque llenaban de regalos a su pareja o intentaban comprar el cariño de su platónico. Así que no era de asombro encontrar enormes ramos de rosas en los pupitres de algunas alumnas o en el escritorio de las profesoras. Excepto que encontrar un ramo gigante de rosas blancas y rojas intercaladas entre ellas para formar un corazón con su alias escrito con rosas en el centro de esté, a mitad de mayo y con una tarjeta que decia "para mi ratón de biblioteca" era más que raro.

Violet Akira, mejor conocido como Vio, o ratón de biblioteca entre sus compañeros de clase, observó a su alrededor buscando al autor del detalle romántico. Sus ojos hielo solo daban con miradas sorprendidas y personas que ya estaban chismeando entre ellas. Ninguna mostraba verdadero interes en sus reacciones, sino solo en el detalle. Con cuidado sujetó aquel adorno entre sus brazos para bajarlo al suelo con cuidado, especificamente al lado izquierdo de su pupitre para poder sentarse y esperar el inicio de clases. No se dio cuenta de la mirada carmesí de cierto purplette problematico que suspiró derrotado al no lograr una expresión en la cara del rubio.

Pasó una semana desde aquel detalle de flores. Habia sido una verdadera proeza para él llevarse el adorno a su casa considerando que tomaba el autobus. Ciertamente hubiera sido menos problematico tirar el detalle en vez de llevarselo a su casa en donde su hermano le haria miles de preguntas acerca del origen de este, pero ese habia sido el primer detalle que alguien, que no fuera de su familia, le daba.

¿Qué? —Se pregunto a si mismo al ver en su asiento un oso de peluche gigante. Podria jurar que era más alto que él. Su suave pelaje de color crema, sus ojos café profundo y un gran corazón rojizo entre sus manos que tenia bordado con hilo blanco "Te amo Vio". No sabia si se trataba del calor, pero sentia sus mejillas arder.

Ese día habia sido más complicado llevarse el detalle de su enamorado a su casa. Aunqué dudaba realmente que fuera amor considerando que no hablaba con nadie en la escuela. No podria tratarse de una broma, ya que ninguno de sus compañeros gastaria tanto dinero para una simple broma. Sin duda alguna esto era un misterio.

Se acomodó sus lentes de armazón negro observando atentamente su nuevo peluche mientras pensaba. Si el siguiente detalle era más grande debia de considerar dejarlo en la escuela. Aunqué lo más apropiado seria dejarle una nota al autor de estos detalles y decirle que no hacia falta que gastara su dinero en objetos tan grandes.

Ahora tenia una pista. El responsable venia de una familia adinerada o trabajaba. Aun así, sabia que el próximo detalle le confirmaria cual de las dos hipótesis era correcta. No se esperaba que el próximo detalle fuera mañana mismo.

Por Farore —Susurró Vio observando atentamente aquellas pilas de libros que descansaban sobre su pupitre. Mínimo habia quince libros ahí y todos eran de su zona de lectura. Sin duda alguna el autor de aquellos detalles lo conocia bien.

¿Otro regalo? —Preguntó una voz algo profunda y divertida a sus espaldas.

Vio giro levemente su rostro hacia el dueño de la voz. Su mirada hielo encontrandose con la carmesí del más alto. Su cabello purpurá y esos caninos filosos eran faciles de identificar, al igual que esa mirada traviesa y burlona.

Buenos días Shadow —Fue lo único que dijo Vio de forma monotona observando a su compañero busca problemas.

Vaya, se ve que el causante te quiere mucho —Comentó Shadow viendo como su compañero, y amor secreto, apilaba los libros en una sola columna en el lado izquierdo de su pupitre.

Lo dudo —Contestó Vio observando al purplette mientras tomaba asiento— Es imposible que alguién se enamore sin conocer al otro.

—Tal vez si lo conoce y no le habla. Quedandose en las sombras para verlo desde lejos y protegiendolo de los bravucones e idiotas para que no lo molesten —Dijo Shadow apoyando su mano sobre el escritorio para ver al rubio directamente a los ojos.

¿Tu eres el causante? —Preguntó Vio abriendo ligeramente sus ojos mientras sus mejillas se pintaban de un suave rosa.

Sabia que debia de hablar contigo hasta el paso veinte —Se regaño a si mismo Shadow en voz alta mientras desviaba la mirada. Sus mejillas no tardarón en pintarse de rosa, un tono más intenso a comparación del rubio.

Ambos jovenes se quedarón en silencio. Ninguno se atrevia a pronunciar palabra. Su lenguaje corporal indicaba lo incomodo del momento.

Pensaba que se trataba de una chica —Decidio hablar Vio regresando su mirada al purplette. Ni siquiera se dio cuenta de cuando la alejó.

Yo tampoco esperaba que me gustara un chico —Respondio Shadow devolviendole la mirada. La falta de respuesta del contrario le hizo seguir hablando— Si me vas a rechazar, dejamé besarte y luego me mandas al campo.

—¿Qué-? —Intentó preguntar Vio antes de sentir como sus labios eran apresados por los del mayor en un besó demandante. Sintió como le sujetó de la nuca y del hombro para apegarlo más a su persona. Cerró sus ojos con fuerza mientras sentía su rostro arder— ¡Shadow!

No me iba a quedar con las ganas —Contestó Shadow tomando distancia del rubio antes de lamer sus labios de forma lenta— Tus labios saben a chocolate con almendra.

—¡Idiota! —Grito Vio con las puntas de sus orejas a juego con su rostro. No sabia que decir o actuar en ese momento. Observó como el mayor le veía y no dudo en voltear a ver hacia la ventana mientras cubría sus labios. Su cerebro aun trataba de procesar lo que había sucedido.

Te ves tan lindo así —Habló Shadow observando atentamente al rubio antes de tomar asiento a su lado. No le haría nada de daño sentarse en la primera fila por una vez en su vida. Aunque nunca se esperó tener la mirada de todos sus compañeros sobre su persona durante el resto del día y la mirada fulminante del rubio que amaba.

Vio pensaba que, al ya saber quien era el autor de aquellos regalos gigantes, no recibiría más obsequios por parte del travieso de la escuela, más se dio cuenta de lo equivocado que estaba cuando llego a su salón de clases al día siguiente y observo una caja de chocolates gigantes. Era casi de su altura y el grueso le garantizaba que había tanto chocolate para darle uno a cada alumno de la escuela.Bufó molesto antes de sentir como el causante de aquello le abrazó por los hombros y le pregunto cuando saldrían. Por supuesto, la respuesta fue un profundo no, pero tampoco era que Shadow conociera el significado de aquella palabra.

Toda la comunidad estudiantil se enteró rápidamente que Shadow Fuzen era el autor de aquellos detalles gigantes hacia el ratón de biblioteca. Muchos cuestionaban y se burlaban a su espalda por querer a un chico, pero nunca se lo dirían de frente o harían algo para humillarlo por miedo de su venganza. Incluido el rubio, que estaba a salvo de posibles humillaciones, no merecidas, por atraer a los chicos al ser el amor platónico del purplette.

El tiempo paso rápido entre ambos. Entre coqueteo, rechazos e invitaciones sin realizarse para convivir entre ellos se fueron acercando. Resulto que ambos tenían mucho en común a pesar de sus notorias diferencias. Casi parecía que su diario vivir fuera una novela.

¡Hazme caso Vi! —Grito Shadow caminando a unos pasos detrás del rubio. Hace apenas unos minutos habían salido de la escuela y ya el rubio le había sacado bastante ventaja en su trayecto. Ya se había vuelto rutina para ambos caminar juntos hasta la parada de autobuses que el menor tomaba— ¡Sal conmigo!

No —Contesto el rubio deteniéndose una vez llegó a la esquina. Acomodó sus anteojos antes de ver al purplette a su lado— ¿Vas a ir a comer hoy a mi casa?, Zelda hará estofado.

No, tengo asuntos que atender en mi casa, pero mañana sin falta voy —Dijo Shadow extendiéndole el ramo de rosas blancas al rubio, el cual lo tomo entre sus manos.

Gracias —Vio se alegraba de que Shadow había dejado de darle detalles tan grandes y vistosos. Así era más fácil de transportar.

Ambos jóvenes se quedaron callados por varios minutos esperando el autobús. Incluso cuando llegó el hermano del purplette para recogerlo, Shadow decidió esperar que el rubio tomara el autobús antes de irse. Por supuesto, Shadow iba a recibir una regañada por parte de su hermano al llegar a casa. Sin embargo, al purplette no le molestaban los regaños con tal de ver esas micro expresiones de felicidad en el rostro de su amado rubio. Eran detalles simples, pero que para Vio significaban mucho más que un ramo de quinientas rupias.

¿Quieres salir conmigo este viernes? —Preguntó Vio observando atentamente a su compañero de cabellos purpura que dejo caer su nintendo 3DS rojo de sus manos ante el asombro de su pregunta. Todo el día escolar había estado meditando en como invitarle a una salida, así que decidió ir por lo directo cuando estuvieran esperando el autobús para ir a su casa a comer.

—¿Tienes fiebre? —Fue lo primero que pregunto Shadow acercando su mano a la frente del rubio. Poco le importaba su nintendo con pantalla rota en el suelo.

¿Quieres salir conmigo si o no? —Pregunto el rubio frunciendo ligeramente las cejas. ¿Enserio el mayor creía que debía de estar enfermo para pedirle una cita?

¡Si! —Grito Shadow observando atentamente al rubio antes de cubrir su propia boca y controlar su emoción— Lo siento. Es que... Estoy feliz. Soy feliz. Esto es mejor que ganar en las discusiones a mis padres.

El rubio se rió de forma suave ante esto, seguido por pequeñas risas por parte del mayor mientras esperaban el autobús. Era curioso como un par de palabras podían provocar una sensación tan agradables en sus pechos. No sabían que aquellas palabras definieron su futuro juntos. Un caminó lleno de momentos felices y amargos que no hubieran pasado con nadie más. Incluso ahora, no se veían con nadie más sentados en aquella banca de madera que habían instalado en su jardín trasero. Habían votado por una vida tranquila y sin lujos extravagantes y les había ido bien. Vio se había vuelto en un excelente maestro de historia y Shadow había abierto un pequeño negocio de regalos y novedades para parejas; nunca quiso tener a alguien que le diera ordenes. Nunca lograron su cometido de adoptar, pero aun así fueron muy felices. 

Ambos arrugados y encogidos, tomados de la mano viendo aquel paisaje que poco a poco se tornaba anaranjado a causa del otoño que se acercaba. Su deseo era verlo junto a la llegada del invierno, pero sabían que la vida no siempre cumplía sus caprichos. Tan siquiera les había permitido irse juntos.

_______________________________________________________________

Quería probar un nuevo estilo de redacción qwq pero creo que falle.


Hasta la próxima

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro