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No debería ser tan fácil, pero lo es y él no puede tomar el crédito de nada, porque es Scott quien hace que todo parezca tan simple, con sus sonrisas cálidas, sus palabras sinceras y sus miradas que te hacen sentir como el centro del universo. Por eso nadie debería culpar a Derek si tal vez esta un poco enamorado después de su primer cita.

Cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo estuvo tentando en irse, no tenía por qué quedarse en una cita a la que no había accedido en primer lugar, pero luego pensó que sin ninguna estrategia especial más que siendo él mismo tendría los mismos resultados. Su método era infalible y solo consistía en usar su amargada expresión y su innata habilidad para intimidar desconocidos.

Además, pensó que le daría una lección a su prima, a Stiles y al desafortunado amigo que ambos habían seleccionado. Malia hasta entonces se había mantenido al margen de interferir en su vida amorosa, pero al parecer su nuevo novio tenía algo que ver con eso. Odiaba conocer personas nuevas porque todas sus relaciones habían terminado terriblemente mal, pero su familia pensaba que le hacía un favor intentado emparejarlo, aunque en realidad estaba bien solo.

—Tú debes ser Derek —empezó el chico con una gran sonrisa que el mayor solo pudo corresponder—. Lo siento no sabía que te habían traído aquí con mentiras... Malia me dijo que no te gustaba conocer personas nuevas y si quieres puedes irte, pero si me das una oportunidad tal vez pueda hacerte cambiar de opinión.

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