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La guardaespaldas.

Comenzamos fuerte, jsjsjs

Pues bien, aunque seguramente será una sorpresa para ustedes, en realidad a mí me fa-ci-na el ShenhexYunJin, debido a que los arts que he visto de ellas son bien hermosos uwu pero bueno, ya me conocen y me gusta ser malvado :v así que aquí le vas a un what if de qué pasaría si nos trasladamos a la China del 2022 en un universo donde no existió el coronavairus y Yun Jin es una idol reconocida a nivel mundial como el bitiez xd y Shenhe es su guardaespaldas.

Vamos con la historia owo

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Mi historia es más bien curiosa, aunque por lo regular aconsejo analizarla con jazz melancólico, pues desde muy joven, en realidad bastante más de lo que me gustaría aceptar, me las he visto muy negras en muchos aspectos.

Para empezar, y he ahí cuando la parte fea comienza, mi padre me abandonó a eso de los 5 años en un centro de menores después de que me culpara de la muerte de mi madre. Realmente no es que estuviera ahí por mucho tiempo, pero claro, esa época fue completamente horrible.

Nadie me juntaba, el saber de la boca de mi padre que yo era responsable de la muerte de mi madre y ese simple hecho, mezclado a un lugar que no me gustaba era un tormento para todos los días de forma permanente, especialmente en las noches, donde por lo regular me soltaba a llorar hasta quedarme dormida, lo que era muy jodido en todo el sentido de la palabra.

Luego llegó lo interesante, pues una maestras de artes marciales me adoptó después de saber que le di una golpiza a dos chicos que me tiraron mi comida y me molestaban a diario, torturándome por el hecho de que yo, en sentido estricto, no era huérfana como ellos, a mí mi propio padre me había dejado a mi suerte en vez de querer cuidarme.

Esa mujer, a la que llamé mi maestra, fue primeramente la que me enseñó a controlarme y a defenderme, con ella aprendí a pelear de varias formas, incluso lo hice de manera semiprofesional, lo único malo es que nunca podía controlar mi irá, y por eso nunca ascendí. Siempre me pasaba de la mano...incluso una vez golpeé al mismo referí cuando me intentaba separar y...claro, me descalificaron por eso ya que fue un muy buen golpe el que le di a propósito.

-¡Shenhe, maldición, lo que hiciste fue terrible! ¡Pueden vetarte de por vida de todos los torneos, debes controlarte!

-Lo siento, maestra. No volverá a ocurrir.

-¡Siempre me dices lo mismo, y siempre lo vuelves a hacer! Mira, odio tener que decirlo, pero solo puedo encontrar una solución a esto.

-Vas a abandonarme, ¿verdad? -Recuerdo que comencé a llorar. -¿Lo harás como mi padre? No, ni siquiera te molestes en decirlo, sé que es así, me iré por mi propia cuenta. -Me levanté del sillón, corriendo a mi cuarto para empezar a sacar ropa de mi armario, no podía detener mi llanto. Otra vez me quedaré sola.

Sin embargo, y para sorpresa mía, recibí un abrazo por la espalda de mi maestra, la que me dio un beso en la mejilla que logró tranquilizarme.

-Nunca te abandonaré, Shenhe. Eres mi niña, te amo y aunque cometas errores nunca dejarás de serlo, ¿de acuerdo?

-Ma-maestra. -Me volteé, ella me limpió las lágrimas de las mejillas y me abrazó una vez más, por lo mismo es que regresé ese abrazo con mucha fuerza.

Toda acción tiene consecuencias, y debido a mi mal temperamento y a que prácticamente todo el día me la suelo pasar enojada porque estoy resentida con la vida, tuve que empezar a tomar calmantes y antidepresivos, ¿el problema? Siempre tenía cara de muerta y parecía tener nulo interés en la vida, aparte de casi no mostrar emociones de cualquiera que fuera el tipo.

Aunque encontré la manera de que eso no fuera siempre, en las ocasiones especiales, por ejemplo, en el cumpleaños de mi maestra, solía tomarme la mitad de la dosis y así podía sonreír de verdad y cantar para ella y que igual estuviera feliz.

Otras claro, era para algunas entrevistas de trabajo que tenía, pues debía mostrarme hábil en las contestaciones, por suerte es que siempre salían bien, y no sé por qué, quizá algún complejo de la infancia, pero me nació una necesidad de proteger a los demás, por lo mismo es que me agradaban los trabajos relacionados con eso mismo: guardia de seguridad en edificios, escolta de personas importantes en eventos masivos, y el último trabajo en el cuál me recomendaron: guardaespaldas.

Mi jefe me dijo que, en realidad, debía recortar personal porque la persona a la que cuidaba había perdido un puesto importante y que, por lo mismo, ya no necesitaba escolta. Aunque, eso sí, me dejó en claro que él ya tenía el trabajo perfecto para mí.

-En realidad eres muy buena en esto, jamás me olvidaré cómo le rompiste la nariz al tipo que trató de aventarle una bolsa de basura a nuestro cliente.

-Bueno, solo cumplía con mi trabajo, y ese día no estaba medicada así que...ups.

-No te preocupes, de cualquier manera, el siguiente trabajo que tendrás requerirá de eso mismo ya que la clienta tiene muchos fans que no saben respetar el espacio personal.

-¿La clienta? Explícate.

-Es una idol, cuando hace firmas de autógrafos o conciertos, por lo regular muchos de sus fans se quieren pasar de listos, sabrás a qué me refiero.

-Sí, más o menos.

-Vele el lado positivo, viajarás por todo el país cuando hagas giras con ella.

-¿Cómo es? -Pregunté, pues por lo regular las idols, según sé (porque ese es más tema de la muchachada), que son casi como un producto hecho a la medida del consumidor. Así que por eso me da curiosidad.

-Mañana la conocerás, parece que ella te eligió personalmente.

-¿No era una recomendación?

-Pues sí, pero no te tenía contemplada para el recorte de personal, y si ella te escogió, aparte de que te pagarán bastante más, ese será un trabajo perfecto para ti. No quería relegarte a cuidar de simples políticos imbéciles o empresarios corruptos. Esa chica sí merece ser protegida.

Simplemente agradecí aquellas palabras, pues nunca me había detenido a pensar a quién protegía, solo que lo hacía y que me pagaban bien por eso, así que lo último que me pedía el trabajo era hacerme ese tipo de preguntas. En fin, fui a la dirección que me dieron al día siguiente, y el edificio era bastante lindo, claramente era una agencia de promoción musical y disquera, así que la cosa estuvo bien clara.

Pregunté por mi clienta, solo sé que ella se llama Yun Jin y poco más, ni siquiera sé cómo luce. Y si ella sabe cómo luzco yo, ese también es un misterio para mí.

Como de costumbre, estaba medicada, así que mi percepción de la realidad era distinta, iba relajada, tranquila, como sé que mi trabajo es seguro omití deliberadamente tomar media dosis, sé que no tendré problema con eso. En fin, cuando iba por los pasillos, y al dar media vuelta, por lo mismo que andaba muy relajada, no me di cuenta que venía alguien y choqué con una chica, la misma me llegaría hasta las mejillas, se peinaba con un fleco que le cubría toda la frente, sus cabellos eran morados, vestía un suéter de cuello de tortuga y una chamarra igual morada. Fue en todo lo que me centré, pues claramente estaba centrada en llegar temprano a la entrevista.

-Perdón. -Fue todo lo que dije, seguí caminando pero noté que esa chica se quedó parada en donde tropezamos, lo que me pareció raro, la volteé a ver de reojo, se cubría la boca, casi no le vi el rostro, salvo un poquísimo de sus mejillas, seguramente la chica tenía prisa o mucho calor pues por lo que vi, estaba sonrojada. Eso sí, sus ojos rojos me llamaron mucho la atención, eran bastante lindos, a diferencia de los míos, que hasta en eso parezco muerta en vida...

Llegué al lugar donde me dijeron que encontraría a mi clienta, abrí la puerta y estaba un hombre de traje, veía algunos papeles.

-Oh, debes ser Shenhe, ¿no? Yun Jin está muy emocionada por tu llegada...¿no te la topaste en el pasillo? Dijo que incluso iría a buscarte en recepción para recibirte ella misma.

-¿Topármela? No, no creo haberla... -Hice memoria, y seguramente la chica con la que tropecé en la esquina del pasillo era ella. -Oh...ahora que lo pienso, ya regreso.

Volví a salir de esa oficina, estaba nerviosa, ni siquiera había empezado a trabajar ahí y cometí un error muy grande. Seguramente sí debí tomarme media dosis de tranquilizantes.

Una vez más, y justamente por las prisas y en el mismo pasillo, tropecé de frente con la chica, la tomé de los hombros para que no se cayera, y aunque su primera expresión fue de sorpresa, inmediatamente me di cuenta que se sonrojó bastante. Lo que me sorprendió más es que...yo también me sonrojé.

Nunca antes en mi vida había sentido algo así, e incluso el corazón me latía rápido a pesar de los tranquilizantes, pero no era por los nervios de mi error...sino era otra cosa, una que todavía no conocía del todo bien.

Ahora que la veía bien, me di cuenta de lo increíblemente hermosa que era. Su rostro era muy fino, su barbilla era preciosa, y esos ojos, ahora que los veía de frente y bien, me resultaban encantadores. Su nariz, mediana y respingada, me daban ganas de darle una pequeña mordida por lo linda que es. Y sus labios, rosados y con una preciosidad única, más que nada por su robustez y perfecto delineado.

-Y-yo...lo siento, una disculpa, no sabía que era usted, señorita Yun Jin, no quise ser grosera en ningún momento. -Hice una señal de disculpa, aparte de, claro, soltarla y acomodarle su abrigo.

-No te preocupes. En persona eres más linda que en las fotos, es todo un gusto que estés trabajando con nosotros. Serás mi guardaespaldas personal. -Ella me ofreció su mano, su sonrisa era bellísima, esplendía en mis ojos.

-Eso me parece bien. La protegeré con mi vida, señorita Yun Jin.

Ella no dijo nada, solo hizo un gesto de clara sorpresa a la vez que se enredaba un mechón de cabello en los dedos, sonrojándose mucho.

-M-me alegra tanto que seas tan comprometida con el trabajo. -Dio una pequeña risita de nervios.

Realmente, y como me lo dijo mi anterior jefe, yo estaba como pez en el agua, con simplemente mirar feo a los acosadores de Yun Jin en sus presentaciones o firmas de autógrafos, le bajaban dos rayitas a su intensidad, y los que no, con ponerles una mano en el hombro de forma brusca, aparte de mirarlos con mi cara de medio muerta, bastaba para que se pusieran más blancos que mi cabello y se quedaran en paz, y cuando eso ocurría, Yun Yin se reía.

Tenía tiro con arma, desenfundé mi pistola y disparé hasta vaciar el cargador, todos los tiros eran perfectos, recargué el arma, y seguí practicando. Yun Jin entró a la sala de disparo tapándose las orejas, sonriéndome. Yo bajé mi pistola, colocándole el seguro de forma inmediata.

-Señorita Yun Jin, ¿qué se le ofrecía?

-Nada en particular...¿te gusta tu uniforme, Shenhe? -Me sonrió. El uniforme era de lo más sencillo, pantalón de vestir, blusa blanca y, a veces saco, además de claramente mi gafete de servicio.

-Es cómodo, aparte es lindo y me veo bien con él.

-Sí, te ves muy bien. -Volvió a sonreír, sonrojada. -Aunque el saco no lo sé, me llama la atención.

-Gracias por su halago. Lo aprecio mucho.

-¿Me dejas probar? -Me reí dulcemente, no esperaba esa propuesta.

-No. Es peligroso, y si su representante se llega a enterar, perderé el trabajo.

-De mi cuenta corre si lo pierdes o no, y aparte...él no está aquí, ¿o sí?

-Ok...creo que tiene razón. -Suspiré. Le di el arma, ya estaba cargada y todo, el problema fue que, para que no se lastimara, le di mis orejeras y, aparte, también le sujeté las muñecas para que las mismas no resultaran lastimadas por el retroceso.

-Vaya que eres atenta.

-Mi trabajo es protegerla, y que salga lastimada por mi culpa sería algo que no me agradaría para nada. Aparte de todo, si bien para bailar no se necesitan las manos, que tenga que usar vendas o yeso en las mismas arruinaría su imagen en los conciertos.

-Oh, ¿te preocupas por mi imagen? Parece que estás más interesada en eso que mi propio representante.

-Lo hago porque bueno...sería malo para usted. -Agaché la mirada.

-Muy lindo de tu parte. Eso me dice que te preocupas por mí, no solo por mi imagen.

-Por supuesto, ese es mi trabajo. Y se lo dije el primer día, la cuidaré con mi vida de ser necesario.

-Gracias. Me halagas mucho. Pero quiero un poco de acción, ¿cómo funciona esto?

-Solo jale el gatillo, pero agarre fuerte, sujete bien y que... -El arma se le disparó, dando en el blanco pero asustándonos a ambas, tanto así que incluso a ella se le cayó el arma de las manos. -¡¿Está bien?!

-Sí, sí, estoy bien...creo que tenías razón, esto no es un juguete. -Tras tranquilizarnos, ella comenzó a reír, yo no estaba ni enojada ni tampoco se me contagió la risa, estaba en estado neutro. -Shenhe, te pusiste más blanca de lo que ya eres, perdóname por el susto que te di, no lo volveré a hacer. -Ella me dio un abrazo que respondí casi por obligación, aunque igual también me gustó.

-No se preocupe. Pero, ¿no está herida? -Me puse a revisarla, tomándola de las manos, mirando sus dedos y las palmas.

-No, todo está perfectamente bien, lo juro. -Ella se sonrojo, acercándose un poco a mí, cosa que yo ignoré por completo.

-Bueno. Creo que es hora de irnos...hay más cosas por hacer.

-O-oh...sí, supongo. -Ella hizo una mueca de tristeza, quitándose las orejeras, aparte de llevarse las manos al pecho, retirándose.

Como yo era su guardaespaldas, muchas veces solíamos comer en la misma mesa, pasábamos mucho tiempo juntas, especialmente en las giras, incluso en los aviones íbamos en asientos juntos, siempre que ella andaba en la calle, pues no podía ir sola y ahí estaba yo, por lo que siempre era muy cálida conmigo y yo...yo siempre estaba en blanco, apenas y siguiendo su conversación, no mostrando un gesto, o si lo hacía era uno muy tenue, lo que notaba la desanimaba de veces, lo que no me explico es por qué.

El día siguiente de un concierto, estábamos en un hotel todo el equipo de Yun Jin, y ella, claro. Desde hacía un tiempo ha estado un tanto distante, ya no es tan cálida y prefiere comer sola, solo que claro, yo esté cerca para cuidarla, lo que se me hacía un tanto extraño.

Para relajarse, y pues...otra vez mi rol de guardaespaldas se vio involucrado, tuve que ir a los baños termales con ella, y pues sí, fue estar desnudas, al menos ella se cubría con una toalla, y yo por simple comodidad, estaba sin nada, eso sí, pero a mí no me apenaba aunque no estaba del todo medicada.

-Shenhe, ¿no te da pena que te vea? -Ella se cubría el rostro, sonrojada.

-No, debo acostumbrarme a estar prevenida en cualquier situación y en cualquier lugar, como en este.

-Algo me dice que eso es solo un pretexto. No me sorprendería que quieras presumir tus atributos. -Ella se rió. -Si fueras una idol, sin duda alguna serías muy exitosa, incluso más que yo. Tienes un par de cosas que llaman mucho la atención. -Siguió riendo. Yo me sonrojé.

-Mi cuerpo se desarrolló así debido a mi entrenamiento y, según mi maestra, porque fue la única herencia que me dejó mi madre.

-¿Herencia? ¿Ella no está viva?

-Murió cuando yo tenía 5 años. Fue de enfermedad, aunque nunca se supo bien qué era.

-Por Dios, qué terrible. ¿Y tú maestra? ¿Por qué le llamas así?

-Ya no me acuerdo de ella, así que no se preocupe. Hem, bueno...ella es mi madre adoptiva, pero siempre fue para mí como una maestra, por eso la llamo así. Nunca pude decirle "madre". No sé por qué.

-¿Adoptiva? ¿Qué pasó con tu padre?

-Me abandonó en un orfanato después de la muerte de mi madre, me echó la culpa de eso, aunque nunca supe bien por qué.

-Shenhe... -Yun Jin se llevó las manos a la boca, noté sus ojos llorosos, yo simplemente sonreí, sin realmente tomarle mucha importancia. -Que horrible que te haya pasado eso, ¿por qué nunca me lo dijiste?

-La verdad es que ya no me importa. Hace tiempo que lo que fue de mi padre me da igual y la razón por la cual me culpaba. Y lo dicho, ya ni me acuerdo de mi madre de verdad, así que ya ni le veo importancia.

-No, Shenhe. ¿No te sientes herida o lastimada por eso? ¿No te afecta? Eso es imposible.

-Sí, me afectó mucho durante mi infancia. Tomo antidepresivos, y también tranquilizantes ya que...soy muy agresiva. Cuando no me medico, suelo cometer imprudencias o me excedo de fuerza cuando trabajo.

-Shenhe...¿por qué nunca me lo dijiste?

-Para no asustarla. Mi condición me ha cerrado algunas puertas, pero mi efectividad en el trabajo habla por sí sola.

-Claro que no me asusta. Y Shenhe, por favor...háblame de tú.

-Señorita Yun Jin...¿por qué?

-Bueno, pasamos todo el día juntas y, aparte, ya llevamos un buen tiempo en esto, se me hace raro que me hables de usted cuando...me gustaría que fuéramos más unidas.

-Oh...también me gustaría a mí, no me molesta. -Me sonrojé un poco. -Y sí, pasamos mucho tiempo juntas, la verdad es que sería raro que no nos lleváramos bien.

-Sí, y la verdad me agradas mucho. -Sonrió. -Aunque sueles ser un poco callada y...como si no estuvieras aquí, como si estuvieras ida.

-Es por los tranquilizantes. Me dan este semblante de muerta en vida y solo me puedo concentrar en una cosa, y cuando de proteger a una persona se trata, vaya que funciona bien. Por eso parece que no presto atención. -Ella dio una risita, yo le alcé una ceja.

-Perdón, es que me dio ternura. Solo te centras en mí pero a la vez no.

Seguimos platicando un rato hasta que los dedos se nos arrugaron, fue ahí cuando decidimos salirnos de las aguas termales, por lo mismo es que nos comenzamos a vestir, ella siempre reservada con su cuerpo y, claro, como yo tenía que estar alerta, también me anduve sin cuidado, lo que a ella le seguía sonrojando.

-Oye, Shenhe. -Me dijo, apenas terminé de vestirme.

-¿Sí? -Curiosamente, y sin que ella me dijera más, Yun Jin me abrazó por la espalda, lo que me recordó enormemente a la vez que mi maestra tuvo el mismo gesto conmigo cuando pensé que me abandonaría también. Pensando que Yun Jin haría lo mismo, y a pesar de mi medicación, no me controlé y se me salieron unas lágrimas de los ojos, aunque no tenía la respiración cortada.

-Una vez me dijeron que si sentía algo malo, o si tenía una carga pesada que no me dejara avanzar, que simplemente las soltara de mi espalda y las echara al mar. Cuando termine esta gira, te llevaré al mar para que sueltes esa carga que te dejó tu padre, ¿sí?

-¿Y después? ¿Me despedirás?

-No. -Respondió, muy extrañada. -¿Por qué lo haría? Quiero que estés bien y que no necesites medicarte. No para que seas más eficiente en el trabajo...sino para que seas feliz. -Me volteé a verla, a Yun Jin se le escaparon las lágrimas al verme llorar, por lo mismo es que nos abrazamos otra vez, mientras las dos llorábamos, aunque consolándonos en ese acto.

Y justamente como me lo prometió, nos hicimos más unidas de lo que ya éramos. Descubrí que por Yun Yin siento más que agradecimiento. De hecho, y aunque quizá no sea la forma más inteligente de todas, se me ocurrió la idea de que le contaría que siento algo por alguien, pero no sé qué es. No le diré de quién se trata, aunque ojalá no de paso a malinterpretarse.

Estábamos en las oficinas donde nos habíamos conocido, yo iba llegando y estaba muy relajada debido a los medicamentos, así que no me sentía demasiado nerviosa, lo que sí es que uno de los guardias de la entrada me dijo que estaba un poco roja, yo me excusé diciendo que se trataba del calor y, como tenía el saco puesto, eso no me ayudaba mucho.

En fin, llegué a su oficina, ella estaba escribiendo una canción, aunque se notaba un tanto desesperada por no poder conseguir los resultados que esperaba, así que por lo mismo dijo que hablar conmigo sería lo adecuado para despejarse un poco.

Lo que sí es que le dejé en claro que no era caso mío sino de una amiga, se me ocurrió la buena idea de cambiar los papeles. Espero se lo crea...

-¿Una amiga?

-Sí. Ella tiene una conocida, u otra amiga, mejor dicho. Desde la primera vez que la vio ha sentido cosas extrañas que jamás había sentido por nadie, se siente protegida a su lado, su amiga es muy buena con ella, le ha dicho cosas que le agradece profundamente, pero ella sabe que no es simple agradecimiento, es algo más.

-Interesante... -Ella hizo una sonrisita de complicidad, se acercó a mí de forma traviesa. -¿Pero qué es lo que siente tu amiga? Me refiero, ¿cómo se siente al lado de esa amiga?

-Oh...no lo sé, este... -Me comencé a poner nerviosa ante su cercanía. -Me dice que se pone nerviosa, le late el corazón muy rápido. Aunque igual...siente algo muy lindo en el pecho, en el estómago, y le gustaría abrazarla mucho.

-¿Darle besos? -Ante ese comentario, me sonrojé.

-Su-supongo que sí...

-Awww, tu amiga está enamorada. -Se rió. -Aunque deberías presentármela, en realidad me parece que no la conozco.

-Yo creo que sí...

-¿Ah sí? -Su sonrisita traviesa volvió a su rostro. -¿Quién es?

-O-oh...t-t-te lo digo al rato, creo que el jefe me está llamando. -Me fui lo más rápido que pude, sonrojada, escuché a Yun Jin reírse de forma tranquila, aunque claro, me fui más sonrojada por ese hecho.

Pasado el rato, ella me dijo que ya tenía no solo una, sino dos canciones hechas, las mismas eran de amor, aunque me prohibió poder leerlas ya que quería que específicamente las escuchara en su estreno, y que las cantaría en un concierto futuro.

En uno de los eventos que teníamos, que era un pequeño concierto en dueto, ella y otro famoso solista del género, sería más bien una pequeña presentación. Me tocaba vigilar otra vez de que nadie se le acercara, y pues claro, que todo estuviera en orden. Tenía mi arma a la mano por cualquier cosa, aunque dudo mucho que fuera necesario.

En lo que me quedé pensando fue cuándo me dijo que yo estaba enamorada...bueno, en realidad dijo que era mi "amiga" la que estaba enamorada pero al final es lo mismo. Así que eso era...amor, es la primera vez que siento que amo a alguien de esta manera, pues claro que tengo amor por mi maestra, pero no es lo mismo, ni por asomo.

Llegado un momento, se había acabado una de las presentaciones, y como Yun Jin iba vestida de manera muy linda, simplemente sonreí como tonta, mirando al suelo a la vez que apretaba la parte baja de mi saco. Ella es tan bella, y lo supe desde la primera vez que la vi directamente a los ojos.

Lo raro fue que, tras los aplausos, el público comenzó a gritar lo típico de "beso, beso" lo que se me hizo particularmente raro, pues ¿por qué el público pediría tal cosa? Aunque eso no es lo peor, no, para nada.

Ambos se acercaron y, justamente, se dieron un beso en los labios, yo apenas vi eso, me quedé con la boca entreabierta, con los ojos medio llorosos, me tembló la mano, fruncí un poco el ceño, no podía terminar de creer lo que veía. Todo se vino abajo para mí.

Tenía una pequeña esperanza de que ella también me amara, jamás me he sentido querida en mi vida desde que me abandonó mi padre. Y yo quería que ella fuera quien llenara ese vacío, era lo que más anhelaba mi corazón, el que nunca antes había amado como lo hacía ahora.

Fui y me encerré en los camerinos, me miré al espejo, estaba llorando. Este sentimiento de desamparo y abandono que siento solo se compara a mis días en el orfanato, estaba segura de que ella me amaba, o de que yo le gustaba, eso explicaba sus juegos, su cariño, el hecho de que quería que pasáramos tiempo juntas, el que me dijera que me apreciaba. Todo eso se había ido por la borda.

No me lo pensé un segundo, tomé mi pistola y la encañoné directamente contra mi pecho, seguramente cuando la disparara y la bala atravesara mi corazón, así por lo menos podría sentir algo, lo que sea, pero lo sentiría en mis últimos momentos de vida.

Justamente antes de que disparara el gatillo, la puerta del camerino se escuchó, alguien tocaba.

-¿Shenhe? ¿Estás ahí? -Era Yun Jin. Mis lágrimas brotaron con más tristeza y dolor. -Shenhe...te necesito, es para algo importante, por favor sal, será rápido, casi vuelve a iniciar el show. Sé que sueles estar ocupada, pero de verdad te necesito.

No tuve el valor para continuar, guardé mi arma, me limpié los ojos y la nariz, apresurándome a abrir la puerta.

-Sí, dame un segundo.

-¿Shenhe? ¿Todo bien? -Abrí la puerta, tratando de actuar lo más natural posible, ella claramente abrió los ojos como platos, sorprendida a mal. -¿Shenhe? ¿Qué pasó?

-Nada importante. ¿Qué era lo que necesitaba, señorita Yun Jin?

-Oh, sí. Seguramente te alegrará, luego hablaremos de esto. Pero... -No me había dado cuenta que ella tenía las manos en la espalda, por lo que al dejarme verlas, pude observar que tenía un ramo de flores blancas, las mismas eran muy bonitas y noté que tenían el mismo aroma de ella. -Las vi, las tomé y les puse de mi perfume y te las quise obsequiar porque me recuerdan muchísimo a ti. Son blancas como tu cabello.

-Se-señorita...

-No sé qué te pase, lo hablaremos luego pero...por favor, alégrate, y si no puedes, te ayudaré en lo que pueda. -Ella se levantó de puntillas y me dio un beso en la mejilla, sonrojándonos a ambas. -T-te quiero...deseaba decírtelo. ¡Perdón, soy imprudente de veces! ¡Me tengo que ir, disfruta las flores, de verdad me recuerdan a ti porque son muy bonitas! -Ella se fue caminando apresuradamente.

Tomé las rosas con más cuidado, llevándomelas a la nariz. Su aroma era excepcional, era la combinación del aroma de las rosas en sí y del perfume de Yun Jin. Simplemente era como tenerla frente a mí. Aunque eso que me dijo, el beso que me dio en la mejilla y el que se haya puesto nerviosa...¿qué es lo que siente por mí esa chica? Estoy completamente confundida.

Terminando la presentación, y de regreso al hotel, yo estaba en el balcón de mi cuarto, mirando hacia la nada, era el tercer piso, así que la vista que tenía era linda. De pronto, escuché que mi puerta se abría, era nada más y nada menos que Yun Jin, lo que me sorprendió, ¿cómo es que entró si la puerta estaba cerrada?

-¿Señorita Yun Jin?

-Shenhe, dime solo por mi nombre, ya te lo había dicho. -Rió ella. -Como soy la jefa tengo la autoridad de tener acceso a las habitaciones de todos mis empleados. Claro que moralmente es cuestionable, solo que al tratarse de ti...no sabes las veces que me he tenido que guardar las ganas de entrar a tu cuarto para hablar toda la noche, de lo que sea, o incluso dormir contigo.

-Deja de jugar conmigo. -Le recriminé, creo que el olvidar tomarme mis tranquilizantes me hizo efecto. -¿Qué quieres de mí? Me dices palabras bonitas y me regalas flores pero... -Me solté a llorar. -Pero te besaste con ese chico en el escenario...pensé que sentías algo por mí, aunque me da la impresión que solo juegas conmigo. ¡Yo era esa amiga, y a ti era a quién me refería! Me causaste sentimientos que nunca había experimentado, cosas que jamás habían pasado por mi corazón...¿y qué terminó sucediendo? Me apuñalaste por la espalda.

-Shenhe, por favor, tranquilízate. Quizá no me creas, o puede que te suene muy tonto para ser verdad, es solo que es parte de mi trabajo. -Miró al suelo, notoriamente triste. -Soy una idol, un producto para los consumidores de entretenimiento. No tengo vida privada, y yo tampoco había amado nunca a una persona. He tenido varias parejas en mi vida, pero era por conveniencia o por contrato, debía fingir que amaba a alguien, eso aumentaría mis ventas, me daría éxito, fama, aunque en el fondo me sentía tan vacía, como tú lo sabes bien. Yo no amo a ese chico, jamás lo amaré y de hecho yo le parezco insoportable, tampoco me ama, y que bueno que no sea así. Es solo que...nuestra falsa relación era la llave que abriría la puerta a un mayor éxito, muchos más contratos, más prestigio y fama de la que ya tenemos. Es un mal necesario.

-Diablos...que asquerosidad es el mundo de la música.

-Lo sé. -Suspiró. Se acercó a mí, tomándome de las manos. -Espero me hayas prestado atención, porque dije "jamás había amado a alguien"...pero ya lo hago. Shenhe, te amo desde la primera vez que te vi, por eso mismo te contraté, me hablaron de quién eras, primeramente solo te quería en mi equipo por tus habilidades, pero cuando te vi ya no pude hacer nada, ¿no viste mi reacción? Me dejaste sin palabras, eras mucho más bella que en las fotos que vi, siempre te mostrabas fría y distante, por eso quería más privacidad, para tratar de superarte, pero no pude. Y cuando me contaste de tu pasado y de tu tratamiento supe por qué era, y ahí me propuse que te haría la mujer más feliz del mundo, a la que mimaría eternamente y a la que siempre amaré. Shenhe, eso me lo llevo guardando tanto tiempo...y finalmente te lo puedo decir.

Llevándome las manos a los labios, seguí llorando, pero ahora de felicidad y porque me había conmovido infinitamente, esas palabras me habían tocado el corazón. Ella tomó mi mano, dándole un beso a la misma solamente para decirme concretamente:

-¿Quieres ser mi chica?

-Yun Jin, yo también te amo. Cuando vi ese beso, me sentí tan devastada que incluso casi cometí una locura, pero por suerte me llegaste a detener.

-Por favor, no vuelvas a decir algo así. Nunca atentes contra tu propia vida, sea por mí o por cualquier cosa, pues nunca será mi intención hacerte daño de cualquier manera. Y te protegeré de ti misma de ser necesario.

-Sí, lo siento, de verdad. No estaba pensando con claridad. -Miré al suelo, avergonzada.

-¿Y ahora sí lo haces? -Ella me soltó una mano para tomar mi mentón y, posteriormente, hacer que nuestras miradas coincidieran. -Porque yo sí lo hago. -Ella se alzó de puntillas, dándome un beso en los labios que respondí a la inmediatez. En mi corazón explotaba ese sentimiento del que hablaba...finalmente puedo sentir algo, y no es dolor...es amor.

El beso fue subiendo de intensidad, nos abrazamos con desesperación, terminando en mi cama, yo sentada en la misma y ella teniendo las rodillas en el colchón, comenzaba a quitarme la ropa.

-Shenhe, me verás como una pervertida o de alguien que se enamoró de tu cuerpo y no de ti, es solo que necesito hacerte el amor.

-¿Hacerme el amor? ¿Eso qué es?

-Awww, tan tierna. Te lo enseñaré con gusto, será nuestra primera vez...y será un secreto. -Yun Jin sonrió traviesamente, volviéndome a besar. Esa noche supe dos cosas: qué significa hacer el amor y, claro...que amaré a Yun Jin el resto de mi vida, pues fue la primera persona que despertó estos sentimientos en mí.

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AHHHHHHHHH, ME SIENTO ORGULLOSO DE MÍ MISMO

Carajo, definitivamente no me esperaba que me saliera tan bueno, no sé por qué, pero ahora sí siento que el cap fue hermoso, le veo algunos fallos pero en sus momentos cumbre lo veo tan UWU

Estoy convencido que les gustó (y si no fue así, pito >:v -lo dice usando un bigote y un sombrero), pues, jojo!! las escenas fueron muy intensas, de verdad me metí en los personajes, como si fuera yo quién dijera las palabras de Yun Jin...lo raro es que serían palabras al aire, pero bueno, estaba inspirado :v

Wah, esté proyecto sin duda alguna me emociona ya que bueno...nunca pensé que por solo un capítulo JeanLisa terminara haciendo un fic sobre one-shots yuri...las vueltas que da la vida. Como tengo ya varias ideas y solamente no lograba aterrizarlas, pues mejor decidí separar ambos proyectos y así tener más libertad de creación uwu

En fin, ahora ya no será cap una vez cada semana sino cada dos, por cuestiones de tiempo, claro. Espero no les importe, me gustaría también hacerlo cada semana pero...como son ships yuri, quizá se me acabe el material rápido, o no lo sé, ya ven que ya hay filtraciones de Sumeru y...para Shenhe y Yelan se me ocurren muchos caps, por lo que ahí hay una muy buena fuente de inspiración 7u7

El próximo capítulo, tentativamente, será de Rosaria y Bárbara, la formula es la misma, una semana es cap acá lindo bonito y romántico uwu y luego un lemmon bien pinche cochino :v

Nos vemos en dos semanas, disfruten mucho, por favor uwu

Siempre tuyo:

-Arturo.

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