Por aquellas fechas me encontraba en Lyue, visitaba el puerto ya que en unos días iría de aventuras con la que en aquel entonces era mi novia, Xiangling. Nos conocimos un día que estábamos cazando en Mondstadt, tuvimos un par de aventuras (y vaya aventuras), para luego que ella decidiera "seguirme por un rato".

Ella se encuentra de aventura culinaria por Teyvat, y en teoría yo igual...por lo que, estando enamorados el uno del otro, aunque sin querer decirlo, viajamos juntos desde aquel entonces.

Sabíamos que nuestra estancia en Lyue no sería muy larga, por lo que no le vimos apenas problema en ir allí. Durante el viaje por la tierra de los monolitos y de las montañas, acampábamos esa noche, poniendo todo en orden para dormir.

-Paimon, te doy una dona si juegas un poco por los alrededores.

-¡Dale a Paimon esa dona ahora mismo! -Hice lo pedido, la pequeña Paimon se fue volando sin un rumbo real al tiempo en que comía la dona que le acaba de dar. Xiangling Se rió de eso.

-¿Me darás una dona a mi también? Nunca probé una estando en Mondstadt. 

-Debiste haberlo hecho. -Sonreí, partiendo la mitad de la dona de chocolate que quedaba, la compartí con ella, claro.

Estábamos sentados frente a la fogata, no hacía mucho frío, pero me di cuenta que Xiangling se me acercó, fingiendo que tenía frío y quería un poco de calor extra.

Yo la abracé por la cintura y recargué mi mentón sobre su cabeza. Casi podía escuchar el rápido latir de su corazón, y apuesto a que ella escuchaba el mío. 

-Oye, Aether...

-Dime. 

-La verdad es que, a pesar de que no es lo que esperaba cuando salí de mi casa, no me arrepiento en lo absoluto el acompañarte en tu travesía.

-Agradezco que me hayas dado ese susto en el bosque. -Reí, mirándola a los ojos. 

-En realidad no es lo que te quería decir...eres como un platillo muy exótico, tienes tus altibajos entre chico rudo y amable, pero tienes buen sazón. -Sin saber por qué, le di un beso en la mejilla, a lo que ella se sonrojó. -Tu parte amable es linda, sincera, tierna. -Le di otro, acercándome a sus labios. -Pero tu parte ruda...es fuerte, rebelde, tosca...excitante. 

Nos dimos un beso en los labios que fue corto, lento, como si nos saboreáramos, eso hasta que Xiangling se abalanzó contra mí, quedando arriba, casi me estaba comiendo a besos. No era raro, siempre pasaba así con las cosas nuevas que probaba ella.

Le acaricié el trasero, algo de lo que tenía muchas ganas desde hace tiempo, esa acción mía le valió un gemido leve.

Volteé la situación quedando sobre ella, yéndome contra su cuello, siento que parecía un lobo hambriento que se comía a una cierva del cuello. Ella gemía en voz baja, nuestros pechos estaban juntos, por lo que el pesado latido de su corazón se sentía como si fuera el mío propio. Desbordábamos amor. 

Dejé de devorarme su cuello para verla a los ojos, los que estaban llenos de amor. Ella intentó besarme, pero yo se lo impedí.

-¿Qué pasa? ¿T-te diste cuenta que no te gusta la idea?

-Al contrario. -Respondí, falto de aire. -Pero no me parece correcta la situación. Primero quisiera hacer las cosas bien, por lo que te pregunto...¿quieres ser mi novia, Xiangling?

-Aether...sí, sí quiero serlo -Ella lagrimeó de felicidad; yo limpié sus ojos por no querer verla llorar. Nos levantamos para darnos un fuerte abrazo, abrazo que vino acompañado de, cómo no, un beso que disfrutamos por tener sabor a chocolate y ser tan cálido como una fogata.

A partir de ese día, y durante todas las madrugadas mientras Paimon y Gouba dormían, nosotros nos dábamos nuestras "escapadas románticas" haciendo el amor a cielo abierto, mirando nuestros rostros sudorosos, a la luna y a las estrellas, oliendo el aroma de las flores y de los ríos junto con el aroma de nuestro amor. Eramos como cangrejo y mantequilla: inseparables. 

Pero me adelanto, Xiangling y yo ayudábamos a su padre, Mao (me parece curioso que el papá de Xiangling tiene el mismo nombre que el primer presidente de la República Popular China, y tomando en cuenta que Genshin es un juego chino...debo admitir que me sorprende), nos pidió que le ayudáramos a dar las últimas ordenes, él se había quemado con una llama que saltó, por lo que prefirió ir al hospital.

Nosotros no teníamos problema alguno con ello, atendíamos a los clientes de forma alegre, yo tomaba ordenes y llevaba platos y ella preparaba los pedidos. Nos sonreíamos a todas horas. Paimon se encontraba acostada sobre una caja de bayas...comiéndose varias, como no era raro. Gouba jugaba con algunos cubiertos.

-Paimon está agradecida de que hayas visitado a tu suegro, Aether. Hay muchísima comida en su restaurante.

-¡Oye, la terminaré pagando yo!

-Augh...Paimon te lo compensará de alguna manera, ¡No por nada es la mejor compañera de viaje!

-Tranquilos. -Rió Xiangling. -Paimon, come lo que tú gustes, va por la casa. Y, Aether. -Se acercó para secretearme. -Luego te pago lo que consumió ella. -Dijo, en tono seductor.

-Bien, me tranquilizo. -Por la sonrisa coqueta que le di, ella me regresó el gesto, tocándome el trasero de forma disimulada, aunque abrí los ojos de la sorpresa. Un cliente se me quedó viendo.

-¿Sucede algo?

-Recordé que no quedan muchas zanahorias, eso es todo. -Reí, nervioso. 

Xiangling me miraba con gracia mientras contenía una risa. Se había dado cuenta del bochornoso momento que pasé con el cliente. 

Serían casi las doce la noche, los últimos clientes eran atendidos y todos los demás puestos cerraban. Paimon jugaba con un mora junto con Gouba, teniendo ambos los ojos cansados. Xiangling le acarició a ella la cabeza, tomándola como una niña pequeña.

-Iré a casa a dormir a estos dos pequeños, ¿crees poder con todo? 

-Claro que sí. -Dije, retador.

-No quemes la cocina o mi padre te arrancará la cabeza. -Rió, yéndose con la pequeña Paimon en brazos y con Guoba sujetándose de su espalda.

Cobré a los clientes y ellos se fueron con ganas de más. El trabajo era apagar el fogón, que lo hice con mis poderes anemo y lavar los platos, que era una tarea sencilla. cerré la cortina para que se supiera que ya no había servicio, así como cerrar la puerta con seguro. Xiangling tiene su llave.

Ella ya no ha de tardar en llegar por el hecho de que su casa es cerca de aquí. Me preguntó qué habrá con su padre, espero mejore. 

De pronto escuché la puerta abrirse. No volteé a ver al saber quién era, lo que se confirmó cuando sentí que alguien me apretaba el trasero. Xiangling tiene esa manía.

-Amor... -Le recriminé.

-Perdón, no puedo evitarlo. -Me dijo, un poco apenada. Al final es comprensible, a ella le gusta ser la dominante cuando hacemos el amor. Y vaya sino lo sabré...

-No te preocupes, a mí también me gusta tocarte el trasero. -Reí por mi enorme sinceridad.

Ella se acercó a ayudarme con los platos que quedaban, antes de comenzar nos dimos un beso en los labios, yo noté un sabor curioso. - ¿Comiste una baya antes de venir?

-No. -Sonrió, dándome otro beso que recibí más que gustoso. -Es un humectante de labios sabor bayas, ¿te gusta?

-No lo probé bien...déjame intentarlo de nuevo. -Nos besamos una vez más, comenzando de forma relajada, yo sentía ese sabor tan sabroso en mis labios,  lo disfrutaba enormemente...pero, como no me extrañaba, Xiangling empezó a subir el tono, mordiéndome el labio.

Nos abrazamos a pesar de tener las manos mojadas y con un poco de jabón. Ella rápidamente me estampó contra uno de los estantes para ingredientes, comenzando a besarme el cuello apasionadamente mientras yo apretaba su trasero, haciéndola gemir a la vez que las llamas de la pasión se prendían en mí por sus besos en mi cuello.

Xiangling comenzó a quitarme la playera mientras me acariciaba mi abdomen descubierto, ¿lo haríamos en la cocina de su padre? Lo hemos hecho en lugares raros...pero esto supera cualquier cosa. Bueno, todo sea por la aventura. 

Yo también comencé a quitarle la ropa, empezando por ese lazo que tiene en su espalda, cayendo al suelo, lo que hizo sonar el cascabel que tiene. Sus besos en mi cuello se profundizaron mucho más, así como mis toqueteos en la parte baja de su espalda.

Cuando yo quedé sin camisa, Xiangling me besó cada parte de mi pecho y pectorales, lamiéndolos además. 

-Me gusta mucho cómo sabes. -Dijo, con un pequeño sonrojo.

-No hay momento en que no quiera comerte a besos, amor. 

No nos ibamos a desvestir completamente en la cocina...sería más que incomodo. Pero eso sí...trataríamos que la ropa abundara lo menos posible, claro. Xiangling metió su mano en mi pantalón, buscando mi реле para comenzar a acariciarlo, lo que me valió un sonrojo y un gemido leve.

-Gimes de manera muy excitante. -Comenzó a acelerar la forma en que acariciaba mi virilidad, mis músculos se fueron tensando un poco, en especial los de los brazos, aunque mis piernas comenzaron a relajarse.

Era un poco típico que el hombre besara el estomago de la mujer, pero Xiangling hizo lo contrario...no sé si eso sea bueno o malo para mí, pero lo disfrutaba infinitamente. Seguía acariciandome con delicadeza pero con rapidez a la vez que me besaba y lamía el abdomen. Sentir sus labios en mi piel me pone bastante.

Al poco tiempo sacó mi virilidad del pantalón, comenzando a bajar sus besos hasta toparse con mi aparato, dándole un pequeño beso en la punta, tuve que ahogar el gemido que se venía por lo placentero que sentí, lo que la hizo reír.

-¿Te gusta?...yo quiero conocer cuál es tu sabor... -Xiangling pasó su lengua de cabo a rabo en mi miembro, sonrojada, haciéndolo por ambos lados. -Sabes delicioso, Aether. -Dijo, de forma excitada.

Pasó su pequeña lengua por mi virilidad algunas veces más, mordiéndose el labio para después meter todo en su boca, sentí sus dientes, como si me fuera a morder.

-¡O-oye, no me lo muerdas! -Advertí, un poco asustado de lo que iba a hacer.

-¡Perdón!...me dejé llevar. -Susurró, sonrojándose bastante. -Es un reflejo...

-Bueno. Continua, sin morder. -Ella volvió a meter la mitad de mi virilidad en su boca, sentí una sensación, aunque si bien viscosa, era muy placentera, me llevé la mano a los ojos, apretando un poco por lo bien que se sentía, con mi otra mano apretaba suavemente el cabello de Xiangling. 

-Sabe muy rico...me gusta mucho tu sabor. -No me parecía raro...a ella le gusta la sensación viscosa de las babas de slime así que tiene sentido. Sentía su lengua acariciar la parte baja de mi virilidad -Noto una de tus venas, ¿estás muy excitado?

-Cl-claro que sí, amor. 

Ella continuó, ahora metiendo todo mi aparato en su boca, Xiangling movía levemente la cabeza de izquierda a derecha, yo contuve unas enormes ganas de gemir a la vez que mi brazo se entumecía y mis piernas se relajaban muchísimo. Tras unos segundos, ella se separó, tomando aire y tragando saliva, un poco de la misma se le caía de los labios, limpiándose de inmediato.

-Podría hacerte esto todo el día... -Reanudó su trabajo, ahora succionando y acariciando con su lengua esa vena que sobresalía un poco en la parte baja de mi miembro, yo ya estaba en el Nirvana. (Nirvana: En la religión budista, estado supremo de felicidad plena que alcanza el alma). -Creo que salió un poco de tu líquido, es la parte más rica que he probado de ti. -Balbuceo, sin dejar de lamerme. 

Eso me recordaba un poco al cangrejo, tiene varias partes para comer: las patas, lo que se encuentra debajo del cascarón, las tenazas y tengo entendido que lo más delicioso del cangrejo es la carne de las tenazas...parece que para Xiangling mi parte más deliciosa es "mi líquido" aunque no lo ha probado bien por el hecho de que no me he venido, aunque claro que no me faltaba mucho, así que se lo advertí.

-Xi-Xiangling, e-estoy por venirme. -Balbuceé, en realidad.

-Ehhh -Dijo, coquetamente, acelerando sus movimientos de cabeza y volviendo a meter mi virilidad completa a su boca.

-¿Sa-sabes lo que eso quiere decir?...

-Sí, ¿y? Quiero probarte bien. Hay que trabajar duro para llegar a la parte más rica de toda comida, y tú eres la comida que más me gusta. -Me pregunté enserio si Xiangling alguna vez se ha planteado en de verdad comerme...

Cuando ya no soporté un segundo más, y creyendo que Xiangling está tan excitada que no piensa correctamente, tomé mi miembro, levantándola del piso para cargarla al horno, sentándola ahí.

-Oye. -Hizo puchero.

-Hoy no creo poder aguantar una segunda vez, estoy bastante cansado. -Me sinceré, comenzando a besarla de forma apasionada sus mejillas, labios y cuello, yo le acariciaba los muslos, lo que más me encanta de mi hermosa Xiangling son sus muslos y su trasero. Mi soldado descansó un poco tras unos minutos de besos y caricias, aunque después volvimos a retomar la acción. 

Bajándome un poco el pantalón, y ella descubriéndose lo suficiente de su short, empezaríamos a hacer el amor, dejado de lado los preparativos. Eso sí, me puse un condón antes de que otra cosa pasara. Ya teníamos más que suficiente con cuidar a Gouba y a Paimon. (sé que es raro la mención del condón, pero, a juzgar por la época y por el hecho de que en un restaurante hay muchas cosas, seguramente tendrían uno).

Nos tomamos de la mano, entré en ella con delicadeza pero con movimientos rápidos y no muy fuertes. Vi que cerró los ojos, tirando su cuello para atrás a la vez que comenzaba a gemir de forma maravillosa. 

La dosis perfecta está en sus caderas, en sus besos, su sonrisa, su cabello y ese cuerpo que me eriza. Ya había pasado la diversión y el comernos por placer o perversión...cuando entro en ella no hay deseo, sólo amor y mucho amor.

Nos besamos únicamente en los labios, diciéndonos palabras de amor que salen de nuestro corazón, ya que, en teoría, cuando hacemos el amor formamos un solo cuerpo...por ende, formamos un corazón cuyo combustible es el amor que nos tenemos mutuamente.

Nos soltamos de las manos únicamente para abrazarnos, estando bien juntos, sintiendo nuestras respiraciones a la vez que nos podíamos ver a los ojos...sus ojos, sus ojos me indicaban una sola cosa: que ella me amaba mucho y el sentimiento es mucho más que mutuo. 

Los besos en ese instante eran casi por complacencia, no los necesitábamos para saber que nos amábamos, eso era algo que sabíamos muy de sobra, pero queríamos unirnos lo más posible en un solo cuerpo que solo puede sentir un único sentimiento. Dicho sentimiento es amor.

Vi que ella derramaba unas lágrimas de sus ojos, yo le di un beso en la mejilla sin dejar de hacerle el amor.

-¿Por qué lloras?

-¿Estoy soñando? 

-No, Xiangling. Este momento es real, ¿por qué lo dices?

-Porque soy tan feliz que no me puedo terminar de creer que es posible. -Me abrazó más fuerte. -Me haces feliz a cada instante, Aether. Me hace feliz entregarte mi cuerpo y mi amor y saber que los recibes dándome todo lo que sale de tu corazón. 

-Eso lo hago porque te amo, Xiangling. -La besé nuevamente, ella me respondió con mucha desesperación. Aunque ahora tenía ganas de jugar un poco con ella, por lo que la levanté de nuevo, llevándola hasta la barra donde atendemos a los clientes, bajandole el short completamente.

-¿Aether? -Me preguntó, yo le di un beso en la mejilla, apretándole suavemente el trasero.

-Ya verás...

Tomé su cintura, haciendo que se sujetara de la barra. Ella comenzó a darse cuenta de qué pasaría.

-Métemela, hazme tuya. -Pidió, desesperada, no por sexo, sí por sentir que era mía y de que la amaba con toda la locura de mi mente.

Así lo hice, penetré en ella con cuidado, moviendo mi cintura para embestirla, teniendo que ahogar nuestros gemidos para no despertar a los vecinos. La línea de su espalda me excitaba muchísimo, y se marcaba por la posición que adoptaba, su cabello cortó era ahora un desastre, se lo agarré para arquear más su espalda y, por ende, su línea se marcará más.

 -Cómeme el cuello. -Ante su petición, hundí mis labios en un beso en su cuello, lo que la hizo sentirse más excitada todavía, de lo que me dí cuenta porque ahora mi реле entraba más fácilmente en su oquedad femenina.

Todo su cuerpo me encanta y me enloquece, pero me enloquece un poco más su personalidad y su forma de ser tan agraciada con rasgos infantiles. Es la mujer más perfecta (mentira, la mejor waifu es Lisa bb :v).

Yo estaba casi en mi límite, aguantaría lo más que pudiera para seguir haciendo feliz a Xiangling, a quien amo con locura. Esta locura me hace cometer una locura como hacer el amor con ella en la cocina de su padre. 

El sonido de nuestras pieles al juntarse era suave, pero excitante y muy melodioso. Empecé a ser más lento, tomando la cintura de Xiangling con más fuerza, así como la forma en la que la embestía. Le tenía que tapar la boca para que no gimiera, y yo mordía uno de sus hombros para no hacerlo tampoco. 

Me la estaba comiendo sin darme cuenta de ello, aunque no nos quejábamos, ella sabe también muy delicioso, y me gusta mucho. Sentí que Xiangling se acomodaba un poco mejor, creo que se la metía con la fuerza suficiente hasta el punto de dejarla sin aire al tener el estómago contra la barra. 

Curiosamente, esa posición que adoptamos hizo que mi реле entrara de una forma diferente en su oquedad...lo que se traducía en más placer. Sip, habíamos regresado al terreno del deseo y la perversión, pero en un rato regresaríamos a la tierra santa del amor. 

Por la posición adoptada, el placer que corría en mi cuerpo era tanto que al minuto de tomar esa posición, yo no pude continuar, mis piernas temblaron justo antes de que acabara, Xiangling ya se había venido varias veces, eso me constaba, aunque fue ahí que los dos caímos rendidos en la barra.

Solo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas y nuestras prendas siendo colocadas correctamente. Tiré el condón con los restos de comida que botaría esa noche.

Xiangling me volteó a ver, su cabello alborotado y despeinado me derretía el corazón por verse más hermosa todavía. Nos reímos un poco, abrazándonos fuertemente para darnos un beso rápido en los labios.

-Nunca será un sueño lo que vivamos juntos. Será siempre real, mi amor por ti es tan real como estas paredes, como el suelo, los estantes...es más real que cualquier otra cosa. -Le di un beso en la mano.

-Me lo dejaste claro mientras hacíamos el amor. -Me sonrió de la forma más genuina posible, sus ojos brillaron como cuando ve comida. -Te agradezco tus palabras, la verdad. 

-No me agradezcas a mí. Deberías agradecerte a ti misma por hacerme sentir estas cosas tan bellas en el corazón. Vamos a casa, no falta mucho para ira Espinadragón.

-Eso suena delicioso. -Sonrió. -Pero me duelen un poco las rodillas por estar tanto tiempo arrodillada.

Me reí, cargándola en mis brazos. Mis piernas estaban débiles, pero las rodillas de Xiangling se notaban un poco moradas, lo que me preocupaba más.

Limpiamos todo antes de irnos, cerrando la puerta. La cargaba mientras ella me daba pequeños besos en la mejilla al tiempo en que nos decíamos cuánto nos amamos. Varios soldados de la geoarmada nos veían y parecía que se enternecían al vernos.

Tendría sentido, somos, según la Señorita Yu, la pareja más linda de todo Lyue. 

Nuestro amor era amor de juventud, amor de arte en virtud, amor sin antifaz, amor de humanidad, es un arte de nuestra edad, amor de surtidor, es un arte mayor, es nuestra prenda encantada, nuestra extensa morada, un espacio sin fin; nuestro amor no precisa fronteras, como la primavera, nuestro amor no prefiere el jardín, no es amor de mercado, porque es un amor sagrado, no es un amor de lucrar, nuestro amor es todo lo que tenemos.

Llegamos a casa del señor Mao, que yacía dormido en el sillón de la misma, yo fui a dejar a Xiangling en nuestra cama...que era la suya, de hecho. Entrando, Paimon y Gouba estaban dormidos cada uno en su cuna.

-Alitas calientes. -Balbuceó Paimon, sonriendo. Parece que sueña con comida...otra vez.

Gouba estaba más tranquilito, abrazando su almohada en forma de chile, me daba ternura verlo así tan tranquilo. 

-Vengo pronto, iré a despertar a tu padre. -Le di a Xiangling un beso en la mejilla tras dejarla en la cama. Estiré mi espalda, que estaba exhausta.

-No tardes... -Me pidió, con ojos de osita. Le Sonreí.

Al final así somos, así nos amamos. 

En la sala, moví un poco el hombro del señor Mao, quien se despertó un poco agitado.

-¡¿Eh?! ¡¿Quién?!

-Señor Mao, ya estamos aquí. 

-Oh, que bien, ¿Dónde está mi hija? 

-Fue directo a la cama, estaba cayéndose de sueño en el camino.

-Ya veo, tardaron bastante, por eso me quedé dormido ¿Qué tanto hacían? -Me quedé blanco ante la pregunta...no tuvimos en cuenta el tiempo.

-Inventario. Faltan zanahorias y chiles.

-Mañana iré a comprarlos, menos mal se dieron cuenta.

-Por cierto, ¿y su brazo?

-Mah, boberías. No era muy grave, un poco de ungüento y como si nada. -Ambos nos despedimos para irnos directamente a nuestros cuartos. La única razón por la cual me permite dormir en el cuarto de Xiangling aunque somos novios es porque Paimon y Gouba duermen con nosotros.

Me sentí, inesperadamente, culpable. Mientras el señor Mao estaba preocupado por su hija...yo le hacía el amor a Xiangling. Como dice él "Mah, boberías". Su hija ya no es una niña, ya es mujer.  (cuántos años tendrá Xiangling ahora que lo pienso?...según tengo entendido, Amber tiene como 16...)

Al momento de acostarme en la cama, Xiangling me abrazó fuertemente, hundiendo su cabeza en mi pecho. 

-Te amo, te amo, te amo, Aether. No me cansaré de repetírtelo nunca. -Susurró, no queríamos despertar a el oso y a...¿qué rayos es Paimon? Como sea, no queríamos despertar a los pequeños.

-No hace falta que me lo repitas. Con una vez que me lo dijiste, yo lo sé y lo sabré siempre. -Le di un beso en la nariz. -Descansa, chefcita.

-Descansa, mi hermosa manzana.

-¿Por qué manzana?

-Porque me gusta mucho comer manzanas...y me gusta comerte a ti. -Ella rió y yo rodé los ojos. Nos dimos un beso antes de cerrar los ojos. 

Mañana sería un día excelente, ¿saben por qué? Porque amanecería al lado de mi amada Xiangling.

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Uhhh  7u7

¿Qué tal el lemmon? Quedó bien? Así como hubo momentos sexuales también los hubo románticos, que eso es lo que más me gusta jeje

Los próximos dos capítulos serán dedicados a Lumine, ya saben, un capítulo con situación romántica y el  otro es cap lemmon :v les adelanto que cierto pelirojo tendrá pariticipación.

Ustedes: oye Arturo, pero Diluc y Nobile son pelirojos, ¿cuál de los dos será?

Ahí está el detalle, no les diré quién muajaja!! pero un pelirojo está asegurado que será pareja de Lumine
Hasta el lunes.

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.