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Ritual de Watatsumi.

Hola :v y porque nadie lo pidió (creo xd), hoy se viene un lemmon AetherxKokomi. Sé que dije que haría uno de Aether y Zhichiong, pero...lo dicho, la inspiración es caprichosa y ahora me golpeó con esto, y eso que solo porque me puse a buscar los cofres que me faltaban en la isla, curioso pero cierto. En fin, una disculpa por la tardanza,

Vamos con la historia:

Kokomi me había mandado una carta diciendo que deseaba verme, recuerdo que la última vez que fui a Watatsumi fue para encargarme del asunto de Enkakonomiya...fue un maldito dolor de cabeza, pero se logró al final de cuentas.

No me mencionó la razón por la que me mandaba a llamar, solo me dejo en claro que era algo muy importante y que nadie por nada del mundo debía enterarse. La verdad es que desde que descubrí eso de que sumaba y restaba puntos de energía cada que hacía algo que le gustaba o disgustaba, me da ternura.

Como su capitán pez espada que soy...je, je, seguramente el verme ya suma 20 puntos por sí solo. Incluso me dijo que viniera solo, que Paimon era mejor no estuviera conmigo, pues era un asunto privado, ¿será de alguna manera una cláusula para el tratado de paz? No lo sé...eso me causa nervios.

Mi pequeña amiga flotante se quedó con Ayaka, así que por lo mismo es que ya iba llegando al santuario, por lo que las mikos, al verme, me recibieron muy bien, parece que ellas ya saben de qué trata. Algunas, por el contrario, me veían como normalmente lo harían, eso quiere decir que solo son aquellas que tienen un rango especial.

-¡Ah, viajero, que bueno que llega, nuestra excelencia lo espera! -Dos de ellas me tomaron de los brazos, jalándome rápidamente a dónde se supone que tendría que ir. Por lo mismo es que, bueno, apenas llegamos a la casa de la sacerdotisa, ella se ruborizó.

-¡Oh, me hubieran avisado que el capitán pez espada estaba aquí, estoy mal peinada, no me he arreglado bien todavía! -Mencionó Kokomi, nerviosa, acomodándose el cabello.

-No se preocupe, su excelencia. Nosotras vigilaremos que su reunión no sea interrumpida bajo ninguna circunstancia. -Ambas se fueron, parece que le pusieron candado a la puerta...por lo que abrí los ojos de sorpresa.

-Aether, pasa, ponte cómodo, ¿te ofrezco algo? Hay sake, aunque también tenemos el syou-chû que es papas.

-No tomo alcohol, muchas gracias, Kokomi. -Sonreí, nervioso, ella se notaba agitada, igual nerviosa, ruborizada, ¿por qué?

-Insisto, Aether. Debemos tomar lo mismo...es...es parte de un ritual o costumbre que tenemos aquí en Watatsumi.

-ª. Siendo así...no le veo por qué no. -Sonreí. -Me gustaría el sake, dicen que es muy famoso.

Lo dicho, Kokomi sirvió dos copitas de sake, aunque noté que la mía tenía más que la suya. Supongo que es por el hecho de que ella es monja, y es una personalidad sagrada, de ahí mismo que no pueda consumir mucho alcohol o algo por el estilo.

En fin, nos sentamos a relajarnos un poco, la verdad es que los sillones de su casa eran muy cómodos, al final de cuentas es un maldito palacio, claro que estaría bien.

-Entonces, Kokomi...¿qué querías decirme?

-Sí...respecto a eso...ciertamente es muy incómodo, incluso me da miedo que pueda jugarse nuestra amistad con lo que deseo que me ayudes, por eso me siento insegura.

-Por los 7. Te ayudé a desterrar un antiguo mal en las profundidades del océano, ¿por qué me molestaría ayudarte a algo así una vez más?

-Es que no tiene que ver con eso...

-¿Eh? ¿Entonces?

-Lo que te quiero pedir es... -Apretó sus ojos, sonrojándose como nunca antes la había visto. -Ne-necesito hacerte el amor...

Mi sonrisa se desapareció por completo, así como igual me puse serio, completamente serio, y sentí casi que la sangre se me bajó a los pies. Solo recosté mi cabeza en el sillón, de ahí mismo que mirara a la nada...¿no escuché mal?

-¿Di-dijiste lo que creo que dijiste?

-Supongo que sí... -Ella miró al suelo. -¿Qué escuchaste?

-¿Por qué conmigo? ¿O por qué especialmente a mí?

-Es un ritual...el mejor guerrero del ejército de Watatsumi debe de procrear un hijo con la sacerdotisa de la Isla. Así se ha hecho...y no soy excepción. Creo que está de más decir que tú...eres el mejor de todos. Por eso te mandé llamar.

-¿Y estás de acuerdo con eso? Si te están obligando, no me atrevería a tocarte ni un solo cabello. -Su sonrojó regresó...es impresionante, pues eso me dice más que otra cosa.

-L-la verdad sí estoy de acuerdo...

-Pe-pero antes de cualquier otra cosa, primero unos tragos más de sake y después...después hagamos lo que tengamos que hacer.

(Mientras tanto en el cangrejo cascarudo :v)

No es que estuviéramos borrachos, solo nos habíamos emocionado, pues pensar en que tendríamos sexo, después de la parte de vergüenza...cada uno lo analizó por su parte, hay que admitir que nos miramos de forma curiosa, luego comenzaron unas pequeñas caricias, las que yo promoví, pues claro.

Seguidamente de eso, el tono y la batuta la llevó Kokomi, pues fue curioso que ella se me lanzó a los besos, los que claramente podrían ser mejores...nos apestaba el aliento a sake, pero como era algo igual en nuestras partes, daba lo mismo.

Abrimos de golpe la puerta de su habitación, dándonos una de besos y caricias, ella se dejó caer de espaldas en la cama, yo me quité la camisa, recostándome sobre ella para darle también de besos, bajando ahora a su cuello, con lo que ella comenzó a gemir, pues vaya que es muy sensible, me he dado cuenta de ello.

Fui dejándole algunos chupetones ya que...bueno, efectos del alcohol, ehe...

Bajé mis besos a su abdomen descubierto, los que mantuve ahí unos segundos, ella me acariciaba la cabeza, y fue que, tomando su ropa, comencé a levantarla hasta dejarle el torso desnudo, causándole un gemido.

Se había llevado la mano a la intimidad, su rostro sonrojando, aparte de que Kokomi se mordía el labio era algo que me enloquecía. Sus pezones estaban ya endurecidos, lo que indica que el camino es excelente. Antes de hacer cualquier otra cosa, bajé para tomar esa mano traviesa, dándole un beso al dorso de la misma con la intensión de retirarla de ahí.

La verdad es que con esa ropa tan coqueta que ella lleva me vuelvo loco, pero esta situación requiere que nos quitemos la ropa al completo. Justamente por eso, le quité las bragas, ayudado de ella, naturalmente. Fue ahí, una vez estuvo casi completamente desnuda ante mí, que comenzaría con el juego.

Antes de nada, estuvo a nada de quitarse las medias, yo se lo impedí.

-¿Qué pasa?

-Déjalas. Así es más excitante. -Sonreí, sonrojándome, incluso agaché la cabeza.

En fin, tragando saliva, llevé mis labios a la parte superior de su intimidad, lamiendo la zona como si fuera una manera de advertencia de lo que pasaría. Seguidamente, ella tembló de pies a cabeza, gimiendo. Bajé mi lengua hasta que finalmente topé con pared.

Abriendo su oquedad femenina, di con todo lo que ésta tenía para ofrecerme, así que de ahí mismo que tuviera una noción de por dónde comenzar. Llevé mi lengua hasta su ναgiηα lamiendo el mismo de abajo hacia arriba, ella simplemente tembló una vez más, gimiendo. Me apretó los cabellos.

Seguí con mi juego, respirando por la misma boca, no notaba sabor en particular, lo que me dice que es una dieta saludable la que ella lleva. Da lo mismo, ese no era el tema de importancia por ahora. Lo que sí sé es que ella se nota agustísimo, de ahí que no cediera con mis movimientos, lentos, sí, pero no por eso menos imponentes. Después de eso, justamente es que bajé para introducir lentamente mi lengua hasta donde era posible, sus piernas no dejaban de moverse, por lo mismo es que las sujeté.

Ponía un poco de presión, he de admitir, pues sus piernas, conforme más movía mi lengua, más se perdían. Eso sí, ella las relajó por sí sola, por lo que ya no tuve necesidad de sujetarla. Ahora las ponía duras, es decir, las estiraba hacía adelante, seguramente el ánimo que le causo es el mismo, salvo que ahora lo sabe canalizar.

-Ya métemela, Aether. -Me quedé rojo apenas escuché me gimió eso.

-¿Qu-qué cosa?

-¿Eh? -Se llevó las manos a la cara, roja como el caparazón de un cangrejo. -¿Y-yo dije eso? M-me perdí por un segundo.

Para desviar el tema, continúe en lo mío, por lo mismo es que ella sucumbió a la excitación, relajándose una vez más, gimiendo. Sus delicadas manos enguantadas me agarraban de la cabeza con suavidad, naturalmente que era, claro, con la intensión de que no me separara de esa posición, y mi lengua soportaría un rato más.

Pasado unos segundos, e introduciendo un poco más profundo mi lengua, me di cuenta que ella ya no soportó más, refiriéndome claro a que la hice acabar, por lo que ella gemía desesperadamente, casi como si se fuera a quedar sin voz. No me puedo creer lo rudiosa que es, aunque no es que me moleste, claro.

-Ay, Aether. N-no me puedo creer que me hayas hecho acabar. N-no tenía que ser, no era necesario.

-¿Pero te gustó?

-Pu-pues sí...

-Entonces no deberías de sentirte culpable. -Sonreí.

Le pedí que ella se volteara, colocándose una almohada en el vientre, para darse un poco de altura. Yo lo que haría sería colocarme detrás, llevando mi miembro a su ναgiηα para introducirlo lentamente. Había un espejo delante de nosotros, y los gestos que Kokomi hacían era...uff, me enloquecía ya que torcía los ojos, poniendo una carita de angelita que ahora caía en el pecado.

Comencé a mover mi cadera, introduciéndola lo más que podía, pero tampoco siendo una bestia, en lo que me centraba era en ver sus gestos, los que cambiaba con cada movimiento que daba.

Su figura me excita tanto, pues, a pesar de que no sea muy voluminosa en sus curvas, su figura tan esbelta y bella es lo que me enloquece, esa forma de reloj de arena, esa cintura tan marcada y preciosa que tiene. Su cuerpo es un poema, si he de decir la verdad.

Sus gemidos no paraban, iban en aumento conforme más me movía, o si lo hacía más duro o más rápido, dependiendo de la situación, o de cómo me sintiera de la cadera, ella estaba a gusto.

-A-Aether, por nuestra deidad, s-se siente tan maravilloso.

-Aunque sea con fines rituales, la verdad es que nadie dijo que no puede ser agradable para ambos.

Me sentí travieso, así que le di un azote, dejándole marcados mis dedos, a lo que ella dio un chillido, sonrojándose hasta las orejas. Yo solo pude poner mi cara de...ups.

-Qu-qué atrevido, Aether. Eso que dijiste te lo tomaste muy enserio...

-S-si quieres no lo vuelvo a hacer... -Su silencio y su mirada me dijeron mucho. Yo solo me seguí moviendo, haciendo que cerrara los ojos, gimiendo con fuerza como ella parece estar acostumbrada.

Le di otro azote, también volvió a dar ese quejido que me gustó por cómo sonaba. Fue suave, pero cuando subí un poco la fuerza, ella se sorprendió hasta el punto de abrir los ojos, como si se sintiera fuera de línea.

Parece que la cosa no va por ahí, así que decidí mejor simplemente continuar con mi juego, sujetándola con fuerza de la cadera, sin darme mucho lujo de descansar, no hay necesidad de que esto acabe pronto, aunque en esta posición la verdad es que la cosa no puede durar poco.

Cuando me sentí llegando al 80% del culmen, decidí cambiar de posición, dándonos unos segundos de descanso, más para mí, claro.

Nos dimos unos besos, por supuesto, de ahí que la cosa siguiera caliente, y cuando caímos en la cama, yo me sobrepuse a ella, Kokomi me sujetaba de los brazos, mientras que yo ponía mis manos a la altura de sus hombros, moviendo mi cadera con fuerza, mirando su rostro sonrojado mientras hacíamos aquel ritual.

Bajé mi rostro para darle un beso en los labios, el que ella transformó en un beso de lengua, lo que me sorprendió en un primer momento. Claro que, al agarrarle el ritmo, nos pusimos a la par, mi cadera se movía suavemente mientras que ambos nos besábamos con cierta intensidad.

No sé, que el beso fuera de lengua, aunque parecía algo tan x la verdad es que se sentía que nos unía mucho más de lo que ya estábamos en ese momento. A lo que me refiero, hacía las cosas personales. A cualquier, o casi a cualquiera, se le puede dar un beso, pero un beso de lengua, creo que ese se reserva para pocos, y en este momento, Kokomi y yo nos dábamos uno que era del todo pasional, y casi más que eso, pues el gusto que nos causaba no tenía comparación.

Fui relajando mis movimientos, el chiste no era ser rápido, sino ser conciso, y eso lo comprobaba con cada gemido que le arrancaba a Kokomi, la que me apretaba con fuerza los brazos, llevando luego sus manos hasta mi rostro, acariciándolo con sus guantes, los que no se los había quitado, de hecho.

Cada embestida era lenta, no llevando un ritmo en especial, sino conforme fuera bueno para ahorrar energía y resistencia, por supuesto.

-Así, Aether. -Gimió ella en mi oído, nos habíamos separado del beso para respirar bien, yo simplemente llevé mis labios a su frente, haciendo un movimiento más profundo, el que claramente se sentía mejor para ella con el hecho de que me apretó, lo que se me hizo uff.

Era simple, ella apretaba durante unos 5 segundos para volver a relajar su ναgiηα lo que me complacía bastante más. Debo admitir que, de seguir así, ya no duraré mucho en este juego. Aunque no debo rendirme todavía, me gustaría aplazar este momento lo más que se pueda.

Me centré en morderle los pezones con delicadez, pues mantenía mi ρεnε en su ναgiηα aunque no movía mi cadera, lo que me servía como un respiro, así también podía complacerla de alguna manera sin que por eso tuviera que sacrificar tiempo valioso.

-Puedo sentir cómo te palpita y cómo la mueves. -Me susurró, riendo. -No sabía que los hombres pudieran mover su...bueno, ya sabes.

-No sé...es como respirar. Pero yo no me fijaría tanto en eso. -Mordí suavemente su pezón para estirarlo un poco, lo que a ella le hizo soltar un gemido. La saqué un segundo para recostarme junto con ella, introduciendo delicadamente mis dedos, por lo mismo es que, al unir nuestras frentes, ella tenía los ojos cerrados y me apretaba la mano, aparte de morderse un labio.

Me alegra el poder complacerla, así como que esto no se vea algo que ella hace por obligación. Al menos sé que le gusta mucho, y eso me interesa más, por lo que no me detuve, todo en ella me daba el sí que necesitaba para continuar, casi como si fuera una llave de acceso.

-Aether... -Gimió suavemente, me doy cuenta que, al menos con los dedos, sus gemidos no son tan acrecentados, no es que en verdad me importe, solo se me hace curioso para observar.

Los gestos que hacían era preciosos, ella entre abrió uno de sus ojos, yo no soporté besarla, así que eso hizo que sus ojos se abrieran como platos, algo que solo vi cuando yo abrí los míos, pues los cerré para esa acción.

-Vaya que te gusta ser un romántico...

-Es que...eres tan bella que no pude evitarlo, eso es todo. -Sonreí torpemente, ella dio una pequeña risita que me dio ternura.

-Qué lindo de tu parte. -Me dio un beso en la mejilla. -Te lo ganaste.

Continuamos con el ritual, pues me coloqué frente a ella, apoyándome en mis rodillas a la vez que ella se quedaba acostada boca arriba. Tomé sus piernas, acomodándomelas en un hombro, ella solo desviaba la mirada para evitar mis ojos, yo respiraba agitadamente. Ambos teníamos el cuerpo completamente lleno de sudor.

-Ahí voy nuevamente...

-Es-está bien...

Justamente como se lo dije, fui entrando delicadamente, ella gemía nuevamente con ímpetu, por lo que no me detuve al tener luz verde. Moví mi cadera con relativa fuerza y velocidad, no dando descanso durante los segundos que me durara la energía, pues vaya que hacer eso era cansado, pero no negaré que estaba de perlas.

Podía ver sus senos revotando, así como sus caderas moverse, era excitante y maravilloso, pues no tenía otra forma de describirlo. A decir verdad, el ver su cuerpo y sus gestos me enloquece más que el acto de tener coito con ella.

-A-Aether, no te detengas, sigue así, así como lo haces.

-No duraré mucho si seguimos así.

-No importa, ambos ya disfrutamos más de lo que en realidad pensé, así que... -Noté que me lo apretó. -Goza el último acto de este ritual.

Fui con más rapidez, aunque manteniendo un ritmo aceptable. Lo importante ahí era seguir complaciendo a Kokomi lo más que pudiera ser posible.

Conforme pasaban los segundos, comenzaba a cansarme, pero eso no era lo verdaderamente importante, sino que también lo era el hecho de que ya no tardaría mucho en durar si esto seguía así, pero no le veía ya mucho caso el tratar de retardar el momento, después de todo, la misma Kokomi igual está agotada.

Vaya que nos dimos un pequeño maratón, y eso que todavía pudo continuar, pero sí, es mejor terminar. (Recuerdo que una vez me aventé un "maratón" de 4 horas, terminé bien agotao' :'v)

Conforme más iba sintiendo que estaba por terminar, Kokomi paraba de gemir, llevándose un dedo a la boca para mordérselo.

-Pu-puedo sentir que no falta mucho.

-N-no te equivocas. Estoy ya en mi...en mi... -Comencé a gemir fuerte, abriendo los ojos, justamente apretando mis ojos y dando un buen gemido al finalizar. Por reflejo traté de sacarlo, pero ella me lo impidió.

Antes de finalizar, dimos un buen gemido los dos, agotados y respirando incluso por la boca, ya que habíamos hecho un esfuerzo de aquellos.

-Déjalo adentro lo más que puedas...dicen que eso ayuda a que sea niño.

-¿Y si es niña?

-Será la siguiente sacerdotisa de Watatsumi. -Sonrió. -En todo caso, quizá si Gorou tiene un varón pueda ser el siguiente guerrero que necesitamos.

-Wow...el pensar que yo seré padre...eso es difícil para mí.

-¿Te comienzas a arrepentir?

-Un poco...pero si es por el bien común, no deberé de quejarme.

-Ni siquiera es necesario que lo críes. De eso se encargarán las sacerdotisas. Sé que buscas a tu hermana y que posiblemente dejes este mundo cuando eso pase. Él sabrá de ti, pero no te quedarás atascado aquí por eso.

-Mejor no hablemos de eso. Hay mucho tiempo para pensarlo, Kokomi.

-De cualquier manera...era necesario. (Como en el Far Cry, esta es la parte donde Kokomi acuchilla al Tabibito :v)

-Tradiciones...siempre hay algo que no me gusta de ellas.

-No le veas problemas ahora. -Me dio un beso. -Mejor disfruta lo que hay. ¿Le quisieras poner el nombre tú?

-Solo si tú estás de acuerdo. -Sonreí.

-Hay que ir pensando, aunque tenemos tiempo de sobra. -Igual me regresó la sonrisa.

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A la verrrrrde, me tardé un montón en actualizar. De todos modos, ya les dije por qué xd

Sí, ser de último año es sinónimo de que te violen casi todas las materias :'v Y no me quiero ni imaginar, además que en general he tenido días muy estresantes que me impiden generar ideas :'v y por si poco fuera, ¡carajo, he estado fatigado toda la semana! :C

Ya do quiedo sed adulto :'v

En fin, dejando mi desastrosa vida de lado, espero les haya gustado el capítulo uwu

La verdad es que no me acuerdo para nada si me habían pedido un KokomixAether, pero tengo la leve intuición de que sí, o algo así me suena, tenía que ver con Kokomi xd

Pues bueno, acepto sugerencias ahora con Lumine jeje, ya se la sabe, si todo sale bien (nunca sale todo bien :C), nos veremos en dos semanas uwu

Siempre tuyo:

-Arturo.

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