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Pago por los servicios.

El día había sido cansado, pues tras lo de Ostial, los restos de la Cámara de Jade quedaron dispersos en el mar, así como una cantidad importante de documentos. Llevaba unos días en la ciudad y ya me tocaba ser el sirviente de la misma...no debería sorprenderme, ya me había pasado en Mondstandt.

En fin, decidí apresurarme ya que en la noche tenía que ir con Ninguang, pues ella pidió que nos reuniéramos personalmente, pero tengo todavía mucho por hacer. Dijo que era para discutir el pago por lo que hice durante lo del Ostial, compensar el que la geoarmada me siguió de forma injusta, que tengo que hacer estos mandados y varias, varias cosas más que no tengo ni idea de cuáles serán pero no dudo que sean cansadas y me resultaran un fastidio total.

Después de todo el quehacer, seguramente tendría que ir a bañarme y cambiarme para estar presentable para Ninguang, pues con mi último encuentro con ella me quedó bien claro que lo mejor es así, pues no creo que le guste el verme sudado y mal arreglado con mi ropa del diario.

Estando ya en las tareas, Paimon me ayudaba con algunos objetos que me eran difíciles, pues ella puede volar, yo me las apañaba en una barca para juntar todo lo que se caía, había algunos moras los que ella insistía que nos quedáramos, yo solo le di un zape, teniendo mis cejas fruncidas.

-No, este dinero es prácticamente de Ninguang, no me puedo quedar con él ni aunque quisiera.

-Ay...Paimon no lo pensó...pero no serán más de mil moras, ella prácticamente se baña en mora, ¿qué le hará un poco más? –Le volví a dar un zape.

-La última palabra la tendrá la geoarmada.

-Ay. –Ella se notó triste. Para ser pequeña, sus ganas de dinero son muy grandes.

Al final de cuentas, sí que terminé sudado, mojado e incluso con arena en las botas, pero terminé el encargo y me pagaron lo correspondido...y por suerte de Paimon, ella se quedó el saco de moras, solo me sacó la lengua y se lo fue a gastar todo en comida, como no es raro.

Con las cosas puestas en común, yo descansé como me fue de gusto, por lo que me quedó claro una cosa...terminé cansado, pero un buen coyotito me repuso a la perfección, lo único malo es que estoy sospechando muy a mal que quizá pueda no dormir bien en la noche, ya que me siento con mucha energía.

Como fuera, me preparé para todo lo que debía hacer: me bañé, me puse un buen perfume lo que ya era raro de por sí en mí, preparé unas ropas que me regaló Zhongli que le regalaron a él pero no le quedaron y que tuve que mandar con el sastre...que terminé pagando yo, pero en realidad me queda como de viejo sabroso, pues eran para Zhongli, al final de cuentas, claro que se me verían bien.

Llegado el momento adecuado, marché con dirección a la nueva oficina de Ninguang, en tierra, junto a los mortales, pero que no dejaba de ser igual de linda que la vieja cámara. No importa ya, se hizo lo que se tenía que hacer, y eso demuestra que ahora que Rex Lapis "murió" ella puede hacerse cargo de los asuntos de la ciudad.

Nunca le he preguntado a Zhongli qué piensa de ella, no dudo que será una opinión positiva, pues parece estar bastante de acuerdo en que se quede con el cargo de su sucesora aunque no sea una divinidad.

Al llegar, las secretarias me recibieron bien, dijeron que Ninguang me esperaba, lo que es raro, llegué justamente a la hora adecuada. Ella no saldría, pensé que estaría en su despacho o en su comedor, parece que no cenaremos, lo que es un poco malo para mí, pues vengo con el estómago vacío...

-Ella está en su habitación, por si gusta pasar a la misma. Me dijo que respecto a la pequeña, ella podría ir adelantando en la mesa, pues parece que los asuntos a tratar serán tardados, o eso me dijo ella.

-Hum si solo discutiremos acerca de mi pago, no debería ser especialmente tardado. No importa, supongo que de todos modos me dirá otras cosas.

-Por cierto...que bueno que vino arreglado. Su ropa estilo Liyue le agradará mucho, lo apuesto.

-Gracias. Me la regaló un amigo.

Al entrar a su habitación, la misma estaba pobremente iluminada, de ahí que no pudiera ver mucho. Ella se encontraba detrás de un panel de imágenes de Liyue, podía oler que ella fumaba, el olor del tabaco estaba bien presente, lo que no es de mi agrado, pero tampoco me molesta al ser un olor suave y refinado, no como el de los cigarros.

-Llegaste...que bien.

-Tu secretaria me dijo que nos íbamos a tardar...¿tienes mucho por decirme?

-En realidad no...a menos que te pongas difícil. –Rió, seguía detrás del panel. –Tu pago, en realidad solo pude pensar en una cosa, sé que te gustará.

-Respecto a eso...no necesito una cantidad muy fuerte de dinero, no hice nada de esto por mi interés, solamente quería que todos estuvieran bien, y por ello...

-No es mora, así que no te preocupes por eso. –Escuché que se levantó de su cama, y al dejarme verla, casi me da un jodido ataque al corazón.

Ninguang estaba vestida con una playera amarrilla transparente, podía ver claramente sus pezones, así como su tatuaje en la pierna, tenía puesta unas bragas que estaba seguro no dejarían nada a la imaginación.

-Oh, que torpe soy, dejé las sandalias lejos de la cama. –Ella caminó de forma elegante hasta la mitad del cuarto, donde, agachándose, me dejó ver justamente lo que tenía pensado: sus bragas me dejaban ver perfectamente su trasero. De inmediato comencé a tener una erección que me costó trabajo disimular, ya que, para rematar, Ninguang se hacía que se le caían de las manos, volviéndose a agachar para que le viera todo el trasero de forma explícita. –Jum ¿te gusta lo que ves?

-¿Debo ser honesto?

-Por favor. –Sonrió.

-Joder, claro que sí. Con ropa tu cuerpo se ve maravilloso, sin ella, me estoy volviendo loco. Supongo que tú serás mi pago, ¿no es así?

-Eres bueno en los acertijos obvios. –Ella fumó de su pipa. –En parte sí, en parte no. Te me antojaste, no lo puedo negar, y si puedo hacerte mío pagándote con mi cuerpo, ambos salimos ganando...ya que no me negarás que no quisieras todo esto para ti. –Ninguang se levantó la pequeña playera que de por si dejaba poco a la imaginación, mostrándome sus hermosos senos.

-Claro que no...evidentemente lo quiero.

-Yo estoy acostumbrada a tener lo que quiero cuando quiero, y tú no eres la excepción. –Ella me tomó del mentón, acariciándome con sus manos desnudas para luego darme un beso sin miramientos, el que de inmediato le respondí con demasiada pasión y sin pisca de tapujos.

Nos fuimos moviendo hacía su cama, la que estaba perfumada y era realmente suave, especialmente las sábanas, las almohadas se sentían deliciosas, pero no vengo aquí para dormir. Irónicamente, vine aquí para venirme... (xD)

Ella tomó mis manos, llevándolas a sus senos, los que acaricié ligeramente, pero no solo eso, sino que también los apretaba suavemente, sacándole un pequeño gemido, pero todavía no empezábamos, apenas vamos iniciando en este asunto que es, en realidad muy importante para ambos.

-Mis trabajadoras me dijeron que te la pasaste ayudando a la geoarmada, seguramente estás muy cansado, trabajaste duro, pero te falta una última jornada junto a mí, y lo más importante, te falta tu pago, por supuesto.

-Estoy ansioso por recibirlo. –Seguí tocándole los senos, observando los mismos, sus pezones eran hermosos en todo el sentido de la palabra, y no solo eso, sino que me parece impresionante su forma tan linda y hermosa.

Empecé a lamer el mismo de forma suave, manteniéndolo en mi boca, eso causó un sonroso en las mejillas de Ninguang, lo que se me hizo bien lindo, por muchas y variadas razones, ya que realzaba su belleza y el hecho de que una mujer tan imponente como ella tenga su lado débil se me hace lindo. (Hablando con un camarada, nos dimos cuenta que las mujeres fuertes y mandonas son sumisas en la intimidad, por eso pienso también que Jean sería pasiva, y bueno...ni hablar de Ninguang, que es mandona por donde se le vea, pero me pregunto, tanto Ninguang como Beidou son mandamases en sus aspectos, ¿quién sería la sumisa? D:)

-Sigue así, no te detengas. –Me susurró, notoriamente con dificultad para hablar, pero eso no era lo importante, sino que, analizándolo, apenas vamos empezando, de ahí que me pregunte cómo será esta situación.

Nos recostamos en la cama para besarnos en los labios por un rato mientras nos abrazábamos, yo todavía tenía la ropa puesta y ella...bueno, la encontré casi desnuda, así que en realidad no es como que haya mucho por decir respecto a eso.

Al cansarme de besos, fui bajando hasta llegar a su abdomen bajo, el cual besé, tomando sus bragas para quitárselas, agachando mi cabeza entre sus piernas. Ella, con sus manos, dejó ver el interior de su υαginα por lo que de inmediato me encontré con su clítoris, solamente me relamí los labios, moviendo mi lengua hacía la misma para comenzar a lamerlo con cuidado.

Sentía sus manos detrás de mi cabeza, ella dijo que me tocaría trabajar un poco más antes de recibir mi paga, supongo que se refiere a esto, y yo cumpliría con gusto esa labor. Dejé de lamer su clítoris para lamer de arriba hacia abajo hasta llegar a ese pequeño punto, el que relamía otra vez, usando la punta de mi lengua para ello.

-Déjame lamerte también. –Me dijo, así que nos movimos a la mitad de la cama para que quedáramos acostados de lado, yo con mi cabeza recostada en una de sus piernas y ella metiendo mi ρεηε en su boca, usando especialmente sus labios para hacerme sentir más a gusto.

Movía mi cabeza dependiendo del movimiento que quisiera hacer, respiraba por la boca a propósito para que ese calor de mi aliento golpeara la intimidad de Ninguang, ahogamos nuestros gemidos al literalmente estar lamiendo la entrepierna del otro, por eso fue especialmente silenciosa esa parte.

De ahí, ella se colocó sobre mí, así que me era más sencillo lamerle el clítoris, pues nuestros cuerpos quedaban invertidos, mirando ella al norte y yo al sur. (Diría mi maestro de Marxismo citando a un escritor mexicano, "lo mejor que nos dejó el 68 fue el 69" jsjsjs :v)

De igual forma, me doy cuenta que ella puede mover su cabeza de mejor manera en esa posición, no podía ver, pero me percaté que ella se acomodaba el cabello, llevándolo a su espalda.

Sentí que sus piernas empezaron a temblar, aparte de que dejó de lamerme a mí, y cuando menos me lo esperé, sentí que un líquido me cayó en la cara al ella haber dado un fuerte gemido. No es que fuera la gran cosa, pero me dejó sorprendido, simplemente me limpié la boca y el mentón, lamiendo algunos restos...el sabor es algo que no sé describir, en realidad.

Volvimos a la posición normal, Ninguang estaba muy sonrojada, y evitaba mi mirada.

-Perdón por eso...no pude avisarte ya que no podía emitir palabra por los gemidos que tenía atorados en mi garganta.

-No te preocupes, no me molesto.

-Siendo así, métemelo sin preocupaciones, no te costará trabajo, estoy bien lubricada. –Me guiñó el ojo, abriendo las piernas para que, a la vez, su υαgiηα se abriera, y así pude meter mi ρεηε en la misma al poder verla perfectamente, y una vez dentro, no me costó trabajo moverme por esos lugares.

Ella gimió apenas me recibió, apretaba de forma deliciosa, así que igual yo comencé a gemir, para este momento debo decir que estaba completamente desnudo, sentía las piernas de Ninguang rozarse con mis costillas conforme me iba moviendo detrás y adelante, causando que la base de la cama rechinara un poco, metía todo en ella, y el sentir sus caricias y sus besos en mis mejillas era algo que me impedía detenerme aunque el cuerpo me lo gritaba.

Si bien apenas vamos empezando, hay que tener en cuenta que llevo trabajando todo el día, pero no me iré de aquí hasta que me harte de tener sexo con Ninguang, y eso podría ser tardado, en realidad. Supongo que, de cualquier forma, ella pensará lo mismo, y siendo que ella tardará más en hartarse de mí que yo de ella.

-¡Ahí, ahí! –Gimió con fuerza, yo solamente me moví más rápido hasta que me cansé, yendo lento una vez más. Eso haría hasta que ya no pudiera más, pues primero le daba con todo lo que podía y lo más rápido que el cuerpo me permitía, haciendo rechinar la cama, que sus senos se movieran de arriba para abajo, que sus gemidos fueran más audibles y, por ende, más deliciosos, así como que toda ella se contrajera y que sus piernas me apretaran el tronco del cuerpo.

Al ir lento, aprovechábamos para besarnos, tocarnos un poco los cuerpos o acomodarnos algo que no estuviera en su lugar, ya fuera yo con mi coleta o ella al tener cabellos pegados a la frente por el sudor.

De hecho, esa forma de moverme brusca me hacía sudar bastante, pero no importaba, ya que incluso así ella me apretaba lo más que podía, siendo un movimiento lento el que realizaba, de ahí que pudiera disfrutarlo más, y de mejor manera.

Ambos nos arrodillamos en la cama, Ninguang ahora movía su cadera para atrás y adelante, y yo llevaba mis dedos a su clítoris para apretarlo de forma muy suave y relajada, haciendo que ella me enterrara las uñas en el muslo, señal de que lo disfruta, aunque no negaré que me duele, pero no importa, mi placer es mayor.

Conforme nos fuimos moviendo, sentía mayor la humedad brotar de Ninguang, pues le besaba el cuello, retirando el cabello del lado izquierdo, que era donde ponía mis labios, también le besaba los hombros como era posible, esa posición nos es placentera para ambos, ella no se censura para nada en su forma de golpear su trasero contra mi cadera, por lo mismo al ser algo tan brusco y tan fuerte, lo disfrutaba al punto de tirar la cabeza para atrás, gimiendo de forma alta y con especial ahínco, y resultaba curioso, ella solo dio una risita y comenzó a hacerlo con más velocidad, por eso es que me volvía loco, volteaba los ojos, o no podía gemir por todo el placer que sentía, pareciendo que me ahogaba.

-Disfrútalo, disfruta mi cuerpo. -Ella me tomó las manos para una llevarla a su trasero y la otra a su seno derecho, los cuales apreté por instinto, ella siguió golpeándome, por lo mismo me vine con seguramente una fuerza de aquellas, solté un largo y pronunciado gemido que me sacó de mi propio juego ya que, ¿de verdad podía gemir así? ¿Esa era mi voz? No podía controlarlo ni reprimirlo...así como salió mi lefa, salió mi gemido.

-Todavía no hemos terminado, ¿o sí? –Me preguntó con una risita, yo le di un beso en los labios.

-Por supuesto que no, todavía me queda energía. –Mentí, realmente estoy corporalmente agotado, pero sexualmente tengo guerra que dar aun, y no me rendiría tan fácilmente.

Ella se colocó en 4 en la cama, actuando como si fuera una perrita, lo que me mató de ternura pero a la vez me parecía tan excitante, razón por la cual no tardé en reanimarme, así que apenas fui a tomarla de la cadera, terminé de prenderme, comenzando con la faena.

Podía ver perfectamente la línea de su espalda la que se marcaba de forma profunda y me parecía de uff, y conforme iba meciéndome, la cama rechinaba una vez más y nosotros dos gemíamos por igual, no siendo eso lo importante, sino el que así era una posición muy buena para nosotros porque lo gozábamos de forma perfecta.

Le solté un azote, al que ella no respondió con un gemido, sino más bien con un "oh" de curiosidad, no pude ver su rostro, pero apuesto que el gesto que hizo fue de sorpresa.

-Has eso de nuevo. –Le di otro azoté. –De nuevo. –Ahí fui a cumplir su petición, pero ahora un poco más fuerte.

Ella rió, y los siguientes minutos se pueden resumir en "otra vez" y "más fuerte", tanto así que una parte de su trasero se la dejé enrojecida, y como Ninguang tiene la piel muy blanca, era excitante para mí el verla de esa manera.

De ahí que, poco a poco, nos dimos cuenta que de seguir así seguramente terminaríamos los dos más pronto de lo que queríamos (pues ella ya había tenido varios orgasmos), decidimos volver a la posición inicial. Los dos unimos nuestras manos, poniéndolas a la altura de su cabeza, ella puso sus pies bajo mis rodillas, no le apretaba mucho los dedos, pero era suficiente para que así no pudiera moverse, sintiéndose completamente dominada, lo que me confesó le era tan excitante el no poder moverse mientras yo volvía a nuestro viejo juego: moverme a toda velocidad hasta no aguantar más para ir recuperando la fuerza poco a poco, sin dejar de metérsela, claro.

Los dos nos besábamos con bastante vehemencia, pero eso no quita que no estuviéramos más centrados en lo que más nos importaba, me parece gracioso pero mi cerebro estaba a nada de petar por no poder hacer tres acciones concretas al mismo tiempo, de ahí que no la besara tan bien o le acariciara los pezones tan bien, pero le hacía el amor como no vean.

Al final de todo, yo soy algo así como lo que dicen "cara de niño, verga de señor" (JAJAJAJA, cuando vi eso no soporté la risa)

De ahí que, para tener más certeza de qué hacer, preferí lamerle su otro pezón mientras le acariciaba con un poco de rudeza el otro y seguía haciéndola mía como más me gustaba.

Ninguang, al no poder moverse todavía y siendo besada y tocada en sus puntos más vulnerables, no se contenía al gemir, escuchar sus gemidos era algo que me ponía de un excelente humor, pues era música para mí y especialmente por ese tono tan tierno en que lo hace, pero a su vez el que también es de una mujer ya madura.

Al venirse otra vez, soltó mi agarre, dándome unas pequeñas palmadas en el hombro, de ahí que me levantara para ver qué era lo que se le ofrecía, ya que no terminaba de entenderlo del todo.

-Falta la cereza del pastel, Aether. –Ella se puso su brasier, el que no era muy apretado, de hecho estaba un poco holgado, y la cosa se me aclaró cuando ella tomó mi sexo y lo llevó a sus senos, el brasier dejaba un espacio por donde podía entrar de manera perfecta. –Espera un segundo, esto lo va a mejorar, lo traje por si hacía falta pero tu habilidad demostró lo contrario. –Tras una risita, Ninguang tomó un poco de lubricante el que se colocó en medio de los senos, y no es necesario decir que apenas puse mi ρεηε entre los mismos, la sensación fue impresionantemente maravillosa.

De por sí ya estaba bastante apretado ahí por el hecho de que tiene el brasier puesto, ella hizo que la cosa fuera más interesante al llevar sus manos a sus muslos, por lo mismo sus senos se apretaron más, yo me encargaba de mover mi miembro, por supuesto, pero estaba volviéndome loco, tanto así que me costaba mantenerme de pie por el temblor y lo débil que se hicieron mis piernas.

No sé si sin el lubricante hubiera sido mejor, pero me da lo mismo, ya que era una cosa exquisita, no podía volver a parar, mi mente estaba nublada por el placer, y al venirme, le salpiqué el cuello y una o dos gotas me cayeron en una de sus mejillas.

-Hum, qué tierno. –Ella usó la sábana para limpiarse, quitándose el brasier para ello. –Por lo que veo, te gustó mucho tu pago.

-Estoy que mañana no me podré mover del dolor...pero valió toda la pena del mundo. –Reí con dolor y gusto a la vez.

-Sé que no será la última vez que me vas a ayudar con algo, pues la camarada de jade no se va a reconstruir sola...aunque eso sí, debo decir que le añadiré un cuarto extra para tú y yo...y lo usaremos siempre que deba pagarte alguna deuda que adquiera contigo.

-La idea me gusta. –Nos dimos un último beso para partir a la cena, pues tras ese ejercicio tan intenso, era necesario comer para reponer fuerzas y, después de ello, dormir era la mejor de las opciones, y yo lo haría como un bendito.

Ahora estoy ansioso porque la geoarmada me dé más trabajos delegados por Ninguang...

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Jojojo!!!
Reconozco que ahora experimenté algunas cosas nuevas, y no niego que quedó exquisito, fíjate uwu este lemmoncio me lo venían pidiendo desde hace muuuuucho tiempo y bueno, finalmente aquí lo traigo espero sin decepcionar a los que lo esperaron

Ciertamente está el meme de que Ninguang y Jean deberían darle una noche candente al tabibito porque se parte el lomo por las dos naciones y no se lo recompensan como se merece xd

La próxima semana tengo pensado un  LuminexAlbedo, a menos que el populus quiera algo diferente, solo no olvidemos que es capítulo romántico uwu

Nos vemos el próximo lunes, estoy abierto a sugerencias, pero que sea hoy porque tengo prisa con escribir :'v

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.

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