Las palabras de amor que te escribo.
-LisaMinci- de esto te venía hablando, sé que te encantará así que prepara los chocolates 7u7
April_902 y cruzitop realmente no tendrán ni idea de qué les hablo, pero deben leer esta fucking gay shit, y de preferencia háganlo a la vez como con sus yaois xd
Elgil717 has muchos memes de esto :b
Serían, por aquel entonces, mis 17 años, se puede decir que estoy en la primavera de mi vida, y vaya que sí. Soy de ese tipo de alumnos que los profesores suelen elegir de ejemplo, eso debido a que soy especialmente silencioso, hago mis deberes, saco buenas notas, y tengo mucha habilidad para las actividades culturales de la escuela.
Fui subcampeón en ajedrez, gané el concurso de poesía, soy bueno en los deportes, específicamente en salto, y realmente soy estudioso, por lo que se puede decir que soy todo en uno.
Lo único en lo que no destaco es en el amor, a pesar de que tengo mis enamoradas, realmente ninguna me interesa, y lo más patético es que eso se debe a una chica que, en realidad, es casi imposible que me haga caso.
Ella es la autora intelectual de todos mis poemas, no hay un solo día donde no piense en ella, maldita sea, ya que suelo verla seguido, y de qué manera. Mis premios se los debo a ella, todos los elogios que me han dado por mis versos se los agradezco a ella, y muchos me preguntan quién es esa chica que me tiene como loco a donde sea que vaya. Pues bien, ella es nada más y nada menos que mi profesora Beidou, sí, la de gimnasia.
En realidad, mi historia de amor por ella se remonta ya tiempo atrás. Digamos que vivimos en el mismo barrio, y suelo topármela muy seguido, tanto así que, en más de una ocasión, nos hemos ido o venido de la escuela juntos, caminando mientras charlamos de cosas que ocurrieron en la escuela o sobre mi futuro, ya que estoy próximo a salir de la preparatoria y, realmente, me concentro más en escribirle poemas a esa bella e imposible mujer que en mi destino.
Si mi destino no puede estar unido al suyo, no vale mucho la pena pensar en él.
Recuerdo que una vez, cuando tendría unos catorce años, una vez vi que llevaba a un hombre a su casa, ella es soltera y vive sola, nos saludamos al yo salir de mi casa y ella entrar a la suya. Recuerdo que esa noche, mientras miraba a la ventana, lloraba desconsoladamente ya que no soy estúpido, ese hombre era su novio y seguramente harían el amor.
Las estrellas me acompañaron esa noche para llorar, sentía el corazón completamente destrozado, y sentí que mi mundo se iba al carajo. Al final de cuentas, claro que no tengo oportunidad con ella, ni por asomo, pues solo soy un chico...casi un niño.
Eso sucedió varias veces, con diferentes chicos, y la última fue hace un mes.
Curiosamente, en otra noche de aquellas varios años después de eso, mientras estaba sentado afuera de mi casa escribiendo un poema porque la noche estaba linda, y a pesar de todo, quería seguir escribiéndole poemas a mi profesora, ella salió de su casa, azotando la puerta y viéndose muy enojada, al borde de querer golpear a alguien.
Ella me miró, suspirando, sonriéndome. Fue caminando, su celular sonó, ella solo respondió "vete al diablo, no me hables nunca más en tu vida". Y tras colgar, suspiró pesadamente. Yo me sentía realmente incómodo.
-Oye...¿qué sientes cuando escribes poemas? -Me preguntó, sentándose a mi lado.
-¿A qué te refieres con eso? -Como llevábamos tiempo de conocernos, le hablaba informalmente.
-Si lo haces cuando estás triste, enojado, feliz...¿es para vaciar tus emociones?
-Lo hago cuando me siento enamorado.
-Pero siempre te veo escribiendo poemas, en tu casa, en la calle, en la escuela...
-Lo sé... -Me sonrojé, ella soltó una pequeña risita de ternura. Y es que sí, siempre me siento enamorado de ella, desde que despierto hasta que me duermo, y realmente la amo incluso dormido, ya que sueño con ella.
-Imagino entonces que no sabes escribir poemas para descargar tus emociones, ¿no?
-Tengo entendido que eso se suele hacer hablando...¿tienes algo que desees decir? No te lo guardes, yo sé guardar secretos.
-Kazuha, tienes un corazón de oro...sea quien sea esa chica a la que le escribes tanto, la mereces ya que tus sentimientos son tan puros por ella. Siempre me he preguntando, ¿quién es?
-Eres tú. -Dije, sentí un vacío en el corazón al decirlo, pero no quería ocultarlo.
-Vamos, vamos, no creas que me engañas. Seguro lo dices porque te apena que pueda comentarle a esa chica que sea tu novia. No le diré nada, guardaré el secreto.
-Me descubriste... -Fingí una sonrisa que ocultaba mi dolor. -No sé...prefiero mantenerlo en secreto. Pero no desvíes el tema, dime qué pasó.
-Tch...¿recuerdas al imbécil ese con el que me viste hace unas semanas?
-Más o menos, ¿qué pasó?
-Creo que me es infiel...una amiga muy personal me lo dijo, y ella jamás me mentiría con algo así. Lo nuestro no estaba funcionando. -Apretó sus puños y dientes. -Pero no tenía por qué hacerlo.
-Es el hombre más estúpido que conoceré en toda mi vida. ¿Quién podría serle infiel a una mujer tan linda como tú? Eres perfecta, si me disculpas el atrevimiento: tienes una linda sonrisa, eres bella, cocinas muy rico y eres carismática, aparte de atlética.
-No sabes lo bien que me hace sentir eso que me dices... -Al voltearla a ver, ella lagrimeaba en silencio, me dolió hasta el alma verla afligida, deseaba matar con mis propias manos al canalla que le lacera el corazón. -Él nunca se tomó la molestia de halagarme.
La abracé lo más fuerte que pude, ella regresó el gesto, evitando a toda costa hacer ruidos con su llanto. Me sorprende ver a una mujer tan fuerte como ella romperse en una situación así. Quizá jamás nunca sea algo de ella, pero quiero protegerla mientras tenga fuerza para hacerlo...
A la mañana siguiente, escribía uno de mis típicos poemas, sonriendo para mí mismo, feliz de saber que pude consolar a la mujer que amo. El último verso era "y jamás olvides que mi hombro estará siempre para ti, ya sea en las grandes alegrías y en la infelicidad más horrenda, y es porque te amo."
Rara vez, muy rara vez suelo prestar atención a la conversación de mis compañeras, pero me fue inevitable al escuchar el nombre de "profesora Beidou", así como algunas risitas o gestos de ternura. Al parecer...alguien sabe, no sé de qué manera, pero saben que estoy enamorado de la profesora Beidou.
Los comentarios que escuchaba era de todo tipo, ya fuera "pobre idealista, la profesora está en otra liga" "Que tierno es Kazuha, así que todo el tiempo fue ella" "Vaya que la ama desesperadamente...pero no creo que sea correspondido" "si fuera unos años más grande, serían la pareja perfecta".
Muchos de esos comentarios, justamente por ser verdad, me recordaban mi triste realidad. Siempre sería un hombro en el cual llorar...pero nunca otra cosa.
Para el día siguiente, y no sé yo por qué, pero me hicieron la mala jugada de que alguien pegó con cinta todos mis poemas en las ventanas de la escuela, con la diferencia de que decían "Para la profesora Beidou" y "de Kazuha, su eterno enamorado" y esas hojas estaban adornados con corazones morados, que es el color favorito de la profesora.
Mis ojos se abrieron de golpe, intenté quitar lo más rápido posible todas las hojas, pero eran tantas...fue ahí cuando reparé a pensar que llené libretas de mis poemas para ella, y eso me jugaba en contra por primera vez.
Un par de hojas se me cayeron, por lo que las recogí rápidamente, y cuando eso pasó, me topé a Beidou frente a mí, sorprendida y teniendo una mano en la boca. Varios alumnos nos miraban.
-Oye...yo...¿cómo te lo digo? No puedo corresponder a tus sentimientos...sería incorrecto.
Al escuchar eso, sentí que ahora yo me caía junto con todo el mundo. Mis piernas se vencieron al igual que mis brazos, por lo que caí arrodillado, sobre todos los poemas que le había escrito. No podía ni llorar.
***
Habían pasado dos días desde que sucedió "eso" y llegaba nuevamente a la escuela, saludando a cualquiera que me encontrara, sonriendo siempre como suelo hacerlo. Me quedé pensando mucho en lo que Kazuha me dijo, que su enamorada era yo. Al principio me lo tomé como una pequeña broma, ya que no creo que le guste la idea de que ande diciéndole a la chica que le gusta que sea su novio o cosas así.
Sin embargo, llegó un momento donde me planteé seriamente, y fue de verdad, que podía ser que no estuviera mintiendo. Nunca he leído sus poemas en realidad, pero dicen que son los mejores y le derriten el corazón a cualquiera y que más de una chica está deseosa que sean para ella.
Me da curiosidad leerlos...aunque yo no sé mucho de esas cosas, nunca he sido de leer poesía.
En fin, me llevé una enorme sorpresa, y vaya que el chico tiene muchas más agallas de lo que pensé. En todo un corredor había hojas pegadas con cinta adhesiva, eran los poemas de Kazuha, y estaban dedicados a mí.
Había corazones morados, mi color favorito, así como también algunos donde mi nombre estaba encerrado en uno atravesado por una flecha, y conforme fui caminando, leía cada uno de esos poemas, los que no dejaban de sorprenderme.
En efecto, eran hermosos, o describirlo así es quedarse demasiado corto ya que no me salieron las palabras para describirlos, pero eran tantas frases de amor, tantas cosas bellas que decía de mí, y que lo que más le gustaba de mi rostro seguido de mis ojos es un lunar que tengo en la mejilla el cual siempre me acomplejó, pero que para él resultaba tan bello, dándome sus razones.
No me podía creer todas las palabras que me decía, cada una de ellas me conmovía como nunca nada en la vida lo hizo, y mientras más avanzaba, mayor era ese sentimiento.
Al terminar el sorpresivo recorrido, me apoyé en una pared, asombrada. Vaya...en realidad no me mentía cuando lo dijo...soy yo la mujer a la que ama y a la que le dedica tantos poemas. Siempre está pensando en mí, él mismo me lo dijo. No pude contener un sonrojo que me salió por sí solo.
Todas esas palabras...me habían enamorado. Él será mi alumno, tendrá 17, le sacaré más de 10 años, eso no me importaba. Lo conozco muy bien...y jamás me puse a pensar que tenía al hombre perfecto frente a mis narices, incluso me ha dicho que yo soy perfecta para él, pero no, él es perfecto para cualquier mujer...yo soy una tonta por no haberle creído.
Me dolerá hasta el alma, pero si no quiero que se escuchen rumores, debo rechazarlo en público, a ojos de todos, en Dios espero que luego me permita explicarle.
Fui a buscarlo, es la confesión más bella de la que he escuchado y seguramente escucharé en toda mi vida, pero, ¡¿por qué lo hizo así?! ¡Es tan contraproducente!
Apenas regresé al pasillo, me lo encontré recogiendo todos los papeles, lo vi al borde de las lágrimas, parecía desesperado...no era una declaración, alguien se la jugó mal para hacerlo quedar en ridículo...cuando pille al desgraciado que le hizo eso a un chico tan bueno y amable como Kazuha, lo voy a partir en dos.
De cualquier manera...esta es la oportunidad perfecta para dar el primer paso de mi plan.
-Oye...yo...¿cómo te lo digo? No puedo corresponder a tus sentimientos...sería incorrecto. -Me fui apenas le dije eso, no quería verlo sufrir, lloraría si lo veía llorar. No importa ahora, la hora de la salida nunca antes fue tan ansiada para mí.
Tras una tortuosa espera, finalmente era hora de salir, trataría de encontrármelo, en el camino le diría la verdad, pero no lo vi.
Esperé unos minutos, seguramente ya se habrá ido, así que, literalmente, me fui corriendo hasta su casa. Sus padres nunca están en la misma, siempre se la pasa solo, pensando en mí, componiendo versos para mí. Maldita sea...no puede haber un chico mejor.
Llegué a su casa y rápidamente toqué la puerta, escuché que bajaba de las escaleras de forma rápida, abriendo la puerta, sin fijarse en mí ya que sacaba su cartera.
-¿Cuánto le debo del helado y las nove...las? -Al verme, intentó cerrar la puerta...intentó, ya que la bloqueé de inmediato. -Profesora...déjeme solo, por favor. -Escuché que comenzó a llorar. -Por favor, vayase, ¿ahora viene a burlarse de mí en mi propia casa? (hago un paréntesis, estoy escribiendo ahora la historia, y no me jodan, me aventé 2000 palabras en 30 minutos, ando super-inspirado, por lo regular escribo eso en hora y media, pero ando como máquina de escribir y siento que podría escribir 5000 de una tirada, pero ya me muero de sueño, es la primera vez que me pasa esto, nunca creí que el ship me diera tanto material, y falta el lemmon xD. Arturo, a 9 de agosto a las 11:51 pm)
-Kazuha, debo decirte algo importante.
-¡No quiero escucharlo! -Masculló, notoriamente enojado.
-¡Yo también te amo!... -Me sonrojé apenas lo dije, de pronto la fuerza de sus brazos se perdió y pude abrir la puerta, entrando a su casa más bien de golpe. -¡Perdóname por mentirte, pero de verdad no podía hacer otra cosa! Imagina el escándalo que se armaría si te decía que me lo pensaba o si aceptaba tu amor ahí, frente a todos...debía rechazarte públicamente para que nadie hiciera más preguntas.
-Ciertamente... -Sus lágrimas habían cesado.
-De verdad, Kazuha, no tienes ni la menor idea de lo feliz que me hicieron esos versos. Cada palabra salió de tu corazón, lo pude sentir, jamás pensé que yo sería la afortunada, y realmente te lo repetiré para toda la vida: la chica de la que estés enamorado será la más afortunada. Pensar que tú me ves así, que piensas todas esas cosas tan bellas de mí, me hicieron enamorarme, a pesar de que... -Comencé a llorar. -A pesar de que fue solo un instante, nunca jamás me dijeron algo parecido, y he tenido muchos novios pero ninguno fue tan lindo como lo eres conmigo. Me juré que jamás amaría a ningún hombre otra vez...y es cierto, no amaré a nadie más...como no sea a ti. Ay, ¿estoy llorando? Es la primera vez que un chico me hace llorar de felicidad, por hacerme sentir algo así en mi corazón.
-Beidou...pues sí, todos mis poemas los escribí pensando en ti, describiéndote o describiendo mis sentimientos.
-¿Cómo te enamoraste de mí?
-Cuando me mudé, tendría 10 años, más o menos, salía a la tienda y te vi caminar de regreso a casa y...lo que llevaba en manos se me cayó, pensaba que los ángeles no existían, y cuando te vi comencé a creer en ellos porque eres tan hermosa como uno, y como era pequeño, creí que algo tan hermoso como tú no podía ser otra cosa.
Sonreí entrecortadamente, llevándome una mano al corazón, me sentí como la mujer más bella del mundo, algo que antes no pensaba, pues aquellas palabras me enternecieron a pesar de lo tontas que pudieran sonar.
-Estoy sin palabras...es la forma más linda de enamorarse de alguien.
-Lo sé. -Se quedó en silencio un momento. -Pero fue por enamorarme de ti, claro que debía ser la manera más linda al ser tú la mujer más linda de todas.
-Kazuha... -Sin resistirme un poco más, lo abracé con todas mis fuerzas, él me recibió en sus brazos, los dos nos dimos un beso de amor desesperado, uno como jamás lo había sentido en mi vida, al parecer esta sensación solo pasa cuando se da un beso al amor verdadero.
***
Si he describir qué sentí cuando Beidou me dijo qué sentía por mí, realmente puedo decir que es con una fuerza 100 veces mayor a lo que pasó por mi corazón cuando escuché que me rechazaba hace rato. Era una sensación de alegría, amor, esperanza y una pizca de incredulidad al no esperarme algo así ni por equivocación.
Cuando la besé, que fue mi primer beso, más que sentir las famosas mariposas, lo que sentí se parece a una pequeña llama que se aviva de golpe, como si recibiera un buen soplo de aire, de ahí que el calor se apoderara de mi cuerpo, lo que me dejó enormemente sorprendido.
-Te amo, Kazuha...eso no es mentira y no lo será nunca.
-Tú ya sabes todo lo que pienso y siento por ti, y de cualquier manera me parece que debo decírtelo otra vez.
Fuimos subiendo a mi cuarto mientras nos besábamos, sin separarnos, tropezándonos alguna vez con un escalón pero no separándonos, era un momento oportuno.
Todo lo que siempre guardé, ahora salía, podría decirle directamente mis palabras de amor, sin que nada me lo impidiera, y trataría que así fuera, pues ella lo merece ya que se trata de quien siempre estaré enamorado.
Ya tenía pensando que, así me casara y tuviera una familia, el día que muriera mi último pensamiento sería para ella y solo para ella, en lo hermosa que es y en lo mucho que me lamentaría por jamás decirle mi amor, que sería lo único que no me dejaría descansar en paz.
Cuando ella muriera, ya que quizá lo hiciera antes que yo, seguramente mi corazón no soportaría la noticia y me iría con ella, ese mismo día, o cuando lo supiera, pero vivir en un mundo donde Beidou no esté no vale la pena, no me es grato.
Llegando a mi cuarto, ella tomó la batuta de la situación, poniéndose sobre mí al caernos en mi cama.
-Me mantuve virgen para ti...de hecho, eres dueña de mi primer beso.
-Es lo más tierno que jamás he escuchado en mi vida...y no sabes lo feliz que me hace que así sea. Si hubiera sabido lo que sentías por mí desde antes, no hubiera cometido tantos errores.
-¿En serio piensas que me importa? Sé que no fue tu primer beso, ni será tu primera vez, pero eso no quita que te sigo amando como desde el primer día.
-Eres tan noble. Nunca me dijeron algo así.
Nos seguimos besando para irnos quitando la ropa de forma lenta, cualquiera pensaría que sentíamos deseo, pero no, para nada. El único sentimiento que flotaba en el aire era el amor que nos tenemos uno por el otro, y si bien Beidou apenas hoy me comenzó a querer, ambos sabemos que no pasará mucho tiempo para que lo nuestro sea irrompible.
Cuando quedé sin ropa al igual que ella, me posicioné encima, me tomaba de las mejillas y yo la abrazaba como podía, la quería cerca de mí.
-Quiero regalarte algo que solo será para ti... -Cuando le dije adiós a mi pureza, ambos gemimos al sentir que yo estaba dentro de ella. -Te obsequio mi virginidad, es tuya...quédatela...
-Atesoraré este regalo por siempre, y será con el amor que te tengo, Kazuha.
Ambos nos posicionamos de una mejor manera, yo la tomaba de su cintura a la vez que ella me sujetaba de mi espalda, uniéndome a ella. Tengo una leve noción de cómo se hace esto, y fue que moviéndome detrás hacía adelante, comencé a hacerle el amor a la mujer que, desde que tengo memoria, amo.
Apenas soltábamos algunos gemidos muy leves, pero eso sí, nos dimos un beso lleno de amor, lo pude sentir en mi corazón mientras seguíamos en lo nuestro, ahora deslicé mis manos a sus piernas, ya que deseaba sentir su piel y aparte necesitaba darme un poco más de impulso.
Y es que sí, se escuchaba más el rechinar de mi cama (que tampoco era la gran cosa), que nuestros gemidos silenciosos, pero que compartíamos para nosotros.
-Jamás había sentido algo así, debe ser porque eres el primer hombre que no solo me quiere por mi cuerpo, sino por lo que yo soy en sí.
-Si tuviera que enumerar las razones por las cuales amarte, nunca terminaría.
-Kazuha. -Gimió ella, abrazándome con más fuerza, sentía sus uñas enterrarse en mi piel, pero no importaba, así de cerca me quería de ella.
-Te amo, Beidou. -Tomé sus antebrazos para jalar su cuerpo hacía mí, ella tiró su cabeza para atrás, los dedos de sus pies se contraían, todo mi cuerpo me temblaba, no quería parar.
Sus manos pasaron de estar en mi espalda a mis hombros, Beidou se recostó en la cama para estar más cómoda, y yo la volví a abrazar. Teniendo esa posición, se me ocurrió una buena idea.
-¿Cuál fue el poema que más te gusto?
-Todos, todos por igual. -Gimió. -Aunque el que más me llamó la atención fue "conquistadora del océano de mi corazón".
Teniendo la cercanía que teníamos, comencé a susurrarle los poemas que durante años le escribí, diciéndoselos en un momento donde éramos la expresión máxima del amor y los herederos de la felicidad en pareja, noté que ella derramó una pequeña lágrima, la vuelvo a hacer llorar de felicidad, siempre quise que mis versos le tocaran el corazón.
Así, ella colocó sus piernas en mis hombros, por lo que la posición que teníamos era un poco compleja para mí, pero nada que no pudiera controlarse. Mi cuarto es especialmente obscuro, por lo que esa tarde era más mágica aún debido a que nos podemos ver en esa obscuridad, pero que igual nos cubre lo suficiente para no avergonzarnos de vernos desnudos, que es lo más común en las parejas primerizas en este aspecto.
Beidou tocó mi pecho, mi corazón latía rápido no solo por los movimientos que hacía, sino por todo el amor que sentía en ese momento y la emoción de que mi sueño de toda la vida se ha cumplido y que la chica que amaré hasta el fin del mundo también me ama.
Si bien lo que tenía en mente no se lo había escrito yo, no dejaba de parecerme la mejor de las ideas ya que era lo que en realidad sentía en ese momento, y no solo en ese momento, sino es algo que he sentido desde el momento en que la vi.
Era un pequeño versito, una canción que siempre que la escucho me acuerdo de ella, así que, y aprovechando que ya estaba haciendo algo parecido, se lo declamé.
-Te amaré, te amaré como al mundo. Te amaré aunque tenga final. Te amaré, te amaré en lo profundo. Te amaré como tengo que amar. Te amaré, te amaré como pueda. Te amaré aunque no sea la paz. Te amaré, te amaré lo que queda. Te amaré cuando acabe de amar. Te amaré, te amaré si estoy muerto. Te amaré al día siguiente además. Te amaré, Te amaré como siento. Te amaré con adiós, con jamás. Te amaré, Te amaré junto al viento. Te amaré como único ser. Te amaré hasta el fin de los tiempos. Te amaré y después te amaré...
(Les recomiendo escucharla al acabar de leer el cap, esta es la canción más hermosa de Silvio Rodriguez, una cosa adelantada a su tiempo)
-Puedo sentir como tu corazón latió más fuerte cuando empezaste a decirme eso...¿eso es lo que sientes por mí? ¿Me seguirás amando mañana?
-Beidou, te lo digo otra vez: te amaré incluso si estoy muerto. Quiero estar a tu lado por toda mi vida, ser tu compañero de locuras, ser tu novio, tu amigo, tu confidente, tu amante, la primera sonrisa que ves cada día, aquel a quien puedas tenerle siempre confianza...quisiera ser todo lo que tú quieras que yo sea. Y si para que me des tu amor debo darte incluso mi vida, te la doy, tenla, te la regalo, haz conmigo lo que te parezca mejor, usa mi corazón como quieras, si puedo amarte, está bien.
-No quiero llorar haciendo el amor contigo, Kazuha...pero lo que me dices me parece lo más hermoso que alguien me expresará en toda mi vida. -Ella se limpió rápido las lágrimas. -Te acepto, acepto tu corazón, tu vida, tus besos, tu amor, y prometo darte los míos de igual manera, solo tú mereces mi amor, y creo que lo más justo es darte todo de mí como pago de que tú me des todo de ti sin que te lo pida.
-Y si pudiera darte algo más, lo haría sin problemas. -Seguimos haciendo el amor, unimos nuestros dedos y nuestros labios, sintiendo el cuerpo y el sudor del contrario, lo que era algo que incluso se disfrutaba, no por el hecho de que el sexo es placentero para el cuerpo, no, esto es un placer para el corazón, el cuerpo quedaba ni siquiera en segundo plano, sino hasta último término. Aquí solo mandaba el amor y poco más.
Movía mi cadera y ella me recibía con su corazón, ya que incluso me amarró de la cadera con sus piernas, moviéndolas para que entrara más en ella y que la distancia de nuestros cuerpos fuera la menor posible, eso, aparte de que ella me abrazó como si tuviera la intensión de asfixiarme. Le pregunté por qué.
-Quiero que nuestros corazones estén juntos, que solo nuestra piel los separe mientras hacemos el amor, nos besamos, nos amamos.
Ella se colocó sobre mí, llevando una mano a mi hombro, yo le agarré una mejilla con suavidad, estando los dos sonrojados, especialmente ella, teníamos el cuerpo sudado, ¿y qué importa? Nos miramos a los ojos, y dijimos al mismo tiempo:
-Te amo... (si no se dieron cuenta, estoy describiendo la foto que aparece al inicio del capítulo, me parece tan linda, me conmueve UWU)
La abracé, ella se agarraba de mi pecho, tomándolo con suavidad.
-Amo sentir como late tu corazón sabiendo que es por mí...me parece tan bello.
-Una vez fue así, ya no hay vuelta atrás.
Sus movimientos eran lentos pero fuertes, apreté los ojos ya que comenzaba a lastimarme, apenas es mi primera vez y mi ritmo era lento, sentí un dolor punzante, lo que no terminaba de entender.
-¿Te duele?
-Un poco...¿por qué?
-Es el frenillo. Los hombres también pueden sangrar cuando es su primera vez...eso me dice que no me mentiste.
-Jamás lo haría.
-No merezco tener la suerte que tengo, eres el mejor de los chicos.
Ella se movió más lento y menos pesado para evitar lastimarme, entrelazamos una vez más nuestros dedos, por alguna razón, jamás gemimos alto, lo que se me hizo un tanto raro, pero no importaba, o al menos a mí no me importaba en ese momento que pasaba.
Beidou me pidió que me sentara en la cama, yo lo hice, y fue ahí cuando ella comenzó a mover su cadera adelante y atrás, teniendo sus rodillas flexionadas en la cama, aumentando poco a poco su velocidad.
Nuestros gemidos aumentaron un poco su volumen, pero seguían siendo normales, sus manos envolvían mis mejillas a la vez que las mías acariciaban su musculosa espalda, que me enloquecía. A más de un hombre no le agradará el hecho de tener una novia más fuerte que ellos, incluso más musculosa, pero lo dicho, ella me gusta tal y como es, tal y como podrá ser.
Pasé mis labios a su cuello, ella me agarró de los hombros, sus movimientos siguieron aumentando de velocidad, casi llegábamos a nuestro ocaso.
Literalmente me iba deslizando en la cama nuevamente, así que Beidou, en vez de moverse adelante y atrás, ahora lo hizo de arriba para abajo, disminuyendo su velocidad, sí, pero de cualquier modo sus movimientos vaya que hacían rechinar mi cama, por lo que era muy dudoso que pudiera aguantar un segundo más así.
Para relajar la situación y ponerla más a mi ritmo, ahora los dos quedamos arrodillados en el colchón, su espalda se pegaba a la pared, nos mirábamos directamente, besándonos al iniciar de nuevo, y yo me movía a mi ritmo conforme pasaban los segundos, pues Beidou no se podía mover al estar contra la pared.
Esa posición puede hacerse mi favorita, en realidad, los dos nos abrazamos, y como ella lo dijo hace rato, nuestros corazones estaban juntos, de ahí resultaba más gratificante, sentía sus latidos, que eran a la par de los míos.
Este no era un diminuto instante inmenso en el vivir, este era el que se quedaría en mis recuerdos como el día más feliz, y solamente junto a ella podré superarlo, y ya me hago algunas ideas de cuáles pueden ser mis días más felices que incluso este, pero para ello faltan unos añitos todavía.
Juntamos nuestras frentes, sabíamos que éramos uno completamente, enroscados, y eso era lo más feliz de nuestra vida. Fuimos dos balas que se encontraron, y lo apreciaríamos ahora mismo y quizá para siempre.
Estando ya cansados, nos acostamos de lado, yo la abrazaba por la espalda, y ella buscaba mis brazos, con tal de tocarme, lo que me alegraba. Esa posición me enloquecía, así que, para bien o mal, ya no podía más, tuve que salir de ella para terminar, haciéndolo en mi cama, ya que mancharla a ella me pareció algo tan obsceno de solo pensarlo. Mi Beidou es un ángel, y merece respeto.
Nos cubrimos con las sabanas, acostados tomados de la mano, mirando al techo, ella se acercó a mí, abrazándome para besarme la mejilla.
-Realmente...esto me parece algo tan curioso. Me siento feliz, contenta de escuchar todas aquellas palabras que me dijiste mientras hacíamos el amor, escuchar de tu propia boca los poemas que me escribiste, esa pequeña trova que me pareció la más hermosa de todas.
-Pudimos hacer muchas más cosas...pero yo te amo, no deseo tu cuerpo. Si iba a hacer el amor contigo, quería que fuera de manera tierna, amable, y romántica.
-¿Sabes algo? -Sonrió. -Es la primera vez que lo hago de esta manera...y ya se hizo mi favorita, siempre y cuando sea contigo, por supuesto.
-Vamos, sé sincera. Siento que no te gustó... -Dije, sonrojado. -No gemiste. -Hice un puchero a lo que ella rió, dándome varios besos en la mejilla.
-Awww, Kazuha, me causas tanta ternura. No gimo mucho, y no importa si lo disfrutamos o no, quiero hacer el amor de nuevo contigo, porque es lo más especial que me ha pasado en la vida, jamás lo olvidaré, ni cuando muera. Si te soy sincera, nunca en mi vida pensé que algo así de lindo pudiera pasarme, y mucho menos sentirlo, pero fue gracias a ti.
-Lo mismo pienso. Este es el mejor día de mi vida, y apenas es el primero junto a ti.
-De hecho...¿cuándo cumples los 18? -Beidou se sonrojó. -Quisiera que, cuando salgas de la escuela, seamos...ya sabes.
-En realidad no lo sé...
-Que seamos novios...quiero pasear en el parque tomada de tu mano, y también ir al cine, y si no te molesta, quizá tener una cita en el parque de diversiones.
-Hecho. -Sonreí, abrazándola. -Te amaré hasta el fin de los tiempos.
-Te amaré...y después te amaré.
Ambos nos dimos un abrazo para recibir un beso, uno con sabor a amor, que es el más delicioso que alguien pueda probar en la vida, pero que solo los labios de la persona correcta tienen, nadie más.
Jamás podré terminar de describir cuánto amo a Beidou, ahora tengo una razón más para amarla en la de por sí larga lista de razones que ya tenía: ahora es mi novia. Haré más de lo que esté en mis manos para hacerla feliz, justo como se lo merece.
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Maldita sea! Soy un SIMP de Mona xD en cuanto vi esa imagen dije "debe ser mi fondo de pantalla" y pues ahí esta xd
UWU
Joder, ahora amo este ship xD
Ya tenía una idea, sabía que lo quería hacer romántico, pero vaya que me engolosiné y me excedí con el romance jsjsjs siento que le causé un coma diábetico a más de uno, pero lo dicho, me llegó la inspiración y no pude parar más al momento de escribirlo. De cualquier forma, me parece bien, seguramente a ustedes les gusto y espero que el hecho de que el capítulo estuvo escurriendo de miel no les haya molestado xdxd
Realmente no creí que esta idea me diera tanto para escribir, y en comparación del KokomixGorou, sí que había mucho contexto que darle, quizá por eso se alargó tanto, y hay que admitirlo, ¿qué mujer no se enamoraría de alguien que tiene sentimientos tan puros con ella y además es un todo en uno.
Ah! Me sigue pareciendo una hermosa pareja a pesar de que solo son compañeros de aventuras, pero se ven tan lindos, y ahora con esto mi parecer sobre ellos solo mejoró, lel, tal vez nada más es la impresión y al poco regrese al Beiguang, que hasta yo siento probable :v
En fin, solo me queda decir una cosa: -inserte imagen de los pinguinos de Madagascar y voz de loquendo- puro pinche Zhongli DPS físico y no mmds
Nos vemos el lunes con el Eulamber voten, comenten si les pareció lindo, y qué más puedo decir, espero les encantara el capítulo como a mí, este ya se hizo uno de mis favoritos.
Siempre tuyo:
-Arturo.
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