Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Guardián de la princesa.

Pues bien, ahora sí ya tengo una idea de qué hacer con el kazuyaka jsjsjs

La premisa es simple, aquí hay otro what if pero ahora de qué pasaría si nos movemos a un Japón del 1600 en donde Ayaka es la hija de un clan importante...lo que sí ocurre en el juego jsjsjs pero con la diferencia de que ahora Kazuha es un samurái de alto rango contratado por Ayato para protegerla, el resto es historia porque si no de aquí hay spoiler. Eso sí...aquí habrá lemmon jsjsjs

Así que vamos con la historia:

Recibía una bolsa llena de moras, yo ya era lo suficientemente experto como para saber con solo agitarla qué cantidad de dinero tenía, y en esta ocasión no decepcionaba. Así que sonreí.

-Le agradezco enormemente que haya aceptado el trabajo. Mi pequeña hermana está descontenta con la decisión, pero cualquier cosa que ella le pida, niéguese rotundamente, su trabajo es cuidar de ella, no obedecerla, ¿de acuerdo? Así que es sumamente probable que le diga que se largue y la deje sola. Eso solo hágalo cuando ella se encuentre en casa, ¿de acuerdo?

-De acuerdo. ¿Quién es la chiquilla a la que debo de cuidar?

Por un carajo, lo que debo hacer por dinero. Ahora debo ser un jodido niñero de una mocosa, ¿cómo es que un samurái tan prodigio en su rama y que prácticamente es el mejor espadachín de Inazuma se ve rebajado a esta porquería? La paga es exageradísimamente buena como para negarme, aparte de que puede darme más prestigio todavía.

Es para cuidar a la hija heredera de la comisión Yashiro, y eso en mi currículo...no dudo que me contraten de inmediato donde sea, je, je. Así que por lo mismo no me preocupo mucho, pero...tratar con una niña. Se supone que hoy me la van a presentar, solo no quiero tener que soportar sus berrinches, ya me comienza a fastidiar desde antes de que cualquier cosa pase.

Cuando iba entrando en la hacienda de los Kamisato, me llevé la sorpresa de que una joven de cabello platinado practicaba con la espada, era una joven muy hermosa, me quedé impresionado por su belleza.

El señor Ayato me llevó hasta ese patio, donde se detuvo.

-Señor Kazuha, le presento a mi hermanita, Ayaka Kamisato. Usted será su guardián, la acompañará siempre a donde ella necesite.

-¿E-ella es a quién cuidaré? -Empezamos recio...

-Hermano, ya te dije que no necesito a ningún gato que me proteja. -Ella partió a la mitad el maniquí con la espada, lo que es sorprendente, pues debe de tener una técnica y una fuerza muy considerable para tal hazaña.

-No hay discusión. Tenemos muchos enemigos, personas que quisieran hacerte daño a ti o a mí. Yo tengo mis escoltas, ¿pero tú? Si algo te pasa, jamás me lo perdonaría.

-Como si eso fuera posible. -Volvió a partir la otra mitad del maniquí. Ella se retiró notoriamente molesta, mi jefe solo hizo una mueca de desaprobación. Yo seguía impactado tanto por la fuerza como la belleza de esa chica.

-Se le pasará, así que usted no se preocupe. Haga su trabajo, mientras puede disfrutar de la hacienda, ya tenemos preparada su habitación. Los guardias no la dejarán salir si no es con usted, así que póngase cómodo, ¿de acuerdo?

Hice lo que me dijeron, dejé mis cosas, probé la cama, era cómoda, así como también las vistas eran lindas. Lo que sí es que, a pesar de todas las comodidades, el que haya tantos guardias me hace sentir que estoy en una cárcel o en el ejército, pero no siendo un simple soldado raso, sino un general.

Mi primer encargo se llevaría a cabo más bien rápido, pues a la mañana siguiente, ambos nos vimos al despertar, pues literalmente nuestros cuartos están uno al lado del otro.

-Señorita Ayaka, buenos días. -Ella no me respondió, se siguió de largo, lo que se me hizo particularmente raro. Parecía dirigirse a la salida, tomó su espada, por lo que yo me terminé de vestir lo más de prisa que pude, agarrando también mi arma y corriendo detrás de ella.

-No me sigas.

-Las ordenes de su hermano fueron claras como sus ojos, señorita. Debo seguirla a todos lados.

-¿Incluso para ir al baño necesito escoltas? Boberías, No necesito escolta tuya, ni de mi hermano, ni de nadie. -Me dijo, volteándome a ver, continuando con su camino. Yo la seguí, por lo que ella rodó los ojos, molesta. -Si no vas a dejar de seguirme, al menos cuéntame algo. El hecho de que estés siguiéndome en silencio todo el tiempo me incomoda demasiado.

-No es por ser grosero, pero... -Me puse a su ritmo, alcanzándola para verla a los ojos. -¿Por qué no me cuenta algo de usted?

-¿Cómo qué quiere saber?

-¿Por qué no quiere escolta? No soy una mala persona, y no pretendo ser invasivo ni molesto para usted, me pagan por hacer esto y debo hacerlo si quiero seguir ganando dinero.

-Tienes un punto. No necesito escolta porque me cuido sola perfectamente. -Ella desenfundó su espada, colocándola en mi cuello. -¿Lo ves? No soy una niña, pero mi hermano no o ve así.

-Me doy cuenta de que usted no es ninguna niña. -Miré a sus senos, sonrojándome para luego voltear la mirada a otro lado. Ella quitó la espada de mi cuello. -Aunque insisto, por esto me pagan, y pues...según su hermano, usted no tiene amigos, y pues no es que sea parte de mi contrato, pero puede verme como un amigo suyo.

-Esos no son asuntos tuyos. -Me dijo, un poco molesta, continuando con su camino ahora más de prisa.

-Soy Kaedehara Kazuha. Me suelen apodar "el cazuelas". Soy un samurái que apenas se va formando, aunque tengo una habilidad excepcional con la espada. Cuando me dijeron de este trabajo, su hermano me habló de "mi hermanita" "mi pequeña hermana" y pensé que usted sería una niña. Parece que tenemos la edad, así que, si le preocupa, no la veo como una niña, sino incluso como una igual.

Ella sonrió. -¿Cazuelas? Vaya apodo. -Ahora rió. -Eso quería escuchar.

Seguimos platicando mientras estábamos en el bosque, ya el ambiente estaba más relajado entre ambos, y conforme más la veo, más linda me parece esta muchacha llamada Ayaka. Aunque eso sí...creo que de plano no tiene amigos, y hace sentido, pues si tienes a tu lado a una persona armada con órdenes de darte una buena golpiza si haces algo que le parezca indebido...sí, ni yo me acercaría.

Yo saqué mi botella de sake, a la que le di un pequeño trago, ella hizo un gesto de sorpresa, pues es claro que tengo prohibido beber mientras estoy en el trabajo...pero si puedo establecer una complicidad con ella, qué mejor.

-¿Qué estás tomando? -Me alzó una ceja.

-Sake.

-Podría decirle a mi hermano y hacer que pierdas tu trabajo...o podrías darme un poco.

-Sabía que lo dirías. No se emborrache, señorita, ¿de acuerdo?

Ella hizo una cara de desafío y de que poco le importaba mi consejo. Fue particularmente gracioso que apenas lo tomó, lo escupió, y era algo que ya me esperaba, aparte de que su mueca de desagrado fue divertida. No me pude contener la risa.

-Sabe asqueroso, ¿cómo puedes beber esa porquería?

-Te acostumbras. -Ahora yo bebí.

Así era, siempre que salíamos a pasear en el carruaje yo iba a su lado, sujetando mi espada en todo momento y sin apenas quitarle los ojos de encima.

En la ciudad, ella usaba su parasol, caminando delicadamente mientras yo me encontraba detrás de ella, y si comía algo, yo era el primero en probarlo, para asegurarme de que no tuviera nada raro o estuviera envenenado. Aunque eso sí, el probar tantas comidas que a veces no me gustaban...era algo de mi trabajo que no me gustaba.

Ver su risita cada que tenía que aguantarme una ahorcada o una mueca de asco era particularmente molesto, pues yo odio con toda mi alma las berenjenas, pero a ella le encantan, así que siempre que debía comerlas, era un calvario.

Aunque al final de cuentas, siempre me limpiaba el sabor con un poco de sake, el que a ella el solo olor le daba nauseas, así que era ojo por ojo, tanto así que incluso nos llegábamos a burlar el uno del otro, pues para mí son gajes del oficio, y para ella es soportar los vicios de su guardia.

También a ella le molesta que fume, pero lo suelo hacer cuando sé que pide algo de comer que yo detesto por el simple hecho de molestarme.

-Kazuha, vete a apestar a otro lado. -Yo le eché el humo en la cara. -¡Kazuha! (jeje, eso me recuerda a un amigo que me dijo "oye, no fumes frente a mí, no quiero andar apestando" y para joderlo le eché el humo en la cara y se enojó jsjsjsjs valió la pena :v)

-Sabe usted que no me gustan los pastelillos de bayas acuosos y fue lo que pidió de postre en el desayuno y cena...esa textura....me da asco. -Me dio un escalofrío.

-Ok, ok. Culpa mía. Una disculpa, Kazuha. -Ella se acercó y me dio un beso en la mejilla. -Lo digo de corazón.

-Vaya manera de expresarlo... -Me terminé ruborizando, así que por lo mismo ella dio una risita, dándome otro beso en la mejilla.

-¿Qué pasa, Kazuha? ¿Te avergüenza que una chica linda como yo te dé besitos?

-N-no es tanto eso, es que no me la esperaba. -Yo traté de regresarle la jugada, pero parece que pensamos lo mismo, por lo que de forma accidental nos terminamos dando un beso en los labios, en el mismo que ambos quedamos congelados porque la sangre se nos bajó a los pies debido a que la sorpresa fue especialmente en un momento donde solo jugábamos.

Nos miramos a los ojos, ambos los teníamos bien abiertos, así que pasados no más de 3 segundos, nos separamos, sonrojados y tosiendo.

-¡Una enorme disculpa, señorita Ayaka, no fue mi intensión, soy un descuidado!

-¡N-no, la culpa es mía, yo estaba jugando con eso de los besos en la mejilla, fui descuidada y torpe, lo siento mil y un veces!

-No, ¿qué va? La responsabilidad es mía, no tengo palabras para disculparme...

Nos miramos otra vez, y como si fuéramos un imán, nos abrazamos para darnos otro beso, ahora ya más planeado, más preparado, por lo que la tomé de la cadera, uniendo mi cuerpo al de ella mientras nuestros labios danzaban a un ritmo desesperado. Ayaka me sujetó de las mejillas, ahí ya teníamos los ojos cerrados, por lo que disfrutábamos más las cosas, y no solo eso, sino que la sensación era...diferente.

Al separarnos, respirábamos apresuradamente, así que jalamos un poco de aire, sonrojados, y nuevamente al voltear a vernos, nos agarramos a besos, y ahora más, ya que cuando apreté su cadera, ella gimió, por lo que mi cuerpo reaccionó, solo que ella no se dio cuenta, o eso quiero creer.

Una vez separados ahora sí definitivamente, ella estaba que temblaba, sus manos lo hacían, al igual que una sonrisa que iba y venía. Yo me mantuve sereno, salvo por la reacción que tuvo mi cuerpo.

-Wo-wow...nunca antes había dado un beso...¿tú sí?

-Alguna ocasión, pero jamás había sido como esto. -Dije, sorprendido. Estábamos en la ciudad, por lo que regresamos a nuestra realidad cuando escuchamos que la llama del fogón de un restaurante se había avivado...supongo que eso será una especie de señal, ¿divina? Ni idea, pero es mucha casualidad para que no sea una.

Prontamente ella debía viajar a una delegación en Kannazuka y no siendo raro, yo debía acompañarla para escoltarla. Por lo mismo es que, nos tocó en la misma carroza. No nos mirábamos, seguíamos penosos por eso, de ahí que simplemente desviábamos la mirada.

Si la llegaba a ver, era más que nada sus labios, los que eran tan hermosos, que me daban ganas de besarlos, y no me pude contener. Me senté junto a ella, ella se puso rosada de las mejillas, echándose aire con su abanico.

-¿Kazuha? ¿Algo te inquieta? ¿O por qué el acercamiento? -Miraba a la ventana.

-Supongo que sí...quisiera darle un beso, señorita.

-¿U-un beso...? -Apretó las piernas. -¿Quiere otro?

-Solo si usted lo quiere...si me lo niega, no tendré problemas. -Me acerqué para darle un beso en la mejilla, pues vaya que estaba deseoso de seguir.

-Ka-Kazuha... -Ella me volteó a ver, así que nos comenzamos a dar un beso, el que fue detenido a los 5 segundos de haberle dado comienzo, pero fue porque la carroza dio un frenón, seguido de un relinchido de los caballos, rápidamente tomé mi espada, saliendo de la misma para ver qué pasaba.

Malamente, una flecha de electro me agarró por sorpresa, y lo peor es que había pisado un charco de agua, por lo que me quedé entumecido, cayendo como saco de papas, a pesar de que me había dado en el hombro, el problema no era ese, sino que estaba sufriendo de la descarga electrica.

-¡Kazuha!

-Premio. -Vi que eran varios ronin, así que ya sé para dónde va la cosa. -Darán un buen rescate por ella, ¡tras ella!

Ayaka desenvainó su espada, frunciendo el ceño, por lo mismo es que se puso a combatir a los samuráis ella sola, y más que eso, cuando estuvo a nada de recibir una herida, ella se deshizo en una capa de hielo, regresando a su forma normal de una forma muy elegante.

Lanzó una ráfaga de cryo que congeló a varios de los samuráis debido a que toda la zona era una ciénaga, así que simplemente sonreí mientras me recuperaba al haber pasado el efecto.

Malamente, un samurái rojo, de esos que sí dan miedo pues su katana se prendió en llamas, se colocó detrás de Ayaka, dispuesto a darle un golpe que sería devastador. Yo fui corriendo con mi poder anemo, bloqueando el golpe con toda la fuerza que pude, sorprendiendo a la misma princesa, pues ella no se estaba ese ataque por la espalda.

Cuando vencí la fuerza del samurái, que me costó bastante trabajo, lo rebané a la mitad, haciendo que se desvaneciera. Yo caí sobre mis rodillas, y antes de que pudiera caerme de cara por el cansancio, ella me atrapó.

-¡¿Kazuha?! -Pronto dejé de escuchar su voz. -¡Kazuha, despierta!

No tengo ni la más remota idea de cuánto tiempo pasó, pero lo que sé que es podía ver de vez en cuando al tratar de abrir mis ojos, siendo solo pequeños destellos. Escuchaba quejidos, sentía golpes en mi cuerpo, y veía cómo me arrastraban.

Posteriormente, unos brazos me cargaron, vi que iba entrando en una habitación, luego quedé reposado en la cama mientras Ayaka discutía con un desconocido.

Antes de despertar definitivamente, noté a Ayaka tomando mi mano mientras cerraba los ojos. Al despertarme, ella estaba dormida, curiosamente, pero al retirar mi mano, fue suficiente para que sus ojos se abrieran.

-¡Kazuha, estás bien! -Ella se me abalanzó.

-¡Whu! -Me di una palmada en la frente. -¿Cuánto tiempo estuve dormido?

-Tres días. Tienes el sueño pesado, eh. Estaba muy preocupada por ti, ¿cómo te sientes?

-Entumido...¿tres días inconsciente? Diablos, ese ataque pudo ser mortal para usted, señorita.

-No te fijes en mí, ¡te pudiste haber muert...! -Sin dejarla terminar, le di un beso en los labios, causándole una gran sorpresa, pero al final de cuentas ella terminó respondiendo, sorprendida, y a la vez calmada, ya que eso indica que no perdí mis recuerdos.

-Cuando tenía pequeños esbozos de qué pasaba, lo único que pensaba era en besarte, no más. Y ahora que estoy despierto, no puedo ser más feliz.

-Imbécil, ¡me das un susto de muerte y lo primero que haces es esto! -Ella suspiró. -Me alegra que estás vivo, eso es lo único que me importa...estuve pensando seriamente mientras dormías, y cuando la vida propia o ajena está en peligro, se empieza a darle la importancia que merece de verdad.

-¿Y qué te hizo preguntarte?

-¿Qué es lo que de verdad sientes por mí?

-¿Yo?...la respuesta no me es difícil, más bien me pregunto por ti. Eres la hermana de mi jefe, y creo que tú eres la que puede ponerle un principio a lo que puede no tenerlo. Y ponerle fin a algo que seguramente tampoco tendrá fin, así que me gustaría escucharla, señorita.

-Si lo ponemos así...Kazuha, te amo. Pensé en que nunca ibas a despertar y me dije tonta más de las veces que te puedes imaginar por el hecho de que creí que nunca lo podría hacer.

-Creí que la cosa iba por ahí...y mi respuesta es la misma que la tuya. Al menos ya sabemos que sí hay un comienzo, ¿pero habrá un fin?

-Eso no me interesa por ahora. -Ahora fue ella la que se me abalanzó casi como si fuera a comerme vivo, por lo mismo es que yo solo sonreí para mí mismo, regresando el gesto.

Comenzaba el calor, lo que es un poco de wow, pero cuando hay una experiencia cercana a la muerte decides en realidad ya no perder el tiempo en formalidades, así que de ahí mismo es que sabiendo que teníamos una cabaña solo para nosotros, la verdad estábamos muy bien.

Con ayuda de Ayaka, me fui quitando el kimono, y yo le retiré la armadura pectoral que usa, de ahí que, de solo abrir su kimono, sus senos quedaran levemente al descubierto, por lo que comenzaría ahora la parte intensa.

Yo me recosté en la cama, por lo mismo es que Ayaka se colocó encima de mí, nos tomamos de la mano izquierda, pues usé mi derecha para dirección mi miembro hacía su ναgiηα por lo que ambas embonaron perfectamente, sacándonos un suspiro lleno de pasión y de placer.

No teníamos una clara idea de cómo se hace esto, lo que era seguro es que íbamos por buen camino, de ahí mismo que continuáramos con movimientos lentos, muy lentos. Ella se agachó lo suficiente para que nos pudiéramos dar un beso, así como yo estaba sobre unas almohadas, de ahí que por lo mismo teníamos una cercanía muy buena, aunque como no estamos acostumbrados a coordinarnos de esta manera, en realidad el beso era torpe y entre pausado, especialmente yo, que mi cabeza se hace bolas al tratar de hacer las dos cosas a la vez.

Y aún con esas, seguíamos en lo nuestro, dejando mejor el beso de lado para simple y sencillamente centrarnos en el movimiento de nuestras caderas, por lo que, ya con un poco más de cuidado, la cosa se ponía bastante mejor.

Ella comenzó a gemir, lo que me excitaba, yo no es que me mantuviera callado, pero mis gemidos eran particularmente silenciosos, eso no es que importara. Mis ojos estaban abiertos, los suyos cerrados, así que veía claramente sus gestos, el hecho de que su cabello se alborotaba, con cada movimiento suyo.

Yo pasé mis manos a su trasero, el que toqué suavemente incluso con alguna timidez, aunque el sentido no era mi disfrute, pues en más de una ocasión, y cuando ella entrena con la espada, se le levanta un poquitín la falda, por lo que ya sabía un poco de cuál sería la proporción del mismo.

Tengo la curiosa costumbre de que mis manos siempre están frías, de ahí que, cuando eso pasó, ella se exaltó un poco, gimiendo más en el acto, lo que me sorprendió, pero me fascino el escucharlo, no lo negaré para nada.

-Puedo sentir tu calor corporal desde cada rincón de mi cuerpo, tu interior es tan tibio, y el sentirte de esta manera te juro que fue algo que no me podía ni imaginar.

-Yo también puedo sentir todo de ti. -Comencé a mover mi ρεηε dentro de su ναgiηα así que le saqué varios gemidos. -¿L-lo estás moviendo?

-Sí.

-¿Cómo lo haces?

-No lo sé, es como poner fuerza en los brazos, algo parecido.

Sin que me dejara continuar, se lanzó contra mis labios una vez más, dándome ahora un beso de lengua, no me creí que ella fuera así de atrevida, pero no me molesta en lo absoluto, me agrada y me gusta, por lo que sonreí para mí mismo, solo que ahora, y aprovechando que la cama es amplia, y tal cual como si fuera lucha grecorromana, la volteé para yo quedar sobre ella.

Ahí, ella me abrazó, vi una expresión tan tierna en su rostro que me tocó el corazón, pues Ayaka se veía tan hermosa, tan inocente, lo que es curioso, pues ambos estamos perdiendo la inocencia.

Podía oler el dulce aroma de su cabello, flor dulce y bayas, el que me llegaba directamente a la nariz.

-Kazuha-kun...

-Ayaka-san...

-Abrázame más fuerte...quiero sentir todo tu calor, quiero ser parte de tu vida para siempre, aunque inicialmente no te quería ver. Me arrepiento tanto de esas palabras.

-Ahora no importa. Lo que importa es que me gustas...y siempre te abrazaré, sin importar qué sea lo que suceda.

-Yo aceptaré tus abrazos con todo mi corazón. Dime si se siente bien. -Me susurró en el oído.

-Eso no creo que sea de demasiada importancia, Ayaka. Pienso más bien en que es de mayor valor lo que sienta el corazón, ¿opinas lo mismo?

-Si me lo pones así. -Suspiró pesadamente. -Sí, importan ambas bastante, más que nada lo que está aquí. -Llevó su mano a mi pecho, mi corazón se esforzaba en esa situación, parecía como si estuviera corriendo.

Me coloqué en una posición, recargando una mano en la cama y con otra estimulaba su seno izquierdo, eso mientras ella tenía sus piernas sobre mis hombros, ahí ambos teníamos los ojos cerrados, disfrutábamos de las sensaciones de calor, amor y de nuestros gemidos, por supuesto, los que eran silenciosos, pero no por eso menos llenos de placer, que lo dicho, no era lo importante, solo algo a lo que debíamos tener en cuenta.

Agachándome lo suficiente, comencé a lamerle los pezones, lo que fue tarea agradable para ambos. Su piel es tan suave, y el hecho de que con esto entierre sus uñas en mi espalda me enloquece, así como que apriete mi ρεηε es una locura.

Yo seguí en esa pequeña pero vital tarea, los gemidos de Ayaka eran preciosos, más teniendo en cuenta su dulce, dulce voz. Seguía moviendo mi cadera, pues no había olvidado la otra parte del mandado, de ahí que en la posición que teníamos ella demostrara su gran habilidad con su flexibilidad, lo que me sorprendía particularmente.

Entre tanto, sus dedos me acariciaban el cabello o la espalda, y si tocaba algún punto en especial ahora sus uñas se paseaban por mi espalda, arañándola, claro, pero no con agresividad, sino como una forma de quitar presión de alguna manera.

Cuando me detuve, ella se arrodilló frente a mí, haciendo que nos viéramos, pues la tenía sobre mí, y con solo bajar sus caderas, fue suficiente para que la faena se reanudara, más precisamente porque yo también ponía de mi parte.

Y pues así, yo abrazándola, ella más que nada tomándome de los hombros mientras teníamos las frentes unidas con los ojos cerrados, dejando que toda la situación fluyera por sí sola. Se podía escuchar el canto de los grillos afuera de la cabaña, así como el suave soplar del aire.

Al separarnos, solo nos dimos un beso, sin romper el abrazo al que estábamos amarrados prácticamente, de ahí mismo que por ello sentíamos el calor del otro en nuestra piel, lo que era maravilloso.

Ya comenzaba a dificultarse para mí, particularmente porque en esta posición ella debe de poner fuerza en sus muslos, por lo mismo es que sentía muy apretada esa zona tan sensual.

-Cr-creo que ya no tardaré mucho tiempo.

-Fue más que suficiente. -Me dio un beso en la nariz, acariciándome la herida del hombro. -Me sorprende que no haya sangrado más, pero ya pasaron varios días, así que es entendible.

-Te recuerdo que mientras dormía...ahí siempre estuviste tú. Siempre te veía a ti.

-Y yo siempre te tomé de la mano, sin poder abrazarte. Por eso te pedí que me abrazaras fuerte.

-Ayaka-San... -Dije, comenzando a gemir más fuerte y rápido. Justamente antes de venirme, preferí salirme, pues si le doy un sobrino a mi jefe Ayato...no creo que las cosas resulten muy bien. -Ayaka-san. -Repetí varias veces, llenándole de besos las mejillas, abrazándola más fuerte de lo que ya lo hacía.

-Kazuha-kun...fue maravilloso. -Me dio un pequeño beso en los labios. -Hay tiempo de sobra...sé que ya dormiste demasiado, pero...no me molestaría dormir juntos esta noche.

-Y dale con eso. -Me reí. -De no quererme ni un centímetro cerca de ti, ahora quieres que durmamos abrazados.

-Sí...la vida es una ironía. Pero mi amor por ti...ese no lo es. -Me dio otro beso, el cuál yo recibí gustoso.

-Puedo aceptarlo. Y respecto a lo primero...no le veo problemas. -Nos abrazamos para cobijarnos, teniendo nuestras frentes juntas, cerramos los ojos con disposición de que pasara lo que tuviera que pasar.

______________________________________

La verdad siento que le metí nitro al cap, haciendo que se enamoraran de putazo, pero bueno...siendo un drabble, no podía hacer más. Creo que, si fuera una historia más larga, no sé un mini fic de 10 mil palabras, me quedaría muy bien...pero la última vez que traté de hacer algo de 10 mil palabras terminó siendo de 160 mil, así que ya no me arriesgo :v

Por cierto, hay una pequeña probabilidad, la verdad es que no sé, pero quizá pause el fic por un ratito solamente, cosa de dos semanas, pues hay la probabilidad de que me ponga a escribir una obra de teatro para presentarla en mi facultad

Lo dicho, es solo una probabilidad, así que no se alarmen :v

Regresando al tema :v la verdad es que el lemmon se me hizo lindo, algunas partes son románticas, y más que nada las frases que dicen ellos. Bueno, eso es algo que suelo hacer, así que a nadie estoy agarrando por sorpresa, y me salió cortito porque me había alargado ya demasiado en ir presentando la situación.

Bueno, bueno, el siguiente capítulo un AetherxZhichiong o para los que no sepan o no se acuerden de ella, pues se las presento :v


Así que ya saben, y de hecho ya hasta tengo pensado el siguiente lemmon del canon, que es, evidentemente un canonxcandace ¡ah, ya tengo nueva waifu favorita! No importa que Candace sea de 4 estrellas, le daré un chingo de amor!!!

Pues bien, voten, comenten, y eso se lo pido especialmente a la persona que me pidió el ship y me dio la sugerencia para cómo realizarlo. Espero te haya gustado uwu

Siempre tuyo:

-Arturo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro