Época de apareamiento, acto dos.
Yo viendo que ya llegamos a 30 mil vistas :0000000000000000000
Muchas gracias por su apoyo, de verdad no creí llegar tan lejos! Ubico que algunos no han dejado de leer el fic desde que salió, no saben lo feliz que eso me hace UWU gracias por todo, ojalá les siga gustando :3
PD: VIVA FIDEL!!!! -etzplota-
PD de la PD: literalmente el fic subió 1500 vistas desde que escribí la primera posdata...
Terminábamos de hacer el amor, Razor me daba de besos en la mejilla, mi respiración se relajaba tras pasar mi orgasmo. El corazón nos latía rápidamente, aunque poco a poco se iba tranquilizando, yo escuchaba sus latidos a pesar de no estar cerca de su pecho.
Cuando nos vimos a los ojos, reímos un poco, abrazándonos y juntando nueras frentes, yo le besé la nariz. Desde aquella vez que tuvimos nuestro primer encuentro, ya había pasado un tiempo, varias semanas en las cuales no fuimos nada más que amigos con derechos, pero tras conocernos mejor, convivir en más cosas y no solamente cuando llegaba la época de apareamiento, nos enamoramos enamoraron, y vaya que sí lo hicimos
Razor recordaba que había pasado muchos años sin cariño y sin amor, de ahí que esa nueva sensación en su pecho le fuera tan querida. Tanto era así que incluso él me dijo que yo ya era su lumpical.
-Oye... -Susurré tímidamente.
-Oír...
-¿Mañana podemos pasearnos en Mondstadt? Quisiera que tuviéramos una cita.
-¿Cita? ¿Qué es eso?
-Mañana lo verás. Seguramente te gustará. –Sonreí, dándole un besito de buenas noches.
Él me tomó de la cintura, juntándome a su cuerpo, recargando su mentón en mi hombro. Sonreí, al final de todo ya estamos acostumbrados a dormir juntos.
Realmente no nos hemos declarado formalmente, aunque es innegable lo que sentimos. Ciertamente, Razor no conoce los formalismos de la sociedad, de ahí que para él, más que pedirme ser su novia, me pidió que fuéramos compañeros que le aúllan a la luna...él es el único que lo hace en las noches de luna llena.
Me he dado cuenta que sí que tiene mucho cariño por dar, y la verdad es que eso es muy lindo de su parte, nunca deja de mimarme o de abrazarme, como si estos gestos le hicieran falta desde hace tiempo, lo que me da un poco de tristeza por él. Sin embargo, aquí quiero estar yo para abrazarlo, besarlo y estar junto a él.
Esa misma mañana cuando fuimos a la ciudad, los dos paseábamos tomados de la mano, Paimon volaba a nuestro lado, ella se ha acostumbrado a la presencia del niño lobo...a pesar de que se la ha tratado de comer en más de una ocasión.
Fue una situación graciosa, aprovechando que ella estaba dormida, Razor la cargó a una plancha de piedra que hizo, acomodaba un poco de leña y ponía algo más de carne en la plancha. Justamente antes de que prendiera la leña, Paimon despertó e hizo un berrinche que más de uno se imaginara.
Fue gracioso, aunque de todos modos reñí a Razor ya que esa no era la manera...Paimon directamente a la leña ha de saber mejor, no a la plancha.
Como sea, él no solía visitar mucho la ciudad, de hecho era algo raro para él, tantas personas lo engentan muy rápido, por lo que lo noté inquieto.
Lisa y Jean caminaban por la calle, ambas hablaban de forma un tanto discreta, pero se notaba que Jean estaba un tanto enojada.
-Ya te he dicho que no debes electrocutar personas, Lisa.
-¿Celosa? –Rió ella, Jean se sonrojó.
-¡Cl-claro que no! O bueno...
-¡Lisa! –Exclamó Razor, sonriendo, corriendo hacia ella.
-Oh, cariño. Qué bueno verte otra vez. –Los dos se abrazaron rápido, él le lamió la mejilla, ella rió un poco y Jean los miró con un poco de suspicacia, parecía estar celosa, pero eso es imposible...¿no?
-No sabía que ustedes se conocían.
-Lisa ser mi maestra. Ella enseñarme a usar visión y a hablar.
-Oh, no pensé que fueras maestra, Lisa. –Sonreí.
-Razor ha sido la excepción, realmente no podía decirle que no a un niño tan tierno como él. Me sigue sorprendiendo lo mucho que ha crecido, aunque algo me dice que no has comido verduras, ¿verdad? –Esa sonrisa de molestia apareció en los labios de la bruja, vi que Razor se puso blanco como un papel, lo que me sorprendió muchísimo.
-¡Cl-claro que sí! ¡Yo amar verduras, comer verduras siempre!
-Hum...
Tras cada pareja tomar su rumbo, escuché que Razor suspiró pesado. Después de eso me dijo que Lisa, cuando se enoja, le da bastante miedo. Ciertamente ya he atestiguado cómo se pone cuando se enoja, y siendo ella su maestra...no quiero imaginar cómo le ha de haber ido. (está el meme de que seguramente Lisa, siendo coqueta como es, seguramente le enseño a Razor cómo aparearse...lo envidio tanto xd)
La primera parada fue ir a la plaza de la ciudad, sentándonos en una de las bardas para ver toda la ciudad, tomándonos de la mano. No hacía mucho sol esa mañana, de ahí que nos diéramos el lujo mientras en nuestros rostros golpeaba una suave brisa, refrescándonos bastante.
Aquí casi no había gente, solamente las personas que suelen rezar frente a la gran estatua del Dios Anemo, el ambiente aquí era de lo más tranquilo, por fortuna.
Nos miramos a los ojos, sonriendo. No era realmente la idea de cita que cualquiera tendría, pero como ya empezaba a hacer hambre, se me ocurrió una idea.
Como quizá lo de Razor no sea comer en restaurantes o estar en lugares rodeado de gente, se me vino algo a la mente para que pudiera estar cómodo.
Bajamos directamente a la boutique que se encuentra a un lado del puesto de alquimia, una vez ahí compré varias cosas para comer, más que nada guarniciones. Tras eso, fui a El buen cazador para comprar algo de tocino y carne de ave ahumada, así como un poco de pimienta.
Según me ha dicho Razor, él no suele condimentar la carne, seguramente no ha comido puré de papas, ni ha condimentado la carne o hecho un asado.
Trataría de que nuestra primera cita fuera algo así como un buffet de carne, lo que no suena precisamente romántico, pero mientras él pueda estar feliz, qué mejor. Además, todavía falta la noche, así que ahí las cosas pueden cambiar a mejor.
Sería un picnic, mejor dicho, pues pedí prestado a Sara un mantel para estar más cómodos, ya después lo lavaría y se lo entregaría como nuevo.
Prendimos la fogata y ambos nos pusimos a cocinar, él más precisamente se encargó de la carne, yo la sazoné, puse a hervir las papas que él terminó por machacar junto con algo de mantequilla que había comprado, además de crema, por supuesto.
El olor era exquisito, noté que mi chico estaba que babeaba, miró a Paimon y después miró a la fogata, ella pataleó en el aire, enojada.
-¡Sé lo que estás pensando, y Paimon no será parte del menú! –Ella voló detrás de mí, haciendo un gesto como si fuera un gato arañando al aire.
-Paimon tiene razón, ella no es parte del menú. –Sonreí, acariciando los hombros de la pequeña. –No la hagas enojar, si la res se estresa su carne será dura. –Susurré.
-¡Oye, Paimon te escuchó! ¡Además no Paimon no es una vaca!
Los tres reímos, ya que Paimon tiene la costumbre de enojarse de manera muy graciosa, algo que puede causar hasta ternura.
Cuando terminamos de acomodar todo, nos sentamos a comer, escuchando los pájaros cantar, las ardillas correr por las cercanías y el sonido de los árboles al mecerse. La verdad es que todo resulta tan curioso, ya deseaba que fuera de noche.
Comíamos sin prisa, por cada gesto que Razor hacía, me di cuenta que lo disfrutaba mucho, lo que me hizo sonreír. Él me dio un beso en la mejilla, el cual me dejó un poco de puré de papa en la misma, yo reí con gracia, limpiándome con la servilleta para después limpiarle los labios, como si fuera un niño.
Paimon, como no podía ser de otra manera, también comía de forma deliciosa, suerte que compramos bastante comida ya que, de lo contrario, hubiéramos quedado con hambre.
Cuando acabamos, recogimos todo, metiéndolo en la alforja. De ahí, dimos una pequeña caminata por el bosque para bajar la comida, estando a la sombra de los árboles. El olor de los árboles era muy delicioso y apenas se notaba, por fortuna, así que tampoco era un olor demasiado invasivo.
Razor parecía estar en casa, así que hice bien en tomar la decisión de no tener la cita en la ciudad, ya que, de lo contrario, no la hubiera disfrutado. Yo, por mi parte, sea en el bosque o en la ciudad, mientras pueda estar con él, me es suficiente.
Caminábamos tomados de la mano otra vez, no teniendo rumbo fijo, eso sí, cuando nos cansamos de caminar, casi llegábamos al viñedo de Diluc, por lo que nos regresamos al reino de los lobos.
En el camino nos encontramos un diente de león que parecía tan solitario, Razor lo tomó con cuidado y me lo ofreció.
-Para ti. –Sonrió, yo regresé el gesto.
-Gracias, lobo. Aunque ahora que lo pienso, no comimos postre. –Lo miré con suspicacia.
-¿Postre?
Tomé unos ganchos de lobo para irlos a lavar a un pequeño lago que se encontraba en las cercanías, ambos les dimos una mordida a nuestro gancho, disfrutándolo bastante, ya que sonreímos.
La lengua se le había puesto morada a Razor tras acabarnos el gancho, miré a Paimon y ella tenía toda la circunferencia de sus labios manchados, así que reí.
-Hum, deberías verte en un espejo. –Dijo Paimon, cruzándose de brazos.
Fui al río para verme reflejada en el mismo, y, en efecto, también tenía un poco de mis labios manchados de morado por el jugo del gancho de lobo. Hice un gesto de inconformidad, llevando mis puños a mi cintura.
Ahora Razor y Paimon me hacían burla, yo simplemente enchiné los ojos.
Tras un pequeño rato de burlas entre los tres, el cansancio de la caminata y la comida hicieron mella en nosotros, por lo que, con las energías que nos quedaban, montamos un improvisado campamento con madera que sacamos de los árboles. Sin pensarlo un segundo, nos quedamos a dormir la siesta de la tarde.
En teoría, no debía ser mucho rato, lo curioso es que fue bastante el tiempo. La siesta comenzó a eso de las tres y terminó a las seis.
Cuando yo me desperté, miré mi reloj de bolsillo y vi la hora que era, así que me dije a mí misma "no puede ser..." no dormiríamos de nuevo hasta muy tarde, por desgracia, o tal vez no tanto.
Desperté a Paimon y a Razor, los dos estaban bastante atontados y querían seguir durmiendo, lo que me pareció poco prudente, lo mejor era hacer alguna otra cosa.
Irónicamente, tras todo lo que habíamos comido, Razor tenía un poco de hambre todavía, y no se diga de Paimon, de ahí que recolectáramos algunas manzanas para apalear el hambre.
Viendo la manzana de mi chico lobo, y aunque yo no tenía hambre, no pude evitar que tuviera un pequeño antojo. Él me miró, sonriéndome, casi sabiendo qué era lo que deseaba sin pedírselo.
Simplemente me ofreció la manzana para que le diera una mordida, y fue justamente lo que hice. Sentí unas gotas de jugo en mis labios, sentí que Razor me los miró, yo vi los suyos, que también tenían algunas gotas; ni cortos ni perezosos, nos besamos para limpiarnos los labios.
Fue un beso más bien rápido, pero lo disfrutamos por tener una esencia a manzana, y era un sabor muy exquisito. Tras eso, simplemente nos sonreímos con gracia, un poco sonrojados de la cara.
Ya comenzaba a anochecer porque horario de invierno, de ahí que las estrellas comenzaran a brillar al igual que la luna. Como no teníamos nada más que hacer, y, de hecho, la cita seguía en pie, los dos nos recostamos en el suelo, tomados de las manos para ver las estrellas.
Él señaló una con una de sus manos, formó algo así como un patrón, y de ahí me miró a los ojos.
-Esas estrellas ser una constelación. Amiga de Lisa, Mona, me enseñó un poco de astrología, ella decirme que esa constelación forma un lobo, y esa ser mi constelación.
-¿Un lobo? Tiene sentido...¿qué otras constelaciones ves?
-Conejo...león, cisne, búho. Todas ser constelaciones desde donde predecir el destino.
-¿Puedes leerlas?
-Si mal no recordar, cisne tener que enfrentarse con búho, futuro difícil.
-¿Qué dice la tuya?
-Yo no saber...aunque estar seguro que haber persona especial en el futuro del lobo.
-Razor... -Sonreí, besándole la mejilla.
-Persona especial ser tú. –Ahora me sonrió él, nos dimos un beso en los labios que duró algunos segundos.
A pesar de ya ser de noche, se siente un rico calor en el ambiente, y se siente más cálido con los besos de mi chico lobo, del cual nunca nos fuimos muy arriba, simplemente mantuvimos un ritmo tranquilo, como lo sería un beso romántico.
Al separarnos, nos ruborizamos un poco, sonriendo amigablemente. La verdad es que me pareció un mejor beso que el que nos dimos para quitarnos el jugo de la manzana de los labios.
-Tengo una idea. –Puse mi mano en sus ojos, cerrándoselos con cuidado, él frunció el ceño, confundido. –No digas nada, simplemente cierra los ojos y quédate así como estás.
Apreté un poco mi agarre con la otra mano, la que siempre sujetó la suya, por supuesto. Yo me recosté de nuevo, abriendo mi reloj de bolsillo para que el sonido de las manecillas del mismo sonara tranquilamente.
Es un poco complicado de describir, pero trataré de hacerlo de cualquier manera. Se escuchaba el sonido del viento, de nuestras respiraciones, el tic tac del reloj, algunas hojas que caían, los árboles, el agua del lago cercano que caía o se movía, así como el de las ranas.
Algunos grillos cantaban tímidamente, yo sonreía para mis adentros, sentí que Razor me tomaba un poco más fuerte de la mano, así que le respondí de igual manera.
Entramos en un trance, algunas veces cuando uno está recostado, suele escuchar el sonido de su corazón, y el ambiente era tan tranquilo y relativamente silencioso que yo escuchaba mi propio corazón latir con delicadeza.
Era de lo más maravilloso que había sentido en mi vida desde que desperté aquí, así que me di por bien servida. De todos modos, siento que estoy olvidando algo...
Esa sensación desapareció cuando escuché algunas mordidas, así que fruncí el ceño, abriendo mis ojos lista para regañar a Razor ya que no me hizo caso. Me sorprendí de verlo en un estado más profundo de meditación del que yo misma estaba, y el autor de ese ruido era en realidad una autora...Paimon se comía las manzanas que sobraban.
Me llevé una mano a la frente, suspirando pesadamente solamente para recostarme de nuevo. De cualquier manera, no es que el sonido sea muy alto, simplemente no debería sorprenderme después de tanto que he vivido junto a ese pequeño bichito.
Cuando terminamos la sesión de meditación, ambos nos dimos un fuerte abrazo, de esos que no había dado en mucho tiempo por todo lo que conllevaba. Me sentía más unida a Razor, si he decir la verdad.
Eran las nueve, todavía era suficientemente "temprano" para dormir tras la gran siesta que nos aventamos, así que con la leña sobrante, hicimos una fogata. Razor comenzó a oler al aire, yo me alarmé un poco ya que, quizá, algún ladrón de tesoros o unos hilichurns estén cercan. Lo vi correr apresuradamente a unos árboles, tomé mi espada y, tras unos segundos, él regresó con una lira en sus manos.
-¿Y eso qué es...?
-Ni idea...pero tiene un olor muy fuerte, como uva, pero no es uva exactamente...
Paimon se acercó volando y examinó el objeto, llevándose una mano al mentón a la vez que fruncía el ceño.
-Es una lira, y ese olor fuerte que tiene es olor a vino. –Dijo.
-Sospechoso...
No era muy difícil llegar a una conclusión: era una lira de Venti. Solamente hay que pensarlo un poco, una lira en medio del bosque, con fuerte olor a vino y las cuerdas tenían leves rastros de energía elemental.
-Ese bardo de pacotilla. –Se quejó la pequeña. –Como no es raro, tendremos que devolverle la lira a ese tonto.
La toqué un poco, unas cuantas notas, y de hecho el sonido era muy lindo, incluso yo me sorprendí de lo bien que suena. Al final, parece que la energía elemental le ha afectado a bien a la lira, a pesar de ser una común y corriente.
Escuché en mi mente ese típico "ehe" que diría él tras ser pillado en una situación así de vergonzosa. Solamente me pregunto, ¿cómo es que llegó aquí y si es que él sabe que está en mitad del bosque?
-Has ese ruido de nuevo. –Pidió Razor, con los ojos brillándoles de la sorpresa. Hice lo que pidió, toqué un rápido fragmento de una melodía que aprendí hace un tiempo. –Sonar hermoso...
Los tres nos sentamos en la hoguera, rodeados de la luz de la misma mientras yo empecé a tocar toda la canción que sabía. Razor tomó la cabeza de Paimon, asustándola, solamente para comenzar a menearla de izquierda a derecha a la vez que él hacía lo mismo.
Realmente yo misma sabía que la canción que tocaba era muy bonita, pero con esa lira llena de energía elemental, sin duda sonaba muy bien. (Insertar canción de Espinadragón en lira :v)
Cuando terminé, Razor y Paimon me aplaudieron con bastante alegría, yo simplemente hice un pequeño gesto de aceptación.
-Sonar muy lindo, gustarme mucho.
-No pensé que la lira te gustaba.
-Ser un instrumento que transmite mucha paz. Chica luminosa transmitirme mucha paz, ella ser como melodía de una lira, porque ambas ser hermosas para mí.
-Oye, ¿por qué eres tan lindo? –Sonreí, apenada, dándole un beso en la mejilla.
-Yo solo saber decir la verdad.
Toqué algunas piezas más para mis dos oyentes, siempre supe que Razor me miraba con ojos de tonto, demostrando mucho interés en lo que escuchaba y en lo que veía. Me veía las manos, los ojos o mi sonrisa después de que terminaba de tocar.
Justamente, él me tomó de las manos para besar las mismas, sonriendo de forma alegre.
-Tus manos no solamente son para empuñar espada, sino también para causar alegrías en los corazones de los demás.
-Vamos, qué cosas dices.
Reímos un poco para dejar la lira, la fogata casi estaba por apagarse, así que le echamos un poco más de leña para avivarla, lo que sería equivalente al fuego de nuestro amor, con el único detalle de que éste jamás se apagaría o menguaría con el tiempo, de ahí que fuera tan especial.
Vimos de nuevo a la luna, por lo que él se sentó debajo de un árbol, mirándola con gusto.
-Chica luminosa poder tener ojos de miel, aunque son tan hipnóticos y lindos como la luna, gustarme mucho.
-Siendo así... -Me senté con él. –Tu cabello también recuerda a la luna, no será del todo blanco, pero sigue pareciéndose bastante, quisiera poder tocarla, a diferencia de tu cabeza.
Le acaricié los cabellos, él hizo un gesto de agrado, como si fuera un perro siendo acariciado, justamente. Nos sonreímos de forma alegre, escalando el árbol para ver con más detalle la luna.
Había espacio suficiente para los dos, y suerte de nosotros que la rama era lo suficientemente gruesa para soportarnos.
Aquel satélite de Teyvat brillaba con tal magnitud que ni yo me lo podía creer, sin duda alguna parecía más grande, y aquel espectáculo, desde ese árbol, era de lo más magnifico.
Teníamos agarradas las manos, veíamos los pájaros dormir en sus nidos, todos juntos y calientes, de ahí que me recargara en el hombro de Razor.
-Hoy quisiera que durmiéramos como esos pájaros. –Le dije, besándole la mejilla.
-Gustarme idea. –Él recargó su mejilla en mi cabeza, nos miramos por el rabillo del ojo, contentos. –Poder ver algo más en mi constelación, parece que pasar pronto.
-¿Qué es?
-Felicidad. Yo seré feliz pronto...quizá ya lo soy, fue más pronto de lo que yo pensar.
-¿Feliz? ¿Por qué te sientes feliz?
-Por estar junto a chica luminosa, tomar su mano, respirar su aroma...oler a naranja y vainilla, oler bien.
-Eso mismo me dijiste el día en que hicimos el amor por primera vez.
-Y seguir usando ese aroma, gustarme, atraerme mucho por oler bien.
-¿Entonces te sentiste atraído por mí por mi perfume?
-Sí.
Tenía sentido, en el reino animal, las hembras o los machos suelen emitir olores para atraer a sus parejas sexuales, lo mismo hacemos los humanos, pero no los emitimos de forma natural, más bien nos los colocamos. Ciertamente, y como Razor es mitad animal o algo por el estilo, seguramente para él aplica mucho más que para cualquier chico.
Tras bajar de aquel árbol, nos preparamos para acostarnos, todavía no teníamos sueño tras aquella "pequeña siesta" que nos tomamos, por lo que preparamos de nuevo un campamento improvisado, pero que serviría.
Paimon se fue a dormir, ella lo hacía en un lugar individual, supuestamente era para que estuviera más cómoda, aunque de hecho no es necesario decir para que lo hicimos de esa manera.
Nos acostamos dentro del campamento, teníamos el techo sin cubrir, de ahí que viéramos las estrellas.
Yo estaba recostada sobre el pecho de Razor, escuchando perfectamente como le latía el corazón, sintiendo su respiración en mi cabeza, lo que me tranquilizaba mucho.
Sus manos estaban en mi cintura, me tomaban con un poco de fuerza, aunque de cualquier manera no me molestaba, me gustaba estar en sus brazos ya que me sentía amada solamente por él, y eso me agradaba mucho.
Me sentía infinitamente cómoda junto a él, realmente nada me importaba en ese momento, mi mente quedaba en blanco, disfrutaba infinitamente, por lo que me acomodé un poco mejor, quedando más pegada a él.
-¿Chica luminosa tener sueño?
-Todavía no...dormir tanto tiempo en la tarde nos afectó bastante.
-Lo mismo pensar. De todos modos, yo estar acostumbrado a la noche.
-Eso lo sé bien, Razor. A veces cuando le aúllas a la luna me despiertas, sonrió y vuelvo a quedarme dormida de inmediato. A cualquiera le asustaría o le confundiría escuchar un aullido así, pero a mí me tranquiliza, sé que estás ahí conmigo.
-Siempre cuidarte cuando yo no poder dormir. Vigilar también a Paimon, estar atento a cualquier cosa.
-Si yo estuviera acostumbrada a la noche, también te cuidaría. ¿Sueles dormir mucho en la tarde?
-Algunas veces, solamente cuando yo estar muy cansado.
-La próxima vez, yo te cuidaré mientras duermes. –Sonreí, le di un besito en el cuello. –Hueles bien, a menta y a bayas.
-Suelo comer muchas, gustarme el sabor de ambas. Fresco y dulce.
-Tiene sentido... -Nos miramos a los ojos sin decirnos nada, al menos yo cerré los míos y me fui acercando a sus labios, robándole un beso bien dado mientras lo abrazaba un poco más fuerte, él hizo lo mismo.
Abrí mis ojos por curiosidad y me percaté que él tenía cerrados los suyos, se veía tan hermoso de esa manera, aunque lo único malo es que no podía ver el rojo de sus gemelos, ese color me parece tan lindo.
Veía sus cicatrices más de cerca, así como también sus ojeras, las que son profundas y bastante negras, ¿será que le afecta no dormir de noche pero lo quiere ocultar?
Nos separamos, teniendo los labios humedecidos, yo simplemente me volví a recargar en su pecho. La verdad es que no tenía ganas de hacer el amor, y seguramente él tampoco, de lo que si ya estaba teniendo ganas era de dormir.
-Buenas noches, lobito...dormiré perfectamente ya que sabré que me cuidas. –Le di un último beso en la mejilla, cerrando mis ojos para después volverme a acomodar de una forma que a ninguno de los dos nos resultara incomoda.
-Yo cuidarte, tú dormir bien. Mañana será un día luminoso ya que tú amanecer a mi lado. Yo...yo amarte, Lumine.
Escuché que formó una sonrisa, no la vi ya que tenía mis ojos cerrados, simplemente me aferré un poco más fuerte, dejando que sus manos me envolvieran.
Esa noche dormí como no lo había hecho en meses...y se explica solo: estaba al lado del chico que amo, en sus brazos, sabiendo que me cuida y que espera con ansias el día de mañana para que yo sea lo primero que vea al despertar.
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Yo cuando salga el banner de Eula :3 ya mero viene, una semanita más y ya UWU
Sonrisas que se deben proteger :3
Pues bueno, creo que me pasé un poco de miel como suelo acostumbrar, espero no les haya molestado jsjsjs la mayoría de mis lectores son mujeres (y ese número cada día se hace más grande :0), así que espero les agradara ya que sé que Razor es de los husbandos favoritos de las chicas que juegan Genshin.
Para el siguiente capítulo es lemmon...y realmente no se me viene nadie a la mente, ¿alguna sugerencia? Lo único que puedo pensar es un lemmon entre Lumine y Amber para continuar con ese acto que quedó pendiente, pero no sé que opinen ustedes.
Sin más que añadir, ojalá les haya gustado, voten, comenten su opinión y nos vemos el lunes :D
Siempre tuyo:
-Arturo.
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