El halcón y el viento
(Para esta versión de Diluc me estoy basando un poco en el Che Guevara, ¿qué por qué lo hago? :v Pues Ernesto era un PapuChe xd La maestra que lo vigiló durante las últimas horas de su vida se enamoró de él a primera vista...a pesar de que el guerrillero tenía un mes sin bañarse, estaba herido, con asma, con un greñero, y aún así era guapo. Y como Diluc enamora a cada mujer que se le cruza...pues tienen ese parecido, sólo espero no me vayan a reventar por esta decisión :'v)
El día era relativamente tranquilo por ser noche de chicas en el bar. En cuanto a Jean y Lisa, ellas bebían un poco de vino; yo, al no tener edad para beber, tomaba jugo de gancho de lobo (creo que se llama así xd), y como Amber detesta el jugo de gancho de lobo, prefirió una Sydra de manzana.
Estábamos en la parte alta, unos pasos se escuchaban de forma pesada, era un poco evidente quién venía. La persona que atendía no era Charles, sino Diluc. Sus pesadas botas se escuchaban por la escalera, presentándose ante nosotras con una bandeja de bebidas.
-Espero se la pasen bien, chicas. Cualquier cosa que necesiten, avísenme. -Pidió, de forma muy sonriente y amable.
-Con gusto. -Respondimos todas, al mismo tiempo.
Casi de forma inmediata, el sonido de aquellas botas dejaba de sonar en nuestros oídos, lo que representaba que él se había ido.
Sería una mentira decir que no suspiramos al verlo irse. Su colonia masculina se quedó en el ambiente, siendo especialmente excelente para mí. Él me gustaba mucho, desde la primera vez que lo vi quedé flechada. Aunque prefiero guardarme eso para mí...no me gustaría que sepan que me gusta.
-Vamos, se ven patéticas. -Dije, para no crear sospechas. -No sé qué le ven a ese tal Diluc, ni siquiera es tan guapo.
-¿Bromeas, Lumine? Es un papucho. -Me corrigió Amber. -Su cara parece tallada por los mismos ángeles.
-Ta' exquisito, fíjate. -Siguió Lisa.
-Como mi Senpai que es, siempre que entrenábamos juntos, por mi mente únicamente pasaba un solo pensamiento. -Mencionó Jean.
-¿Y ese cuál era? -Pregunté.
-Viejo sabroso. -Suspiró ella. -Usaba ropa ligera y, ciertamente, apretada. Se podía ver su cuerpo bien torneado. Con esos brazos, ¿quién no quisiera recibir un abrazo?
Eso era verdad...se nota que los brazos de Diluc son sumamente fuertes, y no había nada mejor que pensar en cómo sería recibir un abrazo de ellos, sentirlos, acariciarlos, probar su calor.
En realidad, a ninguna de ellas tres le gustaba, pero reconocían que era muy atractivo, casi como si esa fuera la misión de Diluc en la vida: la de derretir los corazones de cualquier mujer que se le pusiera en frente.
-Sigo insistiendo que no es atractivo, ¿qué es lo que le ven? - No debía evidenciar mis sentimientos por Diluc o, conociendo a Lisa y Amber, me arreglarían una cita a ciegas con él...eso me mataría de la vergüenza.
-Pues él es un hombre joven, guapo, carismático, sabe poesía, es inteligente, fuerte, toca guitarra, entre una infinidad más de cosas. -Explicó Lisa, todas lo mirábamos de reojo, él seguía detrás de la barra, prendía un puro mientras sonreía de forma animada, sirviendo las bebidas con bastante energía.
-A mí me gustaba el señor Diluc cuando lo conocí. Es como todo...¿quién no se enamoraría de tal hombre? El detalle es que no parece tener interés en las mujeres. -Mencionó Amber.
-Desde que lo conozco, y eso tiene más años de los que quisiera aceptar, ha corrido el rumor de que Diluc es homosexual, por eso no parece tener interés alguno en las mujeres. -Explicó Jean, yo sentí que se me caía el corazón al suelo.
-Sería una pena...tantas mujeres con las que podría tener aventuras. -Dijo Lisa, triste.
-Con esa cara y ese cuerpo, imagínate con cuántos hombres tendrá aventuras. -Dijo Jean.
-Touché...
Esa noche me fui a dormir bastante confundida, no dejaba de revolverme en mi cama, poniéndome la almohada en la cara, pensando que existía la posibilidad de que mi amor pudiera ser, no solamente no correspondido por él...sino incluso despreciado.
-Albóndigas de rábano... -Balbuceó Paimon, estaba dormida, y yo, en mi martirio, no hacía nada más que pensar en escenarios catastróficos. Únicamente podía imaginarme de quién sería amante, ¿de Bennet? ¿De Venti?...sí, creo que de Venti es lo más probable, ¿de Kaeya? ¡Muchas probabilidades y todas me atormentaban! (Nota: el DilucxVenti existe y tiene su base de fans :0)
Traté de tranquilizarme recordando lo esencial: era solo un rumor. Aunque, en caso de que Diluc no sea homosexual, todavía queda el más grande obstáculo, y ese era que él jamás se había mostrado interesado en ninguna chica.
A Donna, que siempre se la pasaba hablando de él y de lo guapo que era, jamás le había dado alas, incluso había visto que la trataba con algo de indiferencia. Con tantas chicas detrás de él, ¿qué era yo si no otra más que alimentaría su ego?
Por esa misma razón no quería, ni por asomo, demostrar mis sentimientos por él, ya que en vez de tratarme con "respeto" como lo había hecho hasta ahora, me sucedería lo mismo que a Donna. No, eso jamás. Soy demasiado orgullosa para ser tratada como plato de segunda mesa.
Para el día siguiente, Paimon me vio llena de ojeras, cansada, estupidizada por la falta de sueño, incluso estaba de mal humor. Me había quemado tomando té caliente, así que eso bastó para que explotara.
Caminaba por la calle principal de la ciudad, compraría algunas cosas para abastecerme, por ser fin de semana, descansaba esos días. Sin más, tuve que pasar por dónde se encontraba Donna...
-Estas flores rojas me recuerdan al señor Diluc, ¡quisiera que me regalara alguna un día de estos!
Ahí estaba otra vez esa maldita hablando de mi hermoso pelirrojo, inflé una mejilla y miré de forma indignada.
-Jeje, Paimon cree que te estás poniendo verde. -Se burló ella.
-Silencio, o te cocinaré. -Dije, más enojada de lo que ya estaba.
-¿Celosa?
-Sólo un poco... -Resoplé, caminando apresuradamente, haciendo sonar mis tacones.
De nuevo en la noche, estábamos en el bar las chicas y yo, aunque me notaban de muy mal humor. Incluso el ambiente era silencioso e incómodo.
-Bueno...salud por un día más de vida. -Lisa rompió el hielo, alzando su copa de vino, a lo que las demás hicimos el rápido brindis para festejar. -Haré una pregunta curiosa, por decir lo poco...¿alguna de ustedes tiene algún enamorado por ahí?
-El trabajo me lo impide. -Adelantó Jean, de forma tajante.
-En realidad...no. -Respondió Amber, pensativa. Todas me miraron a mí.
-¿Alguna cosa que decir, Lumine? -Sonrió Lisa, coqueta.
-Tampoco... -Dije, entre enojada y frustrada.
Daba la casualidad de que Lisa había experimentado con una poción...una poción de amor. Le había salido a la perfección, utilizando como conejillos de indias a dos muchachos que intercambiaban cartas, pero que no estaban seguros de iniciar algo.
Ella, de forma absolutamente maquiavélica, había interceptado los sobres para cartas de ambos amantes, poniendo un poco de poción en la parte del adhesivo que se tiene que lamer para que quede pegado.
El punto era que...cada uno de ellos tenía una fotografía de su enamorado al lado de donde solían escribir las cartas, así que al lamer la poción puesta en el adhesivo de la carta y viendo la foto de su enamorado...quedaron flechados a primera vista.
-¡Eso es moralmente incorrecto en tantos aspectos, Lisa! ¡Deberías avergonzarte de lo que hiciste! -Se quejó Jean.
-Ya no puedo deshacer el hechizo por más que quiera...así que ni modo, jeje. -Su cinismo era absoluto. -Quería saber si alguna de ustedes deseaba quedarse con la poción, a mí no me sirve de nada. -Nuevamente, todas me miraron a mí.
-No tienes interés en la poción...¿o sí, Lumine? -Preguntó Amber.
-Claro que no...pero la conservaré ya que puede ser necesaria para otro experimento. -Tomé de forma inmediata la botella para ponerla en mi bolso.
-Sé que no te interesa, pero en realidad no tienes que hacer que la persona beba la poción en cuestión, con mezclarlo con alguna bebida, como leche, agua, ron o vino será suficiente...
-Cl-claro que no me interesa saberlo. -Tenía esa información bien anotada en mi cabeza, me daban ganas de escribirla para no olvidarla, pero me contuve lo más posible.
Algunos aplausos y ovaciones se escucharon de la nada, al fijarnos de reojo a ver qué sucedía, nos dimos cuenta que Diluc tenía una guitarra en sus manos, dejando su puro en un cenicero a la vez que se sentaba en la barra. Parecía ser que tocaría alguna pieza como suele hacerlo cuando está de buen humor...lo que es bastante raro, según me han contado.
-Hoy me encuentro tan de buen humor que...les voy a empujar un pequeño versito. -Todos aplaudieron al tiempo en que Diluc se vio obligado a estar callado por el aplauso, sonriendo a la vez que miraba al suelo. Su sonrisa me encantaba demasiado. -No se preocupen. No es de mi propia inspiración, es un poema, no son más que unos párrafos, pero ver a alguien en especial me ha puesto de muy buen humor, y quisiera que ese alguien en especial los escuchara de mi propia voz en vez de dejárselos en una carta o algo por el estilo. Más o menos es así, ya que no tengo muy buena memoria:
Imagínate
Que desde muy niño
Te llevaba flores
Te daba mi abrigo
Imagínate
Que soy el amigo
De tu mismo grado
Que lleva tus libros
Imagínate
Que soy de tu calle
Que siempre pasé
Por donde miraste
Imagínate
Que hasta mi perro
Me busca en tu puerta
Cuando me le pierdo
Imagínate
Que eres mi dama
Mi último sueño
Mi más roja flama
Imagínate
Que somos nosotros
Tú y yo para siempre
Que no eres de otro
Justamente al dejar de tocar las cuerdas de la guitarra, vio a la mesa dónde yo estaba, guiñando el ojo. Todas nos quedamos en blanco, ¿a quién había visto? ¿Para quién había guiñado el ojo? ¿Quién de nosotras fue la inspiración para ese "versito" y que fuera declamado por él en un acto de esa naturaleza?
Muchas preguntas y pocas respuestas.
-¿Vieron lo mismo que yo? -Preguntó Amber, eufórica.
-Diluc le guiñó el ojo a una de nosotras. -Afirmó Lisa.
-Puedo decir que yo no soy...o eso espero. -Finalizó Jean. Como ya era costumbre, todas me miraron.
-N-no tengo nada que decir porque no vi nada de lo que me dicen.
Tras una canción más de un estilo épico, Diluc regresó a su labor, fumando de nuevo su puro a la vez que limpiaba vasos o servía algunas bebidas. Se notaba bastante sonriente, y algunos clientes le alababan su forma de cantar y de tocar guitarra.
Todos se preguntaban, aunque sobre todo yo por ser a quién más le importaba, quién era la persona especial de Diluc. Lo que más temía no es que esa persona fuera una mujer sino, y como decían las malas lenguas, un chico. No dijo "mujer especial" sino "persona" y ahí puede entrar tanto una mujer o un hombre.
Despejé lo más posible de mi mente cualquier pensamiento, bebiendo rápido lo que tomaba. Quería un poco más, así que alcé la mano para llamar la atención de Diluc, aunque me encontraba en el segundo piso.
Él me miró con una ¿sonrisa? Parecía sonreírme de forma comprensiva, o lo que me daba la impresión de que eso era.
Pasados unos segundos, las botas de Diluc se escuchaban subir por la escalera, el problema era que no quería verlo a los ojos, me empezaba a arrepentir de pedir una bebida.
-Lumine, ¿qué se te ofrecía? -Preguntó.
-L-lo mismo de siempre.
-Entiendo. De inmediato te lo trairé. Señoritas, con vuestro permiso. -Dijo él, de forma coqueta aunque sin dejar de mirarme. Sentí que las mejillas se me ponían rosadas por la pena.
-Yo creo que ya sé a quién de nosotras cuatro le guiñó el ojo y le dedicó esa linda canción. -Rió Lisa.
-Sí, es bastante claro. -Afirmaron Jean y Amber.
A los pocos segundos, Diluc subía con una copa en su mano, acompañada de una servilleta. -Para ti, Lumine. -Me sonrió. Noté que la servilleta tenía algo escrito en la parte posterior. -Siento que me estoy ahogando, iré a tomar un poco de aire en la terraza.
Al tomar la servilleta para ver qué era lo que decía, leí un "sígueme". Apenas procesé esas palabras quedé roja como un tomate, bebiéndome la bebida al contado, me había dado mucho calor y sentí que necesitaba algo frío.
-M-me siento un poco mal, también iré a la terraza. -Fui corriendo a la misma, nerviosa y temblorosa como gelatina. Sentí las miradas curiosas de mis amigas sobre mi espalda.
Al abrir la puerta y entrar a la terraza, vi dos copas de vino y una vela en la mesa de la misma, Diluc miraba a la luna, que brillaba de una forma espectacular. Él tenía las manos en la espalda, fumaba un puro casi consumido para únicamente tomarlo y tirarlo por la cornisa.
-Creí que...que no vendrías.
-¿Qu-qué es lo que se te ofrece, Diluc? ¿La mesa está reservada?
-Así es.
-¿No deberíamos regresar adentro? Sería una falta de respeto que las personas que esperan esta mesa se encuentren con nosotros. Y, aunque seas el dueño, no es correcto.
-La mesa está reservada, sí...el detalle es que está reservada para nosotros dos.
-Ah... -Sin apenas impedirlo, me sonrojé una vez más. No me la esperaba.
-¿Te había dicho que cuando te sonrojas me recuerdas a una margarita voladora? Aunque algo me dice que, justamente, son tus favoritas. -En una de las manos que tenía en su espalda, Diluc tenía una margarita voladora que se mecía con el poco viento que había esa noche. -Para ti.
-Gr-gracias... -No me puse más roja por no poder. Tomé la margarita en mi mano, naturalmente acercándome a Diluc para poder hacerlo, su fragancia había cambiado de ayer a hoy, era diferente...pero con un olor que me encantaba mucho más.
Ambos nos sentamos en la mesa con las copas de vino, haciendo un pequeño brindis. Él no me dejaba de sonreír muy animadamente, teniendo otro puro en sus labios el cual prendió...¿cuánto fumará este hombre?
Eso sí, no niego que el olor del tabaco mezclado con el de su perfume lo hacen oler sumamente varonil, es como la representación masculina más fuerte de los Arcondes en Teyvat. Fumaba lento, expulsando mucho humo después de cada bocanada.
-¿Por qué?
-¿Hum?
-¿Por qué me dedicaste esos "versitos"? De tantas mujeres que hay en toda la ciudad, el 95% de ellas están locas por ti...¿por qué de todas ellas fui yo?
-Sí, en eso tienes razón. -Fumó de su puro de manera lenta, se notaba serio, viéndose terriblemente más guapo de lo que se veía sonriendo. -En realidad sé que hay un rumor que dice que soy homosexual debido a que no le prestó atención a las mujeres...respecto a eso...
Mi corazón empezó a latir rápidamente, de la respuesta que me daría Diluc dependía todo. De ser cierto, me rompería el corazón, ya que no tendría ninguna oportunidad con él, y quizá únicamente todo esto era alguna especie de forma de sacarme información de algún chico que le gustara.
-Ese rumor lo inventé yo mismo ya que no quería tener detrás a una multitud de mujeres. Soy muy reservado, no me gustan tanto las multitudes. -Eso no respondía para nada mi duda, seguía muy nerviosa. -Y la realidad es que...es falso. Tenía la esperanza que se corriera el rumor de forma generalizada, pero fue un fracaso absoluto. -Suspiró.
-Eso es un poco cruel, Diluc. No puedes jugar de esa manera con los sentimientos de las mujeres. Tú ya has de saber que Donna está loca por ti, ¿cómo crees que reaccionaría a un rumor así? Le romperías el corazón por mero egoísmo. Eso es de patanes.
-Hehe. -Soltó Diluc.
-¡"Hehe" 'te nandayo! (😂😂😂)
-Bueno, si tú tuvieras una multitud de hombres que creen estar "enamorados" de ti, lo entenderías. Si les preguntas a todos ellos por qué te aman no lo sabrán responder. Solo les gustarías por lo guapa que luces, por ser fuerte, astuta, linda, inteligente, determinada, valiente y no por quién en verdad eres. -Me sentí apenada y halagada ante todos esos calificativos que usó para describirme. -Esas mujeres me "aman" por mi dinero y porque soy guapo, pero nunca han entablado palabra conmigo, ¿cómo saben que les puedo gustar si no me conocen? Eso es lo que me molesta, por eso llegué a ese extremo.
-S-si lo pones así...tiene sentido. ¡Aunque deberías tener más tacto! Toda esa sensibilidad que aparentas me da la sensación de que es una mera fachada.
-Oye, te dediqué una canción, te invito una copa del mejor vino del mundo gratis y te reservo esta mesa, ¿y me tratas de esa manera?
-¡O-oh, lo siento! ¡Cr-creo que fui un poco insensible, olvidé por qué estábamos hablando!
Agaché la mirada al estar completamente apenada. Tiene razón, fui una insensible, lo traté de mala manera a pesar de lo lindo que se portó conmigo. ¡Rayos, ahora creerá que soy una malagradecida! Maldición...mis oportunidades con Diluc se fueron directo al caño...o eso pensé.
Diluc me tomó de la mano, cuando levanté la mirada, me di cuenta que sonreía tiernamente, acercando el dorso de mi mano a sus labios, dándole un beso muy delicado y tierno. Sentí que me faltaba el aire tras eso.
-¿Querías que te dijera por qué de entre todas las mujeres de la ciudad te dediqué exclusivamente uno de los poemas más románticos que conozco? Simple...tú eres diferente a todas las mujeres. Cualquiera solaparía mi actitud de patán y egocéntrico, pero tú no. Lumine, he tratado contigo lo suficiente para saber que eres una mujer extraordinaria, ¿escuchaste todo lo que dije de ti?
-S-sí... -Dije, apenada.
-No cualquier mujer tiene todo eso que mencioné. Ni siquiera Jean, que es la mujer con quien más he convivido. No te comparo con ella...quiero que sepas lo que eres para mí.
Él se levantó de la silla, bebiendo un poco de vino. Tomó mi hombro a manera de pedirme que me quedara sentada. Era el Caballero Obscuro...tan guapo, varonil, decidido y "respetuoso".
Él trataba de arrancar una de las ramas que adornaban el bar, yo recordé de forma inmediata que tenía la poción que me dio Lisa, la vertí rápidamente en el vino de Diluc. Rayos, lo critiqué por ser egoísta, pero prácticamente lo estoy obligando a enamorarse de mí, ¿qué tal si nos conocemos mejor y se arrepiente de sus palabras? Ahora yo era la egoísta.
A los pocos segundos sentí algo sobre mi cabeza. Alcé mi vista, vi que Diluc me había hecho una corona de flores, él me sonreía, sentándose de nuevo en su lugar.
-Si me permites el halago...te ves más hermosa con esa corona de flores, Lumine.
-Ay, Diluc... -Mis mejillas se sonrojaron. -¿A qué se debe tal gesto?
-La corona de flores sólo indica una cosa. -Él tomó su copa, a punto de beberla. -De todas las flores, la reina eres tú. -Me sonrió de forma seductora, aventando la copa a la calle...yo abrí los ojos de la sorpresa. -Ese vino olía raro, ¿lo adulteraste con algo?
-N-no sé de qué ha...
-Sí o no, Lumine... -Su mirada se tornó fría y sumamente molesta.
-Ta-tal vez...
-¿Con qué me ibas a adulterar? ¿Era veneno o alguna poción?
-¡Po-poción! ¡No pensaba mata...!
-Eso creí...¿poción de amor?
-S-sí...perdóname, Diluc, no debí haberlo hecho. -Me levanté de inmediato, queriendo escapar a la voz de ya, a donde quiera que fuera, pero no quería verlo a los ojos, no podía, la vergüenza me mataba.
No debí haberlo hecho, él de buena voluntad quería pasar una velada linda, ya me tenía sobre cualquier mujer, ¿y todo eso para que yo lo arruinara? No pude haber hecho algo peor.
Estaba por llorar, tenía que evitarlo hasta llegar a mi casa.
Sin embargo, Diluc se me adelantó muchísimo, hábil como sólo él puede serlo. Bloqueó la puerta con una de sus manos, quedé bien cerca suyo. Para rematar, azotó su otra mano contra la pared, dejándome sin escapatoria.
Y yo que no podía ni verlo a los ojos tras lo hecho...y es lo único que entra en mi campo de visión.
-Eres una tonta, Lumine.
-¡Y-ya lo sé! -Me solté a llorar de la desesperación. -¡No debí haber hecho eso, de verdad perdóname por querer obligarte a que te enamoraras de...! -No pude terminar la palabra que quería decir...algo me bloqueó los labios.
Había recibido un beso de Diluc, él tenía los ojos cerrados, yo los tenía tan abiertos como platos, no me podía creer lo que pasaba: el chico del que me había enamorado me estaba besando en los labios con el que se notaba era un amor muy intenso y real, sin necesidad de pociones o embrujos.
El beso poco duro, o bueno, "poco". Fueron como treinta segundos los que nos besamos sin parar. Cerré mis ojos, abrazándolo con intensidad mientras comenzaba a resbalarme por la pared, cayendo los dos arrodillas al suelo, que fue cuando nos separamos sin levantarnos.
Había descubierto lo que era estar envuelta en los brazos de Diluc: sentía un calor profundo, su colonia masculina me invade por cada rincón, y siento levemente el latir de su corazón.
-¿Por qué?...
-Lumine, eres una tonta...si crees que necesitas de pociones para enamorarme. Desde que combatimos juntos a la Orden del abismo me quedé enamorado de ti. Pensaba en ti todos los días, desesperado por no poder verte, por no saber nada de ti. Por eso ayer que te vi me sentí tan feliz, quería estar contigo a solas. Necesitaba decirte lo que siento, y discúlpame por asustarte y hacerte llorar. Si tú eres tonta por creer que necesitas magia para enamorarme, yo soy el más grande de los patanes por hacerte llorar.
-Diluc... -Comencé a golpearle el pecho, entre enojada, feliz y apenada. -¡Me diste un enorme susto, pedazo de tonto! ¡Pensé que me odiabas por eso, que no querías saber nada de mi, que te importaría un bledo el que yo te amara y que las oportunidades de que me amaras se habían ido al demonio!
-¿Eso quiere decir que me amas? -Su pregunta me hizo sonrojar.
-¡Claro que sí, idiota! ¡Aparte de ser un patán eres un idiota! -Se soltó a reír, ayudándome a levantar.
-Soy muchas cosas, Lumine. Entre ellas...tu novio. Sí, no hace falta que me lo preguntes, ya sé que quieres que seamos novios...y acepto.
-Te insultaría de un y mil maneras...pero tienes razón.
Ambos nos dimos un abrazo de reconciliación, el cual duró algunos segundos en el que nuestras respiraciones se tranquilizaron. A pesar del movimiento que tuvimos, mi corona de flores quedaba intacta. Ambos nos vimos a los ojos...era una buena distancia la que nos separaba.
Sin pensarlo, nos juntamos lo suficiente, él me cargó para que quedáramos a la distancia. Ahí, nos acercamos más fácilmente a nuestros labios para darnos el mejor de los besos: uno con sabor a vino, tabaco, perfume varonil, bañados por la luz de la luna y escuchando los cantos de los bardos dentro del bar.
______________________________________
Si no fuera hetero, la verdad estaría igual de enamorado de Diluc que de mi hermosa Lisa :v
Ooookeeeeyyy no sé que tan bien me salió, es la primera vez que hago un manuscrito que tome a Lumine como protagonista, y luego con este Diluc multifacetico :v seguramente a algunos les sorprendió cuando pareció que Diluc estaba enojado con Lumine...pero al final todo salió mejor de lo esperado uwu
El siguiente capítulo también tendrá como protagonista a Lumine, aunque ahí sí se van a enojar mucho (Spoiler alert, es Lemmon y tiene que ver con Nobile así que ya se podrán hacer una idea)
Nos vemos hasta entonces!
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
Posdata innecesaria: si buscan LisaxFischl en Google imágenes van a encontrar un CHINGO de porno...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro