Dos fragmentos gemelos de una misma estrella.
Como era costumbre, no tenía ni un mora en el bolsillo, tenía hambre por no haber comido nada desde ayer, necesitaba libros para investigaciones, pagar la renta...en fin, muchas cosas y no tenía nada con qué pagarlas.
Escuché, casi como si fuera fortuna mía, la voz de cierta hada voladora que suele ser muy tierna a la vista pero con bastante temperamento y que puede refunfuñar mucho.
Me sorprendí de verlos, saludándolos con afabilidad. No es por ser interesada...pero quizá Aether pueda consentirme algún "capricho". No sería la única que lo estafa... (Zhongli: que veo? Un rival)
-¡Mona! -Gritó Paimon, bastante contenta.
-Hola, chicos. ¿Qué los trae por acá?
-Oh, tú sabes. Aether dijo que quería invitarte a comer.
-¡¿Enserio?! Hum, jum, jum. Digo, ¿enserio? Qué amable, ¿a qué se debe el gesto?
-Quería platicar algo contigo, Mona. Quizá sea un asunto importante.
-Ah, claro. Si es tema sobre astrología, podré orientarte de forma segura.
Caminábamos por las calles de Mondstadt, yo trataba de evitar a toda costa que me rugiera el estómago ya que tenía tanta hambre que parecía que un león vivía dentro de él. Por suerte, mis problemas estaban resueltos...temporalmente.
Aether, como tal, no mencionaba el tema por el que me había buscado, aunque no niego que disfrutaba de su plática, que tenía que ver con un lugar hermoso que había encontrado.
Yo no he visitado todo Modnstand todavía, así que puede que ese lugar sea más bien desconocido para mí, y es algo normal...no es como que tenga dinero para comprar equipamiento de excursión.
Aether fue bastante caballeroso, me movió la silla y me la juntó a la mesa una vez me hube sentado afuera de la Taberna Cola de gato, pidiendo por mí todo lo que necesitara. Recuerdo que necesitaba azúcar para mi té y él se paró y la consiguió personalmente.
Fueron gestos muy lindos, aunque no pude evitar notar que no dejaba de verme con cara de tonto...¿esa será su cara normal? La verdad es que no tengo ni la menor idea.
Como fuera, él seguía desviando el tema que tanto me interesaba ya que, según yo, tenía que ver con astrología...irónicamente, nada tenía que ver.
-¿Entonces, qué era lo que querías decirme?
-Paimon, toma esto y ve a comprar algunas manzanas, ¿de acuerdo? Cómete las que quieras. -Él le dio un saco de moras a Paimon y ella sonrió.
-¡Ohh, claro que sí! ¡Paimon va enseguida! -Ella se fue volando.
-¿Por qué fue eso?... -Pregunté con una sonrisa, dudosa.
-Lo que quiero decirte es más que nada...muy personal. Mona, siéndote sincero, y sé que sonará atrevido a más no poder pero... -Comencé a notar que se sonrojaba y sus palabras vacilaban. -Estoy enamorado de ti, desde que sucedió lo de los meteoros y el viaje que tuvimos juntos, no he dejado de pensar en ti ni un solo segundo.
-¿Ah? -Abrí los ojos con digna sorpresa, la verdad es que no me lo esperaba para nada.
-Sé que no te intereso, o eso pienso.-Miraba a otro lado, aunque después me miró a los ojos, más o menos confiado. -Aunque te tengo una oferta que no podrás rechazar.
-¿Cu-cuál oferta?... -Me cubrí la comisura de los senos, algo me dice que quiere pagarme por tener sexo conmigo, y aunque me ofreciera todos los moras del mundo, jamás aceptaría.
-¿Cuánto dinero quieres por ser mi novia?
-¿Eh?... -Me sorprendí más al no esperarme esa pregunta.
-Hagamos un trato...podrías ser como mi "novia de alquiler" (referencia :v). Se me ocurre...¿te gusta unas setenta mil moras por fin de semana?
-¡¿Setenta mil moras?! -Grité, varias personas se me quedaron viendo. -Perdón... -Nos acerqué a ambos para hablar más en secreto. -¡¿D-de verdad me pagarás setenta mil moras por algo así?! ¡Eres un enfermo!
-Quizá y tienes razón...estoy enfermo de amor por ti. -Me desvió la mirada, sus mejillas se pintaron de rosado.
-Aether, debo admitir que es patéticamente tierno el que estés tan desesperado...Sigh, aceptaré si puedo poner condiciones.
-La realidad esperaba que lo hicieras...
-No besos en los labios, cualquier parte que quieras tocarme tendrá que ser bajo mi consentimiento, no sexo, obviamente, pero sobre todo: ¡no lo vayas a presumir! No quiero preguntas tontas de gente más tonta.
-Al menos déjame poner condiciones a mí también...quiero que, aunque no lo sientas, has que los momentos que pasemos juntos sean como si de verdad fuéramos novios, ¿de acuerdo? -Me tomó de la mano con delicadeza.
-De acuerdo. Por eso lo digo, Aether, es patéticamente tierno el que quieras pasar tiempo conmigo de esa manera. -Apreté un poco mi agarre, como dando mi consentimiento. -Aunque...¿podemos empezar hoy? Y-y un adelanto no estaría mal. -Fue evidente que un sonroso se pintó en mis mejillas, le desvié la mirada.
Él comenzó a reír, dejando algunos moras en la mesa para después levantarse, tomándome nuevamente de la mano y que nos fuéramos de las mesas.
Y así pasaron varias semanas, en las que siempre me iba a algún lugar lindo junto con Aether. Visitábamos lugares que él hubiera visto, yo me divertía mucho, lo reconozco, salíamos a cenar a restaurantes bellos y no muy caros.
Lo bueno es que ya no me faltaba nada, y mi laboratorio en Mondstadt estaba cada vez más adornado y más lindo, podía darme algunos "lujos" como comprarme libros más caros al ya no tener que comprar ediciones viejas y desgastadas. Hacía mucho tiempo que no pasaba por mi nariz el olor a libro nuevo.
Eran buenos tiempos, no lo niego.
De hecho tuvimos en una ocasión una cita relacionada con libros, siendo una visita rápida a una de las bibliotecas de Liyue, así que no debía de preocuparme mucho si es que nos veían.
Lo bueno es que no encontraría a mi maestra...sigo creyendo que ella me matará apenas ponga un pie cerca de su casa, y eso es algo que claro me quiero evitar.
Dejando eso de lado, Aether y yo íbamos tomados de la mano, buscábamos algún libro "de parejas" para leerlo entre los dos. Debía ser corto, lindo, y más o menos útil. Si bien yo leo mucho, no es literatura, sino más bien libros de ciencia.
Él le dijo a la chica del mostrador que queríamos un libro "para parejas" ella nos dedicó una sonrisa pícara, riendo un poco.
-Lo traeré enseguida. -Dijo, retirándose entre las estanterías, tanto Aether como yo nos confundimos, mirándonos para luego alzarnos de hombros.
Él vio un pequeño relato que tomó en sus manos, era un libro de no más de unas treinta páginas, leyó el parco prólogo, hizo un gesto de aprobación y me lo dio.
-Quizá éste sea el mejor. -Me sonrió, yo también leí el prólogo, me pareció lindo, así que también accedí a comprarlo. Nada más faltaba el que la señorita regresara para poder pagarle.
Ella regresó, el libro tenía cubierta, la que parecía ser de un libro de filosofía...¿pero que tiene eso que ver?
-Aquí está lo que pidieron. -Dijo, Aether le quitó la cubierta y era un libro...de posiciones sexuales.
A los dos se nos abrieron los ojos, quedamos rojos como tomates, nos vimos a los ojos para él taparse la entrepierna y yo me cubrí los senos, lanzamos un pequeño grito de incomodidad.
-¡Diablos, señorita! ¡No de esa clase de parejas! -Exclamé, apenada.
-¡Oh! Mil disculpas, los libros de romance se encuentran en el segundo pasillo.
-N-nos llevamos este, no se preocupe. -Tartamudeó él, también sumamente apenado.
Nos fuimos echando humo de la cabeza y con pocas ganas de mirarnos. No éramos novios, apenas nos considerábamos amigos y lo que nos definía era más bien "conocidos".
De cualquier modo esa tarde nos acostamos en el pasto de uno de los bastos llanos de Liyue, pusimos una manta, una sombrilla y el libro en cuestión. Quedamos acostados boca abajo, nuestros pies quedaban juntos al igual que nuestros hombros.
Nos dirigimos la mirada de forma rápida, sonriéndonos fugazmente, yo comencé a leer las primeras quince páginas del libro, lo que me tomó unos buenos 20 minutos.
Seguidamente de eso, nos acostamos boca arriba, él tenía el libro en una mano, leía el resto del cuento, el que no negaré era muy bonito y tierno, así que valió la pena pasar un poco de vergüenza para conocer esa historia.
Él me tomó la mano, llevándola hasta su pecho, el cual yo tomé con suavidad.
-¿Puedo besarte la mano? -Me preguntó, un poco apenado pero entusiasmado al mismo tiempo.
-Hum...no veo por qué no. -Afirmé, él sonrió muy contento, dándome un pequeño beso en el dorso de la mano, lo que me transmitió un escalofrío que me corrió hasta la espalda baja, lo que me sorprendió.
En algunas ocasiones, y mientras Aether seguía leyendo, daba pequeñas pausas para besarme la mano, eso me ruborizaba levemente, haciéndome sonreír de manera involuntaria...¿por qué?
Esa noche regresamos a Mondstadt, él me acompañó hasta mi laboratorio, dejándome en la puerta del mismo. Se llevó su mano derecha hecha puño a su hombro izquierdo, como si fuera uno de los Caballeros.
-Hasta el próximo fin de semana, Mona. Espero con ansias ese día. -Me sonrió, tomando de nuevo mi mano para hacer una reverencia y darle un pequeño beso a la misma.
-Gr-gracias por la cita de hoy, Aether. -No pude evitar sentirme apenada, se despidió dándome el saco de moras con el pago correspondiente.
Esa noche...esa noche soñé con él.
La cita que más me gusto, que hasta yo misma me sentí enternecida, fue cuando fuimos a ver las estrellas en el campo. Estábamos en la Cima Chingyun que era de los lugares más altos de Liyue, montamos un telescopio prestado y nos pusimos a ver las constelaciones, estando tomados de las manos.
Nos vimos a los ojos para sonreírnos, regresando la vista al cielo nocturno. Todo seguía igual, yo no podía ver su destino ya que esa nubosidad evitaba que descifrara su constelación.
Dormiríamos en ese lugar, cada quién tenía su hamaca, colgaríamos las dos en el mismo árbol, que era muy grande y muy grueso, así que no teníamos problemas.
A pesar de estar separados por la tela de la hamaca, lo que sí compartíamos era la manta, estábamos tomados de las manos, a petición suya.
-Debo admitir que la cita de hoy fue muy linda, Aether. -Confesé, sin dejar de ver al cielo.
-Sabía que te gustaría, por eso pensé en ella. No fue muy difícil de planear, pero los pequeños detalles fueron lo importante.
-Me pareció impresionante la cantidad de estrellas que alumbraron la noche de hoy. Me recuerda a la vez que nos conocimos.
-Sí, a mí también me lo recordó...dirás que soy patético, o que debo de madurar, pero le pedí a una de esas estrellas que te enamorarás de mí. -Sentí cómo soltaba mi mano, dándome la espalda para dormir. -Buenas noches, Mona.
Me sentí un poco sonrojada. Había olvidado por qué pasaba esto, él me paga por ser su "novia". Aunque más bien me paga por salir con él cada fin de semana, lo que sí, es patético, pero él es tan buen chico que, más que causarme lástima, me da un poco de tristeza por él.
No merece estar enamorado de mí, él merece a una chica que le pueda devolver todo el amor que desea dar.
-Aether, no a cualquier estrella se les piden deseos...solo son a las estrellas fugaces.
-Me lleva la chin...
Para la mañana siguiente, los dos preparábamos el desayuno en una hoguera que hicimos, el cielo se notaba tan lindo porque, literalmente, casi quedábamos por encima de las nubes. El azul del cielo de aquí se ve más claro por lo despejado que queda todo.
El ambiente era silencioso, ya que conocía ese pequeño secreto de Aether...lo que me torturaba un poquito por dentro. Maldición, estoy pensando en prepararle una poción que le haga odiarme, no merece esto.
Lo único malo sería que me quedaría sin ingresos...otra vez. Pero hey, ya tenía muchas cosas que me faltaban, así que los pocos gastos que tenía se verían minimizados todavía más, comer y pagar la renta ahora sería mi única preocupación.
Noté que la forma en que adornó mi desayuno era bastante linda, y yo hice lo propio, como buena "novia" que soy, decidí consentir a Aether, no quería sentirme peor de lo que ya me sentía.
-Di "ahh". -Sonreí, llevándole un pedazo de manzana con repollo y huevo duro cerca de la boca.
-"Ahh" -Dijo él, confundido, yo metí cuidadosamente el tenedor en su boca, él mordió y comenzó a masticar. Su expresión genuina de sorpresa no pudo ser mejor.
-Es delicioso, ¿solamente es ensalada saludable?
-Sí y no. -Sonreí. -Es mi especialidad, la llamo "Sabiduría suprema". Claro que ésta figura no se mantiene sola.
-Cierto, cierto. -Le llevé un poco más de ensalada a la boca. -La fruta en el desayuno cae excelente.
-En efecto. -Nos sonreímos cerrando los ojos para continuar el desayuno.
Bajamos de una manera tranquila, todo se veía tan bello con la luz del amanecer, incluso parecía que el pasto brillaba por el gran reflejo del sol que apenas pegaba relativamente fuerte a esa hora del día.
Regresaríamos a Mondstadt, nos teletransporté al puente que da a la ciudad una vez bajamos toda la pendiente. Estábamos agotados, de eso no nos quedaba ni la más remota duda. Lo primero que haría sería acostarme en mi cama, aunque me daban ganas de quedarme de nuevo en la hamaca por lo cómoda que es.
Actuamos como si nada, ya en las cercanías, y según lo estipulado por nosotros, no tendríamos las manos unidas. Era el momento en que volvíamos a la realidad, para bien o mal.
Al llegar a mi casa, yo abrí la puerta, Aether quedó en el umbral de la misma con una expresión un poco triste.
-Pasa, por favor. -Sonreí, él se adentró rápidamente. -Fue un buen fin de semana, no lo dudo.
-Sí, creo que ha sido el mejor fin de semana que hemos tenido juntos. -Él sacó la bolsa de moras en que solía darme el dinero, dándomela en la mano. -Tratemos que el siguiente sea igual de bueno, incluso mejor. -Sonrió.
-Sería una excelente idea. -Regresé la sonrisa. Él hizo una pequeña reverencia, despidiéndose con un beso en el dorso de mi mano para luego salir de la casa, ya me había acostumbrado a ese gesto, siendo incluso hasta gustoso el sentir sus labios en mi mano.
Di un suspiró, cayendo al sillón. Veía la casa, todo quedaba tan bien adornado, incluso la silla en la que estaba sentada, pero eso me parecía tan vacío.
Gran parte de lo que me rodea se debe a la felicidad de Aether, y no me parece justo, tomé el saco, revisando que tenía la cantidad de dinero justa, la que siempre acordamos. Suspiré de nuevo, me sentía horrible por eso.
-¿Por qué te tuviste que enamorar de mí, Aether? Haré las cosas a la mala entonces...
Preparé de forma inmediata los ingredientes contrarios a los que se usarían en una poción de amor, la teoría dice que eso únicamente puede significar una cosa: cuando alguien beba de la copa que prepararé...odiará de forma irreparable a la persona que tenga enfrente suya.
Me encargaría de dársela a Aether la siguiente semana, quizá en una taza de café, pues el contenido es bastante negruzco. Adiós a mi vida de comodidades, pero no puedo vivir tranquila mientras Aether siga sufriendo de esa manera por mi culpa.
Podría darme igual, de eso soy bien consiente...pero él tiene un corazón de oro, y no puedo hacerle eso. Todo acabaría entre los dos.
Justamente, para la semana siguiente, lo invité a mi casa a beber un poco de café, Paimon no estaba con nosotros, no quiero que haya daños colaterales.
Nos sentamos en la mesa que había comprado con el dinero que Aether me había dado anteriormente, sonreía de forma falsa, ya que me partía el alma que las cosas tuvieran que terminar así tras tanto tiempo pasando muy lindos momentos a su lado.
-Habrá una lluvia de estrellas en dos meses, ¿te parece bien si vamos esa noche a verlas? -Me preguntó, con notoria emoción.
-Sí. -Sonreí. -Las lluvias de estrellas son de las cosas más hermosas, ¿y qué mejor que verlas junto a una persona especial?
No era mentira lo que decía, Aether es una persona especial, y me gustaría mucho ver la lluvia de estrellas con él. Su bebida ya se encontraba adulterada con la poción, era cosa de que bebiera.
-La bebida favorita de Amber es el café que hace Jean, eso me lo dijo hace tiempo. Me pregunto...me pregunto si el café que haces tú será mi bebida favorita. -Rió, bebiendo del café, aunque haciendo un gesto de extrañeza, incluso de desagrado. -Es muy amargo. -Siguió bebiendo.
Ahí acababa todo, con la casi media taza que bebió en apenas tres sorbos será más que suficiente para que la poción haga efecto y Aether comience a odiarme de forma irreparable...sin embargo, no pasaba nada, no había reacción.
Esa poción deberá hacer que él desee que pase algo que me borre de pronto, una luz cegadora, un disparo de nieve, que ojalá por lo menos se lo lleve la muerte para no verme tanto, para no verme siempre en todos los segundos, en todas las visiones.
-¿Por qué tan triste, Mona? Veo que tienes una cara larga. -Observó, un poco preocupado.
-¿No te sientes raro?...¿qué sientes por mí?
-Bu-bueno...es complicado de decir, incluso me daría un poco de vergüenza decírtelo, pero creo que como "novio" que soy, tengo la obligación moral de decirte. -Se aclaró la garganta, mirándome con cierta ternura e inquietud. -Por ti, Mona, siento...un amor irremediable, algo a lo que no podría renunciar nunca, ni aunque me obligaran a ello, un amor poético, romántico, que sé que no será perfecto, pero tendrá su buen sabor.
-Oh...gr-gracias, supongo... -Me llevé la mano a una de mis coletas, girando la misma sobre mi dedo índice. Me sentía bastante halagada y apenada por las palabras de Aether.
"Un amor irremediable, algo a lo que nunca podría renunciar nunca, ni aunque me obligaran a ello." Pues sí que tiene razón, traté de obligarlo a que dejara de amarme y que me odiara, pero no hay poción suficientemente fuerte para poder quitar de su pecho lo que siente por mí...
El próximo café que le serví le gustó bastante más, le mentí diciendo que era una variedad diferente, de ahí que cambiara el sabor y el amargor. Ni yo misma me lo podía creer, era sorprendente la enorme fuerza con la que Aether me ama.
Por una parte, me parece algo tan bello ya que me es tierno y halagador que un hombre tenga sentimientos tan puros hacía mí...pero por el otro, me hace sentir más mal de lo que ya me sentía. Si tan solo pudiera regresarle mi amor con esa misma intensidad.
Las semanas siguieron como normalmente lo harían, e irónicamente los fines de semana se me hacían tan cortos, necesarios, queridos y las entresemanas tan largas, aburridas y tediosas.
Por alguna razón que no me podía explicar, esperaba con más ansias la cita de los sábados. Odiaba a más no poder los lunes, era un día que se me parecía bastante largo, y representaba que faltaba mucho para el próximo fin de semana.
Siempre que miraba de nuevo a Aether, algo en mí despertaba, todo cambiaba y dejaba de parecerme tan aburrido y monótono. Las citas no hacían más que mejorar, lo que era muy bueno decir ya que, uno pensaría, que con el tiempo irían en declive.
Aether cada vez se metía de forma más profunda y pasional en su papel de "novio", haciéndome un pequeño obsequio cada fin de semana.
-Vamos, no te hubieras molestado. -Reí, sumamente curiosa de lo que pudiera haber en la pequeña caja que me daba, medía una mano tanto de ancho, largo y profundidad.
-Un pequeño detalle de mi parte...es para mi novia, después de todo.
-Lo entiendo. -Sonreí un poco obligada, había olvidado por qué los fines de semana tenía citas con Aether. Era una relación falsa y con dinero de por medio.
Abrí la pequeña cajita y estoy completamente segura que el rostro se me iluminó de forma inmediata. Era uno de los libros que más tiempo llevaba buscando, por la falta de dinero no había podido comprarlo, y cuando tenía, estaba agotado.
-¡Aether! -No pude evitar darle un abrazo y un beso en la mejilla, de verdad era la mujer más feliz del mundo por tener ese libro de astrología.
-Sabía que te gustaría. -Sonrió, tomándome de una mano. -Supuse que el nuevo volumen sobre las investigaciones astrológicas sería muy de tu interés.
-Y no te equivocaste. -Le di otro beso en la mejilla. -Muchas gracias... "novio".
Nos reímos para ir a la siguiente cita que teníamos, mañana iríamos a ver la lluvia de estrellas en la noche, esperaba de forma muy ansiosa que eso sucediera.
Antes de nada, debía ir con Lisa a preguntarle algunas cosas "laborales", así que nos desviamos un poco del camino.
Aether hablaría con Paimon afuera, supuso que lo nuestro era un asunto más bien privado, aunque no tanto así. De cualquier manera, si él no está, mejor.
-¿Qué es lo que querías decirme, Mona? La astrologa más destacada de Teyvat le pide consejo a la egresada más destacada de la Universidad de Sumeru, el asunto debe ser interesante.
-Estoy más bien confundida, o eso es lo que creo. -Me senté, contándole a Lisa toda la verdad, lo que claro que me valió de su burla, algo que de hecho ya esperaba.
-¿De verdad caíste tan bajo que aceptaste ser su novia por dinero? Vaya, las relaciones sociales ya no son sangradas, malamente.
-No sé por qué disfruto de su compañía, ni por qué espero de forma tan ansiosa el sábado, que es cuando salgo con él como "novios".
-Nadie desprecia la compañía de un chico como Aether, si no lo sabré yo. -Dijo, burlesca.
-¿Qué quieres decir con eso? -Pregunté, extrañada.
-Debo confesarte que...él es mi amante.
-¡¿Eh?!
-Sí, y todo empezó cuando tuve una cita con él, fue tan caballeroso, tan romántico, fuimos a comer, después me obsequió este libro para que jamás olvidara nuestra primera cita. -Pasó su dedo por un libro que tenía en la mesa "Mi tiempo contigo" se podía leer en el título, algo que causó que mi corazón empezara a latir rápidamente, como si tuviera miedo de algo. -También me regaló mis flores favoritas, cayendo la noche nos dimos un beso en los labios que escaló y escaló poco a poco. Omitiré los detalles siguientes, pero al día siguiente ambos despertamos en mi cama...sin mucha ropa que digamos.
De pronto, sentí que una enorme rabia me invadía, me temblaban un poco los músculos de los brazos y tenía ganas de remodelarle la cara a Lisa a golpes. Lo dice como si nada, con tal cinismo e incluso con altanería. Por mi corazón pasaban muchas emociones, y todas ellas muy cargadas de dolor.
Su risita y su sonrisa me dan mucho más coraje ¡no me puedo creer que ella y Aether sean amantes, eso es imposible! El pensar que Aether deseaba a Lisa, en que quería complacerla de esa forma...me parece imposible, eso me desgarra el alma por alguna razón que no puedo terminar de entender.
-¡Mientes! ¡Él me ama solo a mí, me lo ha dicho varias veces, incluso lo envenené con una poción para que me odiara pero me ama tanto que el hechizo no tuvo efecto! Ja-jamás me hubiera pedido ser su novia falsa si ya era tu amante... -Me senté, pero ahora no enojada, sino más bien triste.
¿Por qué se enamoró de mí si es que ya tenía todo con Lisa? ¿Será una mentira lo que me dijo y la poción no le hizo efecto por el hecho de que me odia profundamente por saber que jamás lo amaré?
Quizá solo jugaba conmigo para hacerme sentir miserable a propósito y la verdad es que ama a Lisa. Quizá nunca lo traté bien y esa es su forma de desquitarse de su amor imposible por mí.
-Me debo ir... -Mi voz sonaba rota, sentía que las lágrimas se me querían salir de los ojos, por lo que me levanté de inmediato para irme, pero Lisa cerró la puerta de la biblioteca con llave al tronar los dedos, me sorprendí mucho por eso. -¿Qué haces? -Mis voz sonaba ahora más rota.
-Mona, querías mi ayuda, ¿no? -Ella rió cínicamente. -Mírate, con tan solo decirte que Aether estuvo entre mis piernas y sus labios besaron los míos se nota que te he destrozado el corazón y reducido tu existencia a la mayor de las miserias. Ahora ya tengo una respuesta, y esa es...que estás enamorada de Aether. Lo que te dije fue mentira.
-¿Eh?... -Sentí en mi corazón una luz de esperanza, aunque esa luz estaba un poco obscurecida debido a las nubes de confusión que aún la rodeaban.
-Tuve una cita con Aether, sí, pero no nos besamos ni hicimos el amor, como tampoco fuimos amantes nunca. En verdad pensé que te soltarías a llorar de dolor. -Lisa se llevó una mano a la boca, notoriamente apenada. -Al principio te veías enojadísima conmigo, pero luego de verdad creí que llorarías cuando trataste de irte, lo juro por Barbatos.
-¡Eres una...! -Me acerqué a ella para ahorcarla en juego, ella no paraba de reír mientras yo me quería llorar nuevamente, ya no por celos, ira a dolor, sino por pena.
Me enamoré, casi sin querer y sin darme cuenta, de Aether...
Salí echando humo de esa habitación, no quería ver a Aether ahora que sabía que estaba enamorada de él, ¡maldita sea con Lisa! ¡Decirme las cosas de forma más sutil hubiera sido mejor!
Malamente, el hubiera no existe, así que tenía que enfrentar la cita de hoy y mañana. No puedo aceptar el dinero que él me da, me gusta ser la novia de Aether, y...si bien no es por interés, si somos novios, podría ayudarme con mi carente situación económica.
Mañana acabaré con esta mentira...pero sin pociones y sin mentiras, le diré a Aether la verdad: que estoy enamorada de él y que quiero ser su novia de verdad.
Cuando él y Paimon me vieron llegar, la pequeña gritó, como es su costumbre "¡Mona!" haciendo alusión a mi llegada.
-¿Eh? ¿Te sientes bien? Tienes los ojos rojos. -Me preguntó ella, confundida.
-N-no es nada, me cayó polvo en los ojos mientras Lisa sacudía, fue un accidente.
-Podemos ir a la fuente a que te los limpies. -Propuso él.
Aether tenía un brillo en los ojos que no había notado hasta ahora, se le encendieron apenas me vio...había escuchado que cuando una está enamorada ve las cosas de manera distinta, y ahora lo creo de verdad.
Ya no podía ver a Aether de la misma manera ahora que sé que estoy enamorada de él.
Simplemente me "limpié" los ojos formando un poco de agua entre mis manos, tallándome con cuidado, Aether me ayudó a secarme el rostro, se veía un poco preocupado, hasta que le dije que estaba bien, lo que le tranquilizó de forma notoria.
-¿Nos vamos? -Me preguntó de forma amable y con una sonrisa en sus labios, ofreciéndome su mano.
-Claro. -Sonreí, tomándolo de la misma para envolvernos en una burbuja de agua que nos llevó fuera de la ciudad.
La cita era simple, estaríamos en la playa, en la costa del Halcón más precisamente, por ahí lo más probable es que estaríamos tomados de la mano bajo un árbol mirando el horizonte, oliendo el mar y volando alguna cometa.
Primero que nada, Aether arrancó dos bayas de un pequeño arbusto que se encontraba en las cercanías del árbol donde descansaríamos, ofreciéndome una. Eran bastante dulces y jugosas, algo que parecía ser una fortuna ya que siempre me toca comer bayas ácidas...
-El día es hermoso, está tan despejado que se puede ver la luna. -Mencioné, sosteniendo el hilo de la cometa que se mecía suavemente con el viento.
-Sí. La última vez que llovió sentí que un rayo me caería encima, estaba todo hecho un desastre, suerte que me pude refugiar en una cueva. (Sabían que dan un logro si te cae un rayo? JAJAJA ya me pasó, baja como 3000 de HP entre el golpe de rayo y el efecto electrocargado)
-Hum...creo que de cualquier forma te hubiera podido caer.
-Changos. -Nos miramos, riendo amigablemente. Le dimos una mordida más a nuestras bayas, respectivamente, escuchando la cometa moverse.
El aire se sentía tan fresco ya que se traía las gotas del agua de mar, el olor era sutil, pero muy palpable. La forma en la que tomaba la mano de Aether era diferente ahora que sabía lo que sentía, pero me mantenía tranquila, ya que los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan allí, ni el recuerdo los puede salvar, algo que no que no quería que sucediera.
Estos meses se quedaran por siempre en mis recuerdos, y no planeo soltarlos por mucho tiempo...aunque quería probar una cosa.
-Oye Aether...Lisa me dijo que tuviste una cita con ella, ¿eso es cierto?
-¿Ah? Sí, es cierto, tiene ya bastante tiempo. Creo que fue algunas semanas antes de conocerte.
-Entiendo...¿y te gustó?
-Hum...la verdad lo disfruté, aunque fue algo más que nada espontaneo, y ella me presionaba un poco en algunas cosas.
-Ok...¿disfrutas más tener citas con ella o conmigo?
-¿A qué viene la pregunta? -Dijo, extrañado y mirándome de forma confusa.
-Curiosidad. -Levanté una ceja.
-Siendo sincero, disfruto más las citas contigo. Claro, es más que nada porque yo las planeo y no son tan espontaneas como esa vez. Quizá también es porque Lisa no me gustaba, y tú sí que me gustas, incluso decir eso es poco...se puede decir que me tienes un poquito loco. -Confesó él, un poco apenado.
-Ese último dato te lo pudiste ahorrar. -Me sonrojé, cubriéndome el rostro con mi enorme sombrero, no quería que él me viera así.
-¿Estás bien?
-Claro que sí. -Afirmé, cubriéndome más con el sombrero. La cometa voló más alto.
Para la noche siguiente, teníamos todo preparado para acampar y ver la lluvia de estrellas. Las hamacas estaban amarradas a unos árboles que quedaban cercanos, si nos queríamos tomar de la mano tendríamos que estirarla un poco, nada del otro mundo.
La fogata quedaba lista, estábamos sentados frente a ella, dándonos un poco de calor ya que la noche era fresca, incluso mi nariz estaba roja y fría por esa misma razón.
Sin esperarmelo, Aether me puso su bufanda en la nuca, cubriéndome con ella el cuello, los hombros y la comisura de los senos. Le dio un beso en la frente, lo que me hizo ruborizame.
Su bufanda tenía su olor, me abracé a la misma, cerrando los ojos a la vez que me contagiaba del calor de la misma.
-Tengo una cámara, es un artilugio que trajeron de Fontaine, me lo regalo el amigo de un amigo, tomaré un retrato de la lluvia de estrellas y luego iré a Lyue a que lo revelen.
-Toma varias fotos, por favor. Quisiera un retrato también. -Pedí, recargando mi cabeza en el hombro de Aether y tomándolo de la mano. -Hay una cosa que tengo que decirte, Aether...sobre nuestra relación, sobre nosotros.
-Soy todo oídos. -Dijo, preparando la cámara.
-Ya estoy cansada de esta farsa.
-¿Qué?... -Noté inmediatamente que Aether bajaba la cámara, su sonrisa se borró de inmediato y se puso blanco como un papel.
-Me di cuenta de algo importante, y es que no puedo vivir a costa de tu felicidad, tu dolor, tu sufrimiento. Me he sentido muy mal por no poder devolverte el amor que tú me tienes...pe-pero me di cuenta que sí que puedo.
-¿Mona? -Cuestionó él, confundido.
-E-estoy enamorada de ti, Aether. No quiero que lo nuestro sea una relación de novios por dinero...qu-quiero que sea una relación de novios porque de verdad estamos enamorados el uno del otro. -Miré enfrente, sonrojada.
-Oh...siendo el caso, ya somos dos. -Tomó una foto, aunque luego chasqueó la lengua. -Maldición, esta cosa se descompuso.
-¿Enserio? -Volteé a mirar la cámara, sería una pena que no podamos retratar la lluvia de estrellas.
Sin embargo, Aether me tomó de las mejillas y me robó un beso en los labios, la sorpresa fue tal que se me cayó el sombrero y mis ojos se abrieron como nunca antes. Sentí un enorme calor en mis mejillas, casi como si fueran dos carbones prendidos por lo calientes y rojas que estaban.
Justamente comenzó la lluvia de estrellas, las que alumbraron el cielo nocturno tan hermoso y despejado de esa noche. El momento más mágico del siglo empezó con mi primer beso.
No respondí porque quedé en shock, él se separó poco a poco, riendo a la vez que se ruborizaba un poco.
-Esperé mucho tiempo para este momento.
-A-ay... -No podía verlo a la cara, me deshice en agua, poniéndome debajo de mi sombrero, él se soltó a reír más fuerte, agarrando la cámara para tomar varias fotografías.
-Te lo vas a perder.
-¡N-no tenías por qué hacerlo!
-No, pero quise hacerlo. Lo mejor es que no me arrepiento.
El retrato que Aether me dio la semana siguiente fue el de dos estrellas que se separaron del resto, viajaban juntas, eran tan luminosas. Parecían tener un destello de color azul y otro de color amarillo...nuestros colores.
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Todos al jugar la misión legendaria de Mona:
Le agregué varias cositas al fic, lo sentía muy desabrido en cuanto a las emociones en momentos críticos, le añadí bastante a cuando Lisa le miente a mona diciéndole que tuvo setso con Aether :v agregué la cita en la llanura, pero más que nada era que le faltaba más emoción a las situaciones más dramáticas, espero haberlo arreglado bien o sino me mato :v
Parece que este cap era bastante esperado, aquí lo tenemos y como dije, corregido, espero que no parezca un guionazo el que Mona se haya enamorado, pero si lo pensamos un poco, el capítulo transcurre en un tiempo de más o menos 4 meses, 4 meses saliendo todos los fines de semana, y en realidad con una sola cita alguien se puede enamorar.
Me alegra decir que el próximo ya finalmente será el también esperado LuminexTartaglia, aunque quizá el AmberxLumine lo mueva para dentro de un mes o serían 3 capítulos seguidos con final sad (y dos de ellos bastante sad)...y de por sí el capítulo pasado dejó triste a varios, mejor no lo hago o se les quitarán las ganas de leer la historia xd
Siendo así, y como ya todos conocen al kirito de Genshin, esperen capítulo de él en 2 semanas.
Nos vemos la próxima semana, ojalá les haya gustado, comenten, voten, escriban su opinión si quieren en nada más 5 palabras, todo es bienvenido :D
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
(Postdata, creo que a varios les molesta que recalque que soy marxista o que meta cosas sobre comunismo en el fic...este meme me lo hicieron hace casi un año, y describe perfectamente mis historias...)
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