Cobrando la recompensa
¡He vuelto! :D
Ok, pues el voto popular se ha impuesto y Katheryne ganó por 2 votos (aunque no sé si contarlo por 3 :v), así que el capítulo de hoy será de ella. La próxima semana será con Kequing, que ya han pedido mucho tiempo un capítulo con ella, intentaré dar mi mejor esfuerzo ya que Kequing me parece un personaje difícil de abarcar, a pesar de que ya investigué de su lore.
Subo el capítulo hasta hoy ya que estuve más tiempo del esperado de vacaciones, y apenas el domingo pasado me senté a escribir, y realmente me era imposible tener el capítulo en un día.
Corrían ya pasadas las dos de la tarde, tal cual como si esto fuera una fábrica que sonaba la sirena al acabar la jornada laboral, todos los aventureros venían a reclamar sus recompensas de las misiones diarias que el gremio les encarga.
Sin embargo, le había dado a propósito un encargo especial a un aventurero igual de especial. La tarea se encontraba al otro lado del territorio, por lo que seguramente tardaría más en regresar a reclamar su recompensa, que era justamente lo que quería que pasara.
Oficialmente el gremio cierra a las 3 y yo me voy a mi descanso a esa misma hora. Solamente que, a sabiendas de aquello, dejaría abierto hasta que él llegara, y cuando escuché que alguien venía corriendo a toda prisa, fue que sonreí para mí misma, ya que no tendría que esperar mucho más.
-¡Espera, Katheryne, no cierres aún!
-Oh, aventurero Aether. Malamente ya estaba por irme, pero tratándose de ti, haré una excepción.
En efecto, el aventurero especial se trataba de nada más y nada menos que Aether, el viajero que había llegado a Mondstadt y cuyas hazañas ya no se podían contar con los dedos de una mano, era alguien completamente excepcional y diferente de todo lo que el mundo ha conocido.
Es guapo y tiene cierto carisma, aparte es encantador para todas las mujeres, pues al tratarse de alguien nuevo y muy curioso, claro que llama la atención. Entre esas mujeres, como no podría ser de otra manera, me encontraba yo.
Le abrí la puerta del gremio, cerrando la misma con llave cuando pasó, sonreí nuevamente, de solo pensar lo que haría me sentía excitada, comenzaba a mojarme y eso que todavía ni comienzo.
Él tiene una gran fuerza, resistencia, aguante, energía. Si usa esas cualidades de manera correcta, seguramente dejará complacida a cualquier mujer, sin dudarlo un poco.
El gremio cuenta con habitaciones para los aventureros que vienen de fuera, así que abrí la puerta de uno, alegando que era mío y que ahí guardaba mis registros, entre otras cosas más.
-Aether, seguramente estarás cansado, esa misión tan lejana te debió agotar muchísimo, ¿por qué no te sientas en la cama? –Le dije, tomándolo de los hombros de forma un tanto seductora, pero que igual podía pasar de largo.
-Ahora que lo mencionas, no me siento cansado, ¡podría hacer otros cuatro encargos más! Claro...si es que me pagan, jeje. –Rió, seguro de sí mismo. Eso me hizo sonreír de completa alegría.
-Te suelo dar 4 recompensas, ¿no es así? Que son piedras elementales, mora, protogemas y puntos de experiencia.
-Sí, esa suele ser la recompensa.
-Lo que sucede es que... -Me situé delante de él, bajando la parte alta de mi vestido para que el escote se me notara más, lo vi abrir los ojos rápidamente de la sorpresa. –Ya no queda más para darte.
-Oh...no te preocupes, de cualquier forma es buen entrenamiento. Si puedes pagarme des...
-¿Quién dijo que no te pagaría, Aether? –Mencioné, fingiendo sorpresa. –Claro que lo haré. -Me senté a su lado, comenzando a acariciarle la pierna. –Te pagaré...con algo mejor, será la mejor recompensa que puedas tener, y será exclusiva para ti.
-¿Es un arma? –Dijo, tragando saliva, sonrosado de las mejillas. Yo subí más mi mano por su pierna, comenzando a acariciarla, acercándome más a su pelvis.
-Nada de eso... -Cerré mis ojos para darle un beso en los labios, derribándolo en la cama, poniéndome sobre él para que no se levantara, lo tomé de las muñecas, besándole el cuello. –La recompensa...soy yo, así que cóbrame, cobra tu recompensa, Aether. –Seguí besándole el cuello mientras él gemía suavemente.
Se liberó de mi agarré solamente para tomarme de la cintura, respondiendo a mis besos para irme quitando mi vestido, dejando mi sostén al descubierto.
-Tu primera recompensa será... -Fui bajando hasta llegar a su abdomen, el cual besé suavemente, haciendo que la piel se le pusiera de gallina, me sentía tan emocionada que le quité el cinturón con mucha desesperación, encontrándome de inmediato con su erección, la que me dejó más sorprendida de lo que creí.
Le quité lo suficiente el pantalón para que fuera cómodo para ambos, y es que, tras dedicarle una mirada de deseo y que estaba casi salivando por probarlo a él, metí su peпе en mi boca, haciéndolo gemir y que un escalofrío le recorriera toda la espalda.
Para entrar más en acción, hacía sonidos con mi boca y saliva, además de que yo misma gemía ya que me encantaba su sabor, sus gemidos, la forma en que me acariciaba el rostro, por lo que yo lo veía desde un ángulo que haría ver mi cara más linda y sensual.
Me tomó de la cabeza para que su miembro estuviera lo más dentro de mi boca, yo me jalaba hacía sus muslos para intentar lo mismo. Tomé mucho aire, comenzando a mover mi lengua, sintiendo el grosor del mismo, como si estuviera comiendo una paleta caliente y de una curiosa textura.
Al sacarlo, un hilo de saliva corría por mi lengua, la que cayó a su miembro, que se iba lubricando poco a poco. Me sorprendió y amé el que éste se moviera sin que él usara las manos, era como si me invitara a probarlo, por lo que, tras arreglarme un poco el cabello, fue justamente lo que hice.
Ahora ya no solo hacía uso de mi lengua, sino también de mis labios, apretando los mismos, haciendo que mi boca se hiciera más estrecha y le fuera más placentero. Noté casi de inmediato el cambio a bien que eso significó: sus gemidos se intensificaron mucho.
Vi que apretaba las sábanas con las manos, así como que me apretaba más la cabeza, sin ser suficiente para lastimarme, sinónimo de que lo disfruta, lo que me excita que suceda.
Lo saqué para lamer la punta del mismo, jugando con la misma, provocando que gimiera más. Su uretra es un punto muy sensible, y al darme cuenta de ello, sonreí. Con una de mis manos lo masturbaba, introduciendo la punta en mi boca, succionándola, funcionando mejor de lo que pensé. Sentí que el sabor cambio, ha de ser una pequeña gota de semen que se está colando. No me da asco como tal, no es un sabor que me desagrade, pero no me gustaría probarlo, especialmente por la textura...babosa.
-Suck, slup, slurp. –Era todo lo que se escuchaba en esa habitación junto con los gemidos de Aether, los que eran fuertes pero no mucho. Ahora, si bien lamiendo menos, usaba mis dos manos para masturbarlo y estimularle con cuidado los testículos, siendo especialmente cuidadosa.
-Lo haces muy bien. –En cuanto dijo eso, yo comencé a lamerlo como si fuera una paleta, tratando de pasar bien mi lengua y de tocarle puntos sensibles, y tras unas lamidas, lo metía todo en mi boca para trabajar con los labios, sentía sus piernas moverse, como si las mismas se quisieran acalambrar, en este caso sería del enorme placer que lo hago sentir, sin duda.
Su brazo estaba de lo más inquieto, así que lo tomé, sujetándolo de la mano, cerrando mis ojos para lamer más y más, hasta donde me cupiera, mis labios y parte de mi boca estaban muy ensalivados.
Lo que hice después fue besarle todo el репе con suavidad, haciendo rosar mis labios, y cada que lo hacía, él lo movía, ya lo quería dentro de mí, pero debo esperar todavía.
Le volví a lamer la uretra, teniendo su репе a la mitad de mis labios, mi cabeza se movía arriba y abajo, usando mis labios para darle placer al tronco del mismo, y con mis manos hacía lo propio, solo que en la base.
-¡Ka-Katheryne, por los Siete, lo haces tan delicioso!
-¿Me creerías si te digo que es la primera vez que lo hago? –Dije con dificultad, ya que no lo saqué de mi boca.
-Pero parece que ¡ah! Qu-que tienes mucha práctica.
-Secretos de mujer. –Dije, guiñándole el ojo de forma muy coqueta, ahora hundiendo su репе en mis labios completamente, moviendo mi cabeza arriba y abajo con rapidez.
-¡Y-ya, ya no...! –Vi que hizo su cabeza para atrás, abriendo la boca y llevándose una mano a los ojos a la vez que las piernas le temblaban muchísimo.
Apenas acabó, logré sacar su miembro a tiempo para que se viniera en las sábanas, sonrojado, gimiendo desesperadamente y a un volumen muy audible. Yo sonreí, limpiándome los labios.
-Es hora de que cobres tu segunda recompensa....
Me subí a la cama, él se quitó los pantalones y la playera, quedando completamente desnudo. Es delgado, sí, pero se le marcan de forma deliciosa los brazos, las piernas y ese abdomen...se lo besaré mejor luego.
Me quité los zapatos, dejándome las calcetas largas que tenía, ya que es parte del show, y da lo mismo si se llegan a manchar, son blancas y no se notaría. Como fuera, dirigí de forma traviesa mis pies por sus piernas, acariciando las mismas con mis plantas, especialmente con mis dedos.
Usaba mis dedos y parte del peine de mis pies para masturbarlo de esa manera. Como estaba empapado de saliva, eso me ayudaba a que fuera más sencillo y placentero para él, vi cómo él se comenzaba a sonrojar y gemía delicadamente.
Yo me acariciaba la vulva de forma suave, me alcé un poco la falda, hasta donde pude, para mostrarle mis medias y parte de mi ropa interior.
-Quisiera arrancarte esa ropa con mis dientes. No puedo ver el liguero que sujeta esas medias, pero ha de ser tan sensual.
-Hum, mi ropa interior suele ser normal...pero hoy la elegí para que fuera especialmente traviesa y excitante.
Seguí con la faena, aparte de la saliva, mis calcetas ayudaban a que el репе de Aether no se resbalara, sentía la sangre palpitar en la misma, lo que me agradaba por raro que parezca.
Solté el mismo para que éste quedara "acostado" usé mis dos pies, moviéndolos suavemente arriba y abajo, para seguir haciéndolo sentir placer.
Como era un movimiento que iba desde la base hasta casi ¾ de su miembro, sus gemidos fueron más fuertes, se apretaba los ojos con las manos y las piernas le temblaban de nuevo. Yo sonreí, continuando con ese movimiento por unos segundos más.
Ahora, en vez de usar mis dos pies, usaba solamente los dedos del derecho, haciendo bastante presión en la parte central de su miembro, haciendo movimientos circulares, los que noté lo hacían sentir más delicioso por el hecho de que ahora contraía los dedos de sus pies, aparte de que se mordía un dedo para no gemir tan fuerte.
Me excita tanto verlo así, gozando de lo que pueden hacerle mis pies.
Usé mis dedos primero y segundo para moverlos adelante y atrás, usando la separación de los mismos para que sintiera mejor, que algo no solo lo acariciara sino que se lo apretara, lo que no sonaba para nada mal.
Volví a usar mis dos pies ahora tomándolo solamente de los dedos para mover mis piernas arriba y debajo de forma un poco rápida.
-¡Por los Siete, es increíble! –Farfulló, llevándose después una mano a la boca para contrarrestar el fuerte gemido que se le vino encima al correrse, salpicando un poco mis pies.
-Buen muchacho...
Me levanté de la cama para desamarrar aquel listón que sujeta mi vestido a mi cuello, razón por la cual el mismo cayó al suelo, dejando ver la lencería que usaba que vaya si no era atrevida. A pesar de ello, era de color blanco, que es algo que indica pureza. En este caso, es la pureza del deseo que tengo de que Aether me haga suya, no deseo más que eso.
-Katheryne, por los Siete...te ves tan excitante con esa lencería.
-Cobra tu tercera recompensa, Aether...cóbrame, hazme tuya, cójeme. –Dije, excitada. Él me recostó sin miramientos, aventándome a la cama casi como si quisiera violarme, pero de inmediato lo abracé, entregándonos a un beso que fue escalando rápidamente mientras yo le acariciaba el cuerpo, eso me enloquece.
Tras separarnos de un beso que nos dejó un pequeño hilo de saliva que se rompió al instante, él se fue contra mi cuello, besándome desesperadamente, como si fuera un animal a punto de morir de hambre que come un gran banquete.
Gemía directamente en su oído no solo para demostrarle que me encantaba que me besara, sino porque de verdad no me podía contener. Sin duda haremos un amor que será rudo y más que eso.
Por si poco fuera, y con la adrenalina encima, y como si no pudiera soportar un segundo más, tomó mi sostén, quitándolo de mis hombros para bajarlo a la misma altura que mi liguero para comenzar a tocarme los senos, besando mis pezones, lo que me hizo abrir mis ojos de la sorpresa a bien. Una sonrisa se esbozó en mis labios, aunque prontamente se borró para ser cambiada por el hecho de que mordí mis labios.
Sentir sus manos en mi cuerpo, sus labios, su lengua, todo me enloquecía. Sería suya, hará con mi cuerpo lo que deseé y lo disfrutaré tanto como él.
-Ya quiero metértela.
-Nada te lo impide.
Nuestras voces se encontraban llenas de deseo y lujuria, así que haciendo a un lado mis bragas, él comenzó a metérmela de golpe, de forma rápida y desesperada.
Ambos seguimos gimiendo, mientras él me sujetaba de las muñecas con fuerza, moviendo su cadera con toda su fuerza y velocidad que podía. Estábamos tan desesperados de coito que realmente parecía que teníamos prisa por acabar pronto, pero nada de eso.
Nos besamos nuevamente, ahora de lengua por el hecho de que chorreamos lujuria. Apretaba las sábanas mientras lo recibía, la cama se movía de atrás hacia adelante, la cabecera se golpeaba un poco con la pared y el colchón rechinaba como si estuviera a nada de romperse.
-¡Ah, se siente tan viscoso, se siente tan bien!
-¿Te gusta tu recompensa, Aether?
-Sí, me gusta.
-Dime que te gusta mucho.
-Sí, me gusta mucho. –Para recompensarlo, estreché υαgiηα para que sus gemidos fueran más audibles, seguramente parecíamos animales, pero eso solo lo hace más excitante para mí.
Mi espalda se arqueaba al recibir a Aether dentro de mí, él tomó mis dos piernas, juntándolas, haciendo que mi υαgiηα se hiciera más estrecha y le fuera más placentero. Justamente, comenzó a moverse más rápido, a mí me temblaban las piernas, y se reposaban en los hombros de Aether con dificultad por lo mismo que se movían.
Me tomaba de los senos, apretándolos un poco, lo que igual aumentó mis gemidos, el hecho de que esté todavía en lencería debe ser una vista magnifica, y eso lo puedo comprobar ya que no ha dejado de verme las partes de mi cuerpo cubiertas por la poca tela que tengo encima.
Los besos eran llenos de saliva, lo que poco nos importaba por lo deliciosos que eran, yo cerré los ojos y apretaba mis labios mientras me venía, él no me dio tregua y siguió haciéndome suya, solamente moviéndose con más fuerza para que me haga gozar más.
De veces dilataba mi oquedad para volverla a apretar con toda la fuerza posible, causando que así Aether se la pase mejor que yo. Al final de todo, es su recompensa, no la mía.
Cambiamos de posición al acostarnos de lado, esa posición era un poco mejor ya que mi cavidad se hace más estrecha y se aprieta más al poner un poco de presión en mis muslos, y él me toca las piernas, especialmente de las medias, así como también los senos o me estimula la υulυα, lo que es grandioso.
-Tu piel es tan suave, la seda de tu ropa interior me enloquece...me gusta. –Dijo, robándome un beso en los labios que fue, como no era raro, de lengua.
-Y a mí me gusta que me toques. –Mencioné yo, tomando una de sus manos así como también le apretaba el trasero.
Se daba fuerza al tomarme de la cadera, y solo cuando se cansaba, comenzaba a pasar sus manos nuevamente por mis curvas, siendo más lento pero igual metiendo todo lo que podía, lo que claro me encantaba, así como el hecho de que sentía su lengua caliente tocar la mía, como si fuera un juego de ver quién dominaba a la de su contrario.
Mis mejillas se encontraban sonrojadas, cerraba los ojos disfrutando del momento, apretando los ojos cuando empezaba a tener un orgasmo, por pequeño que fuera.
Me di cuenta que, a pesar de la posición, Aether no se viene, por lo que tuve que sacar la artillería pesada para que él pueda gozar otra vez. Es tan tierno, a pesar de que me estoy dejando follar para pagarle su recompensa, él está más concentrando en que yo me la pase mejor.
-Sácala, tengo una idea... -Aether, extrañado, hizo lo que le pedí, yo me volteé, poniendo su pεηε entre mis muslos, los que de hecho he ejercitado bastante para esta situación.
Con una simple mirada, le dije lo que esperaba que hiciera, así que tras sonreír y seguir besándome con lujuria, comenzó a mover su miembro detrás hacía adelante para que éste se masturbara con mis muslos. Para ser justos, él llevó sus dedos índice, anular y corazón a mi υαginα, metiéndolos ahí para comenzar a dedearme.
Para mi sorpresa, me di cuenta que él sabía tocarme, lo que me fue especialmente grato, y como recompensa apreté un poco más mis muslos, lo que noté le gustó al escuchar un quejido de placer.
-Tus muslos son tan suaves, me encanta cómo me masturban.
-Los engrosé solo para ti, fu, fu ~. –Sonreí, un fuerte gemido repetido salió de su boca, solamente sentí que un líquido caliente resbalaba por mis muslos y se colaba incluso por mis mallas. Suerte que son blancas. -¿Te gustó, aventurero?
-Me encantó, Katheryne. Je, creo que fue el mejor orgasmo que he tenido en mi vida.
-Hum, y aún falta más, así que...reclama tu cuarta recompensa, hazlo bien ya que es la última. –Le dije, lamiéndole la mejilla.
Dejamos pasar unos minutos para descansar y, posteriormente, reanudar la faena que teníamos, yo me arrodillé en la cama, recostando mi cuerpo sobre la misma, tomando la sábana con un poco fuerza. Me agradaba la idea de lo que se venía.
-Cobra tu última recompensa, Aether. Espero haya sido una buena compensación por no haberte pagado lo acostumbrado.
-¿Bromeas? Espero no te moleste, pero me gustaría recibir esta recompensa a partir de ahora. –Rió, besándome un hombro. (Existe la teoría de que Katheryne es una robot, pero puede ser un personaje y varias mujeres se disfrazan de este personaje, como pasó en la genshin-con en China, donde las chicas de las tiendas de recuerdos estaban vestidas como Katheryne, así que si tenemos eso en cuenta, hay 7 mujeres diferentes disfrazadas de Katheryne en el juego...Dios mío, si aplico ese concepto a este lemmon, ufas, Aether no sale vivo JAJAJA)
-Solo que este servicio es exclusivo de la Katheryne de Mondstadt, no lo olvides nunca.
-Para nada. –Apenas lo dijo, me metió su ρεηε de golpe, solté un gemido, abriendo los ojos, apretando las sábanas y sintiendo como es que mi cuerpo se comenzaba a mover hacía adelante cada que Aether me embestía.
Lo hacía con fuerza y sin nada de delicadeza, lo que más molestarme, me excitaba más y me gustaba, especialmente el sentir sus dedos en mi espalda y cómo sus uñas me arañaban la misma, me encanta que así fuera.
Noté que no hacía un movimiento para atrás y adelante sin más, sino que lo hacía girándose un poco a la izquierda, lo que causa que nuestras intimidades se froten de una mejor manera, aparte de que sus manos no solo estaban en mi cintura, me apretaban fuerte el trasero, y como dije antes, me arañaba la espalda.
-Vaya que reclamas bien tu recompensa, aventurero Aether.
-Y tú la ofreces muy bien. –Respondió él, besándole en una de las arañadas que me hizo, lo que me ardió un poco, haciéndome gemir de placer.
-Puedes cambiar de hoyo si quieres. –Dije, traviesamente, y él, ni corto ni perezoso, fue lo que hizo, pero ahora sí de manera lenta y delicada, empezaba a perder la cordura conforme pasaban los segundos. -¡Oh, ni siquiera te lo pensaste! –Dije, con gracia y placer.
-¿Este hoyo también se siente bien, no es así?
-Claro que sí, Aether. Sigue, por favor.
Para darle más placer, apretaba esa parte de mi cuerpo con algo de fuerza, adquiriendo así la forma de su cosa, y si agregamos al hecho de que él me tomaba del trasero, apretándolo también, el combo se intensificaba mucho.
-Se siente más apretado que antes.
-Quizá porque estás llegando a lo más profundo de mi vientre. –Dije, gimiendo, apretando las sábanas, él comenzaba a ganar velocidad en sus movimientos, unas pequeñas lagrimitas bajaron de mis ojos.
Sentía su pelvis golpeándose contra mi trasero, sinónimo de que me mete todo lo que puede, y parece no cansarse, no era mentira cuando dijo que tenía la energía suficiente para hacer otros 4 encargos, y eso me lo demostró aquí.
-¡Ah, me vengo de nuevo! –Exclamó, viniéndose dentro de mí dejándolo unos segundos, hasta que cayó en la cama.
Toda la cama estaba llena de fluidos sexuales y sudor, así como lo único que se escuchaba en el cuarto eran nuestros últimos gemidos y la forma en que intentábamos jalar aire de forma desesperada. Él seguía sobre mí, desnudo, comenzando a besarme las mejillas delicadamente, yo me volteé para besarlo con pasión, mas no lujuria, había obtenido lo que quería: tener sexo con Aether, y no quedé para nada insatisfecha.
-¿No puede haber una quinta recompensa?
-Lo siento, no la puede haber...pero si regresas mañana... -Tuvimos una mirada de complicidad que indicaba lo que queríamos hacer, así que tras una risita picara y un último beso, nos despedimos.
Para la mañana siguiente, estaba duchada, perfumada y bien arreglada para el trabajo, abrí la oficina del gremio, esa que se encuentra casi en la entrada de la ciudad y en el barrio comercial, los aventureros venían a amontonarse como obreros de una fábrica, todos pidiendo sus encargos, y entre ellos destacaba muchísimo el caballero honorario, que me sonrió con alegría.
-Espero no llegar ahora hasta el último para alcanzar recompensas. Sino, ni modo, ¿qué se le hará?
-Trataré de compensarte de alguna u otra forma, aventurero Aether. –Le dije, animada. Todos se fueron para que, ocho horas después, todos regresaran igual de amontonados, cansados, hambrientos y con ganas de reclamar sus recompensas, las que repartí como era debido.
Hasta el final llego Aether, que parecía abrumado.
-Vaya, parece que no alcancé recompensa.
-Lo siento, aventurero Aether. Llegaste muy tarde, es hora de cerrar. Sin embargo, como se trata de ti, haré una excepción. Acompáñame adentro.
-De acuerdo. –Los dos ingresamos al gremio, particularmente al mismo cuarto que usamos ayer, y apenas cerré la puerta con llave, nos besamos con desesperación, quitándonos la ropa de forma rápida e impaciente, y apenas me dejó en ropa interior, él ni siquiera se quitó bien los pantalones, ya que comenzó a metérmela velozmente, ambos nos abrazamos, gimiendo, tocándonos como si no hubiera un mañana.
Los dos sentimos la misma ansiedad de que, finalmente, este momento del día llegara.
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Joder, hermano, siento que este es el lemmon más hard que he escrito xD eso lo dirán ustedes, de todos modos, espero que les gustara a pesar de las opiniones divididas que hubo
Aether: ay, wey, así me gustan, altotas pa' que me bajen el cereal del refri 7u7
Ya tengo algo planeado con las mirror maiden :v
Ya el fic tiene 70 mil vistas :0000 no pensé que esta mierda fuera a funcionar xD vaya que cambiar una palabra del título me ha traído muchas más vistas :0
De verdad les estoy agradecido con su apoyo y la enorme paciencia que me tienen, ya que suelo tener fics que no saco por varias razones y, a pesar de todo, siguen leyendo de forma paciente a que lleguen uwu
Celebraré esto a mí manera :v que es cantando La Internacional owo
Si tienen familiares de izquierda seguramente conocen la canción, sino, aprecien el arte >:v
Ufas, si el himno de la resistencia de Inazuma es algo parecido, les juro que gritaré como perra loca jsjsjsjs al final de todo los chinos son komunitaz y pues esta canción es komunizta :v
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