Amor clandestino.
Era un día de entrenamiento como cualquier otro, salvo porque era 8 de octubre, un día antes del cumpleaños de mi gran amigo Xingqiu.
Los dos siempre entrenamos juntos, combatiendo monstruos cuando yo no hago exorcismos o él no se la pasa en la biblioteca o en los negocios de su padre, lo que me pone un poco triste.
Siempre, eso sí, vamos a comer al restaurante del sr. Mao, que es el padre de una amiga en común que ahora mismo viaja por el mundo. Omitiré su nombre ya que todos sabemos quién es.
Como siempre, yo pedía la comida fría mientras que Xingqiu tenía su comida un poco más caliente. Era el mismo plato: carne frita.
Antes de empezar a comer, los dos bebimos una bien fría, en eso sí que nos parecemos, dimos un enorme jadeo tras acabar la birra de contado, lo hicimos chocando vasos, como no era raro.
-Nada como un trago después del entrenamiento. –Xingqiu sacó un nuevo libro de su bolsillo, con intención de leerlo. De hecho...me doy cuenta que es uno que le regalé hace unas semanas.
-Oye, ese te lo di yo. –Sonreí, comiendo de mi plato. –Desgraciado, ¿por qué tardaste tanto en leerlo?
-Tenía otras lecturas atrasadas que quería sacar, pero claro que al ser un regalo tuyo, le di un trato preferencial, Chongyun. –Comió de su plato, guardando el libro. –Leí ya las primeras 20 páginas, está interesante.
-Me alegra que le des un trato especial. –Volví a sonreír, fingiendo que me había mordido la lengua, ya que estaba sudando. –¡Maldición!
-Deberías tener más cuidado, compañero. –Se burló él, dándome unas palmadas en el hombro. –Sr. Mao, otra cerveza, por favor.
-Sale de inmediato.
Seguimos platicando a la vez que comíamos, no es la primera vez que lo hacemos, eso sí, estamos sentados en la barra, a la vista de todos, pero ya a nadie se le hace raro en la ciudad vernos comer juntos aquí.
Al final, la gente sabe que somos mejores amigos...lo que no saben es que, ciertamente, Xingqiu me gusta.
Los dos somos hombres, las relaciones homosexuales (sobre todo entre hombres), son severísimamente castigadas, por lo que jamás me he atrevido a declararle mis verdaderos sentimientos.
Él sabe que le tengo un enorme aprecio y cariño...como se le tendría a cualquier mejor amigo, pero no es solo por eso.
Lo que más me temo es que, como es prácticamente hijo de uno de los mandamases del gremio, pensarían en que lo estoy jalando "al lado obscuro" a Xingqiu, por lo que mi castigo sería mucho peor...y quizá él no salga tan bien librado.
También eso es algo que me da pavor: que él salga afectado. De no corresponder a mis sentimientos, lo que creo más que probable, seguramente me odiará si por mi egoísmo tiro todo su futuro por la borda.
De ahí que me contenga, que a mí me pase lo que sea, al final de todo, si yo desaparezco del mapa, nada sucederá en la ciudad. Si él desaparece...la fortuna de su familia quedará en manos de sabrá Rex Lapis quién.
Sentí una sacudida en mi hombro, Xingqiu me había regresado a la realidad.
-Oye, compañero, ¿Qué asuntos tienes en la cabeza? Llegó un momento donde te perdiste.
-No es nada, compañero. –Sonreí falsamente, había acabado mi plato sin darme cuenta. De verdad me fui por las nubes. –Bueno, yo pagaré esta vez.
-No es necesario, compañero, yo pago lo mío, dinero me sobra.
-Oh, casi olvido que eres un parasito de la burguesía que se la pasa leyendo todo el día. –Me burlé, sacando el dinero correspondiente para ponerlo en la mesa. –Cóbrese por favor, sr. Mao.
-Por favor, sr. Mao, mejor acepte mi dinero.
-Vamos, no me pongan en este aprieto, chicos. –Sonrió él, de forma nerviosa. –Por cierto, casi lo olvido, Xiangling te mandó una carta, Xingqiu, es una felicitación por tu cumpleaños.
-Espero poder agradecerle pronto en persona. –Sonrió él, recibiendo la carta que, desde el vamos, se notaba muy especial.
Mi compañero se aclaró la garganta, mirándome a la vez que reía un poco, la leería para ambos.
"Querido Xingqiu, cumples años hoy, te deseo lo mejor, así que cuando regrese a la ciudad te haré un enorme pastel de chocolate...y babas de slime, ¡Bromeo! Sé que a ti y a Chongyun les desagrada el sabor del slime, lo que no entiendo es por qué; el punto es que lo haré, lo prometo, Guoba me ayudará. Por cierto, ¿Sigues discutiendo como esposo maltratado con Chongyun por ver quién paga la cuenta? No te hace menos hombre dejar que te paguen la comida una vez...¿o sí? –risa- -risa- sabes que bromeo de nuevo, pero de verdad, a veces me cansaba de escucharlos pelear por algo tan bobo, así que deja que te pague la próxima comida. Espero verte pronto, salúdame a ese comedor de paletas compulsivo. Con cariño para ti: Xiangling."
Al dejar de leer la carta, Xingqiu estaba un poco rojo de las mejillas, riendo de forma incomoda. Yo también estaba levemente sonrojado...¿Xiangling nos ve como esposos cada que peleamos?
Debo corregir eso o podríamos meternos en un problema muy grande.
-Qué ocurrencias las de nuestra amiga, ¿no crees, compañero?
-Claro que sí, compañero, ella es tremenda. –Ambos nos reímos de forma incomoda y forzosa, para luego mirar a nuestros platos de comida, que estaban ya vacíos. –Aunque dijo que permitieras que pagara la cuenta, ¿no? Eso...no te hará menos hombres, ya que los dos somos bien hombres, ¿no?
-Sí, superhombres. –Comenzamos a reír, finalmente pagué la cuenta, aunque con un extra añadido, y no era precisamente la propina.
-Un último trago, compañero, quisiera brindar por nuestra amistad y porque somos bien hombres.
-Por supuesto, compañero. –Los dos brindamos como solíamos hacerlo, con las sangraduras del brazo unidas, un gesto que hace al sr. Mao reírse, ya que eso demuestra la enorme amistad que tenemos, ya que beber con un tarro de cerveza cruzando el brazo con un camarada es algo que solo se hace entre muy buenos amigos.
Dejamos nuestros vasos en la barra, lanzando un último jadeo tras la cantidad de aire que nos faltaba, aunque yo no me terminé de beber la cerveza, me faltaba un poco.
Me limpié los labios, bebiendo ahora de forma un poco más tranquila, porque Xingqiu me empinó el vaso, haciendo que la cerveza se derramara un poco de la boca e incluso se me metiera un poco en la nariz.
-¡Pero serás cabrón! –Exclamé, él no dejaba de reírse a carcajadas, quería enojarme, pero simplemente no podía al tratarse de él. Lo que sí hice, fue ir corriendo con el vaso, llenarlo un poco del agua del canal y arrojárselo, por lo que la mitad de la cara le quedó empapada de agua. -¡Ja!
-Ah, maldito. –Siguió riendo a la vez que se secaba la cara y miraba que parte de la camisa le había quedado mojada.
Ahora sí nos fuimos del restaurante no sin antes agradecerle enormemente al sr. Mao por la gran paciencia que nos tiene...al final de todo, somos bastante escandalosos.
Era hora de separarnos como normalmente lo haríamos, nos dimos un abrazo como era normal, yo siempre cerraba los ojos y daba un abrazo de corazón, y todo abrazo que recibía de Xingqiu era muy especial para mí.
Chocamos los puños, esa era señal de que nos teníamos que despedir, así que nos dimos la espalda, andando por nuestro camino como era normal.
Llegando al patio de mi casa, dejaba mi mandoble colgado donde siempre, corriendo al tejado para ver las estrellas, siendo iluminado por las mismas. Quisiera que me iluminaran de forma menos literal y más de forma poética.
Lo que más quisiera es poder sacar esta sensación tan amarga y jodida de mi pecho, y aunque mi mejor amigo rechace mis sentimientos, eso estaría bien para mí, con tal de ya no sentirme culpable de lo que siento.
Quizá y si me rechaza finalmente pueda aceptar que es un amor imposible, siempre lo pienso, todas las noches me voy a dormir con el mismo pensamiento: jamás podrás tener algo con él, él no te ve ni te verá jamás de esa manera, y cuando creo que ya lo superé, al verlo al día siguiente para el entrenamiento, vuelvo a caer...
Eso me hace llorar de forma tranquila y silenciosa, y llorar es de las pocas cosas que me desahogan ante la gran decepción. "quisiera brindar por nuestra amistad y porque somos bien hombres." Ja, esa frase me hace reír, probablemente después de que le declare mis sentimientos me mirará como bicho raro y me dirá "lo que tú eres, es un maricón". Sigh...
Prefiero que sea así, con tal de dejar de sufrir, es lo mejor.
Fui directamente a mi cuarto para ponerme a escribir una carta donde le confesaba mis sentimientos a Xingqiu, se la daría mañana el día de su cumpleaños, que bueno, si me humillará, por lo menos le regresaré la mala jugada.
Guardé la carta, aunque de todos modos preparé el regalo a mi camarada, yo que soy un poco más humilde que él, no era algo muy caro y quizá no sea el mejor de los regalos, pero espero sea algo significativo.
El regalo se lo daré en el día y, al caer la noche, le diré la verdad acompañada de la carta, pues quiero decirle la verdad en la cara.
Para el día siguiente, era bastante temprano, yo comía una paleta aunque hiciera un poco de frío, masticándola hasta que la misma quedó casi a la mitad, vi que Xingqiu ya venía en camino, de hecho me saludó alzando la mano para sonreírme, yo hice lo mismo, terminándome la paleta para ir con él.
-Como te gusta comer paleta, compañero. –Rió.
-Ja, ja. Que chiste más original, compañero. –También reí, dándole un fuerte abrazo, disfrutando del que, seguramente, sería el último que le daría en toda la vida, por lo que duró un poco más de lo normal. –Feliz cumpleaños, amigo.
-Gracias, amigo. –Nos separamos, yo busqué en mi alforja lo que quería darle, sacando la pequeña caja que contenía un reloj de bolsillo que compré en oferta en el mercado, aunque fui lo suficientemente estúpido para dejar caer la carta, que tenía en la alforja.
-Vaya, hasta me escribiste una carta. –Rió, tomándola, yo me puse muy nervioso, tratando de tomarla, pero él me lo impidió.
-¡Oye, oye, en realidad esa carta no es para ti, compañero! –Fue lo que dije, no sabía más que decir.
-Compañero, tiene mi nombre y mi fecha de nacimiento, ¿cómo no lo será? –Comenzó a abrir el sobre, pero traté de nuevo de quitársela, pero él me lo impidió. -¿Por qué no quieres que lea una carta que es para mí? –Preguntó extrañado.
-N-no la leas...por favor. –Prácticamente le supliqué, cerré mis ojos y los bajé al suelo, como si le pidiera clemencia. –No la leas.
Haciendo caso omiso a mi petición, Xingqiu comenzó a leer la carta, ya ni siquiera traté de impedirlo, ¿para qué aplazo lo evidente? Simplemente me di por vencido.
-Realmente...no me esperaba este regalo, Chongyun. –Ya no me decía "compañero", lo que indicaba que estaba enojado y que hablaría muy enserio. –Ja, mi mejor amigo se enamoró de mí, eso es una ridiculez... -Y ahora se burla de mí con descaro.
-¿Qué esperas?... –Pregunté, dolido.
-¿Qué?...
-¡Sólo búrlate de mí y vete!...hazlo ya, di que soy un maricón y déjame tranquilo.
-Chongyun, no me dejaste terminar...eso es una ridiculez...que pensé que solo me pasaba a mí. –Comenzó a reír levemente, abrí los ojos con sorpresa, ¿me estaba diciendo que él también está enamorado de mí?
Las cosas se confirmaron cuando sentí que me tomó de las mejillas, le vi rápidamente, estaba muy sonrojado de la cara, se fue acercando con velocidad, sin darme tiempo a procesar lo que iba a pasar...después Xingqiu me...me besó.
No me lo podía creer, ayer lloraba por mi sueño imposible y ahora se me cumplía uno que jamás visualicé por lo absurdo que me sonaba. Sentía en mi labio superior los bellos rasurados del bigote de Xingqiu, eran duros, sus labios me parecían tan extraños, el beso era ridículo, y aun así lo disfrutaba, y lo disfrutaba mucho.
Se separó rápidamente de mí. –Un poco más lento. –Pidió, obedecí, pues era la realidad, el beso era bastante rápido, con nuestras respiraciones de por medio, apenas me cabía el corazón en el pecho al ser tan feliz, me sentía bien conmigo mismo por primera vez.
Seguimos así un par de segundos, hasta que nuestros labios se separaron de forma casi definitiva, pues tan retomar el aire y calmarse un poco el sonrojo de nuestras caras, nos volvimos a besar desesperados, abrazándonos.
Todos mis abrazos con Xingqiu son especiales pero este, este es el definitivo, de ello estoy seguro.
-Sabes...quería que mi regalo de este año fuera un beso de tu parte. –Me confesó, con las mejillas ardiendo, tocándose los labios. –Y-yo ya había besado antes, pero todos esos besos me eran tan vacíos, desabridos, sin sentido; este beso finalmente lo pude sentir, fue bueno, colorido. –Comenzó a llorar. –Me siento tan feliz, Chongyun, por primera vez en mi vida pude sentir algo tan natural como lo es un beso.
-¿Tan natural? Si un beso es tan natural, ¿por qué entre hombres o entre mujeres es algo castigable?
-Para mí no lo es...y me gustaría escuchar que para ti tampoco lo es.
-Claro que no. –Lo tomé de la mano, sonriendo tímidamente, por fin saldrían de mis labios y de mi pecho lo que tanto me sojuzgó durante años. –T-tú...me gustas, Xingqiu.
-Y tú a mí, Chongyun. –Nos dimos un tercer beso, y este fue el vencido, casualmente.
Antes nos quedamos viendo un momento, notando la altura que yo le sacaba, que, en realidad, no era mucha. Xianqiu me llegaba a la altura de los ojos, así que lo veían muy de cerca.
Fue ahí que, por instinto de ambos, y porque era un gesto que queríamos repetir, cerramos los ojos y nos fuimos acercando para poder unir nuestros labios, rozándolos un poco primeramente.
Era muy curioso sentir los labios de mi contrario contra los míos propios. No se sentía para nada como los besos que le daría a mi madre, para nada. Se sentía algo especial, único, mágico.
Nuestros corazones se aceleraron de una forma en que el esfuerzo producido durante nuestros entrenamientos era una cosa de nada, ahora ya los habíamos juntado de forma definitiva, estando así de unidos por varios segundos, calmando nuestros enturbiados corazones porque, después de todo, era lo que deseabamos.
Al separarnos, nos sonrojamos notoriamente, en especial por nuestras blancas pieles. Xianqiu se hizo un paso atrás, tomando mi otra mano.
Nos limitamos a no decir nada, dándonos una sonrisita tímida y boba.
Claro que ese día no entrenamos un carajo, se nos fue la mañana en prácticamente ver el campo, tomados de la mano, sin decirnos palabras, pues tras lo recién ocurrido, no tenía idea alguna de qué decir.
Me sentía tranquilo, respiraba de una forma en que no lo había hecho hacía ya tantos años, por fin.
De veces mi mirada chocaba con la de Xingqiu, nos sonreíamos y apretábamos el agarre un poco, pero el silencio que nada dice ya me estaba cansando.
-¿Y ahora qué haremos? –Pregunté.
-Podríamos irnos a Mondstadt...es la capital de la libertad y seguramente ahí nos aceptarán.
-Eso sería decirle adiós a tu fortuna, y cabe la probabilidad de que te vayan a buscar hasta allá.
-Sí, es cierto. No tengo por qué decir a dónde iré, lo mejor es "desaparecer al irnos de aventuras".
-Es buena idea, lo sé. Con tal de que dejemos una pista falsa de la muerte de uno de ambos, bastará para que se lo crean...sin embargo, no quisiera que lo dejaras todo por algo como esto.
-Quedarnos no es opción, no quiero que me pongan en el obscuro a morir como un traidor. –Me dijo, sentencioso.
-E irnos tampoco lo es, representaría la pena máxima. –Soltó mi mano.
-Chongyun, estamos adelantándonos mucho, tomemos las cosas más calmadamente, por favor.
Me llevé una mano a la cabeza, dejándome caer en el pasto, suspirando pesadamente, la verdad es que pasaban un montón de cosas por mi cabeza y yo no tenía ni idea de qué hacer en realidad.
Sí, nos estamos adelantando, pero es un tema que tarde que temprano deberemos de tocar, y lo mejor es que sea lo más rápido posible por el bien de ambos.
Xingqiu se recostó a mi lado, dándome un beso en la mejilla que sentí me llegó hasta el alma, por lo que mi piel blanca se puso como la piel de un tomate. Me volvió a tomar de la mano.
-Vayamos lento, ¿sí? Como con nuestra amistad.
-Al principio te caía mal. –Reí.
-Sí, y después nos hicimos mejores amigos. –También río, mirando al cielo. –Solo pido eso: vayamos lento.
-De acuerdo, compañero. –Nos miramos, sonriéndonos de la forma más sincera que pudimos haberlo hecho alguna vez en nuestras vidas.
Los días eran más decorosos, en efecto, celebramos el cumpleaños de mi compañero de la manera en que normalmente lo haríamos, ahora la gente lo veía más feliz, aunque nunca dejando sus novelas a un lado.
De hecho me fui enterando que Xingqiu tiene la manía de quitarle el empastado a los libros para cambiarlos y que nadie sepa qué es lo que en realidad lee. No siendo raro, leía novelas de amor entre hombres escritas para un público exclusivamente femenino, de hecho tales novelas están prohibidas en la ciudad, por lo que se venden a precios altísimos.
Como tampoco es raro, él se las podía costear, pidiendo tales novelas por carta, dejando el dinero en el sobre de la misma junto con las instrucciones de en dónde se tenía que dejar el libro, que era casi en las afueras de la ciudad.
La misma noche de su cumpleaños, fuimos a "beber una cerveza" mentira, lo que hicimos fue ir a una de las montañas más altas de la ciudad, donde nadie nos vería.
-Vaya día, compañero. –Me dijo, suspirando de cansancio.
-Sí, vaya día. –Puse mi mano sobre la suya, nos sonreímos con los ojos cerrados. –Y aún no acaba...
-¿Tenías alguna otra sorpresa pensada?
-En realidad...no. –Me acerqué a él, tomando sus mejillas con una sola de mis manos. –Pero improvisar no se me da mal.
Nos abarcamos en un beso necesario, deseado por ambos, ahora en la obscuridad de la noche y en el silencio de las montañas, lo único que nos puede ver serían las flores, y las flores no hablan.
Nos dejamos caer en el pasto, yo estaba sobre él, por lo que pude sentir perfectamente que tenía una erección que chocaba casi contra mi репе también, el que de igual manera recibía bastante flujo sanguíneo en ese momento.
Nos dimos cuenta de forma rápida quién sería el dominador y el sumiso, pues en cuanto le besé el cuello, él tembló de pies a cabeza, lo que me hizo sonreír, victorioso.
Él también me intentó besar el cuello, pero eso no me prende para nada.
-Xingqiu...no me haces ni cosquillas. –Confesé, con una risita, él negó con la cabeza.
-Idiota. Debiste decirme antes. –Para consolarlo, le besé el cuello, por lo que pude sentir que me pellizcó un brazo, lo dejé de hacer tan pronto pasó eso. –N-no, continua, quería suprimir un escalofrío que estaba dando.
-Típico de ti.
La verdad es que no teníamos intenciones sexuales, era apenas la primera "cita" por decirlo de alguna manera, que teníamos, de ahí que no tuviéramos prisa. Además, iríamos lento, aunque ahora sí nos dábamos el lujo de pisar el acelerador a todo lo que daba por el hecho de que tantos años reprimidos salían de golpe.
Detuvimos la candela en cuanto nos llegó el frío del otoño, y luego en una montaña alta, definitivamente las cosas se pondrían serías en ese tema, por lo que nos calmamos.
La semana siguiente fue especialmente dolorosa para mí, Xingqiu estuvo ocupado con los negocios de su padre ya que, de pronto, los negocios fluyeron como el agua, o mejor dicho, los negocios se devaluaron a lo desgraciado
Algún comerciante ajeno al gremio sacó del mercado casi todo el tipo de mercancía que vendía el padre de Xingqiu, y él, a sabiendas que eran productos exportados que tardaban literalmente meses en llegar de nuevo, las comenzó a revender sacando muy poco stock a la venta...por lo que infló el precio a su gusto, a sabiendas que los consumidores pagarían eso, y más de aquí a que se traían más productos.
Dejando el desastre financiero que casi se le vino a la venta a la familia de Xingqiu, pues tendrían dinero para invertir en otras cosas, aunque ya no con el mismo margen de ganancia, esos asuntos lo tuvieron tan ocupado que ya ni siquiera podía venir a comer conmigo.
El sr. Mao se dio cuenta de eso, por lo que miraba con cierta tristeza el verme llegar solo.
-¿Otro día más ocupado?
-Xingqiu seguramente se la pasará sin dormir, lo que me preocupa. En serio no lo he visto en toda la semana, ni una sola vez desde su cumpleaños.
-Esperemos que eso se resuelva lo más pronto posible. –El sr. Mao siguió cocinando.
Era ya viernes, bostecé pesadamente, me sentía triste, cansado, un poco desesperado de ver a ese sujeto, pero no tenía opción, ir e interrumpirlo sería una grosería, y lo más seguro es que solo lo haga molestar.
Cuando dejé mi plato para irme con bastante hastío, vi que Xingqiu corría a toda velocidad, tranquilizándose al verme, sonriendo.
-¡Compañero! –Grité, entusiasmado.
-¡Menos mal te alcancé, compañero!
Lo esperaba en la barra, abrí mis brazos, como queriendo preguntarle qué era de él ahora. Simplemente nos dimos la mano y nos sentamos, yo pedí una cerveza fría.
Quería besarlo, abrazarlo, acariciarle sus cabellos, quería tantas cosas, pero no puedo, no puedo ni siquiera tomarle la mano. Lo que sí hice, fue acariciarle el hombro.
-Pensé que el trabajo te terminaría tragando, compañero. –Solté su hombro tras hacer esa broma, aunque yo quería seguir tocándolo después de una semana sin vernos.
-Yo igual, compañero. –Dejó caer su cabeza en la barra. –Menos mal todo ha acabado finalmente, o al menos para mí.
Los detalles de esa conversación los omitiré al ser más bien algo aburrido, incluso para mí, prefería centrarme en Xingqiu en sí, dejando todo de lado.
Al acabar de comer, él me dio de forma muy discreta una carta, así que nos separamos como lo haríamos todos los días.
La carta era clara: "Nos vemos en la montaña a las diez".
No sería difícil cumplirlo, trataría de estar antes que él, eso definitivo.
Justamente cuando llegué al punto citado a la hora citada, pude ver que Xingqiu ya se encontraba ahí, leía un libro a pesar de que no es muy fácil ver en la noche, no sé cómo diablos lo hace.
Al llegar, simplemente nos saludamos de lejos, yo me senté cerca de él, esperando algo, pero no encontrábamos forma alguna de interactuar, otra vez.
-¿Llegaste muy temprano?
-Diez minutos a lo mucho, de cualquier forma llegaste temprano. Yo pasaría por aquí, prácticamente mi casa queda detrás de esta montaña.
-Pero es el almacén de tu padre.
-Por algo dije "prácticamente". –Sonrió, guardando su libro para acercarse a mí, poniendo su mano encima de la mía. –Te extrañé, Chongyun.
-Me alegra saber que en los ratos libres que tenías del trabajo pensabas en mí, compañero. –Ahora yo me acerqué.
-No solo en mis ratos libres...sino más bien todo el día.
-Pues ya somos dos.
Nos quedamos viendo las luces de la ciudad, era un ambiente bastante romántico, y él tenía algo de té tibio en un tarro de cerámica, así que nos pusimos a beber del mismo para entrar en calor.
¿Qué mejor que estar con la persona que me gusta, tomados de la mano, bebiendo té y mirando la ciudad? Cualquier pareja nos envidiaría...carajo, ahí está el detalle.
Solté su mano, haciéndome un poco a la distancia, él me miró, extrañado.
-¿Qué pasa? –Me preguntó.
-¿No sería éste un lugar concurrido por parejas? Si nos descubren, estamos acabados.
-Yo no tengo miedo, Chongyun. –Rió.
-Yo sí, temó por ti, Xingqiu. Tienes mucho que perder si nos descubren, no quiero que algo así pase.
-Te preocupas demasiado, lo mejor sería ser más laxo con ese tema.
-No podemos ser laxos, ¡eso nos costaría todo!
-Te pedí que fuéramos lento, no lo olvides. -Suspiró pesadamente. -He sabido de parejas que tardan semanas en tomarse de la mano. No es lo que me gustaría, pero tampoco quisiera presionarte para ir más rápido.
-Simplemente debemos pensar, debemos encontrar la manera en que podamos llevar lo nuestro sin que nadie se entere.
Había algunos lugares donde nada de gente pasaba, pues eran zonas donde había muchos monstruos, y no es como que a ellos les interese vernos, pero también sería peligroso que nos tomaran en un momento...inoportuno.
Lo que sí es que son zonas en dónde hemos ido miles de veces de aventuras y ni una triste alma pasa por ahí, esa era la solución, pero por aquí más o menos pasan algunos comerciantes o aventureros, por lo que prefería tener mis precauciones.
Le comenté eso mismo a Xingqiu, a lo que él le pareció lógico, por ahora serían otros días sin vernos muy seguido, él necesitaba descansar tras todo el embrollo que pasó.
Tómamos nuestras cosas, mañana que todo se calmara estaríamos mejor, por lo que fuimos al almacén de su familia, que queda detrás de la montaña.
Llegamos pronto, uno de los trabajadores de su familia le pidió que revisara algunas nuevas mercancías que habían llegado, así como algunas novelas de Fontaine, que eran de sus preferidas junto con las novelas locales.
Me pidió ayuda para que le ayudara con las cajas, como soy más fuerte que él, era necesario.
El almacén tenía, graciosamente, una especie de closet dentro, por lo que era algo así como un almacén dentro de otro almacén, que era ahí donde se puso lo que buscábamos.
Él cerró las puertas del closet, cuando dejé de revisar las cajas me llevé la gran sorpresa de que Xingqiu me tomó de la cadera y de la cabeza, azotándome contra la pared para besarme desesperadamente.
No la vi venir, pero a los pocos segundos cerré los ojos, entregándome también al beso que deseaba con bastante candor, abrazándolo con fuerza.
Duramos así varios segundos, besándonos a la vez que respirábamos por la nariz, así fuera incomodo, pero no queríamos separarnos el uno del otro, necesitaba de él tras tanto tiempo de no verlo.
En ese lugar era imposible que nos vieran, de ahí que no temiéramos a ser descubiertos, lo juntaba a mi cuerpo, sentía un bulto en su entrepierna, me causa ternura que sea bastante precoz y se emocione muy fácilmente.
Lo siguiente que hice, y porque quizá eso lo emocionaría más, fue bajar una de mis manos hasta su trasero, él gimió a voz baja, tomando mi mano para conducirla más cerca de su recto, detiéndose a un centímetro del mismo, ahí, tomé con más fuerza, sacando un gemido más fuerte.
Ya era imposible para mí no sentir su erección, yo no estaba tan emocionado, por lo que, de seguir tocándolo y escuchar sus gemidos, seguramente terminaría en ese mismo extremo.
Sin embargo, se separó de forma súbita, yo traté de seguir besándolo, pero me tomó de las mejillas, deteniéndome.
-Digo que quiero ir lento, pero a la hora de la hora la palabra "lento" deja de existir. -Me dio un beso en la nariz. -Te amo, Chongyun, no me arrepiento de hacerlo.
-Yo tampoco me arrepiento, Xingqiu. -Nos volvimos a besar en la obscuridad de ese almacén, escuchando nada, sintiendo todo, nuestros rostros estaban fríos, nuestras almas; calientes debido al amor que nos tenemos.
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Nu ma, me imagino a Chongyun diciendo "chúpame la paleta, Xingqiu" o a Xingqiu diciéndole "Haste una paleta con mis huevos, Chongyun" JAJAJAJAJA
Ok, traté de darle un final triste, pero una amiga leyó el cap antes de que lo publicara y me dijo "te quedó muy forzado" por lo que, al no encontrar forma posible de darle un final triste, mejor le di un final normal.
Me he dado cuenta que la mayoría de mi publico son mujeres, lo que me hace quedar de :0 es mi primera historia donde más mujeres que hombres leen :0 y a casi todas mis amigas les gusta el yaoi, así que si son como mis amigas, seguramente les habrá gustado mucho el cap uwu
Espero que para los hombres no haya resultado muy incomodo leer, incluso mi mejor amiga me dijo que al principio se notaba que estaba incomodo cuando empecé a escribir pero ya luego me solté, si me lo pueden confirmar, estaría agradecido :D
Si les gusta los caps yaoi les traeré más, por ahora el único que tengo en mente es AetherxXiao, hay bastante de ese ship en wattpad, lo mismo con el ZhonglixChilde, que parece ser que a Childe le cae bastante bien al viejo sabroso, lo digo por sus dialogos (ya que sí, tengo a Zhongli y a la beia cococabra uwu) Recuerden que la siguiente semana es lemmon entre Lisa y Jean >:3
LET'S PUTO GOOOOOOOOOOOOO!!!! ME SALIÓ EL EMIYA DE GENSHIN!!!
Yo como gran fan de la saga de fate y siendo Archer de UBW uno de mis personajes favoritos de anime, voy a gozar al tortas...como no se lo pueden imaginar
Ahora sí me voy xd
Siempre tuyo:
-Arturo.
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