Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Amigos íntimos.


Nunca había tenido en cuenta a Barbara para shipearlar con Aether a pesar de los encuentros que tiene con él...Pero cada vez me convenzo más de que tienen potencial (Barbara le dice que siempre se sentirá segura a su lado y que la sonroja que le diga que es una chica linda :0) seguramente saque un especial de ella ahora que estoy más relajado de tarea (toda la semana pasada no escribí por esa misma razón), lo que no sé es si meterle lemmon o hacerlo normalito, ustedes pidan :3

Como sea, ahora vamos con el capítulo en sí que creo que es de los más esperados 7u7

Tras varias semanas fuera de la ciudad, por fin regresé a Mondstadt, lo que era una fortuna para mí ya que siempre me agradan los aires de este lugar, que son más frescos, aparte aquí encontré a mis primeros amigos y comenzó mi gran aventura, ¿qué de malo tendría eso?

Caminaba por el camino principal, Paimon estaba cansada así que iba montada sobre mis hombros, cuando de repente una flecha cayó cerca de mis pies, a unos dos metros, ella empezó a volar y yo desenvainé mi espada inmediatamente, corriendo hacia una piedra para cubrirme detrás de la misma.

Curiosamente, cuando volteé a ver qué pasaba, si era algún hilichurn o un ladrón de tesoros, no me encontré a nadie en varios metros, como si esa flecha hubiera salido de la nada.

Sin embargo, cuando retomé mi postura, me di cuenta que alguien estaba a mi lado, lo que me sacó un enorme susto que me arrojó contra el suelo. Amber se había levantado mientras se reía, yo estaba sonrojado al haberme sentido apenado.

-¿Te sorprendí? Al final es lo que quería. –Mencionó ella, teniéndome la mano, pero en vez de levantarme, hice peso para también tirarla al suelo, a mi lado mientras ahora yo me reía.

-Parece que el estafador resulto estafado. –Reí, ambos nos levantamos para después mirarnos con un suspiro, no esperando un segundo más para darnos el más fuerte de los abrazos.

Ambos sabíamos que nos queríamos dar un abrazo, aunque tardamos unos segundos en hacerlo por una pequeña pena que nos daba.

Como fuera, los dos comenzamos a caminar a la ciudad. De forma inevitable, comencé a recordar la vez que nos conocimos, el hecho de que pasó algo similar, ya esta es la misma senda que tomé para cuando nos conocimos, de ahí que este camino me traiga muchos recuerdos bastante gratos y que me hacen sentir nostalgia.

Por suerte para mí que los puedo revivir. Amber me dio la bienvenida a la ciudad, me enseñó a volar con el planeador que, por cierto, ella misma me regaló, aparte de que sigue trabajando sin cesar en buscar a mi hermana para ver si, por casualidad, ella pasa por los caminos cercanos a la ciudad (nota: esto es antes de la primera aparición de Dain)

-Y dime, ¿qué te trae de nuevo por aquí? –Me preguntó ella, sacándome de mis pensamientos.

-Esa pregunta me hace pensar que no te gusta mi presencia. –Dije, fingiendo tristeza.

-¡No, para nada! Realmente me gusta que estés aquí...es más divertido y los días son mejores cuando te encuentras en la ciudad y podemos hacer cosas juntos.

-Todavía me acuerdo que salíamos a explorar...si, esos eran buenos tiempos. De cualquier forma, en el primer descanso que tenga, te aseguro que los dos podemos ir a explorar las cercanías de la ciudad.

Semanas atrás...

Aether y yo nos encontrábamos de exploración, lo que era especialmente agradable para mí ya que es una de mis actividades favoritas por el simple hecho de que me encanta la naturaleza y pasear por la misma.

Solíamos hacer de comer en una hoguera, yo con mis filetes a la caballera exploradora bien hechos y jugosos (o al menos eso me dice Aether...), acompañado de algunas bebidas que él compra en Cola de gato para explorar juntos.

Él realmente tiene un excelente don para lo que es la cocina, y vaya que me he dado cuenta, puesto que siempre cocina excelente, y todo sabe delicioso siempre que lo prepara él. Aunque me ha dicho que mis filetes no se quedan atrás (Aether con intoxicación por carne cruda: lo que hago por no herir sus sentimientos :'v)

Esa misma tarde, y para pasar un poco el rato, ambos estábamos leyendo una de las historias que tenía en mis libros que solía leer de niña, especialmente el que le di accidentalmente a la hora de explicarle el cómo volar.

-Este es mi favorito, y por mucho. –Sonreí, cerrando el libro y poniéndole un separador.

-La verdad es lindo y me trae un montón de recuerdos. Se puede decir que también es mi favorito. –Suspiró él, levantándose y teniéndome una mano.

En cuanto la tomé, se la apreté con fuerza, por lo que él se dolió un poco, yo reí y él me miró feo, jalando mis mejillas suavemente. Una gota de sudor me bajó por la frente.

-Sigamos explorando, seguramente habrá un campamento de hilichurns por aquí, y habrá que destruirlo lo más pronto posible.

Hicimos lo que dije, no detectando el campamento como tenía previsto, lo que puede ser especialmente bueno. Lo que sí nos topamos fue un mecanismo en el que alguien debía quedarse parado en una plataforma para que alguien más alcanzara un cofre que quedaba en la llanura de levantaviento.

-No necesitaré más de 20 segundos.

-Bien, los contaré con las manos. –Sonrió él.

Apenas se activó el mecanismo, yo salté de la colina, la que, de hecho, era muy grande, solamente para abrir mis alas y volar.

Malamente, no me di cuenta que el mecanismo se había atascado en una de ellas, por lo que no salió bien y yo comencé a caer al precipicio. Grité, atemorizada ya que era más que seguro que la caída me mataría, intenté abrir mi ala como pude, pero no podía.

-¡Amber! –De pronto sentí que unos brazos me rodeaban, Aether me cargaba en brazos para él sí abrir sus alas de forma correcta, comenzando a planear de manera más relajada.

Me había sujetado como gato a una pared, seguramente le enterraba mis uñas en su espalda, y de hecho estaba sujeta a él con una fuerza que ni yo misma me creía.

Al verlo, me di cuenta que su semblante era de susto total y de mucha preocupación, yo sentía unas leves ganas de llorar, y lo peor de todo fue que a unos tres metros del suelo, sus alas se rindieron por el peso extra que llevaba y ambos caímos al suelo, lastimándonos un poco.

Apenas nos repusimos, él corrió hacía mí para abrazarme, y yo hice lo mismo, lo abracé con toda la fuerza que tenía.

-¡¿Estás bien?! ¡¿No te lastimaste?!

-N-no...¿qué hay de ti?

-Como si nada. –Rió un poco estresado. –Menos mal reaccioné a tiempo...no sé qué hubiera pasado si me tardaba un solo segundo más.

-Gracias por salvarme. –Sin poder contenerme más, me solté a llorar en su hombro, mi corazón latía muy rápido, tanto así que incluso me dolía por el susto de muerte que me había llevado. Él mismo lo dijo, si se hubiera tardado un segundo en reaccionar, hubiera muerto en la caída.

Nos separamos del abrazo, él usó sus pulgares para limpiar mis lágrimas, mirando con preocupación.

-Tranquila...todo está bien, no pasó nada. –Nos volvimos a abrazar, intenté frenar mis llantos, pero seguía muy asustada todavía. –Ya, Amber...no llores, estás bien, no saliste lastimada.

Al tratar de relajarme, noté que el corazón de Aether también latía muy rápido, seguramente él se llevó un enorme susto de ver que mi planeador había fallado y estaba literalmente cayendo a mi muerte.

Para apalear el susto, trataríamos de comer algo, pero realmente no teníamos nada de hambre tras lo recién ocurrido. Yo simplemente quería estar aferrada a él para tratar de que eso me calmara, seguía en estado de shock.

Él también me abrazaba con fuerza, lo que me daba calor y tranquilidad. Comenzaba a anochecer, seguramente nos tocará hacer un pequeño campamento para pasar la noche. El fuego nos alumbraba lindamente, era la única luz que se veía a metros de distancia, como no fueran también las estrellas, claro.

-Yo haré guardia, si quieres descansa.

-¿No te irás? –Pregunté, casi como si fuera una niña pequeña.

-Claro que no. –Aether jaló mi mejilla de nuevo, así que solamente me tomó de la mano a la vez que se sentaba a mi lado.

Podía ver su espalda, yo dormía boca arriba, y él miraba para todos lados, teniendo su espada a un lado y tomando mi mano con su izquierda.

Me volteó a ver de reojo, sonriéndome. Me acuerdo que él se acostó junto a mí, sin dejar de sujetarme.

-¿Te sientes un poco mejor ya?

-Me siento mejor, claro...creo que ya se me pasó la impresión, por suerte.

-Eso es bueno... -Me junté más a él, quedando hombro con hombro. -¿Amber?

-No es nada... -Apreté mi agarre. –Casi me muero haciendo lo que más me gusta...de no ser por ti. Quizá cambie de alas, nunca me había pasado algo así.

-Siempre hay una primera vez para todo, para bien o mal. Realmente no lo pensé, vi que tus alas fallaron, que caías al vacío, corrí lo más rápido que pude y me estiré hasta lastimarme la cadera con tal de atraparte...me sentí asustado también.

-¿De verdad te lastimaste?

-Solo en el momento, ahora estoy como si nada. –Sonrió cerrando los ojos y abriendo la boca. Fue ahí cuando algo se avivó dentro de mí, y realmente se hubiera apagado al día siguiente de no ser porque dormí tomada de la mano de Aether, y al día siguiente, viéndome confundida, me abrazó y me besó la cabeza.

Debió pensar que me sentía confusa si lo de ayer fue un sueño o, si por el contrario, le dio la sensación de que creí que estaba muerta y que ahora me encontraba en el cielo.

Ese pequeño calor comenzó a crecer y crecer conforme iba pensando en Aether. Siempre que recordaba algo que tuviera que ver con él, sonreía de forma involuntaria, ahora quería pasar más tiempo con él, ir a comer, a beber algo, salir de aventuras, pero no separarme de él.

Estoy segura de que es amor lo que siento por él. Y de hecho tendría sentido: todo lo que pasamos juntos durante la crisis de Stromterror, lo que hacíamos antes del incidente y lo que hacemos ahora, que no hace más que aumentar mis sentimientos por él.

Así fue como me enamoré de Aether...no solamente fue por salvarme, sino que sé que siempre puedo contar con Aether y que hará por mí cualquier cosa se lo pida o no, siempre será amable, lindo, educado. Es un chico maravilloso.

Unas semanas después.

Ese día tendría otra expedición rápida con Amber, según tengo entendido no hay un objetivo en específico, solamente es un patrullaje de rutina, aunque me viene de maravilla ya que así podré recolectar varias flores que me hacen falta, entre algunas cosas más.

Antes de nada, iríamos a beber algo a Cola de gato para pasar el rato en lo que empezaba la jornada de aventuras. Estábamos sentados en la misma mesa, mirándonos frente a frente.

No tengo ni la más remota idea, pero Amber siempre me mira de forma más atenta que a los demás, y parece que sus ojos son un poco más grandes cuando habla conmigo. Eso sí, lo hace con la soltura de siempre y con ese carácter chabacano que la caracteriza mucho y que es lo que más me agrada de ella.

La bebida la preparó Diona y, como no era raro, sabía de maravilla, lo que a ella le había enojado, solamente se fue refunfuñando con su cola erizada. Amber y yo nos reímos a baja voz, enternecidos por verla así.

-Salud. –Dijimos, chocando nuestros vasos. La bebida no era alcohólica, por supuesto, pero sabía muy exquisita por sus notas y los sabores que dejaba en la boca, empezando con manzana, luego al pasar era solsettia por unos segundos dejando un regustillo a bayas dulces hasta el final.

-¡Wah, esto es refrescante! Nada mal para los días de calor intenso como hoy. –Exclamó ella, feliz. Su listón se movía graciosamente cada que tomaba del vaso, lo que me daba especial gracia. -¿Qué te da risa? –Seguramente se percató de mi sonrisa.

-Nada, nada. La verdad es que el listón te queda muy lindo, ¿pero siempre lo has usado?

-Para nada. Cuando tenía 10 solía usar uno de color rosa. De hecho, vestía ropa rosada, no roja como ahora.

-¿Por qué dejaste de usarlo?

-No hacía juego con mi uniforme de los caballeros. Todavía lo conservo, estará en algún lugar de mi armario, perdido por ahí.

-Me gustaría verte con él algún día.

-Siempre y cuando no esté en servicio, por supuesto.

Al acabar de comer, cada uno fue a sus asuntos, seguramente volveremos a salir más pronto de lo que alguno de los dos piensa...hay algo importante que debo decirle.

Para el día siguiente esperaba en El buen cazador, esa tarde comería con Amber antes de ir a Liyue para seguir las pistas de unos enormes desbordamientos de roca que habían sucedido así de la nada, y mi trabajo sería investigar al respecto, además de que comenzaron a haber varios temblores de la nada, lo que era un poco para preocuparse. Eso era lo que, justamente, quería decirle a Amber.

Entre otras cosas, cuando la vi, en un primer momento no la reconocí ya que tenía puesta ropa completamente diferente. Supuse rápidamente que no era su uniforme de los caballeros, pero sin duda alguna se veía muy linda.

Su listón era blanco con algunas líneas rojas que lo adornaban. Ella usaba vestido, era de color rojo, pero también tenía una blusa blanca de manga larga, y sus mallas blancas de siempre.

Ese era su día libre, así que pasaríamos el día juntos antes de mi partida de la ciudad para regresar en, tal vez, unas tres semanas o un mes, dependiendo de la situación.

En el cuello de su blusa tenía amarrado un listón carmesí con una línea central blanca, la que era muy bonita. De hecho, ella se veía más aniñada así vestida, pero no dejaba de parecerme atractiva.

-¿Y qué tal? –Ella modeló rápidamente para mí, haciendo una pequeña pose que me parecía hermosa, aparte de que giró sobre sí misma, haciendo mover su falda como si fuera la de una bailarina, seguramente lo aprendió de Eula.

-Te ves muy linda, Amber. –Sonreí, dándole un abrazo rápido y un beso en la mejilla, los dos nos sentamos a comer.

Sara le dio también un cumplido a Amber por lo linda que se veía, y la verdad es que sí, sin duda alguna se veía de lo más hermosa.

Comimos como lo haríamos normalmente, solamente que platicábamos del futuro, de lo que haríamos el día de mañana. De hecho, ese día estaba siendo especial por la razón de que no nos veremos por un tiempo...lo que es especialmente duro para mí, ya que ella es, sin lugar a dudas, mi mejor amiga.

Ella seguiría en su trabajo como no era raro, y realmente yo haría lo mismo, solo que, claro, a mí manera, como no podría ser de otro modo.

Entre platicar y platicar, se nos fue el tiempo, y cuando menos lo esperamos ya estaba atardeciendo, así que pagamos la cuenta de lo nuestro y nos fuimos.

Haríamos un recorrido en la ciudad, claramente, más precisamente a los molinos mientras comíamos una paleta de menta y bayas. El chef Mao me había enseñado a cómo hacerlas, por fortuna.

Ambos las disfrutábamos sentados en lo más alto del mirador de los molinos, observando toda la ciudad y aquel lindo atardecer que, sin duda, me recordaba mucho a los que se miraban en las enormes montañas de Liyue, que era a dónde me iría al amanecer.

No podía evitar sentirme triste ante la idea de que me iré por un tiempo y no regresaré hasta quién sabe cuándo, ya que todo son fechas aproximadas, podría ser incluso más tiempo, un poco menos, a lo mejor. En realidad no podía saberlo.

Amber puso su cabeza en mi hombro, la que yo acaricié suavemente, sonriendo.

-¿Ya te había dicho que te veías linda así vestida?

-Sip, apenas me miraste. –Sonrió ella. -¿Tú también tienes más ropa aparte de esa?

-Algunas...pero las dejé en Liyue, malamente.

-En nuestro próximo encuentro, ¿podrías usarla? No sé, me gustaría saber cómo es.

-También es de color café, de hecho...

Seguimos comiendo nuestras paletas mientras le explicaba a Amber cómo era la ropa que tenía.

Cuando yo estaba por acabar mi paleta, lo poco que quedaba se me cayó, por lo que solamente vi con ojos de perrito triste como es que ese pedazo de hielo se golpeaba contra el suelo, deshaciéndose por completo...

Amber comenzó a reír, recargándose en mi hombro, yo miraba a la nada, triste, frustrado, pero ya no había nada que pudiera hacer.

-Si quieres puedes comerte la mía. –Me dijo, riendo todavía. A ella le quedaba todavía la mitad, así que más que nada por consuelo, lo acepté.

Mientras mordía la paleta, realmente me llegó un fotograma muy lindo: Amber sonreía agraciadamente, con las mejillas un poco rojizas por la risa que se aventó, vestida de esa forma tan linda, mientras que el sol alumbraba detrás de ella, casi como si fuera algo mágico.

Ahora que lo pienso, sí que tenía un aura mágica, ¿por qué lo menciono? Pues parecía ser la imagen de una Santa al deslumbrar de esa manera mis ojos.

Como vio que la miraba de forma muy seria, ella igual se puso seria, aunque notoriamente confundida.

-¿Pasa algo?

-No, nada... -Seguí mirándola, a pesar de que ya no sonreía, y que incluso me limpié los ojos, ella no dejaba de verse así de impresionantemente bella.

Realmente me parecía de forma muy convincente de que ese cielo de color ámbar se había condensando tiernamente en sus ojos, formándolos de una forma impresionante. Y es que sí, miraba a sus ojos, luego miraba al cielo, y era el mismo color, no había diferencia alguna de tonalidad.

Y ni hablar de sus parpados, parecían ser las nubes que adornaban ese atardecer de sus ojos, que si bien nada tenía que ver un tono con el otro, era la sensación que me daba. Sus pestañas se habían transformado en las montañas que adornarían un paisaje como ese, y de verdad parecía que en la mirada de Amber veía uno de los más hermosos parajes de Liyue.

-Oye...t-te estoy hablando. –Dijo ella, picándome una mejilla, yo me sorprendí bastante, por lo que la paleta se me volvió a caer de las manos...desafortunadamente.

Ella volvió a reír, pero ahora no tanto, simplemente me acarició los cabellos, consolándome en que ahora había tirado una segunda paleta...una que ella me había obsequiado por la pérdida de la primera.

Seguía realmente sorprendido una vez bajamos del molino, no hablaba mucho ya que, cada que miraba a Amber, no podía evitar perderme en sus ojos, y mucho menos en su figura en sí, ya que ahora su vestido, que si de por sí se me hacía hermoso, ahora lo era más.

Podría ser el color de los avellanos rojos que hay en las praderas, el color blanco de su ropa serían, en todo caso, el reflejo blanco de los ríos cuando el sol los alumbra.

¿Por qué pensaba en todo eso, ahora que lo pensaba? Creo que la respuesta era más simple de lo que cualquiera podría pensar...si veía y describía a Amber como lo haría alguien que estaba enamorado de ella...es por el hecho de que yo me enamoré de ella.

Me sentía sorprendido, pero a bien, y muy feliz, dicho sea de paso. Ver de forma divina a Amber me terminó por flechar...y como ella y yo somos amigos íntimos, solamente puedo decir que es muy compatible conmigo, su personalidad me gusta, ella es hermosa, tiene carisma hasta por las orejas y es alguien en quien puedo confiar.

Creo que no sería para sorprenderse el que me enamorara de tal persona...solamente necesitaba dar un salto de fe...que más bien fue un empujón.

Cuando la fui a dejar a su casa, y en la puerta de la misma, nos dimos un abrazo, solamente que fue más largo de lo habitual al saber que no nos veríamos en un tiempo. Ya comenzaba a extrañarla sin que en realidad me hubiera despedido de ella.

Al finalizar, nos miramos con los ojos cristalizados, no queríamos llorar ya que no sería como que no nos veríamos de nuevo, pero un mes sonaba mucho, sino es que demasiado.

-¿Volverás?

-Por supuesto que sí...y me aseguraré de que seas la primera persona a quien me encuentre al regresar.

Nos abrazamos de nuevo para separarnos pocos segundos después.

Dos veces a la semana compartimos cartas, aunque malamente nunca fue suficiente, yo quería verla en persona, pasear con ella, comer en El buen cazador con ella...ya llegaría el día, ojalá más pronto de lo que espero.

Presente.

Tras charlar un poco de lo que habíamos hecho mientras no nos habíamos visto, los dos nos sentamos a comer en el Buen cazador como en los tiempos de antaño, eso me recordaba a varias citas que habíamos tenido antes, y era lindo.

Realmente no sé si decirle lo que siento es lo adecuado, Amber no puede separarse de Mondstadt y yo soy una persona errante, que vaga de aquí para allá mientras busca a su hermana y recorre las siete naciones.

Independientemente de eso, lo ideal para mí era disfrutar de la comida que extrañaba mientras seguía platicando con Amber, mirando sus lindos ojos, su linda boca y sus lindas mejillas, sonriendo como tonto.

-¿Qué te da risa? –Seguramente se percató de que sonreía.

-Recordaba los buenos momentos, eso es todo. Por cierto, tengo casa...me gustaría invitarte a ella para compensarte lo mucho que has hecho por mí desde que llegué a Teyvat.

-Vamos, no es nada. ¿Es en Liyue? Hum...debería pedirle permiso a Jean para estar fuera de servicio unos días.

-No.

-¿Es aquí en la ciudad? ¡Rayos, ¿por qué no me dijiste?! Seguramente estará polvorienta, y si dejaste fruta, se habrá podrido.

-Es...complicado de explicar.

Saqué la tetera y le expliqué lo que era, ella se había sorprendido mucho, y apenas termináramos el paseo, lo que fue de hecho pronto, ingresamos a la tetera al dejarla en un lugar seguro...la última vez, Klee la tomó y causó un terremoto...

Gordi se sorprendió al ver a una invitada, pero se alegró bastante ya que Amber, como no es raro, transmite mucha alegría. Le hice un pequeño recorrido por toda la finca, mostrándole los cuartos que se dividían en: mi habitación, la de Paimon, la de invitados, el salón de baile, la cocina, la bodega, la sala de estar y un pequeño escritorio de trabajo de alquimia.

-Si quieres quedarte a dormir, la habitación de invitados es muy acogedora. –Le mencioné mientras le mostraba la misma.

-Sin duda...es muy linda.

Luego de eso fuimos al patio, que era, de hecho, un lugar situado en las alturas, como la gruta de Preservadora de las nubes, solamente que ahí el sol alumbraba todo de forma muy bella y hermosa.

Los puentes de luz asombraban a Amber, ella jamás los había visto en su vida y le parecían muy lindos...aunque le daba vértigo caminar mientras veía el vacío debido a que le llegaban recuerdos de Vietnam, por lo que siempre que cruzábamos uno, ella se aferraba fuerte a mi brazo, cerrando los ojos.

Jugamos con mis perros, que eran cuatro, y tengo tres gatos en la finca, los que se acercaron a Amber con alegría.

-¿Cómo se llaman?

-Este es Chu, este es Roh, este es Playita y esta es Palmera. Que lindos son, ¿no?

-Vaya nombres. –Rió ella, acariciando a Playita mientras Chu se ponía sobre sus dos patas, recargándose en la cintura de Amber.

Tras acabar de jugar, fui a preparar la cena mientras ella descansaba en el sillón que tengo frente a la chimenea, y de hecho todo eso era muy acogedor, sin duda alguna. Lo más importante era que, apenas serví la cena, Amber llegó abriendo la puerta.

-¡Algo huele muy rico!

-He, ya ves. –Sonreí, justo a tiempo. Ella, Paimon y yo comíamos pasta, siendo bastante exquisito, eso debido a que el aura magia del lugar le da un mejor toque a la comida, lo que es raro pero no me quejo.

Al terminar de cenar, ambos nos sentamos en el sofá, subiendo los pies al mismo, teniendo una posición que sería comprometedora si fuera mujer. Tal no era el caso, ella llevó su pie a mi mejilla, yo la miré con extrañeza para tratar de morderle un dedo, pero ella lo quitó de inmediato, gritando un poco.

Escuchaba el sonido de la leña tronar suavemente, aparte de eso, hacía un poco de frío, por lo que fui por una manta para cubrirnos los pies y las piernas, estando ricamente calientitos. Mirábamos las llamas, no había nada más por hacer en ese día como no fuera dormir. Las luces de toda la casa estaban apagadas a excepción de la chimenea, claro.

-Tu casa es muy bonita, si te he de ser sincera.

-Gracias. Costó trabajo...pero aquí está, muy lindamente adornada. 

Ambos íbamos a leer un libro que tenía por aquí, parece que es de la historia de Liyue así que seguramente sería de lo más interesante. Sigo pensando que Zhongli debería dedicarse a escribir la historia de Liyue para ganar dinero...ya me debe más de cincuenta mil moras.

Cuando iba a pasarle el libro a Amber, noté que estaba dormida, viéndose muy linda. Yo sonreí ampliamente, cerrando el libro para taparme al igual que a ella, durmiéndome yo también.

Al poco rato, o quizá ya unas horas más tarde, me despertaron los ronquidos de Amber. No eran grandes, sino muy tiernos, parecidos a los de Paimon, así que intenté dormir de nuevo.

Ahora sí cuando desperté, y por algún extraño casual que yo no tenía ni idea de por qué había pasado, ella y yo estábamos acostados de cucharita, incluso una de mis manos estaba en su cintura, estando los dos bajo la misma sábana.

Siendo mañana por la mañana...inevitablemente en ese momento amanecía con tres pies, y no es que las caderas de Amber estuvieran precisamente lejos de mi entrepierna. Me puse rojo como tomate ya que no quería ni imaginarme qué pasaría si es que ella despertaba o sentía mi erección...seguramente se molestará o pensará que soy un degenerado y no volverá a hablarme.

Cuando ella despertó se levantó de inmediato para ir con dirección al baño, estirándose. Yo suspiré pesadamente, relajándome. Por suerte, y debido al nerviosismo, volví a tener dos pies, así que ya no tenía mucho de qué preocuparme.

Yo me senté en el sillón ahora procesando la razón por la cual Amber estaría abrazada a mí, ¿cómo es que llegamos a esa posición?

Cuando ella salió del baño bostezando y limpiándose las lagañas de los ojos, me miró con una sonrisa.

-Buenos días. Vaya, ayer terminé tan cansada que me quedé dormida sin darme cuenta. Tu sofá es muy cómodo, la verdad.

-¿Sueles moverte mucho cuando duermes?

-No. Perdón si fue importuno...pero suelo dormir siempre abrazada de mi Barón Bunny, y no puedo dormir bien si no tengo uno, por eso me acurruqué a tu lado. –Ella rió con un poco de pena. –Perdón si te incómodo.

-Realmente no me lo esperaba...y no fue incómodo, realmente parece que también me fue agradable ya que te estaba abrazando.

Ambos nos sonrojamos, así que dejamos de hablar de ese tema. Desayunábamos sin más, no solía escucharse nada, como no fueran las mordidas que daba Paimon a lo que engullía. Por mi parte, yo solamente bebía café y de vez en cuando se escuchaba cómo lo sorbía.

Al salir de la tetera, fuimos a dar un nuevo recorrido, y ahora sí que encontramos un campamento de Hilichurns, por lo que intentaríamos acabarlo para que fuera un problema menos de qué preocuparnos.

Solamente que no tuvimos en cuenta que, cuando uno de ellos sonó un cuerno para llamar refuerzos, lo hicieron dos pelotones a la vez...por lo que estábamos en problemas.

Como había un mago cryo y varios ballesteros de electro, sabíamos que nada de ahí podría resultar bien, ya que, para rematar, había granaderos pyro. Si se ponía en conjunto todo eso...solo podía resultar en muerte.

Amber y yo corríamos lo más rápido posible que podíamos, para mi mala suerte, yo me torcí el tobillo con una piedra mientras bajábamos una ladera, y parecía ser grave.

-¡Aether! –Exclamó ella, lanzando un Barón bunny para distraer a nuestros persecutores. –Ven aquí. –Ella de inmediato tomó mi mano, apoyándome a caminar ya que pasé mi brazo por sus hombros, comenzamos a caminar lo más rápido que podíamos en esa circunstancia, y suerte que logramos perderlos.

-Maldita sea...me dolerá por toda la semana.

-Al menos no fue tu cuello... -Ambos nos sentamos en un liquidámbar de solsettias, por lo que tendríamos buena sombra.

Los dos estábamos sentados muy de cerca, prácticamente nuestros cuerpos quedaban pegados, por lo que, y en cuanto nos volteamos a ver, estuvimos a punto de besarnos en los labios. Abrimos los ojos, separando nuestras miradas rápidamente mientras tosíamos de manera disimulada.

-Pe-perdón. –Exclamé, apenado.

-N-no te preocupes...nada pasó, así que eso está bien.

Para pasar el bochorno que seguía bien presente, trataríamos un poco mi tobillo. No era nada muy grave, podría caminar, aunque con mucho dolor, sin duda. Me quité la bota y comencé a ver, estaba un poco inflamado solamente.

Con el kit médico que Amber tenía, usamos un ungüento que serviría para relajar la herida, lo que sería una bendición en esa situación.

Yo me acercaba para ver qué pasaba, todo parecía ir bien, y realmente las manos de Amber eran muy suaves y tersas, así que sonreía mientras ella me masajeaba con delicadeza esa parte de mi cuerpo.

-Tendremos que quedarnos un rato aquí mientras se te baja la inflamación, no será especialmente mucho, quizá una media hora.

Cuando ella levantó su rostro, lo acercó de manera indefinida, ya que no se esperaba que estuviera tan cerca, por lo que nuestros rostros quedaron cerca de nuevo, ya no al punto de casi besarse, pero sí muy cerca. Nos sonrojamos una vez más, separando nuestras miradas.

Lentamente, y poco a poco, devolvimos nuestras miradas a nuestros ojos...quedando ahora más cerca que antes. Íbamos tomando más y más cercanía, así que cerramos nuestros ojos y juntamos nuestros labios.

A pesar de la impresión del primer momento, que causó un beso muy rápido y corto, nos miramos, volviéndolos a juntar. Seguíamos inseguros, fue un poquito más largo que el anterior, pero de cualquier forma nos separamos rápidamente.

Ya en el tercero, y sonrojados de nuestras mejillas, ella me abrazó y yo la tomé de la cadera y de una de sus mejillas para besarnos ahora sí con verdadera pasión.

Era, sin duda alguna, algo que me hizo latir el corazón hasta el punto de que pensé que se me saldría por la boca debido a lo que sentía en ese momento, por lo que me sorprendí demasiado de que fuera bien recibido por Amber.

Nos juntamos un poco más fuerte, sentía los latidos de su corazón en mi pecho, como aquella vez. Ahora nos latía el corazón rápidamente no por miedo, sino por emoción y amor, y es que solamente un sentimiento como el amor podía causar una emoción de esta envergadura.

Realmente perdí la noción del tiempo, literalmente nuestro primer beso duró más de cinco minutos, y fue hasta que sentimos las gotas que caían desde el cielo, que nos separamos. Realmente, si por nosotros hubiera sido, se nos hubiera ido la vida besándonos.

Mis labios quedaban completamente ensalivados, lo que me daba igual, había sido el más especial de los besos ya que se trataba de Amber. Había sido apenas el primero...pero ya me gustaba la idea de besarla.

Me puse mi bota de inmediato y, caminando juntos lo más rápido posible, sin decirnos nada, fuimos y nos refugiamos en aguaclara, especialmente bajo una manta de uno de los puestos de fruta de la aldea.

Como estábamos abrazados, nos miramos a los ojos de forma tímida, y ahí, en el frío de esa tarde, protegidos de la lluvia, oliendo la tierra mojada y escuchando las gotas al caer, nos volvimos a besar, escuchando nuestras agotadas respiraciones por el nerviosismo que eso nos causaba.

A pesar de estar un poco mojados, nos sentíamos calientes en el sentido más tierno que se pudiera uno imaginar, no era algo sexual, para nada, era romántico y nada más.

Pensamos que esta tarde sería una como cualquiera y nada más...pero vaya que había sido una completamente diferente.

Cuando nos separamos, nos vimos a los ojos, yo soy un poco más alto que ella, así que agachaba mi mirada para verla a los ojos.

-Te quiero...

-Ya te tardabas en decirlo, Aether... -Ella escondió su cabeza en mi pecho, abrazándome más fuerte. -¿Me quieres...?

-Sí...te quiero con mi corazón, aunque también te quiero como mi novia. –Sonreí, recargando mi mejilla en su cabeza, sintiendo su listón en mi frente.

-Y yo también te quiero con mi corazón...y quiero ser tu novia.

-E-eso me agrada...Amber.

Mirándonos una vez más a los ojos, nos volvimos a besar para sellar aquel acuerdo. Ahora éramos novios de manera oficial, lo que se podía decir era algo, de hecho, increíble.

Ya podía expresarle abiertamente todo mi amor, dárselo todo, además. Me sentía la persona más feliz del mundo...o segunda más feliz, mejor dicho. La primera se notaba, y por mucho, Amber.

Ahora se habría un enorme abanico de posibilidades entre los dos...

______________________________________

Por suerte sí pude publicar el capítulo el lunes, como a mí profesor se le olvidó subir el material para estudiar, tuve tiempo libre, así que aquí estamos uwu

Bueno, como una amiga de Guatemala me dijo que el envío del libro le salía a 22 dolares...mejor lo saqué en pdf xd así vale 3 dolares, 4 ya con "envío"...no sé por qué cobran envío por un pdf, pero bueno, capitalismo salvaje del cerdo burgués de Bezzos xd

Les dejo el link para los que se animen a comprar esta versión que es más accesible para los bolsillos latinos, solamente deben descargar la aplicación kindle en sus celulares o tablets para poder acceder al mismo: 

https://www.amazon.com.mx/dp/B096Z6FTFC/ref=mp_s_a_1_1?dchild=1&keywords=secretaria%20de%20guerra&qid=1623338519&sr=8-1&fbclid=IwAR2Kyo80Wg0-BNFudfQGPiJ7A8U_7sECPwWR4OZ5rFjb2R4MOnLd_iO3Jus

Ahora, debo algunos ships y no recuerdo cuáles son, ¿me los recuerdan para tenerlos anotados? Por ahora puedo decir que, si bien no es petición, incluiré un KeqingxGanyu, que es el ship más "canon" que existe debido a la fan novel que autorizó Hihoyo. No sé de dónde carajo salió el ship...pero está rico, y eso importa más :v

Comentando el capítulo, espero no haberlos decepcionado con el capítulo que, desde que salió el fic, es uno de los más pedidos, tanto en número de veces como por tiempo de espera, ojalá haya sido de su agrado y les haya gustado. 

La parte más bonita, a mi parecer es cuando Aether se enamora de Amber y cuando se dan un beso bajo la lluvia y se confiesan su amorts uwu

Traté de hacer el capítulo un poco más largo que otros, fueron más o menos 5700 palabras, cuando por lo regular los capítulos los hago de entre 3900 o 4200 palabras, así que sí, un poquito más largo.

Ahora estoy reparando la máquina de escribir de mi abuelito, lo que puede darme algunas ideas para fics futuros, varias de mis amigas me han dicho que se les hace muy linda la idea de que alguien les escriba cartas a máquina, así que...ya tengo tema de qué hablar :v

Puedo decir que es un nuevo invento de Fontaine, será algo inventado, pero a quién le importa mientras sea un capítulo lindo uwu

Nos vemos el próximo lunes

Siempre tuyo:

-Arturo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro