Rol Destinado
Auspiciado por: the promised neverland (no me digas xd) y la imagen.
En un mundo donde demonios y humanos viven en el mismo lugar, cada uno luchaba para su supervivencia.
Están los informantes, los buscadores y los santos. Cada persona nace con diferentes dones, al cumplir cierta edad al niño se le otorga elegir en cual de los tres debe estar, según sus capacidades y sus deseos.
-¿todos están bien?- un azabache reunía a su grupo.
-¡si, señor, ya estamos todos!- le respondió un chico y rápidamente todos entraron a la iglesia que se encontraba ahí.
-lleva contigo estas almas- una joven rubia rogaba arrodillada en el altar hasta escuchar la puerta abriéndose- vaya, regresaron.
-¿sucede algo? No te ves feliz- el mayor bromeó a la muchacha y está solo mantenía su tranquilo semblante.
-preferiría que al llegar entren a la iglesia con tranquilidad, después de todo este territorio está protegido- suspiro.
-lo es usted diga, nuestra dama salvadora- tomo su mano de forma burlesca y la contraria solo lo quito.
-¿ya llegó Gilda con la información?- comenzó a deshacerse de su mochila y en un chasquido ordenó a su grupo a hacer lo mismo, solo en las iglesias podían sentirse seguros.
-aún no... Aunque la que más me preocupa es Emma, ella fue al territorio más peligroso- la dócil mujer estaba angustiada.
-¿por qué no se lo pides a tu Dios? Después de todo prefieres estar con él- se dio la vuelta hacia una de las habitaciones.
-Ray- lo llamó pero este la ignoró.
Y los susurros no se hicieron menos, todos sabían de la difícil relación entre el buscador Ray y la santa Anna, un santo dedica completamente su alma y corazón a Dios pero Ray amaba a Anna.
La rubia mujer entró a la habitación.
-este es mi cuarto- primero hablo ella al entrar.
-da igual, nunca paras acá, solo en ese altar, además hay habitaciones exactas para mi grupo- se sentó en la cama cansado.
-estas tenso- se acercó.
-no lo estoy- negó con leve molestia y ella tomó sus hombros- ¿qué haces?
-pensaba que con un masaje se te iría la tensión- ella estaba preocupada por el.
-no lo hagas...- susurro apenas audible.
-¿por qué no?- ladeo la cabeza confundida.
-porque... Así será más difícil superarte- y entonces la rubia se separó.
-lo siento- es injusto que por su rol el tenga que ser infeliz, es injusto que por su rol... Ella tenga que ser infeliz.
-hey, te pregúntare algo... ¿Eres feliz?- se quedó mirándola.
-si lo soy- pero su respuesta se vio interrumpida.
-¿enserio?- y ella solo se quedó callada.
-¡comandante, la señorita Gilda y Emma ya volvieron!- tocaron la puerta de la habitación avisando la llegada de las personas esperadas.
-¡aquí estamos!- y de repente la pelinaranja invadiendo toda privacidad abre bruscamente la puerta.
-¿¡qué!? ¿¡Por qué nadie la detuvo!?- reclamo a su grupo que se veía nervioso ya que hicieron todo lo posible para retener a la de antena, pero ella fue más ágil y fuerte.
-perdón por la entrada brusca- a su lado estaba Gilda- ya sabes como es Emma.
-si... Lamentablemente- suspiro cansado.
-bueno, creo que necesitan su espacio para hacer sus planes- la rubia estaba a punto de irse pero fue detenida.
-un momento Anna, tenemos que hablar contigo también- la oji celeste detuvo su andar ante las palabras de la peliverde y se volvió a la habitación.
-bien, como saben estuve recogiendo información y descubrí que uno de los grupos de búsqueda fue atacado repentinamente, los demonios al parecer usaron los cuerpos muertos y heridos como señuelo para el santo de una iglesia cercana, después el santo con la guardia baja fue atacado- terminó de explicar la situación.
-según sabemos aún hay algunos sobrevivientes, pues mandaron un pedido de ayuda a Norman, yo justo estaba por ahí para recibir una nueva misión y me mandó a mi para rescatarlos pero junto a un santo y resulta que el santo más cercano a ese lugar... Eres tú- giro su vista a la rubia la cual se sorprendió pero rápidamente se fijo determinada.
-entiendo, no te preocupes lo haré- sonrió- ¿cuando partimos?
-¿¡qué!?- todos los presentes se sorprendieron.
-en preferencia lo más pronto posible- Emma también estaba preocupada por la menor.
-espera ¿enserio Norman te enviará con Anna?- Ray las detuvo.
-si- era raro, normalmente el albino tenía más precaución.
-voy con ustedes- tomo su mochila y su arma.
-no, no podemos sacrificar más personas, el grupo de búsqueda debe ser lo más pequeño posible- Anna trató de detenerlo.
-por eso, solo iré yo bajo mi propia responsabilidad, los demás se quedarán aquí seguros ¿verdad?- se giro al grupo que el comandaba.
-¡si señor!- respondieron todos al unísono.
-ay no tenemos tiempo para sus problemas maritales ¡vámonos!- nerviosa comenzó a adelantarse saliendo de la iglesia y dejando a todos nerviosos, pero sobretodo a los dos implicados un tanto sonrojados.
-no era necesario...- mencionó la rubia más calmada.
-es mi decisión- respondió el azabache sin más- ¿por qué tanto afán en alejarme?
-no es eso...- como decirle que no quería llegar a sentir nada por el por su fidelidad a Dios.
-ahh chicos, necesitamos llegar lo más rápido posible ¿sí?- la pelinaranja se metió a su conversación.
-entonces deberíamos correr- Ray dio la idea y los dos buscadores comenzaron a ir a toda prisa, pero claro, ellos estaban entrenados para eso, Anna trataba de seguirles el paso como pudo, pero su cansancio se hizo notar.
-Ray- la de antena lo llamó y el asintió sabiendo que hacer, rápidamente fue con Anna y la tomó en sus brazos haciendo así que Ray y Emma aceleren más el paso.
-... Gracias- era consciente de que cada uno tenía su punto fuerte en cada cosa.
-si...- fue lo que el respondió.
[...]
Cuando llegaron al lugar destinado, la chica hizo un gran círculo protector con su magia para todos las personas ahí, protegiendolos de los demonios. Al momento de dormir, Ray se quedó a montar guardia y Anna que estaba cerca no podía dormir.
-umm Ray- lo llamó cuando lo vio admirando la gran luna y él solo volteó a mirarla- disculpa mi actitud contigo desde que... Tus sentimientos me fueron revelados.
-no importa, se cual es tu rol destinado y tu deber, no debí haberte dicho nada- el azabache se arrepentía de ese día en que lo confesó todo.
-es que... Es tan injusto- apretó su vestido con sus manos- ah lo siento, no debí decir eso- tapó su boca con sus manos, no quería darle indicio de una esperanza al azabache, eso sería cruel.
-ah- y al parecer el supo a que se refería- es triste no ser correspondido, pero es más triste ser correspondido y no poder ser nada- giro su vista al cielo.
-...- ella solo se quedó callada- lo siento...
-no- la interrumpió y se levantó- yo lo siento más...- y en un rápido movimiento tomó su brazo acercandola y robándole un breve beso.
-Ray- lo llamó- eso... Eso no es correcto.
-¿de qué hablas? No recuerdo hacer nada- y la contraria solo frunció el ceño- agh creo que tengo amnesia- tomo su cabeza con supuesto dolor.
-¿eh?- la mujer se extraño y el azabache le robo otro beso- ¡o-oye!
-si, definitivamente tengo amnesia, no recuerdo nada de los últimos segundos que paso, llamare a Emma para que me reemplace- se fue y al dar la espalda una maliciosa sonrisa se formó en su rostro.
Mientras la santa solo se quedó pasmada con sus dedos tocando sus labios, sin duda alguna se sintió cálido aunque sea unos segundos.
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Terminé de editar todos mis fics, osi osi
Y pos nada, espero les haya gustado, nos vemos.
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