El Gato #2
Auspiciado por: fruit basket y Lectora_sama
Los días iban pasando, los tres chicos y adulto disfrutaban de la nueva compañía que brindaba Anna, era como un cálido rayo de sol en medio de tan salvajes personas. Hasta que...
-¡Ray, Norman!- el día pudo haber sido tranquilo, hasta que los nombrados escucharon la ruidosa voz femenina de alguien que ya conocían. Uno lamentandolo más que otro.
-Emma- dijo el albino recibiendo el doloroso abrazo de la pelinaranja.
-¿hm?- y Anna quién se encontraba ahí no podía evitar preguntarse "¿por qué Norman no se transformó?"
-¿ella quién es?- señaló a la rubia que no se había dado cuenta de su presencia hasta que emitió su sonido de duda- ¿acaso...? ¿¡Me estas siendo infiel!?- de sus orbes esmeralda salieron lágrimas y lo alejo con lo que ella consideraba "un empujoncito" mandando a volar al chico.
-¡Norman!- la oji celeste corrió apurada a auxiliar al albino quien se encontraba sonriendo aún con golpes en la cara-...
-nah, ella es una chica a la que mamá gallina y Norman están ayudando, se quedó sin casa- comentó despreocupado El otro joven.
-oh...- emitió apenada- un gusto conocerte yo soy Emma- saludo mirando a Anna.
-yo soy Anna, un placer- sonrió tendiendo la mano de la pelinaranja quien luego se dedico a levantar al albino.
-lamento que hayas tenido que ver eso- sus mejillas se pintaron de rosado- pero sabes yo quiero mucho a Norman- y lo abrazo, aunque Anna podía jurar que escucho el crujido de sus costillas a pesar de su sonrisa- también a Ray- la joven se lanzaría a abrazar al azabache si este no la hubiera detenido con su mano.
-no quiero que me fractures ningún hueso hoy antena- soltó a lo que Emma nada más bufo por la burla.
-¿cómo es que no se transforman al tocarte?- preguntó la rubia a la otra muchacha.
-ah es que yo también soy una Soma, de una rama de la familia más lejana, pero sigo siendo una, soy el signo del jabalí.
-ya veo- sonrió- pero entonces ¿ustedes que son?- señaló a Norman y Emma, a lo que los dos sonrieron nerviosos y colorados.
-es una relación complicada- pero el que respondió fue Ray.
-chicos hoy...- justo en ese momento entró el mayor de todos, cuidador de Ray, Anna y Norman- ah Emma, cuanto tiempo.
-mamá gallina- nombraron su apodo Ray y Emma, uno más como burla y otra con tono de felicidad e inocencia.
-¡ya basta de eso!- grito molesto- como castigo Ray cocinara hoy día- todos celebraron, menos el nombrado y la rubia no entendía el porque celebraban.
-¿sabes? Ray cocina de maravilla- la pelinaranja se acercó a ella susurrando lo que tanto esfuerzo Ray no quería que los demás sepan abiertamente- sería una perfecta esposa.
-¿¡qué estas diciendo!?- exclamó ruborizado comenzando así una nueva persecución entre esos dos, dejando un tanto confundida a la menor.
[...]
Cuando cayó la noche el azabache con pesar se dirigió a la cocina.
-uy si vas a cocinar con esos ánimos mejor ni cocines- hablo Yuugo, mientras Ray se mantenía callado aguantandose las ganss de decir "¡¡pero si tu me mandaste a cocinar, ahora que te quejas!!"
-yo te ayudaré- Anna se levantó de su asiento remangandose y con mirada determinada se encaminó junto a él a la cocina.
-algunas veces el señor Yuugo tiene mal carácter ¿no?- mientras preparaban los vegetales ella iba comenzando una conversación para no sentirse de forma incomodamente silencioso.
-tiene sus razones- así fue como captó su atención esperando su respuesta- no le importaría si te lo dijera pues se siente orgulloso de su decisión... Pero- volteo a verla, tenía ese brillo en lo ojos que lo incentivaba a continuar- esta bien... Hace bastante tiempo Yuugo tenía una amiga de secundaria que quería mucho, se podría decir que la llegó a amar más que nada en el mundo, terminado así comprometidos. Luego de mucho tiempo ocurrió un accidente involucrando a los dos y dejando severamente herido a Yuugo, su prometida Dina, se sintió culpable por ello, entrando a una especie de depresión... Yuugo se sintió mal por ello así que uso una de sus habilidades, la cual es borrar la memoria. Haciendo que su prometida lo olvidara y viviera una vida más tranquila lejos de él- cuando terminó de contar esos orbes celestes brillosos ahora soltaban lagrimas alertando al azabache.
-eso es terrible...- sorbio y limpio sus mejillas con su manga.
-s-si bueno- volvió a lo suyo, realmente no sabía cómo enfrentar personas tristes.
Al terminar de preparar tan buena cena para los demás, comenzaron a servir a cada uno. Pero de alguna forma todo terminó en desastre, Ray molesto a Emma haciendo que diera un puñetazo a la mesa rompiendola en el acto.
-lo siento...- Emma musito culpable. Seguido de eso cuando Norman mando a Ray a disculparse este se negó enfureciendo a la pelinaranja, mesa por acá y puertas por los aires, así fue como terminó. Al final los dos se tuvieron que disculpar a Yuugo.
-ugh esa antena pega fuerte- comentó con golpes en la cara, en el techo de la casa, pues ya no había donde comer.
-en su defensa no debiste provocarla- escucho una voz femenina distante, no era la chillona de Emma, era una dulce como la de...
-Anna- susurro al verla subir como podía hacia donde él estaba- ¿estas de su parte o de la mía?
-de ninguna, solo digo lo que vi- soltó una risilla al aire y luego de un rato se percató de algo, era algo del azabache que antes no le habria tomado atención, pero en ese momento tan cerca podía observar- ¿qué es ese brazalete?- intentó acercarse y tomarlo pero este se alejó.
-...- su mirada era de miedo e ira, no una dirigida hacia ella, sino más bien a alguien más- no es algo que deberías saber.
-ya veo- fue lo único que dijo con aquel tono frío no podía competir más.
Pero sin darse cuenta alguien abajo suyo había escuchado.
-Ray...
[...]
Los días pasaron y entre rubia y azabache no se volvió a tocar el tema del brazalete. También Emma había vuelto a su hogar por ende ya no estaba por sus lares.
Yuugo había mandado a Ray y Anna al huerto a recolectar algunas frutas, mientras este pensaba que hacer. Pues si, el había escuchado la conversación en el techo de los dos jóvenes sin querer. Y aunque sabía que estaba mal agradecía haber estado en ese momento o si no no hubiera averiguado ciertas cosas de los dos jóvenes.
Ray se sería acomplejado de su "condición" y pensaba que Anna como buena joven que era podía ayudarlo, no solo por ser alguien empatica, si no también porque se veía que ella lo quería de verdad y él a ella también, así que era una buena oportunidad para hacer que Ray se supere a si mismo. Ya que como cuidador que era de esos niños no podía verlos sufrir.
Cuando ellos volvieron, con las canastas llenas y se dirigieron a la cocina el se acercó, tomando la mano del azabache menor.
-¿¡qué estas haciendo!?- reclamo viendo lo que haría y tratando de detenerlo en vano ante la mirada de confusión y miedo de la rubia.
-...- no respondió continuando lo que haría, meditandolo apenas unos segundos, hasta que lo hizo le quito el brazalete conviertiendolo en la bestia feroz y horrenda (como el se hacía llamar) que era.
El dolor y miedo, lo pudo ver en su mirada aún si era diferente, Anna apesar de todo lo seguía viendo como siempre era. Pero cuando él volteo a verla huyó de ahí.
-¡Ray espera!- grito desesperada, pues tenía miedo de que se lastimara- ¿qué pasa si se pierde o se lastima?
-apresurate y síguelo- exclamó el azabache con mechones blancos, ella asintió y comenzó a correr, lo podía ver se dirigían al bosque.
-¡Ray espera por favor!- tomo un respiro mientras se acercaba a la criatura negra pero al hacerlo él volteo haciéndole un rasguño en su brazo, no muy profundo ni letal pero tampoco superficial. Ante eso su mirada se aterro se quizo acercar a ella y ayudarla pero dudo y siguió de largo- ¡no te vayas, por favor no te alejes de nosotros!- grito en desesperación deteniendo su caminar.
La criatura no quería voltear y verla, no quería ver su cara de miedo y horror dirigida a él.
-podrias lastimarte o perderte si sigues así- soltó dejandolo anonadado "¿se preocupaba más por mi seguridad que por cómo me veo?" pensó- volvamos a casa... No importa como estés, para mí sigues siendo Ray, el mismo Ray... Al que nsosotos queremos- se acercó a su cara obligándolo a verla a los ojos, ella mantenía su sereno semblante y aquella sonrisa que brillaba más que mil soles besando su "horrorosa" frente.
Asi fue, como el azabache lentamente volvía a su forma normal, lamentando haber lastimado a la joven, culpandose de eso tocó su brazo.
-esta bien, no duele tanto- siguió sonriendo.
-pensé que me tendrías miedo...- esta preocupado, aterrado de lo que ella respondería. Pero lo reconforto.
-tuve miedo no mentiré, pero... Más importante eras tú- seguido de eso conmovido por sus palabras el oji oliva se fue acercando a Anna.
El estaba en busca de consuelo y ella estaba dispuesta a dárselo, lo tomó entre sus brazos de una manera tan fuerte que era como si le dijera "no te dejaré solo"
-prometo escucharte y tratar de entenderte en todo- la primera en hablar fue la rubia al terminar el acto.
-y yo me aseguraré de abrirme más a ti- susurro abrazándola- ¡Anna!- era increíble pero al final él también terminó soltando lágrimas para al final por el contacto convertirse en su forma felina.
[...]
Mientras tanto Yuugo yacía en casa esperando a que volvieran los dos jóvenes, estaba preocupado, aún recordaba cuando encontró al niño y decidió cuidarlo. Le dolía verlo asustado pero también le dolía verlo acomplejado y pensaba que Anna le haría bien.
Cuando estaba por rendirse a la espera viendo el sol volver a salir los vio volver, Anna traía en sus brazos un pequeño gato negro dormido y cansado con pequeñas lágrimas en los ojos.
-volvimos a casa- musito apacible.
-¡bienvenidos!- exclamó el azabache mayor pensando que "hice bien en confiar en ella".
Fin. (?
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Srry desaparecí por un buen de tiempo xd. Pero no tengo excusas, ahora el "(?" pues la verdad no me convence muy bien el final but de ahí ya no se que más sucede. Así que bye.
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