Auspiciado por: "101 dalmatas"

Todo era un día normal para Ray Gracefield, empezaba la mañana con la ducha, el desayuno y luego al trabajo, así cada día, como cualquier otro.

Cierto día caminando encontró algo peculiar en el a su casa, en la fría noche de otoño.

-mmh- se escucho un agudo sonido de la criatura.

-¿qué es esto?- se preguntó acercándose cada vez más-... Un cachorro...- efectivamente querido azabache un cachorro abandonado en la calle, en una triste caja de cartón, sabemos que el oji oliva no era la persona más agradable de todas, tenía una poca paciencia, era directo, distante, introvertido y todo lo que quieras, pero no era tan malvado para dejar a un pequeño cachorro abandonado -¿ah no?- preguntó él en voz alta, pero no, no eres malvado- seguido de eso tomó al animal en sus brazos hacia su hogar.

Prendio la chimenea y empezó a revisarle mientras comía, debía asegurarse de que estaba bien, lo llevaría a una veterinaria si no fuera tan tarde y posiblemente esté cerrada.

"maldita fiesta de negocios" pensó.

-hmm- lo vio fijamente y este se dio cuenta acercándose al hombre y lamiendo su mejilla- oye ya basta- lo alejo delicadamente, pero ¿qué se supone que haces? Te está demostrando su cariño.

-mmh- gruñó Ray molesto, es en estos momento que te preguntas quien es el perro aqui.

Al día siguiente lo llevó a la veterinaria para revisar al cachorro.

-esta en perfecto estado- sonrió la mujer- el debe tener tanta suerte de tenerlo, se le ve muy contento y sus ojos brillan al verlo.

-¿es así?- su duro corazón se conmovió y podía verse en su mirada una leve felicidad de ser indispensable para alguien, a lo que la veterinaria rio.

-si, no le miento solo mirelo- señaló con la mirada y los dos vieron al cachorro, claramente se veía mejor, tal vez debería quedarselo.

-debería quedarmelo- susurro para sí mismo, pues claro, si era feliz con él para que arrebatarle esa felicidad al can.

-bueno, nos veremos cuando me necesiten- se despidió de él hombre y su perro.

-nos vemos señorita... Ahh...- trataba de recordar su nombre.

-Anna- sonrió angelicalmente y los dos se fueron.

Ahora el joven debia pensar en un nombre.

-hmm- puso su mano en su menton pensando-... Polifacio...- pero el perro negó con su cabeza ofendido- ¿entonces? Agh ¿Pomarola? Anacleto la secuela- ahora el joven solo se estaba divirtiendo nombrando cualquier cosa que se le venga a la mente- vamos... Gaiden.

Y el cachorro movió la cola cuando dijo eso, en señal de alegría.

-Gaiden- sonrió levemente viendo la alegría de su nueva mascota, tanta vida solitaria a veces aburría- ¿si?- si, lo hacía.

El tiempo pasó y el pequeño dalmata Gaiden creció, tal y como su dueño era muy inteligente y se apego a su rutina de cada día, solo que su horario fue cambiando, ahora en las mañanas salía a correr con su perro, se bañaba y tomaba desayuno para en la tarde ir al trabajo.

Un día de eso, fue particularmente especial, pues conocería al amor de su vida.

-¿qué?- que conocería la desdicha de la vida.

Los dos salieron a correr como todos los días, pasaron por el parque, pero enfrente pasó un chica en su bicicleta y su perro, algo que no pasó desapercibido para el manchado compañero de Ray, comenzando a correr en su dirección sin darse cuenta de su amo.

-¡¡Gaiden espera!!- grito siendo llevado por el y chocandose con varias personas, hasta que choco con una muchacha- agh, lo siento- la tomó de la cintura para que ella no se caiga, pero se dio cuenta que soltó a su perro.

-n-no se preocupe- se sonrojo nerviosa por el joven- oiga, usted... No quiere...- quería invitarlo a salir pero Ray no viendo a su perro soltó a la chica y se fue corriendo a buscarlo, cayendo la muchacha como debió ser de un principio.

-ugh- se quejo ella.

-veamos Percy- la muchacha de la bicicleta se salio de ella y de la canastilla sacó una pelota tirándola para hacer jugar a su mascota- ¡jaja muy bien!- la felicito hasta darse cuenta de la presencia de un integrante más- ¿uh? ¿Quieres jugar amigo... Gaiden?- leyó en su collar y jugaron los tres un rato.

-¡¡Gaiden!!- llamó y llamó pero no lo encontró, hasta visualizar a una pequeña rubia jugando con dos dalmatas- disculpa.

-¿si?- volteo a verlo, aunque su rostro parecía extrañamente familiar.

-uhm ¿esos dos perros son suyos? Es que a mi se me escapó mi perro y...- no termino porque su amigo de casi toda la vida se acercó a él- ¿Gaiden?

Y lo supo, ese era su perro.

-ah, da igual lo encontré- le puso la correa y se dispuso a irse pero el animal lo retuvo yendo hacia Percy la perrita de la rubia atando a los dos jóvenes con la correa de él en el proceso.

-hmm- sus rostros estaban muy cerca, se sentía sus respiraciones y se notaba el sonrojo sobretodo de ella, hasta que Zam, los dos cayeron al lago de al lado.

Mientras los perros veían todo.

[...]

-uh, gracias por salvarme ahí, no soy muy buena con el agua- es que no sabe nadar- si...

Aún recordaba lo vergonsoza que se veía al intentar salir del lago siendo al final ayudada por el azabache.

Fueron a la casa más cercana para así secar su ropa o se enfermarian. La del joven era la más cercana, a pesar de ser una extraña se compadecio por ese día (al fin y al cabo era culpa de su perro) ofreciéndole calor, ropa extra y una ducha.

-es la primera vez que alguien me salva así- se sonrojo levemente- y ese beso...

-era respiración boca a boca- recordaba el susto de no verla respirar.

-oh, fue un buen rescate- sonrió.

Los dos vieron a sus dos perros acurrucados juntos.

-se ven felices juntos- comentó Ray viéndolos, a decir verdad no quería separarlos.

-si... Pero al final cada uno debe volver a su hogar- los dos dalmatas se exaltaron ante el comentario de Anna.

-es una pena- se sentó en el sillón al costado de Anna.

-si, una gran pena- concordo.

-... ¿Quieres una taza de matrimonio?- y al parecer las neuronas de Ray no conectaron, porque no se dio cuenta de lo que dijo y lo confundió con sus pensamientos.

-¡¿q-qué dijiste?!- la oji celeste estaba sorprendida por lo repentino de la palabra.

-que si quieres otra taza de té- respondió como si nada.

-d-dijiste matrimonio...- le recordó avergonzada.

-... Ah, bueno- recién proceso sus palabras- oye, ya se de donde te me haces conocida- comentó al verla más de cerca- la de la veterinaria.

-¿hmm? Tu eres... Él del cachorro feliz- sonrió contenta de haberlo recordado por fin siguiendo la corriente-... Estas cambiando el tema... Si me lo preguntas puedo aceptar.

-...- miró hacia otro lado- ¿quieres?

-si quiero- sus labios se curvaron formando una sonrisa lanzando a abrazar al azabache.

Fin.

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Bad ending: Ray asiente al "si quiero" de Anna y le sirve otra tacita de té 😎👍 okno xd

Todo esto paso porque mi hermano y yo queríamos ver una película y esta estaba en recomendados del disney, además que la prota se llama Anita y yo: ¡Anna sal de ahí esa no es tu familia!

Los nombres eran posibles nombres para mi conejo que nunca llego por cierto, si alguien tiene mandeme uno XD, le mando mi dirección okno.

Oh y quise hacer una ruptura de cuarta pared con humor así que no se como quedó xd.